Partida Rol por web

Apenas estaba decidiendo qué hacer cuando Norte le indicó la respuesta, cosa que no había visto por ella misma por estar enfrascada en el combate y porque cierta preocupación por uno de los que se fueron estaba surgiendo. Miró al mago guerrero y asintió indicando que lo había escuchado. Suspiró y comenzó una carrera tratando de esquivar al enemigo para estar a una distancia prudencial del portal. Se había alejado de la formación, pero era algo que debía hacer.

Comenzó a canalizar dos tipos de azotes que ya sabía hacer: azote de fuerza y azote de fuego, que combinándose podían hacer un ataque muy destructivo. Una luz rojiza que iba a lo transparente apareció en sus manos y luego de unos segundos de acumulación, liberó una descarga que se asemejaban a los rayos desde sus manos hacia el portal con clara intención de destruirlo. No sabía si tendría éxito, pero si esa cosa funcionaba como una puerta al menos si la bloqueaba un poco el paso sería lento o ya nadie podría pasar por ahí.

Lord Asriel tarda en captar lo que dice Norte, por lo que cuando pudo procuro defender a su modo a Sonea, la ventaja de su arma, era que mientras estuviera en la mira, podía atacar a cualquier blanco.

Además mientras el estaba distraído con disparar, Stelmaria cubría sus puntos ciegos.

Disparo así contra la última quimera que quedaba.

Sonea, la cubriremos, puede concentrarse.

Gritó a su compañera, pues el despejaria su camino de monstruos ayudando a Norte.

Fueron obligados a retroceder, sin importar que el hombre carmesí estuviera por allí. Eso no importaba, solamente importaba aquello que debían hacer. Descendieron nuevamente y se unieron a la comitiva, por lo cual Luna debía tomar una decisión. ¿Qué hacer?

Entonces recordó a su profesora de transformaciones, la profesora McGonagall. Una gran maestra, sin duda. Muchas veces, Luna se quedaba viendo la forma en que movía la varita y trataba de aprender lo más que podía. Le gustaría ser una animaga, no podía negarlo, aunque no sabía muy bien en qué animal le gustaría convertirse.

Miró a su alrededor y vio múltiples objetos, pero ella buscaba uno en especial: estatuas, gárgolas. Seres hechos de piedra, a los cuales ella quería dar vida. Sentía miedo, eso era seguro, era un conjuro difícil, pero ella no se rendiría tan fácil.

Con una firma agitación de su varita, dijo suavemente – Piertotum Locomotor – esperaba alcanzar todas las estatuas que pudiera con esto y así, conseguir un ejército que les ayudara a frenar la invasión.

-Adelante compañeros, adentremonos en el edificio. Usted primero, señorita Annabeth, usted sera nuestra guia por el edificio. Podria decirnos algun objeto poderoso que usted crea que pueda ser el objetivo.

Tras escuchar la voz de Atticus y el hechizo que utilizó Luna, el pequeño grupo salió del edificio con un pequeño ejercito de estatuas, mientras lo hacían Annabeth empezó a gritar.

¡Automatas creados por Dédalo activense!

Al pequeño ejercito de estatuas creado por Luna les sumó un gran grupo de estatuas provenientes de todo Nueva York. Al ver que el grupo se había concentrado en proteger el flanco de Sonea, la chica no pudo evitar en gritar la primer orden en griego antiguo para que los autómatas empiecen a empujar a los monstruos lo más lejos posibles de la chica y del portal.

Del otro lado de la calle Asriel miró firmemente a una de las quimeras y le disparó un tiro tan pero tan preciso que hizo que su cabeza explotara y aplastara varios monstruos más pequeños al caer.

Por su parte Sonea empezaba a canalizar su energía mágica para empezar a cerrar el portal. Podían ver como el hechizo empezaba a tener efecto, pero por ahora no se terminaba de cerrar.

Sadie corrió al lado de Sonea y también empezó a invocar sus poderes mágicos concentrandolos en el portal. Si bien la magia de las dos era bastante diferente pero parecía que el trabajo de ambas en equipo empezaba a dar efectos. El problema era que desde el mismo portal seguían saliendo monstruos y esta vez eran dos centauros que empezaban a moverse hacia los defensores de las chicas.

Esto era algo que no habías visto en el tiempo que fuiste parte del gremio. El portal parecía ser una conexión física entre dos dimensiones. Podías ver unas partes hechas de piedra que parecían "sostener" el portal pero no podías estar segura de que al destruir la parte física la parte mágica no tuviera ninguna consecuencia.

De todas formas notas que sin la parte física la parte mágica no podría soportar mucho, por lo que la forma más cómoda de cancelar este portal sería "aislar" la parte mágica y destruir la parte física con un golpe o un hechizo poderoso.

Mi bota giró con fuerza afirmándome al lugar donde estaba. Unas hermosas e increíbles construcciones autónomas cobraron vida cubriendo varios flancos en simultáneo.

De tener tiempo me hubiese detenido para revisarlas y aprender acerca de su funcionamiento, eran magistrales. Gracias al trabajo de los gólems pude dedicar mi atención a Sonea y a la otra muchacha (de la cual no recordaba el nombre o si se había presentado siquiera) que intentaban sellar el portal con su magia.

Allí me establecí, como un pequeño muro de piedras, decidido a frenar cualquier ataque dirigido a ellas dándoles el tiempo necesario para lograr su cometido.

Ví a un par de equinosapiens dirigiéndose hacia donde me encontraba, parecían grandes y fuertes más no lo suficiente.

Percatándose de un posible punto débil, Sonea paró unos pocos segundos de preparar azotes y ahora trataba de imbuir a distancia la parte física de esa entrada de su magia. Mientras lo hacía agradecía en su mente que los demás la estuvieran cubriendo y el auxilio de otra chica que trataba de hacer lo mismo que ella.

-Hay que destruir la base física. Si se daña de gravedad su conexión mágica podría cortarse-expresó para que todos lograran escuchar y así supiesen de que iba la acción en concreto.

Su intención era "llenar" la estructura de su magia para después liberarla de manera agresiva para crear una explosión. Era consciente que aquello le llevaría un poco más de tiempo, pero no se rendiría en hacerlo.

¿Destruir la base?

Lord Asriel dijo eso en voz baja, parecía un plan sencillo, se quedó quieto y usando la visión felina de Stelmaria apuntó a la base que había señalado Sonea, al parecer ella planeaba destruirla con magia, pero el ayudara.

Tal vez un disparo no sea suficiente pero espero te ayude.

Su mente sopesar, si la estructura era concreto normal podía recibir daños de su disparo, no destruirla pero tal vez ayudar a la magia debilitando la estructura por poco que fuese.

Luna salió con su ejército de estatuas y les dijo mientras apuntaba su varita - ¡El Olimpo está en peligro! ¡Protéjanlo de los invasores! - y entonces, escuchó el grito de Sonea. ¿Explotar? Ella sabía cómo hacerlo.

Corrió mientras era cubierta por su ejército lo más cerca posible a la base y dijo con voz dulce y suave y una sonrisa en sus labios - Bombarda máxima -.

El trabajo en conjunto fue extremadamente efectivo, si bien la energía que dirigió Sonea hacia el soporte del portal no hizo más que debilitarlo las acciones de sus compañeros si tuvieron un impacto más duradero en la destrucción del soporte de piedra que sostenía el portal. El disparo de Asriel pegó con una fuerza tan impresionante que atravesó de punta a punta el soporte, esto hizo que la piedra se empezara a agrietar para todos lados. De todas formas el movimiento definitivo fue el hechizo de Luna, la bombarda hizo que el soporte de piedra explotara lanzando pedazos de piedras para todos lados.

El grupo que luchaba en la calle y los monstruos se empezaron a dispersar y a frenar sus combates para tratar de esquivar las esquirlas de roca que volaban por los aires. En ese momento el cielo se iluminó por un rayo que cayó en picada y dio contra uno de los edificios de alrededor.

Frente a ustedes uno de los centauros salvajes que los atacó fue derribado, pero con el otro sigue cargando seguido de cerca por un enorme cíclope.

El hechizo había sido efectivo y Luna sonreía alegremente, solo que ahora debía esquivar las esquirlas que ella misma había creado. Parece que no le fue tan difícil y cuando vio quién se acercaba, respiró profundo y recordó a Firenze. ¿Qué diría él si se enteraba que había matado a uno de los suyos? Seguro ya sabía que era su destino. Él siempre parecía saber este tipo de cosas.

Entonces vio al cíclope. Le parecía mejor atacar a este. Era más grande y bestial. Solo esperaba que si hechizo funcionara.

- Desmaius - apuntó al cíclope. No podían simplemente destruirlo tan fácilmente. Si quedaba fuera de combate, podrían dañarlo con mayor efectividad.

Sonea no pudo evitar sonreír con cierta satisfacción al ver que su acción en conjunto con el resto resultó en éxito para evitar la invasión de más de esas criaturas por aquella cosa que funcionaba como puerta. Al ver que las rocas parecían dirigirse a donde estaba, como no quería gastar más de su energía optó por esquivar los escombros para no resultar herida y no poder ayudar a los demás. 

De pronto, le pareció ver un azote dorado que la asustó por unos segundos. Entonces, pareció recordar algo y pasando por alto al enemigo que se acercaba, comenzó a buscar a Artemis (y a los demás) esperando que no les pasara nada.

Lord Asriel escuchó la detonación, ocupada su vista disparando tardó unos segundos en reaccionar, fue tarde pero aun así abrazó a su daimonium tratando de protegerla.

Stelmaria!

Espero así el golpe inminente.

Al ver que Lord Asriel no pretendía o no pudo escapar de los derrumbamientos me lanzo a su lado intentando protegerlo, sin lugar a dudas es un hombre capaz, inteligente y valiente pero su resistencia deja mucho que desear.

Extiendo mis brazos hacia arriba bloqueando en lo posible los desprendimientos, aunque sea un momento.

-Atentos- les grito a mis compañeros.

Los desprendimientos volaron por los aires golpeando a Asriel, Norte intentó hacer un movimiento doble, primero esquivar el que le iba hacia él y luego bloquear a Asriel. Si bien el primer movimiento del ruso fue sublime y logró salir ileso el segundo dejó mucho que desear y no llegó a tiempo.

La roca tiró al britanico al suelo y a su daimonion a su lado. Delante de ustedes el ciclope cargó directo hacia el grupo pero el hechizo de Luna hizo que caiga en plena carrera provocando que los monstruos que venían detrás también cayeran tras él.

Si bien el ciclope estaba desmayado, el centauro si sigue corriendo. A duras penas por tener que esquivar a un ciclope gigante que está tirado en el suelo pero se acerca cada vez más.

Dado el desequilibrio del cíclope intento aprovechar y cargar contra él para rebanarlo como a un jamón. No me cuesta en absoluto herir a aquel ser con mis dos sables haciendo un corte grave en su cuerpo equino.

Lo rodeo para llamar su atención. Había fallado en proteger a Asriel de los escombros pero no fallaría al proteger a mis compañeros de nuestros enemigos.

-¡Ohhh caballo!- digo para que se concentre en atacarme a mí.

Mis sables bailan delante mío listos para arremeter contra aquella bestia nuevamente.

Al ver que Norte no había podido salvaguardar a Asriel y éste se encontraba en el suelo herido, fue corriendo hacia él para intentar ayudarle mientras el centauro era entretenido y retado por el primero. Sonea buscó su mirada para agradecerle en silencio y al arribar junto al lord con su daimonion, examinó con cuidado la herida y si era de gravedad.

-Lord Asriel, ¿está bien?