Partida Rol por web

Un placer... cotesta mientras le estrecha la mano aunque habría preferido conocerte en una situación menos tormentosa..

Una vez terminada la presentación vuelve a centrarse en Caesar aunque en esta ocasión su mirada recorre a todos los ocupantes de la sala, uno a uno. Lo dicho, nosotros iremos a Aguas Profundas tal y como nos pidió Curuvar ¿tú qué harás?

- ¿Más de tres años? ¿Y desde entonces qué? - pregunto inútilmente pues el anciano ha vuelto a caer entre los brazos del sueño.

No me servía de mucho aquella información y casi mejor sería seguir la pista de la información que Heian me había dado sobre Óscar.
No tenía ganas, sin embargo, de seguir el camino adelante sola y perdida, ni siquiera sabía por dónde seguir buscando ahora...
- Creo que... si soy bien recibida, preferiré viajar acompañada antes que sola. - digo respecto a las palabras de la otra elfa de la habitación a quien ayudé hacía unas horas.

De todos modos, ya estoy dentro de la Casa Señorial... ¿debería buscar esa espada? No pienso volver adonde estaban esos malditos bandidos secuestradores pero tal vez tenga poderes que puedan venirnos bien... pienso al darme cuenta del hecho aunqe sin mucha esperanza de poder encontrar y coger dicha arma de aquella mansión, aunque fuese para mi propio uso.

Al salir de la taberna notas un aire fresco acompañado de la brisa marina, en cierto modo lo agradeces ya que cuando sales no ves al desconocido por ningún lado. A no ser que se trate de un poderoso conocedor de la magia es imposible que haya desaparecido en ese tiempo.

Miras hacia ambos lados para tratar de encontrarle y lo primero que ves es a una muchedumbre de personas que se empiezan a agrupar en la plaza centrar de la aldea -hacia tu derefcha-. Cuando vuelves a girar la vista ves al desconocido apoyado sobre el muro del edificio de Rosita, de brazos cruzados.

El desconocido se encuentra retrepado sobre el muro del edificio y de brazos cruzados mirando hacia el cielo, concretamente hacia el Sol. -Buen día hoy, ¿cierto?. Su voz, oculta tras ese montón de telas moradas se muestra segura como la de cualquier humano de edad adulta. Me presentaré, si me lo permites. Soy Aslan, nací no muy lejos de aquí pero no creo que eso te importe así que seré breve. Me envía Curuvar, dice que aún no ha tenido ocasión de hablar con vos y dudo que pueda hacerlo durante los siguientes días. Su voz sigue sonando profunda y clara, y por el momento sus palabras no parecen un protocolo. Echando una mirada alrededor de la zona para asegurarse de que nadie está siguiendo la conversación, tranquilamente continúa.

-Te propongo que me ayudes a encontrar la cura para el viejo*. Si decidís ayudarme, estaré en deuda contigo-

Sin esperar una respuesta siquiera, Aslan, escala por una de las ventanas del edificio hasta el tejado de la taberna. Desde allí arriba te dice un tanto divertido. -Piensatelo, no suelo trabajar con nadie. Ahora si me disculpas no pienso perderme aquella fiesta..- Sin más, el misterioso personaje desparece de tu vista sin darte tiempo siquiera a contestar a su petición. Pero en cualquier caso está dipuesto a llegar a la plaza de la aldea saltando de azotea en azotea a no ser que tengas algo que decirle, en ese caso más vale que le des un buen grito y te apresures.

La mujer no duda en acudir rápidamente hacia Curuvar para colocarle un paño húmedo sobre la frente, después le levanta un poco la cabeza para que pueda ingerir el líquido de la taza que trae consigo. Curuvar duerme, ha tratado de ahorrar las pocas fuerzas que le quedaban para comunicaros que el continente entero se encontrará en peligro si nadie lo impide. Para ello ha querido reunir a los aventureros que fueron al Túmulo; Caesar y su pequeño cuervo, Racalín y Methgar.

Como a otros nuevos que le hubiera encantado conocerles mas a fondo y atizarles con su famoso cayado; Gárret Midespinas y Miyanuviel Heartsong.

-Podéis quedaros a descansar aquí esta noche. Y me imagino que estaréis agotados, os he preparado habitaciones individuales por lo que podéis entrar cuando os plaza- Miriea se levanta de la cama tras informaros de que tenéis una habitación para cada uno.

Os lleva hasta la puerta, y llama a una de los críadas para que os indiquen el lugar de los aposentos. Antes de que venga, Mireia mira uno por uno. -Por favor, haced cuanto este en vuestras manos sólo os pido eso...- Contiene las lágrimas con valentía, fruto de una esposa de un valiente Capitán.

Lo que guardas en uno de tus bolsillos es como si cada vez te pesara más y más. Sientes dudas, pero la amenaza y la misión de Lhaeo no se aleja de tu mente a pesar de encontrarte rodeada de gente honrada. De momento has entrado en la Casa Señorial sin tener que pasar desapercibida, ya que, cosas del destino has acabado aquí dentro como una invitada. ¿Piensas que es una gran oportunidad para encontrar esa Espada?.

De eso no hay duda, pero ¿podrás hacerlo?. ¿O prefieres romper el hilo que te une con Lhaeo y afrontar el futuro que se te ponga por delante?....

 Gárret abre la puerta de su habitación, descuelga su mochila de su espalda (continuando con sus armas, herramientas y dinero encima) y la arroja hacia su cama particular, el doble de grande de lo necesario, algo que siempre se agradecía, aunque a algunos medianos les parecía denigrante y exigían una cama más pequeña, para el guerrero le parecía que era un lujo dormir en una cama tan grande.

Luego sigue caminando, siguiendo a Miyanuviel, hasta, posiblemente, su habitación. Cuando la elfa cierra la habitación tras de si, Gárret mete el pie entre la puerta y el marco de la puerta y entra furtivamente a la habitación.

Bueno, creo que ahora podremos hablar tranquilamente. - La mirada del mediano discierne entre inocencia, incertidumbre y amenaza.-No se vos, pero yo creo que las conversaciones son más fluidas en las tabernas. ¿Aceptarías mi humilde invitación de beber un buen vino en alguna taberna del puerto mientras continuamos con la conversación de antes?

 Querelar se queda mirando como ese estrafalario tipo se larga por los tejados de las edificaciones. Está chalado, y yo creyendo que se trataría de algo interesante... vaya forma de perder el tiempo más miserable... El valletano se queda mirando en dirección a la plaza, cuando quiere darse cuenta sus pies ya andan hacia la plaza. Fiesta, que carajo dice el tipo ese? Mejor me apresuro, cunato antes me entere antes me podré acostar para estar en forma para mi particular locura.

Cuando escucho tras de mi la voz del mediano me doy cuenta de que el destino me está dando una señal de que debo dejar la idea de esa espada que Lhaeo me pidió. No serviría de nada, no me daría pistas de qué pasa con Óscar o dónde está, así que es inútil siquiera pensar en ello realmente.

Me giro a escuchar las palabras del mediano y aunque he de pensármelo en un primer momento, decido que ¿por qué no? Aunque...
- Está bien, de acuerdo. Tomemos algo si es lo que deseas pero me noto cansada y me gustaría poder descansar en condiciones en cuanto me sea posible. No sé si será mucho lo que habremos de hablar, pero vayamos cuanto antes de ser así. - le respondo con fluidez y rapidez. Noto en mi cuerpo el cansancio de todo el día y no es solamente cansancio físico sino también mental tras las palabras desalentadoras de Curuvar.

Racalín asiente,pues no es momento de alegrías.Se acerca a la bella dama  Mireia,y alzando la cabeza hacia sus ojos le digo:Estate tranquila,pues Racalin y sus amigos van hacer todo lo posible para que este mundo no sea gobernado por gente mala.No sería nada divertido ver a gente triste.No veo la hora de festejar el dia en el que hayamos cumplido nuestro cometido...Casi con los ojos llorosos,pero con una sonrisa en la boca,espera a que le digan a donde tienen que dirigirse para ir a descansar.

Miyanuviel y Gárret ya se han ido a sus respectivos aposentos.

El resto podéis hacer lo propio, ya que la señora críada os acaba de indicar la direccion en la que se encuentra la planta de habitaciones para los invitados.

 Gárret sale de la habitación de Miyanuviel y camina escaleras abajo hasta llegar a la puerta, donde al encontrarse a los guardias se limita a levantar rápidamente la cabeza y levantar las cejas en gesto de saludo.

Disculpad, ¿Saben del paradero de una buena taberna en la ciudad?, ¿o al menos una con techo en la parte de arriba?

Luego se limita a esperar a la elfa mientras los guardias piensan a qué lugar del puerto o de la ciudad mandarlos, aunque era muy posible que quedaran a duras penas varias tabernas en la ciudad después del ataque.

-La taberna de Rosita por suerte se mantiene intacta. Podéis ir allí a degustar exquisita carne de ciervo o beberos una botella de buen vino, además podéis entreteneros con los juegos más populares de la aldea. Se encuentra cerca del puerto, no tiene perdida- Te dice el guardia que custodia la salida al pueblo como si se tratara de una especie de comentario automático, como si este comentario lo hubiera dicho cientos de veces al ver pasar a nuevos turistas.

Sin más se hace a un lado para dejaros paso libre. -La gente se está empezando a amontonar en la plaza central, creo que va a asesinar a la Dama de Fuego en público..- Susurra despacio.

 Por un momento aparece una sonrisa en la cara del mediano mientras pasa al lado de los guardias, sonrisa que desaparece cuando le dicen que la dama del fuego va a morir asesinada en público, algo que no se había mencionado en el Concilio, se gira hacia Miyanuviel con cara de sorpresa, saca parte de su espada mostrando sus intenciones y corre a toda prisa a la plaza del pueblo.

Eso no ocurrirá con migo a menos de diez millas de distancia.

Creo que tendremos que posponer esa copa, siento haberte infortunado, ya nos veremos...

En poco más de unos segundos, Gárret desaparece en las calles del pueblo, de vuelta a la plaza, sin mirar atrás más que para asegurarse que los guardias no le seguían.

El repentino cambio de humor del mediano fue demasiado descarado como para no darme cuenta de lo que sucedía. Por un momento dudé de si seguirle o no pero si lo que los guardias habían dicho era cierto y el pequeño llegaba tarde no quería tener que ver tremenda salvajidad hacia aquella mujer. Cierto era que no tenía del todo claro qué es lo que había hecho a los ciudadanos de aquel lugar para tanto odio pero solo deseé que nadie jamás me tuviera tanto a mí como para hacerme lo mismo...

Ya que estaba en plena calle y aún me parecía algo pronto decidí dejarme caer por el templo de mi dios Silvanus para mis rezos diarios ya que tenía la ocasión, el tiempo y el lugar idóneos para ello. Así pues dejando hacer al mediano me dirigí hacia el templo pues aún tenía fresco en la memoria el camino al mismo, solo que estaba vez no volvía de él sino que iba.

Sin darte cuenta llegas a la Plaza Sur de la Villa.

Carros y tiendas rodean un gran pozo comunal en el centro de esta plaza. Los habitantes se afaman en torno a la zona, comprando comida, ropa y artesanía. A tu derecha ves una señal con un pinchel verde de cerveza pintando, proclama la naturaleza de este establecimiento; 'La taberna del Pinchel Verde'. A tu izquierda -en otro edifcio diferente- ves la imagen de una señal, de un cuerno de unicornio con un reloj de arena y la leyenda 'Curiosidades Carwan' cuelga delante de esa tienda, pero parece que está en reformas, aunque en el interior de las ventanas se puede apreciar algunos objetos. Más adelante te encuentras con las murallas de la ciudad y con otro establecimiento que no se identifica muy bien desde donde estáis y por lo tanto no sabes que artilugios podrían vender.

Un niño de ropas mundanas se encuentra repartiendo unos panfletos en el centro de la plaza, junto al pozo.

Decides desviarte hacia el otro edifcio más alto del pueblo, el Templo de Silvanus.

La villa de aguas fuertes, a pesar de estar reformada se encuentra en muy buen estado aunque los lugareños aún están realizando algunas tareas de construcción. Nada mas dar tus primeros pasos, a unos 10 metros encuentras la primera calle que gira a la derecha. Giras. Cruzas un par de casas de los habitantes de este lugar y a unos diez metros más encuentras el camino que te lleva al Templo.

El edificio se encuentra separado de las tiendas, casas y pisos de Aguas Fuertes por un pequeño seto. Las paredes cubiertas de enredaderas del templo se alzan por encima de las murallas de la villa, y la punta de su espira puede alcanzar los cien pies de altura por encima del suelo. El símbolo de una hoja de roble reluce con su propia luz esmeralda sobre la gran arcada que permite entrar en el templo. Este lugar es terreno sagrado y aquí se respira un silencio fuera de peligros y preocupaciones.

El interior de las paredes está pintado para que parezca el cielo, y la planta principal es una amplia zona dominada por una colina cubierta de hierba en torno a la cual una corona de árboles se mece suavemente en una brisa eterna.

Al final se encuentra una estatua del propio Silvanus, frente a el en el suelo descansan una niña y un niño. El niño te ve llegar...

Los guardias por suerte no hechan a correr para perseguirte, seguramente y dado el conocimiento de algunos humanos hacia los medianos crean que eres tan solo un crío y hayas decidido salir corriendo para dar un simple vistazo.

Sin darte cuenta llegas a la Plaza Sur de la Villa, dejando atrás a la bella Miyanuviel.

Carros y tiendas rodean un gran pozo comunal en el centro de esta plaza. Los habitantes se afaman en torno a la zona, comprando comida, ropa y artesanía. A tu derecha ves la imagen de una señal, de un cuerno de unicornio con un reloj de arena y la leyenda 'Curiosidades Carwan' cuelga delante de esa tienda, pero parece que está en reformas, aunque en el interior de las ventanas se puede apreciar algunos objetos. Más adelante te encuentras con las murallas de la ciudad y con otro establecimiento que no se identifica muy bien desde donde estáis y por lo tanto no sabes que artilugios podrían vender. A tu izquierda se encuentra una botica donde el escaparate muestra productos de alquimia.

Finalmente, un niño de ropas mundanas se encuentra repartiendo unos panfletos en el centro de la plaza, junto al pozo.

Las habitaciones no son tan lujosas como el interior del palacio, sin embargo, ofrecen todo lo indespensable.

Una cama individual cuvierta por una gran capa de piel de oveja, a sus pies descansa un arcón cerrado. A la derecha de la cama se encuentra una mesa pequeña con una lámpara de aceite con su correspondiente objeto para encenderla. Las paredes se muestran de un color rojizo claro, que no daña a la vista y adornada con varios cuadros de diferentes paisajes. La ventana de enfrente tiene la vista de la parte central y sur de la aldea.

Por último, un armario de madera de roble se mantiene empotrado al lado de la ventana.

Las habitaciones no son tan lujosas como el interior del palacio, sin embargo, ofrecen todo lo indespensable.

Una cama individual cuvierta por una gran capa de piel de oveja, a sus pies descansa un arcón cerrado. A la derecha de la cama se encuentra una mesa pequeña con una lámpara de aceite con su correspondiente objeto para encenderla. Las paredes se muestran de un color rojizo claro, que no daña a la vista y adornada con varios cuadros de diferentes paisajes. La ventana de enfrente tiene la vista de la parte central y sur de la aldea.

Por último, un armario de madera de roble se mantiene empotrado al lado de la ventana.