Partida Rol por web

La leyenda

Introducción: Una larga jornada de viaje

Cargando editor
11/03/2009, 16:51
Sylvia

Se fué alejando del tronco, moviéndo sus alas para no hacer demasiado esfuerzo con las piernas cuando tú te acercabas, pero al volver la cara, vió sinceradad en una criatura no muy diferente a ella. Cogió su lira, la contempló unos instantes. Sonrío feliz.

Desde una pequeña distancia te tira un beso y, lo repitió con sus diminutas manos. Quiso hablar, pero fué desapareciendo hasta dejar un rastro luminoso de colores, era como un revoloteo de mariposa, con un pequeño arcoiris que se desvaneció. Escuchabas una carcajada infantil, después otra y otra, hasta que te parecía que estaba por los alrededores del bosque...

Sin darte cuenta ves de nuevo a la sílfide ante tí, sujetando su lira te pregunta animada. -¿Quieres probar?-

Notas de juego

Si pruebas a tocar la lira, una tirada de interpretación.

Cargando editor
12/03/2009, 13:42
Ivy Mhor

Me siento ligeramente culpable cuando se aleja del tronco en el que permanecía sentada tocando su instrumento hasta que yo la interrumpí con mi presencia. Lo que a continuación despertó en mi no fue precisamente sentimiento de culpa, sino más bien de alerta. Se aleja de mi revoloteando con sus alas ligeras, como si pretendiese hacer distinción entre ella y yo, enarco una ceja puntiaguda mientras me lanza un beso y comienza a practicar el habitual ritual de las hadas. Sintiéndolo por ella no soy como los incautos viajeros que se adentran en el bosque y quedan fascinados por su presencia y sus talentos. Es cierto que su manera de tocar y cantar me han traído hasta aquí, pero mas por pura curiosidad que por irrefrenable deseo de conocer a su autora.

No me convence su sonrisa sincera cuando me ofrece su instrumento, me conozco demasiado a mi misma, y los primeros pensamientos reticentes a cerca de entablar una conversación con un ser semejante a mi se certifican cada vez mas. La típica naturaleza caótica y caprichosa se despliega como revoloteantes mariposas entorno a su figura, el beso lanzado al aire no es mas que la punta del iceberg de lo que puede pasarse por su cabecita loca y yo no puedo perder el tiempo compartiendo energías. ¡oh! nunca me atrevería a tocar tu instrumento, con lo inexperta que soy con la música seguro que lo estropeo. Finjo una sonrisa tímida y agradable mientras intento rechazar con cortesía su ofrecimiento, una cosa es que desconfíe de ella y otra que quiera despertar su furia. Puede que fuese inexperta, pero en otro momento no me habría sentido tan inquieta ante la posibilidad de probar algo nuevo, no termino de creer que esa lira no sea mágica, los árboles danzaban con ella, y yo no quiero convertirme en un elemento mas que caiga en sus redes y permanecer danzando el resto de mis días hasta que se canse de mi.

Faerhart me espera.

Cargando editor
12/03/2009, 16:34
Sylvia

Este lugar parece ser sacado para hacer reales a los seres que se perciben entre la frondosidad del bosque. Listos y fugaces cuando se contemplan detrás de las ramas, casi se podría hasta oir como les late el corazón. Aveces solo se les pueden ver los ojos del alma, por que huyen de los desconocidos, pero siempre hay alguien que traspasa ese fantástico mundo.

Entre las ramas, se filtraban escasos rayos de Sol convirtiendo la zona en una escenario de leyenda. La sílfide te seguía por que te presentía y estabas a su lado, pero no terminaba de verte con claridad. Así que llamó a alguien:

-Sal, sal de tu escondite..-

 

Cargando editor
12/03/2009, 17:13
Luna

De golpe apareció una silueta detrás de un árbol. Sus ojos grandes y profundos, te miraban con cierto temor, te pareció bellisima pero con la mirada un poco triste. Sonreía. -¿Cómo te llamas?. Yo me llamo Luna. Me gustaría ser tu amiga..- Ella movió sus alas y se elevó sonriendo a un par de metros del suelo.

Lleva un traje de seda rosa y unos pétalos del mismo color sobre la cabeza, dándole aún mas si cabe, un aspeco angelical. Esos ojos de color azabache brillante son tan preciosos que podrían hasta dejar paralizado al mas incauto. Sin embargo esta vez sientes curiosudad y te das cuenta, si no lo habías echo ya es que lo único que desean es conocer gente nueva.

Notas de juego

Cargando editor
12/03/2009, 17:34
Sylvia

La sílfide da cuenta de sus alas para acercarse hasta Luna. Allí se detiene y le advierte graciosamente mientras le señala con el dedo ínidice:

-Luna, ¿no recuerdas los que nos dijo el Sr. Roca?. Dijo que trataramos a los huéspedes de esta colina correctamente ya que él hoy se iba a tomar el día libre. ¿Te parece correcto presentarse así delante de nuestra invitada? Se cruza de brazos. El Sr. Roca pensará que somos malas por no haberla tratado adecuadamente y no nos dará mas regalos para jugar. ¿Estarás contenta verdad?..Todo ha sido por tu culpa-

Se gira, dándole la espalda a la pequeña. Parece que todo este plan ya lo tenía preparado para la primera criatura viva que entrara en estos dominios.

Cargando editor
12/03/2009, 17:46
Luna

La niña parece muy afectada. Tuerce la boca, aceptando la crítica de su inseparable amiga mientras no deja de despegar la mirada del suelo. Con la cabeza gacha se acerca hacia ti para pedirte disculpas. -Lo siento. No pretendíamos meterte miedo, solo queríamos jugar-

Aún no ha alzado ni quisiera su cabeza para ver tus ojos. Pero dirías que es una de las hadas mas bonitas que se pueden ver, timidamente va levantando la cabeza hasta que sus ojos se clavan en los tuyos y es cuando puedes apreciar su gran belleza. Su pelo dorado, al igual que su piel clara hacen que esos labios rojizos destaquen más.

-¿Nos perdonas?-

Cargando editor
12/03/2009, 19:46
Ivy Mhor

Poco a poco la luz cambia, sigue siendo una mañana luminosa, la luz sigue siendo fresca, todavia no ha alcanzado temperatura, quedan horas para que comience a recorrer la piel de los brazos con besos cosquilleantes. Sin embargo el ambiente ya no es el mismo que el de hace unos minutos, cuando centré de nuevo la atención en este plano las cosas a mi alrededor y ante mis ojos se dibujaban claras, delineando sus perfiles, ahora todo es distinto. Un tímido velo blancuzco se ha posado sobre el bosque, impidiéndome ver con claridad lo que tengo ante mi, creando un mundo mas parecido al ensueño que al mundo que piso bajo mis pies.

La presencia de una nueva familiar a la que no había descubierto me tensa haciendo que me levante con un sobresalto, sabia que había sido demasiado poco prudente cuando me acerque a saludar a la joven sílfide, pero ahora mas que nunca certificaba mi poco agraciado talento para meterme en situaciones comprometidas. Intento contener mi impulso de batir las alas y salir de allí cuanto antes, pero no quiero perderme el numero preparado que están representando. Realmente no podría asegurar cuanto tiempo han tenido que esperar para llevarlo a cabo, pero la mas pequeña parece sincera. Su aspecto la acompaña dotando a todo lo que hace de un halo misterioso de pureza e inocencia. Esos ojos intentan hipnotizarme, pero mis pozos profundos no se retiran de su figura, analizándola desde sus tímidos dedos de los pies hasta sus cabellos. No te preocupes, no suelo enfadarme.

Alzo una sonrisa como mi único escudo de defensa y permanezco de pie ante las dos. ¿Quien será ese misterioso señor roca? tengo que aplicarme si quiero que un par de hadas me den la información que necesito, pero supongo que un poco mas de charla no puede ser malo. Yo me llamo Ivy Lo justo era presentarme, después de todo esa pequeña ha sido lo primero que ha hecho, a lo mejor podéis ayudarme ¿sabéis donde puedo encontrar un riachuelo o un pequeño remanso donde limpiarme de esta sangre? Sin duda alguna mi aspecto era muy diferente al de esas dos criaturas delicadas y etéreas, aunque nuestras proporciones eran similares mi carácter aventurero había moldeado mi físico desvelando una belleza salvaje que ellas no poseían. Mis rasgos eran tan peculiares como los suyos ante los ojos de un inexperto, pero poseedores de una dureza y frescura inusual. No sabia definir muy bien la impresión que debían tener de mi, mi cabellera alborotada, con ligeros reflejos de tintes verduzcos por la estación en la que nos encontrábamos, mis afilados y uniformes dientecillos cuando sonreía, pero sobretodo el maltrecho aspecto tras el encuentro con las estirges.

Anoche estaba admirando las estrellas cuando un grupo de estirges se lanzó a por mi y mi sangre, ¿esas criaturas abundan por aquí?

Cargando editor
13/03/2009, 12:45
Luna

Normalmente los cabellos de las hadas del aire de este lugar son irisados, y generalmente suelen vestirse con ropas muy sútiles, tipo gasas o muselinas, o como en este caso de hilo de araña. Aveces se las pueden detectar por el aroma a flores que dejan a su paso, especialmente a rosas, flor que adoran, este perfume suele persistir bastante rato después de que hallan desaparecido.Como la mayoría de las Hadas aman la música, y les encanta cantar, son muy sociales y gusta estar acompañadas.

Cuando le dices que no sueles enfadarte, la pequeña Hada se siente ilusionada por tu reacción y no deja de exáminarte asombrada

-Vaya. Me gustan tus alas y tu nombre. Tú tampoco te preocupes seremos tus amigas ¿verdad Sylvia?- La pequeña se tapo la boca timidamente al verte esos dientecillos afilados y puntiagudos. Un pequeña carcajada se escondiá tras esas manos.

 

Cargando editor
13/03/2009, 12:47
Sylvia

La sílfide aún seguía de brazos cruzados esperando a que la pequeña Luna, se disculpara ante la nueva conocida. Físicamente, una sílfide tiene la apariencia de una elfa o una humana, muy bella y de rasgos delicados, al igual que su carácter. Tiene alas de libélula y son transparentes o con manchas iridiscentes, en este caso eran semejantes a las de una libélula. Sus cabellos son largos y del color típico de una humana normalmente. Aunque esta lo tenía recogido en un moño.

Sylvia tiene una capacidad de levitar innatamente. Su ágil vuelo es comparable al de poco seres. Puede volar y moverse libremente, las alas sólo le sirven para coger impulso. Sin embargo, esta capacidad para levitar es de carácter mágico. Si se lanza contra ella un conjuro antimagia dejan de volar.

Niega mirando a la pequeña como que no tiene remedio, pero siempre haga lo que haga y esté donde esté la va a querer. -Maldita pícara, algún día nos matarán por tu culpa Sonríe y toca tierra para acercarse a vosotras dos. Si lo que quieres es lavarte, estamos rodeadas del Mar de las Estrellas Fugaces, lo malo que después de la Plaga de los Conjuros se ha ensuciado bastante y solo habitan criaturas extrañas bajo el mar, hay que tener cuidado. Esas mugrientes estirges siempre vienen cuando tienen sed, les encanta la sangre feérica, pero por suerte nosotras tenemos un repelente que las ahuyenta. Nos lo dió el Sr. Roca ¿verdad?-

Mira a la pequeña esperando a que asienta y continúa:

-Nosotras no podemos acompañarte, tenemos que estar cuidando esta colina hasta que venga el Sr. Roca, pero podemos guiarte. ¿Vienes sola por aquí?-

Cargando editor
15/03/2009, 21:04
Ivy Mhor

No oculto mi sonrisa ante la sorpresa que esta ha provocado en la pequeña, sino que dejo que permanezca en mi rostro unos instantes más. No creo que la haya intimidado con ellos, es mas su sonrisa tras los dedos me recuerda lo curiosas que podemos ser las criaturas feericas. La sílfide que ha sido nombrada como Sylvia parece que es un poco mas mayor que la otra, y por lo tanto la que seguramente pueda contestar mejor mis preguntas, aunque no estoy segura de que vayan a gustarle mis intenciones a la hora de sacarle información.

Al mencionar el mar me animo pensando que por fin podré recuperar mi olor habitual, el del bosque, pero pronto mis esperanzas decaen cuando menciona la mayoría de los monstruos que pueblan sus aguas. La verdad es que prefiero el agua dulce para lavarme, así no tendré que rascarme después por culpa de la sal. Pero si es lo único que hay a lo mejor puedo limpiarme un poco sin tener que enfrentarme a esos monstruos ¿no? tras una pequeña pausa en la que dejo vagar mi mirada por los arboles que nos rodean pregunto sin ningún tipo de rodeo lo que me pasa por la cabeza ¿vosotras habéis visto a esos monstruos?

Me han recordado que tendría que ir a buscar a Faerhart, es mas que probable que se haya despertado ya del todo, que haya terminado con la reserva de cadáveres que eran su desayuno y que su insaciable curiosidad de cachorro le haya empujado fuera de la empalizada solo por comprobar si me había ido muy lejos. No viajo sola, ahora mismo tendría que ir a buscar a mi compañero, ¿no podéis iros de aquí para acompañarme? si tenéis que esperar a que venga el señor roca puedo ir yo a buscarle y luego venir a buscaros para que me digáis donde podemos bañarnos. Pronuncie el nombre del señor roca con toda la naturalidad de la que fui capaz, intentando que no se notase la inmensa curiosidad que ese nombre suscitaba en mi mente.

Sin duda conocerlo podía ser el final de mi libertad y la de Faerhart, pero quizás solo fuese alguien lo suficientemente generoso como para hacerse cargo de dos pequeñas que se encontraban perdidas. Ademas su remedio para combatir a las estirges me vendría muy bien, esa maldita chupadora de sangre me había dejado debilitada, todavia podía sentirlo, a pesar de que había descansado el resto de la noche.

Cargando editor
16/03/2009, 18:13
Luna

Y, mientras, tú observabas los árboles, la pequeña se quedo asombrada aún más al verte de perfil. Tus rasgos, y sobre todo el color de tu pelo le llamaba bastante la atención. Sonrío de nuevo divertida, y se alejó hasta estar junto a Sylvia.

-No los hemos visto a esos monstruos. Dicen que solo se escucha sonidos extraños y seres que se rozan por debajo del agua- La pequeña Hada se sentó con las piernas cruzadas en el aire, observándote atentamente. Tan diminuta, tan ligera, pero tan fuerte y tan poderosa.

Cargando editor
16/03/2009, 18:25
Sylvia

Fue entonces, cuando ya los primeros rayos de luz aparecían con fuerza por el horizonte lejano. Sylvia se levantó, dejando que sus transparentes alas se envolviesen con la luz mágica que existe a primera hora de la mañana: un diminuto punto de luz en medio de miles parecidos. Pero era especial. Alzó los brazos, sonrió alegre a la mañana que nacía, mientras sus pies seguían levitando. Cerró los ojos, para sentir mejor la transición de la noche y el día.

Se sentó imitando a la pequeña:

-Puedes bañarte en el Mar, pero tendrás que andarte con ojo. Parece que ese lugar no es muy transitado por estas dos criaturas aladas, sin embargo siempre suelen tener una solución a sus problemas. Si lo que quieres es un sitio con agua dulce, nosotras te llevaremos- Cuando capta tu curiosidad por el Sr. Roca, agranda sus ojos.

-¿Y para qué quiere ir a buscarlo?. No lo entiendo, hum, le seguiremos la corriente. Quizá sea más de lo que aparenta ser..-

La sílfide tampoco trata de soltarlo todo de golpe. Aunque al ver tu caracter no ve por que no debería contartelo -Ehm.. estoo. ¿De verdad quieres ir a buscarle?. Se fué a una reunión temprano, dijo que era muy importante. Te hace un gesto con las manos para que te acerques y te habla en voz queda Tres niñas desaparecieron anoche en los dominios de Roca, no se sabe quién ha sido. Pero desde hace un mes que están habiendo esas extrañas apariciones por los alrededores. Y todas las entidades se han reunido para.. No sabe como continuar ..para declarar un Guerra o algo así..-

Cargando editor
16/03/2009, 23:26
Ivy Mhor

La curiosidad que sentía el hada mas pequeña hacia mi persona era claramente palpable. Nunca nadie me había observado durante tanto tiempo, y la verdad era que empezaba a sentirme incomoda y algo nerviosa. No es que me sintiese intimidada por esa mirada profunda con la que sus grandes ojos me atrapaban, era mas bien algo mas relacionado con la timidez y el pudor. El no saber exactamente que era lo que estaba pensando a cerca de mi aspecto salvaje frente a su acostumbrado reflejo me hacían temblar las alas ligeramente. Las dos poseían una apariencia delicada, sus movimientos sutiles y etéreos encajaban a su perfección con las medidas de sus cuerpos, sus suaves cabellos ondeando al viento o bien recogidos en un moño cuidado pero sencillo. Y esas finas ropas tejidas con suaves hilos de tela de araña acariciando lo que seguro que era la piel mas suave que pudiese sentir nadie bajo sus dedos. Tironeando ligeramente de mi sobreveste poco cuidada reflexioné sobre lo que me había dicho Luna. Quizás esos sonidos no sean criaturas reales, puede que el agua entre en cuevas o reductos de aire y cree esos sonidos aterradores.

Asiento levemente cuando Sylvia comenta lo del agua dulce, por su expresión y sus ojos abiertos sin duda se ha dado cuenta de la curiosidad que siento hacia el señor Roca, pero no creo que esté realmente en el buen camino. Sus siguientes palabras no hacen mas que confirmarmelo. Aunque lo ignoro para acercarme un poco y ayudar a crear ese ambiente de complicidad que quiere fingir. Lo que ha comentado sin duda es mas que preocupante. Mis alas caen un poco abatidas ante lo triste que me siento al escuchar el destino que han sufrido esas pobres niñas. ¿Van a declarar una Guerra?...pero eso es imposible, ni si quiera saben quien las ha raptado o lo que esta pasando ¿contra quien van a luchar o a quien van a declararle la guerra?

Recupero mi posición anterior y sopeso las posibilidades que tengo. No puedo retrasarme mas, ahora estoy mas que segura, Faerhart ha abandonado la seguridad de la caverna, no tenia que haberme entretenido tanto charlando. Los rayos del sol indican que ha pasado mas tiempo del que tenia pensado estar fuera, y eso para una criatura como él es demasiado tiempo sin saciar su curiosidad. Ahora tengo que volver con mi acompañante, pero si me esperáis aquí volveremos enseguida para que podáis llevarnos hasta el agua dulce. Tengo que encontrarle y mas si algunos de los habitantes de este bosque o sus cercanías están pensando en Guerra. Una guerra retrasaría demasiado nuestro viaje, o peor aun podrían encontrarle las personas que están secuestrando a esas pobres niñas. No quiero ni imaginármelo.

Elevando mis pies del suelo gracias al batir de mis alas las miro por última vez antes de decidirme a volver lo antes que pueda. No tardaré mucho...

Cargando editor
17/03/2009, 21:13
Sylvia

La sílfide no entiende demasiado tu extraño comportamiento, siente como si todo lo que te dijese fuese a malas, cuando sus intenciones no son otras que cuidar este dominio por unas horas. Una sílfide como esta no entendía demasiado el significado de una Guerra, ni entendía, ni quería entenderlo. Era algo que no entraba en sus planes, y nunca logrará entender por que tratan de eliminar la violencia con aún mas violencia.

-Pues no lo sé, eso es problema de las entidades. Si ellos quieren declarar una guerra, que la declaren, no pienso mover un solo dedo. Se encoge de hombros. Lo que si saben es que le llaman 'Las Bestias Oscuras' a esos secuestradores de niños y mujeres..-

Cuando dices que tienes que volver a por tu compañero, su ceño se frunce. No llega a encontrar el camino de la respuesta a todos tus enigmas. -¿Tiene que ir a por su compañero?. Esta trama algo..- Miró a Luna y con una simple mirada le dijo todo lo que tenia que decirle.

-Aquí estaremos. No nos moveremos de aquí..¡Hastahora!- Levantó su mano a modo de saludo y se despidió de ti, seguidamente se puso a murmurar algo a Luna..

Cargando editor
17/03/2009, 21:24
Director

Las dos curiosas criaturas aladas se despiden de ti, tuerces el vuelo por unas pequeñas rocas y en poco tiempo llegas a la tapadera. Las ramas siguen tal cual las dejastes antes de que partieras hacia el sonido de la música..

Cargando editor
18/03/2009, 21:43
Ivy Mhor

Ya me había girado y mis alas me habían apartado unos metros de ellas cuando Sylvia daba su opinión a cerca de la guerra, sin preocuparme mucho en lo que decía y escuchando solo como un eco lejano su palabra de que no se moverían de allí hasta esperar mi regreso, me hizo apurar más aun el aleteo de mis alas para llegar cuanto antes al refugio improvisado. Una vez tuve frente a mi la pequeña cuevecilla mis ojos se agradaron de ver como las ramas tenían el mismo aspecto ordenado que mis dedos le habían dado antes de irme.

Posando mis pies suavemente sobre la tierra y asentandome firmemente entrecerré los ojos observando con atención las ramas. Era demasiado sospechoso que Faerhart siguiese dentro durmiendo o terminando de desayunarse las estirges. O bien has aprendido a colocar ramas a tu espalda...o empiezas a copiarme los hechizos demasiado bien pequeño lagartillo. contuve el aire mientras mis dedos empezaron a retirar el ramaje. Durante el proceso observe a mi alrededor en busca de algún signo sospechoso, quizás fuese una trampa y ya hubiesen atrapado al pequeño dragón antes de tenderme a mi una red...o quizás me estaba volviendo demasiado paranoica en este viaje y mi pequeño cachorrito seguía descansando en el interior como un buen reptil.

Una vez hube abierto un hueco asomé tímidamente la cabeza para ver como seguía el interior, solo cabian dos posibilidades, o un hueco completamente vacío, sin desayunos dragoniles ni dragón o bien cuerpos putrefactos de carne de estirge junto con un dormitante cachorro. Buenos días... mientras pasaba mi cabeza a través del agujero abierto no deje de trabajar con las manos para ampliar el hueco y poder pasar así todo el cuerpo.

Notas de juego

jo lo siento pensé que habia escrito anoche y se me piró la pinza... =(

Cargando editor
19/03/2009, 12:24
Faerhart

Entrecierras los ojos para ver el interior de la cueva por el hueco de las ramas. Sería demasiado asombroso que Faer. no estuviera aquí dentro, al menos es casi seguro que el rugido de la cría de Dragón te hubiera alertado a millas de distancia. Así pues, más tranquila, decides despejar las ramas lentamente para continuar tu recorrido con la mirada sobre la cueva. Al entrar escuchas ruidos, primero ruidos metálicos, y después alguien que está haciendo algún tipo de ejercicio.

Sorteas un par de estirges muertas y sin sus escasas plumas, deduces que tu cachorrillo ya ha debido de almorzar como es debido. Es entonces cuando ves por primera vez esto con tus ojos;

Una sombra se alza desde el suelo para envolverme. Estas se mueven conmigo con facilidad, guiando mis pasos, y mostrándome como debo situar mi cuerpo. Canalizo el poder del conjuro, en las masas dispuestas que se hallan en mi, otorgándome las formas sagradas de los guerreros. Me he convertido en un humano con armadura completa -sin yelmo- de pelos oscuros y largos, y de rostro joven.

Estoy entrenando con mis puños al aire, pegando a la pared como si fueran cabezas de esas estirges por ejemplo. Estoy divirtiéndome tanto, que ni siquiera me he dado cuenda de que alguien ha abierto la 'entrada secreta'. -Buenos días..-

Me giro sobre mi hombro, y veo a mami. Al fin ha llegado, quizá ella se queda un tanto extrañada y se asuste al ver a un humano, en lugar de a su cachorrito. -Soy yo mami. La armadura, el cabello, los rasgos de humano se van poliformando en las escamas azuladas que me caracterizan, y poco a poco vuelvo a mi forma habitual. Ya he almorzado, y entrenado. ¿Por qué has tardado tanto?. No vuelvas a dejarme solo ¿vale? si te ocurriera algo ¿qué? ¿eh?. Yo tambien quiero ser un aventurero como tú..-

Me siento delante de ella, sacando mi tripa y estoy cabizbajo. Se nota que estoy afectado, por no haber podido salir. Solo espero que tenga una buena excusa que decirme.

Notas de juego

Tranqui, que sabes que no pasa na. Si yo posteo un día, y tu posteas al siguiente, vamos de puta madre.

Cargando editor
20/03/2009, 12:32
Ivy Mhor

No presto mas atención que la debida para no tropezar con los cadáveres de las estirges, el interior de la cueva es parco y pobre, como lo era anoche, y como lo era esta mañana cuando me he ausentado durante unos minutos. Pero ahora hay algo en el interior del refugio que no estaba cuando yo he salido y lo peor de todo ese extraño ha sustituido la presencia de mi dragón. Observo las sombras que se retuercen en la pared, su figura es alargada, sus golpes son firmes por el sonido rítmico que repercute en la pared, pero no percibo nada mas de él.

Cuando mis ojos barren su figura, desde el suelo, comenzando por los pies, un fornido cuerpo juvenil recubierto por el abrazo envolvente del metal para rematar la filigrana con un rostro de rasgos completamente desconocidos para mi. Mi mano se mueve lentamente, deslizándose por mi muslo hasta alcanzar la empuñadura de la daga, el desconocido va atener que responder a varias preguntas y quizás no le guste descubrir lo pesadas que son esas armaduras. Es un humano, joven, pero humano, quizás sus compañeros le hayan dejado aquí, esperando ver quien era la guardiana del cachorro mientras ellos huían. Ni su edad ni sus delicadas formas detendrán mi mano como sepa que son los culpables de su desaparición.

Detengo los dedos entorno a la empuñadura, hay algo en los ojos de ese joven que me resulta mas que familiar, y su olor, es el aroma de un día de verano tras una tormenta, el aroma de las nubes límpidas de primavera, del cielo. ¿que significa todo esto? antes de que pueda encontrar mi propia respuesta su rostro se transforma para devolverme esas escamas que tanto he acariciado, su rostro alargado y reptiliano, esa belleza sobrenatural que solo Faerhart posee. Su voz ya me había alertado del cambio antes de poder percibirlo con mis propios ojos, pero no había penetrado la barrera de protección que yo misma había levantado ante cualquier tipo de ataque.

Mas tranquila al tener delante de mis pies al acostumbrado cachorrillo, al pequeño dragón que yo misma había abandonado durante una larga e imperdonable ausencia. Me arrodillo frente a él y acaricio con cariño el largo cuello ligeramente rizado. Lo siento, se que te he dejado solo mucho tiempo, es que me han entretenido hablando. Muevo la mano en el aire restando importancia a lo que acabo de decir, no lo he dicho a la ligera y se que mis palabras aunque puedan parecer despistadas son de lo mas precisas para evitar que se enfade más, la curiosidad siempre puede más eso es algo que yo conozco demasiado bien. Al mencionar distraídamente que alguien me ha entretenido y que ademas he hablado con alguien seguro que le hace olvidar los momentos de espera. Eso no es importante ahora, lo importante es saber quien era el que estaba en la cueva cuando yo he regresado. frunzo el ceño en una función de teatro improvisada, era un chico feo, con el pelo largo y lacio, una nariz muy recta y con algo en la piel extraño... creo que le faltaban dientes y escamas ¿dime te suena?.

Notas de juego

Ya esta!

Cargando editor
22/03/2009, 14:02
Faerhart

Ivy se arrodilla enfrente de mí, alarga una de sus manos para pasearla por mi cuello húmedo y brillante. Sigo cabizbajo, plegando mis alas hacia abajo, mostrando mi desgana. Soy un pequeño huracán, y eso tiene que reconocerlo mami, estoy creciendo y necesito sentir esa fuerza que los dragones adquirimos al crecer.

Nos quedamos frente con frente, las miradas enlazadas, unidos por un nexo invisble. Mis escamas, que en principio se podrían antojar blancas, cambiaban de tonalidad según incidiese la luz sobre ellas, pasando del blanco más puro hasta un gris perla, llegando en ocasiones a brillar como si estuviesen hechas de la más bella plata.

-¿Y bien? Mi voz resuena profunda y grave. Se nota que estoy enfadado con mami, pero cuanndo hace ese jesto con las cejas, no puedo evitar reírme. Seguramente ella me hará cosquillas en ese momento, ayudándome a salir de ese enfado. ¡No era feo!, era yo en humano. Y tengo que salvar a la princesa.. me ha dicho que si voy a salvarla, me dará un beso en los labios. Es evidente como cualquier niño humano, incluso hasta las crías de Dragón parecen tener sus fantasías animadas, Pero yo le he dicho que por un beso no me arriesgo a ir a salvarla, río por lo bajo, como si al tomar esa decisión hubiera echo algo malisímo le he dicho que tengo que ayudar a mami, que otra vez será-

Mi rostro vuelve a caracterizarme como realmente soy, alegre y divertido. -¿Me ayudas a salvar a la princesa?- En la misma posición, sin querer me sale un erupto, mas que un erupto, parece un gruñido de león.

Esas estirges hay que reposarlas bien..

Cargando editor
22/03/2009, 21:02
Ivy Mhor

Al escuchar su intento de bajar el tono de voz para que no note como su enfado va pasando poco a poco siento como crece a su vez en mi interior un sentimiento de satisfacción conmigo misma. He conseguido que se olvide de mi ausencia, pero no he desviado su atención como pensaba hacia mi encuentro con las hadas, sino que él me ha sorprendido a mi con la historia de una princesa, unos besos y los seres del bosque saben que mas cosas.

¿y que querías que te diese la princesa? mi pregunta tenia mala intención y cualquiera que fuese mas viejo que mi pequeño Faerhart habría entendido el doble sentido de la misma, pero en mi espíritu esperaba que él siguiese sin entender todavia ese tipo de tono y de sentido en la vida. Es verdad que en algún momento en su vida sentiría algo por alguien, pero mientras pudiese evitarlo para evitarle el posterior sufrimiento lo haría y las hadas podíamos ser muy celosas de lo que consideramos nuestras cosas. jiji que aproveche gordito...tenias que haber esperado antes de hacer tanto ejercicio. Uno de mis dedos pinchó su panza suavemente para hacerle cosquillas mientras me tapaba la nariz para evitarme el gusto de oler su aliento a estirge.

Poniéndome de pie me sacudí el polvo de la ropa mientras pensaba realmente que seria lo mas apropiado, Faer todavia tenia que explicarme muchas cosas de esa princesa, sobretodo como había hablado con ella. Había pensado ir a bañarnos un poco antes de ir a salvar princesas, porque para ir a un castillo hay que bañarse primero. puse los brazos en jarras mientras seguía dándole vueltas al asunto. Por un lado tenia la extraña historia del cachorrillo y por el otro lado las hadas esperándome para llevarme hasta el agua y para hablarme mas de ese señor roca. Creo que si vamos a ir a salvar a tu princesa tienes que contarme como es, para que no me equivoque y salvemos a otra que no quiera darte un beso luego ¿eh?