Partida Rol por web

La leyenda

Introducción: Una larga jornada de viaje

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23/03/2009, 11:50
Faerhart

Aún con la satisfacción que te da cuando te tiras un erupto, sigo sentado en la misma posición, ahogando una pequeña carcajada cuando hunde un dedo en mi panza. -Pues me hubiera gustado, que me regaláse su collar tan brillante- Me acerqué mas a Ivy, abriendo mis mandíbulas, armadas de pequeños dientes afilados. Entonces a escasos centímetros de su rostro, dejé escapar suavemente mi aliento. Aquel hálito la envolvió. Pudo sentir su calidez, rodeándola, con un suave olor a azufre. Sin embargo no ocurrió nada..

El sortílegio fue un fracaso, aún soy demasiado joven para hacerlo. -Jo, quería convertirte en la princesa para que vieras como es. Pero no me sale.. Alzo el vuelo, y entonces empiezo a hacer detalle a las palabras de mami, sobre ir a darnos un baño. Genial, ya empezabas a oler mal mami- Mi boca se abre, viendose la mayoría de mis dientes al reír.

Me muero de ganas de salir de esta gruta, estirar mis alas, mis garras y sobre todo mi cuello. -Mmmm. Tenía el pelo blanco y muy muy largo, ojos esmeralda y un vestido blanco de seda. La historia la cuento como si fuese un capitulo de un cuento. Me dijo que le había parecido muy guapo y que permanecía encerrada en una mansión del bosque Yuir, y que para salvarla, tenía que ir allí y darme un beso. Así se quedaría el resto de la vida conmigo.

¿No suena bien verdad mami?. Por eso le dije que no. Después se fué..-Parece una historia sacada de un cuento, como ya he dicho. Pero fue tan real como este momento, quizá fue una ilusión de este lugar, pero yo la ví con mis propios ojos.

Toco tierra de nuevo, tirando de la mano de Ivy. -¡Venga vamos!. Seguro que está en peligro..- Como una pequeña criatura que soy, quizá esa 'princesa' no sea como una princesa de cuento..

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24/03/2009, 20:44
Ivy Mhor

Intrigada disfruto de la agradable sensación envolvente del aliento sulfuroso del dragoncillo mientras maldigo hacia mis adentros el peculiar olor que habrá impregnado en mi piel. Genial, ahora si que necesito agua y rápido... Con un rápido movimiento atrapo su cola mientras permanece en el aire comentando mi olor peculiar. Serás ratero, yo no soy el que se desayuna esas malolientes estirges... Dejando a un lado los comentarios picajosos recorro la pequeña cueva para asegurarme de que no nos dejamos ningún objeto personal o algo peculiar que pudiese poner en la pista a alguien sobre donde nos encontrábamos.

A mi espalda Faer me cuenta la historia del hada, no se si realmente el esfuerzo del hechizo a la hora de transformar su forma en la de un humano le ha afectado a la sesera o si algún tipo de criatura maliciosa le ha contado esa tierna historia para atraparlo en su guarida. Por su descripción podría ser varias cosas, desde una hechicera a un familiar cercano de mi propia familia, por sus rasgos ligeramente no-humanos tiene altas probabilidades de ser un feerico, pero por otro lado las elfas solían ser hechiceras poderosas, enamoradizas y peligrosas. Creo que podemos irnos. Me acerco a las ramas y ahora sin cuidado abro mas la entrada para facilitarle la salida y dejar que sus ojos reptilianos se vayan adaptando a la luz diurna. Realmente parece un cuento de hadas, nunca mejor dicho, y todo este bosque me da mala espina. La verdad eso de que se quedase contigo para siempre no suena nada bien, has hecho lo correcto al decirle que no.

La verdad es que ese puesto de perpetuidad me lo había reservado a mi misma, a su lado, sin consultarle, pero no consideraba que fuese a decirme que no, así que no iba a dejar que la primera hechicera que se presentase me arrebatase mi puesto. Vamos ya puedes salir. Me había adelantado unos pasos para ver si teníamos visita, pero todo parecía tranquilo, girando mi rostro por encima del hombro le solté la sorpresa de improvisa para ir preparando su estado de animo por cierto he quedado con dos pequeñas Sylfides para ir a bañarnos, espero que no te de vergüenza ir con dos señoritas mas.

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25/03/2009, 18:27
Faerhart

Alzo el vuelo cuando ella se pone en marcha. Espero impaciente a que aparte las ramas del todo, mientras lo hace, termino por contarle la historia de la 'princesa'. Me hubiera gustado contarle alguna vez esas leyendas que cuentan como hombres y dragones mezclaban su linaje, dando lugar a lo mas poderesos gerreros que ha dado la historia: Los Herederos del Dragón. Sin embargo, yo no tenía ni idea de lo que era eso. Así que, al escuchar su respuesta, noté una gran satisfacción al saber que había echo lo correcto. No tan placentera como notar la brisa golpeando mis escamas, y esos rayos del sol golpeando mis retinas, para que el mecanismo de defensa se pusieran activo. Ese escozor de ojos era terrible a primeras horas de la mañana, pero con el tiempo acabas acostumbrándote...

Tras su aviso, doy un leve gruñido al bostezar, y entonces pliego mis alas para volar hasta su posición. -¡Wauu!. De pronto me doy cuenta del pequeño pinchazo que tiene en su cuello, eso que piense en el combate de anoche. ¿Te duele?, esos bichos de anoche eran muy malos ¿verdad?, como vuelva a verlos por aquí... ¿podemos ir a cazar estirges?- Mi estado cambia, como lo hace un segundero en un reloj, por un momento parezco tanto el principe que quiere salvar a su princesa, como el dragón que quiere ir a cazar su presa. Pero entonces recuerdo lo aburrido que es bañarse, y mas con silfides y un hada.

Como si no lo hubiera visto o echo en lo que llevo de vida..

-Puff, de acuerdo. Pero no te pienses que voy a bañarme con vosotras ¿vale?, eso ni lo pienses..- Vuelvo a remarcar, para que quede bien claro, aunque se que me obligará a bañarme como casi siempre, es entonces cuando hago un gesto de asco, sacándo la lengua.

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25/03/2009, 22:57
Director

Mientras habláis, dirigís vuestros pasos por el bosque. A la izquierda el bosque se pierde por una arboleda inmensa, la parte baja de los troncos no llegan a distinguirse por culpa de la niebla, pero a la derecha pasa a ser una zona más transitada. Hay una senda serpenteante, pero vosotros adelantáis por unas hileras de rocas flanqueadas, que solo tenéis que sortearlas para llegar al claro del bosque, donde esperan Sylvia y Luna.

El camino es corto hasta allá, y al llegar, las dos criaturas aladas, están sentadas en un tronco largo. Una enfrente de la otra, y parece que estén jugando a algún juego..

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26/03/2009, 20:15
Ivy Mhor

Mis dedos se dirigen sin necesidad de pensar en una guía hasta la marca del picotazo, la herida es lo suficiente reciente como para que sepa con claridad donde esta. No me duele mucho, pero me hace pensar bastante en lo despistada que tenia que estar para dejar que se nos acercasen tanto. Lo cierto era que el picotazo no me dolía en comparación con la sensación de debilidad que me habían dejado las malditas estirges, la que estuvo enganchada a mi mas de un segundo tuvo el tiempo suficiente como para alimentarse de mi, eso le costo la vida al cumplir mi propia promesa de no dejarla escapar con mi propia esencia vital. La verdad es que no me apetece mucho ser otra vez el cebo para que tu aprendas a usar tus garras, además si seguimos un poco mas en el bosque seguro que empiezo a encontrarme mejor, poco a poco...

Su negativa a bañarse no me sorprendía en absoluto, para ser una criatura que exhalaba un olor tan similar al de los campos bañados por gotas de rocío o incluso ese olor peculiar que tiene el cielo cuando esta apunto de llover, era bastante hidrofobico en sus maneras. Nunca le apetecía bañarse, aunque no podía reprochárselo, las crías de las demás especies tampoco demostraban tener mucha amistad con el agua. Tu no te bañes si no quieres, pero yo tengo pegotes de sangre por el pelo y no me apetece seguir con ellos ahi todo el día. Mientras recorríamos el camino que nos separaba del claro nos dedicamos a perseguirnos ya fuese revoloteando o corriendo por el suelo, en ocasiones solía hacer trampas y elevar el vuelo en más de un trayecto, pero a pesar de sus quejas y de las risas ahogadas que nos retenían a los dos conseguimos llegar al destino.

Las dos Sylfides estaban en el tronco todavia, como habían prometido, observe sus posiciones para intentar adivinar a que estaban jugando o que demonios estaban haciendo si no era un juego. Quizás ellas sepan algo sobre esa misteriosa princesa... Me acerque sin reparo, había quedado con ellas y por el tiempo que habíamos pasado juntas no parecían realmente agresivas o peligrosas. Al llegar a su lado me detuve con tranquilidad y miré directamente hacia el tronco o lo que fuese que miraban. Espero no haber tardado mucho en volver. Sentía la presencia de Faerhart cerca de mi, solía ser abierto y simpático así que no tenia de que preocuparme, ni siquiera de presentarlo. Labia convivido a lo largo de su corta vida con hadas casi constantemente, así que esas dos criaturas que permanecían sentadas frente a nosotros no serian ninguna novedad.

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27/03/2009, 12:54
Luna

El hada levantó el vuelo y se colocó a un par de metros de altura, en el centro del claro, antes de comenzar a hablar con voz aguda.

-No se puede decir que sea algo sorprendente comenzó el hada, después de todo, desde que aquella bruja comenzara a decir que las historias de hadas y elfos solo servían para crear niños poco sociables e inestables con tendencias a vivir en mundos internos...-

No le quitaba ojo a Faerhart, pero sin embargo sus mejillas empezaron a sonrojarse. Quizá nunca había visto a un ejemplar similar.

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27/03/2009, 13:02
Sylvia

Las dos criaturas aladas, se encontraban una enfrente de la otra, jugando a las cartas, ente risas y bromas. Sobre el tronco, hay un puñado de piedras pequeñas, seguramente están sustituyendo a las piezas de oro o de plata.

Al veros entrar en el claro, dejan de jugar. Parecen ponerse en guardia, pero su aspecto no es demasiado peligroso a simple vista, y cuando se dan cuenta de que eres tú. Las dos sonríen, y la pequeña Luna es la primera en romper el silencio.  Sylvia se elevó sobre el tronco, y comenzó a agitar sus alas despidiendo de ellas una llovizna de delicadas partículas níveas. -Deja de aburrirles, Luna, con tus historias- Pone brazos en jarra y os mira.

-No, no has tardado. Si nos damos prisa, aún podemos llevarte a un estanque de agua clara antes de que aparezca el Sr. Roca. La sílfide señala detrás de su espalda, como indicando el camino para llegar al estanque. ¿Así que este es tu compañero?. Es guapo- Mira al dragoncillo, al tiempo que acompañaba la mirada con un guiño.

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27/03/2009, 13:13
Faerhart

Notaba algo de pudor en las palabras de mami, es cierto que esas estriges entraron cuando ella se había asegurado de que nade podría emboscarnos. Pero que no se preocupe, por que yo estoy aquí para ayudarla y protegerla. -No te preocupes mami, tú también hiciste lo correcto- Remonté el vuelo, adelantándola como si de una carrera se tratara, y dejándo motes de confianza sobre ella.

Seguramente me daría un baño con ellas, o al menos me subiría a una alta nube para dejarme caer empicado sobre el agua. Y así, hacer una explosión acuatica al romper con el agua, era algo que me encantaba hacer.

Llegamos a un claro, donde probablemente estén esas criaturas de las que habla Ivy. Cuando entramos, dejo de mover mis alas, intentando aterrizar despacio, pero mis fuertes alas levantan un poco de tierra antes de tocar suelo.

Ivy, parece que ya ha cogido la suficiente confianza para hablar con ellas dos. Al sentir la mirada penetrante de la pequeña sobre mis escamas, me pegué cada vez mas a mami, como si me sirviera de escudo. Estaba algo tímido, y solo tuvo que decirme que era guapo la otra criatura para rematar la tímidez. -Ehh.. me llamo Faerhart, tengo casi seis años y...- No sé como seguir, así que aprieto con mis pezuñas el muslo trasero de Ivy, para que ella continúe.

Notas de juego

Vamos a suponer, que todos estamos hablando en Draconiano. Por que Faer. es el único idioma que sabe y entiende, el común creo que no, pero lo miraré para asegurarme.

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29/03/2009, 19:01
Ivy Mhor

Intentando ocultar muchas sonrisas espontaneas que acudían a mis mejillas y mis labios, a medida que las reacciones de ambas partes se iban sucediendo, dejé que las emociones creasen un punto de partida cómodo para mi. Sylvia parecía ser la que mejor había reaccionado, así que primero posé mis ojos en Luna, parecía fascinada al poder ver seguramente por primera vez en su vida a un dragón plateado. Faerhart había crecido lo suficiente en estos años como para resultar ligeramente imponente, y mas para criaturas de nuestro tamaño.

Unas garras presionaron la parte trasera de mi muslo obligándome a reaccionar, me giré medianamente sin dejar de servir de escudo o de columna al pequeño dragón para ocultarse tras de mi. Con cariño posé una mano sobre su frente si este es mi compañero, es el mejor que puedas desear. Como bien ha dicho se llama Faerhart, y esta deseando ir a bañarse. Sabía que podía ser una manera de picar su propio ego y hacerle salir detrás de mis piernas. Pero sin esperar unas reacción por su parte comencé a caminar con pasos cortos para que pudiese seguirme oculto si lo deseaba hacia la dirección antes señalada pro Sylvia.

Puedo preguntar a que estabais jugando, parecíais muy interesadas. Lo cierto era que deseaba preguntarles por esa bruja de la que hablaban antes, y pensándolo mejor debía aprovechar que todavia estaban aquí y que conocían el bosque muy bien como para aprovecharme de ello. Antes hablabas de una bruja Luna, ¿este bosque es su guarida?, parece un sitio mas peligroso de lo que pensaba, Brujas, estirges, monstruos marinos... Faer parece que aquí podremos vivir aventuras. En realidad mi mente ya iba por delante confirmando mis sospechas a cerca de esa princesa misteriosa, que hubiese mencionado antes a una bruja la apuntaba claramente como la posible hechicera.

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30/03/2009, 20:44
Sylvia

Sylvia sigue con la misma postura de brazos en jarra, hasta que ve como el tímido dragoncillo se oculta tras los muslos de Ivy. -Pues.. estámos, estábamos jugando a la 'princha'. Es un juego de cartas, el que saca la carta mas baja empieza. Se reparte tres cartas, y hay que conseguir sumar nueve. Bueno, es un rollo.. Hace un gesto con la mano, restándole importancia al caso. Si queréis echamos una partida, aunque no se si tu dragón le apetecerá jugar si tiene tantas ganas de darse un baño..-

Se tapa las manos y sonríe.

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30/03/2009, 20:55
Luna

Sin esperar respuesta alguna, la delicada y hermosísima hada hizo vibrar sus puntiagudas orejillas, de las que saltaron diminutas chispas de varios colores. No le quitaba ojo a Faerhart, por lo que con el tiempo que llevaba observándole, era evidente que nunca había visto un dragón similar.

Se acercó a él con el dedo índice por delante, con intención de tocarle su nariz. -¿Puedo tocarle?, la impaciente Hada, no esperba tampoco respuesta aquí. Así que siguió acercando el dedo, muy lentamente mientras contaba algo de la nombrada Bruja. Sí, es posible que trate este Bosque como su guarida. La leyenda habla de seis hermanas que habitan en una vieja mansión en el borde del oeste, de este mismo Bosque. En una noche sangrienta, las hermanas mataron a su padre, su madre y sus hermanos y sellaron un pacto con algo infernal..-

Luna deja de contar, quizá es que solo sepa ese rumor, pero toda su atención,  la pone en el dragoncillo.

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30/03/2009, 21:02
Faerhart

Me había quedado completamente quieto, medio agazapado con las alas encogidas, y miraba fijamente al suelo. Era como si diera muestras de haber escuchado a Ivy. Molesto, dio un par de pasos hacia ella.

-¿Pero qué…?. ¡Eso es mentira!, yo no pienso bañarme ni un solo minuto con vosotras. Agg..-
Repetí el mismo gesto de antes, recordando esos momentos en los que mami me bañaba siendo aún mas pequeño. En ese instante, la sílfide se centra en hablar del juego al que estaban jugando, y finaliza con otra frase, que parecía que estubieran sincronizadas para picarme. No tengo ganas de bañarme, ni de jugar a cartas, quiero ir a rescatar a la 'princesa'- Me giro, y observo como la otra criaturilla se me acerco, diciendo que si puede tocarme. Pues claro, que podía tocarme, no le iba a morder.. bueno;

-¡Rrraaaurhh!, interrumpí a Luna, lanzando un rugido de triunfo. Aunque aún tenía que mejorar en ese punto si quería asustar de verdad. Después eché a reir, tirándome de espaldas al suelo como si fuera una persona.

Estaba claro, que la timidez se me había esfumado, y ahora me tocaba reír a mi.

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30/03/2009, 21:17
Luna

Luna se sorprende por unos instantes, en un acto reflejo, aparta el dedo, creyendo que por unos instantes iba a entrar en la dentadura de Faerhart. Sus orejas vuelven a inclinarse, y lanzan unas extrañas virutas mágicas. -¡Serás malo!-

El dedo lo tiene guardado en la otra mano, tocándolo por unos segundos para asegurarse de que está en su sitio. Después corre con sus piernas hacia el dragoncillo, para arrodillarse ante él, y empezar a hacerle cosquillas por la escamosa panza.

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30/03/2009, 21:47
Ivy Mhor

Observo atenta los movimientos de las dos criaturas que parecen ser mas infantiles, una acercándose a su objeto de deseo con la boca semiabierta y con un dedo extendido y el otro reticente a ser tocado me sorprende con un rugido leonino. Alzo mi ceja izquierda ante la sorpresa y dejo a esos dos entretenidos en jugar juntos, así mientras me baño puede tener una compañera de juegos, ya le pillaré yo por sorpresa como cuando era mas pequeño y le daré un buen rascado en esas escamas azuladas suyas.

Volviéndome para seguir conversando con Sylvia retengo toda la información que va dejando caer Luna poco a poco. La sonrío como respuesta a su confabulación a la hora de picar a Faer con el baño. Creo que si esos dos nos siguen podemos ponernos en marcha hacia la poza de agua dulce. Con mis pasos animo a los demás a que cambiemos de ubicación, tampoco quiero robarles mucho tiempo y que el señor Roca a su regreso las castigue por no estar donde debían. ¿Puedo preguntaros que estáis cuidando aquí exactamente?, es que me resulta un paraje acogedor pero no se si tiene algo especial, algo que quizás tenéis que proteger de esas hermanas. La historia de esa masacre familiar como rituales de magia negra no me deja mas que un escalofrío desagradable que me recorre la espalda.

Procuro mirar de vez en cuando hacia atrás para ver que tal se llevan los dos pilluelos. He ignorado a propósito el comentario de Faerhart sobre la princesa, pero supongo que a ellas no les habrá pasado desapercibido, quizás a Luna si por estar mas preocupada por su dedo, pero Sylvia parece estar más atenta a esos detalles. Sin que sea consciente de mis propios gestos, he reaccionado a mis propios pensamientos cruzándome de brazos y frunciendo el ceño preocupada. Al poco rato uno de mis dedos se pone a retorcer un mechón rebelde que no deja de venirse hacia mi rostro. La mansión de esas hermanas ¿esta cerca de aquí? Mas que una pregunta pensada sólo he dejado que escapasen de mi, pero ahora no me quedaba mas remedio que confiar en esas primas lejanas como las únicas que podían ayudarme en este extraño bosque.

Despejando mi rostro del mechón y recuperando mi estado habitual me vuelvo hacia Sylvia convencida de mi pregunta ¿Crees que podría hablar más tarde con el señor Roca?

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31/03/2009, 20:44
Sylvia

-¿Una princesa?-

Con ese pensamiento en la cabeza, se quedó oteando el horizonte. De pronto, miró hacia el dragoncillo y su inseparable amiga. Y eso pensamiento buceó por el interior de su cabeza, cuando Ivy les animó a continuar. Con pies en tierra siguió la senda que conducía hasta la balsa de agua dulce, tan deseada por el Hada.

-Sí, será mejor que nos demos prisa. El silencio del camino, lo rompió el Hada, quizá Sylivia aún estaba con aquel pensamiento. Como te dije antes, este Bosque esta custodiado a tres entidades. O por lo que es lo mismo, el Bosque está dividio en tres partes. La Norte, la Sur y la Este. Estamos en la zona Sur, por lo que Roca, nos dijo que la vigilásemos por él. Por el rollo ese de que han desaparecido niños y niñas y tuvo que ir a la reunión... Nuestra misión era, es ahuyentar a los intrusos, así que cuando hables con el Sr. Roca, será mejor que no le digas que nosotras te hemos llevado al 'portal mágico' ¿de acuerdo?- Dice con firmeza y seguridad, aunque aveces su forma de hablar, aparenta que no le importe demasiado las cosas que suceden aquí, pero entonces ¿que haría vigilando esta zona?.

Esperando a que retengas toda la información, Sylvia, sigue por la senda hasta que se dividen dos caminos. Con un gesto indica que es por la derecha. -La Mansión de las Hermanas está al Oeste, es mejor que no piséis esa zona. Hace una leve pausa. Por cierto, tu compañero antes dijo algo de una 'Princesa'. ¿A quién vais a salvar?- Se interesa, para quitarse de todas todas, ese extraño pensamiento que aún pululaba por su interior.

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31/03/2009, 20:58
Director

Tanto la pequeña Luna, como el dragoncillo se quedan en tierra unos segundos, parece que han echo buenas migas. Faer, le dice al Hada que se suba encima suya, para hacer el viaje mas interesante y divertido al mismo tiempo.

Los dos pequeños, se entretienen haciendo eses por los árboles, pero sin alejarse de la vista de sus supervisores. La sílfice, tuerce por un camino estrecho y muy poco transitado. Este camino conduce a un lugar donde los rayos del Sol no llegan, debido a los frondosos y altos árboles del lugar. Por esta zona, se ven varios animales peludos y extraños. Alguno de ellos, buscan comida por el suelo, como hierba o algún insecto, también se distinguen auras iluminadas a lo lejos, entre los árboles. En esos mismos árboles, entre los troncos, hay cabañas hechas con rama y hojas caídas. Seguramente en este lugar estén descansando de luz del Sol criaturas nocturnas, y por eso no necesitan sus rayos.

Sylvia se detiene, a largos metros de ese lugar. A su derecha hay una gran roca de unos quince metros de largo y dos de ancho, cubierta de musgo. También está cubierta de ramas y de hojas, seguramente para disimular el 'portal mágico'. Justo en una abertura de la roca, descansa un dispositvo mágico e iluminado con una luz blanca, lo que indica que está en completo funcionamiento.

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31/03/2009, 21:11
Sylvia

Retira las ramas, parece que ella conoce bastante bien el lugar, por lo que no le llama la atención esas criaturas extrañas, ni esas numerosas cabañas en lo alto de los árboles. -Pues bien, ya hemos llegado- Dice cuando retira todas las ramas.

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01/04/2009, 14:00
Ivy Mhor

Parece ser que esa Sylfide y yo tenemos algo mas en común que el simple parecido de dos seres que pertenecen a la misma raza o familia. Sus alas son muy similares a las mías y su constitución también, los cabellos o los rasgos del rostro son algo diferentes, pero no todos los humanos son iguales tampoco, incluso los hay con tonos en la piel como la oscura corteza de los arboles o con el pelo rojizo como las hojas del otoño. Aunque en esos momento no estoy pensando en el parecido físico que podemos llegar a tener sino mas bien en la manera de discurrir. Al igual que yo retiene las partes que mas le interesan de una conversación, abstrayéndose el tiempo que haga falta para pensar detenidamente cómo preguntar sus dudas o a quién se lo esta preguntando. Así que emulando el anterior modo de proceder que parece caracterizarnos a las dos presto mucha atención a las explicaciones de los territorios del bosque.

....

Los árboles que nos rodean se van estrechando cada vez más, por momentos la senda que pisan nuestros pies se difumina entre el follaje dejando apenas unas marchas sutiles, pocos deben ser los seres que transiten estos rincones de la foresta. No puedo dejar de sentir curiosidad por los interesantes aspectos que van apareciendo poco a poco, las cabañas en los arboles, me recuerdan a mi nido, animada por todo lo nuevo que me rodea dejo de pensar durante unos momentos en brujas, princesas, sacrificios y señores roca... es un buen momento para que disfrute de todas las cosas que nunca había visto o de las criaturas que no conocía, solo me gustaría saber si Faer esta fijándose en todo lo que le rodea o bien esta perdiendo esta oportunidad jugando entre las ramas. Unas risillas y sofocos ahogados a mi espalda por encima del nivel del suelo me certifican que esos dos pequeños están completamente abstraídos en el maravilloso mundo de la diversión infantil. Haciendo un pequeño gesto de negación con la cabeza y dejando escapar el aire de mis pulmones con un suspiro corto asumo que es mejor para él haber encontrado por unas horas una compañera de juegos, no siempre puede estar jugando conmigo, es un cachorro y dar con otras criaturas jóvenes dispuestas a divertirse es algo extraño para él. Además un poco de distracción le vendrá bien para dejar de pensar en supuestas "princesas".

En ese momento la Sylfide retira unas ramas de la roca que estaban protegiendo, una tenue luz blanquecina refulge desde el interior del mineral. Admirando su poderoso brillo siento como la energía que desprende acaricia mi cuerpo suavemente, como la tela de una araña encontrada por despiste entre dos ramas. Mis oscuros ojos no se apartan del fulgor, a la luz de este portal parecen oscurecerse aun más en un intento de apagar todo aspecto luminoso en los demás elementos, pero lo único que hacen es maravillarse con el portento. Saliendo de mi estado de ensoñación consigo apartar los ojos unos segundos para mirar a Sylvia de reojo ¿A donde me llevará exactamente este portal? y lo segundo más importante ¿como puedo volver luego para hablar con el señor Roca?

Lo cierto es que cruzar ese portal me parecía una acción algo arriesgada, tenia que poner toda mi confianza en esas dos criaturas que había conocido hacia bien poco, introducirme en un camino mágico y aparecer en un lugar que desconocido. Eso sumado a la posibilidad de aparecer en el lado oeste del bosque o muy cerca del mismo y toparme con esas princesas-brujas no me animaban mucho a la acción, pero a veces no quedaba mas remedio que confiar.

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02/04/2009, 13:03
Sylvia

Las sombras que se ciernen sobre este lugar, el aire cargado, enrarecido y hosco, el polvo flotando ingrávido sobre las cabañas. Las ventanas de las mismas, están sin cristales por donde penetra la oscuridad.
El portal mágico. El suntuoso portal de pesado marco dorado. Colocado cuidadosamente sobre la roca. Pero hay algo que no parece correcto, algo fuera de lugar. Normalmente los portales mágicos, muestran el lugar al que te vas a teletransportar, uhmm... extraño, mas no tanto. Cada palmo de su pulida superficie, es de un material opáco, nada, no se ve nada, tan solo una luz brillante y blanca. Luz que se debe traspasar si se quiere utilizar dicho portal.

Los dos pequeños, tanto Faerhart, como Luna, han detenido su vuelo. Algo mas alejados, también están disfrutando de la vista de este lugar. Aunque esta vez es Luna, quien tiene las riendas y explica cada detalle al dragoncillo, señalando los árboles con su dedo, así como las cabañas y todo lo que resulta bonito y extraño al mismo tiempo.

-Exactamente, exactamente, te llevará a Sildëyuir. Es un lugar de tierras Salvajes, pero allí todo es mágico. No temas, no os ocurrirá nada, y luego tan solo tenéis que cruzar el portal del otro lado para llegar hasta este mismo punto. Confía en mi-

Los dos pequeños siguen acercándose con los pies en el sielo esta vez. Sylvia termina de retirar todas las ramas y finalmente se hace a un lado, dejando todo el espacio para que Ivy, se interne en el portal, pero antes vuelve a investigar sus dudas. -Perdona, no se si debería de preguntarte otra vez. Quizá no quieras decírmelo, en ese caso, lo siento.. peeroo.. Hace una mueca hacia un lado, y después hacia el otro. Esa princesa de la que hablaba tu compañero, ¿Quién es?- Su mirada está fija en Ivy, siente muchísima curiosidad por saber lo de esa princesa. Y espera y desea, que no responda lo que Sylvia no quiere escuchar.

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03/04/2009, 14:32
Ivy Mhor

Superando la desconfianza que me inspiran todas las criaturas que considero desconocidas decido mantenerme en calma y atender a paradero del portal mágico. Todo parece sencillo según sus explicaciones, solo dar dos pasos, dejarse envolver por la esencia mágica y aparecer al otro lado, buscar el agua dulce que debe estar cerca al portal y regresar con un aspecto más fresco y renovado. Todo parece sencillo, demasiado sencillo para lo extraño del lugar que nos rodea. Miro hacia atrás por encima de mi hombro, observo como Faerhart pregunta incansable a la pequeña Luna, y como ella le va señalando sus lugares favoritos, seguramente porque poseen un encanto especial ante sus ojos, y eso para un hada es decir mucho. Mis dientecillos afilados muerden durante unos segundos mi labio inferior mientras mi mente intenta tomar una difícil decisión. Quizás debería dejarle aquí con ellas, así solo me expondría yo a cruzar el portal, buscaría el agua y regresaría antes de que esos dos tuviesen tiempo de dar cinco vueltas en el aire. negando para mi misma respondo a mis propios miedos interiores. No quiero dejarle atrás con ellas, no es que me parezcan malas, pero no las conoce lo suficiente, y puede que la vuelta no sea tan sencilla y eso quiere decir que al volver tendría que buscarle por todas partes, no puedo alejarme de él, me necesita.

Con la cabeza y los pensamientos más ligeros la pregunta de Sylvia me saca de mi estupor, era cierto que me había preguntado por esa princesa, no había contestado a su pregunta, pero no por que no quisiera, sino por pura dejadez y estupor ante el escenario tan extraño que nos rodeaba. Acercando los dedos hacia el portal dejo que acaricien la superficie pulida y opaca, el hormigueo que me devuelve el marco es claro, es un objeto muy poderoso. La princesa... medito unos segundos la respuesta paladeando la palabra referente a esa extraña aparición. Cuando fui a buscarte por primera vez, mientras tocabas, dejé a Faerhart un tiempo solo, a mi regreso me comentó que una princesa bellísima había ido a visitarle pidiéndole que la rescatase, su descripción era algo extraña. Me detengo ahi sopesando lo que ya he dicho no conozco a muchas princesas que puedan proyectar su imagen a quien quieran para que las rescaten, sino estarían poco tiempo prisioneras.

Separando los dedos del espejo los acaricio con la otra mano para asegurarme de que siguen intactos, mis ojos miran con intensidad a Sylvia. ¿Que pueden querer Ellas de un cachorro como él? sabía que mi pregunta había dado en el clavo, y lo justo era que al satisfacer su curiosidad ella me contase lo que sabia para poder estar preparados.