Partida Rol por web

Bueno, han pasado varias cosas según parece, y el problema mayor...
Mira a Zenram mientras posa su débil mano cerca de abdomen.
Deberíamos curar esto, creo que es la prioridad a buscar cualquier parte que sirva para lo que quiera Rajj.
Después de todo, a algún plano podrá viajar para divertirse, no es necesario que pueda ir a todos.
Luego mira el cartel. Y dice entre sonrisas.
Ya me empieza a caer simpático este tal Duncan Sloth, tal vez sea un buen lugar para descansar su posada.
Allí tal vez pueda investigar un poco más de que se trata todo esto.

Se para de golpe y frunce el ceño mientras lee el cartel. Se lleva la mano a la barbilla pensativo y tras realizar un enorme alarde intelectual comienza a hablar.

- ¡¿Cómo que tres horas?! - Parece algo alterado, y sus gruñidos suenan más fuertes de lo normal - Eso no es posible... hemos estado caminando desde el amanecer... ¡ya deberíamos haber llegado a esa maldita ciudad!

Estoy con Prag, o vamos demasiado lentos, o esos carteles están mal... o aquí pasa algo raro. Se queda pensativo un momento, después empieza a hacer cálculos usando los dedos de las manos, empieza a sudar, después de un poco más de concentración por fin concluye: En los carteles siempre pone una hora menos de las que andamos en realidad, si ahora pone tres es posible que hasta dentro de cuatro o más no lleguemos... eso si no estamos andando en circulos... Sharp estaba visiblemente preocupado, sobre todo por su estómago, tal vez simplemente fueran más lentos de lo debido, pero el hambre hacia ver las cosas de manera diferente.

El paladín, que hasta ese momento se había mantenido callado, no puede evitar que en su rostro se dibuje una tenue sonrisa... Pero que imbéciles, como es posible que sigamos caminando por donde nos guía un cartel que claramente dice que no vayamos a donde nos guía, es evidente que el tal Duncan no quiere que nadie visite Aldril, lo mas lógico es que desvié a cualquiera hacia otro lado, si seguimos el camino indicado por alguien que nos guía a donde no quiere que vayamos deberíamos esperar perdernos...

Algo confundido por su propia explicación voltea a ver a Sharp...

Creo que deberíais dar una revisada al camino, me parece que no vamos en la dirección correcta...

Luego se gira a Elara... Por cierto, antes de que aparecierais me pareció ver una extraña entidad con forma de ojo flotando sobre Prag y sobre el otro cartel, quizá haya magia desviándonos del camino...

Sin decirle nada al paladín, Elara busca en su bolsa de cintura la bola de cristal.
Luego hace un pase y dice:
Donde está Prag?
Mirando a Zenram...
Fíjate en su cabeza ahora.
Cuando todos ven el sensor mágico que ha proyectado la bola y después de una explicación de como funciona este tipo de adivinaciones, Elara vuelve a hablarle al paladín:
Mira muchacho, aquello que tienes dentro puede quitarse, pero es realmente complicado en este momento. No estamos preparados para hacerlo.
Y en el caso de estarlo, parece ser que tiene algún tipo de propósito, no desearíamos estar por ahí tratando de distorsionar el entramado del multiuniverso, evitando que algo que iba a pasar suceda no?

El paladín observa detenidamente a Prag...

Cita:

El paladín observa confundido a Elara, no entendía que tenia que ver su comentario con lo que él había dicho...

Cita:

Aun mas confundido el paladín no puede evitar preguntar...

Pero... A que os referís?, yo solo quería saber si hay algo siguiéndonos u algún poder mágico desviándonos de nuestro camino, no me refería a la criatura que llevo en mi vientre...

Cuando Elara se concentra en la esfera de cristal, el extraño ojo translucido aparece nuevamente algunos metros sobre Prag.

Ignorando los asuntos mágicos que a el no le interesan más que nada porque no los comprende, Sharp hace caso al paladín e intenta averiguar si van por el camino correcto. Busca un lugar alto que no quede demasiado lejos, alguna colina, arbol o similar, y empieza a divisar el horizonte en todas direcciones para concluir donde está la playa, donde debería estar Aldril, y donde se encuentran ellos en estos momentos... cualquier lugar o cosa reconocible que vea podría servir para guiarles.

Alejándote durante unos veinte minutos del sendero hacia el oeste, logras asomarte desde un alto acantilado. A lo lejos, abajo, avistas la amplia playa de arena y rocas. El mar permanece calmo y la linea costera se pierde al norte y al sur. No logras ver el poblado, pero deben estar por llegar seguramente...

Yo estoy intrigada de que es todo esto, además nada indica que debemos ir a otro lado.
Bueno, salvo por las advertencias. Ríe un poco, Elara parece estar de buen humor hoy.
Sigamos, no podemos perdernos el conocer al tal Duncan, el supuesto vampiro.

Sharp vuelve junto al grupo y secunda a Elara, tampoco ha visto otro camino mejor que seguir, aunque esta vez deberían fijarse en la posición del sol para asegurarse de ir en linea recta hacia su destino.

El paladín observa el ojo sobre Prag y comprende de inmediato la función de la esfera de cristal, sonrie comprendiendo al fin y sonríe a Elara...

Adelante entonces...

Cuatro horas más tarde, sin haber encontrado ningún cartel nuevo, y completamente exhaustos y hambrientos por la larga jornada de viaje, la luna llena se perfila en lo alto, semioculta por las enlutadas nubes que se ciernen sobre ella como sudarios de negro algodón.

Una suave niebla proveniente del oeste se ha ido formando a lo largo de la última hora, y ahora cubre el sendero con un manto de suave vapor blanco. El cielo está bastante nublado, con un color gris oscuro...Firx, inquieto por la larga jornada que amenaza con demorar su regreso y reencuentro con su par, se sacude inquieto en el vientre de Zenram y aprieta cada tanto sus aserrados tentáculos arrancándole ocasionalmente una exclamación de dolor al paladín.

La noche es silenciosa y apacible, a pesar de la certera promesa de tormenta que se cierne desde el cielo. Las sombras se confunden en las paredes, y parecen realizar cabriolas entre ellas, como fantasmas oscuros jugando a extraños juegos. Todo está muy tranquilo, tal vez demasiado para vuestro gusto. Es como la calma que precede a la tormenta, pero teméis que esa tormenta no va a ser precisamente de truenos y lluvia.

Tras tan larga caminata, comienzan a aparecer algunas pequeñas casas. Rusticas cabañas de adobe y madera. Aqui y alla, se pueden ver algunas luces brillando por entre las rendijas de unas ventanas cerradas.
Dobláis una esquina, ansiosos de encontrar al fin una posada donde poder alimentarse bien y comprar de una vez por todas algo de alimento, la niebla lo envuelve todo como un intangible capullo de mariposa. Sin embargo la calle a la que llegáis no parece tener ninguna posada... Avanzáis hasta la siguiente pero ninguna posada aparece. Todo está muy oscuro, nadie en las calles,

A lo lejos se escucha el sonido de unos pasos, suenan muy débilmente, pero parece que se trata de alguien corriendo. La niebla apenas os deja ver más allá de diez pies de distancia. Algo está sucediendo, y no parece nada bueno. De repente, y como un faro en el tormentoso mar, una luz os indica la proximidad de un edificio. Probablemente se trate del tan esperado lugar de descanso!

Avanzando con cautela por Aldril, lugar que no conoce y que le había resultado extraño, Elara, da unos pasos delante de ustedes, tal vez diez pies, lo suficiente como para perderse en la niebla.
Al avanzar la ven que ha tomado un poco de aquella niebla en sus manos, debe ser un simple truco de prestidigitación, pero la bruja la observa con cuidado, mientras la pasa de una mano a la otra.
No, no es el reino del terror.
Las nieblas no me quisieran de nuevo allí, de eso estoy segura.
Luego suelta aquella niebla en sus manos la cual se disipa rápidamente y mira a Zenram con extrañeza.
Tú, tú has estado en aquel reino del terror, no, espera, no eres tú, pero hay algo lejano que me deja verlo, algo que está mas lejos tuyo paladín, pero que sigues siendo tú, es extraño.
De cualquier manera, no parece un lugar muy amigable no? Quizás cantes otra vez la nana bardo, "Veo venir una dama sonriendo hacia mí, Si esa dama es la muerte ¿quién tiene miedo a morir?" Yo siento la muerte en el aire, espero que no sonría como en tu canción Elandris.
La mujer parece bastante intranquila con este lugar y buscando seguridad se acerca a Prag, ha hecho una buena amistad con el semiorco con el cuál casi no habla, pero no parece ser necesario.

El Paladín escucha sorprendido las palabras de la extraña mujer, si desde el principio le pareció una fémina enigmática ahora ciertamente le entendía cada vez menos...

Lo mejor es seguir adelante, lo que nos esta esperando seguirá allí aun que nos retrasemos...

Tal vez ese edificio no vaya a moverse, pero como apaguen la luz podría ser dificil volver a encontrarlo... y luego están esos pasos, parece que ocurre algo, no se si deberíamos intentar averiguar el que... a pesar de ser valiente Sharp se siente muy incómodo en un ambiente tan extraño, si estuvieran en un bosque no se sentiría así, pero en una ciudad... lo mejor sería que hcicieran rápido lo que habían venido a hacer y se marchasen de aquí mañana mismo a ser posible, o así sería por el elfo en estos momentos.

Aunque es reacio a separarse del grupo, intenta escuchar de donde provienen los pasos y que puede estar pasando, ya que la niebla hace imposible la visión más allá de unos pocos pies.

Se adentran un poco más a través de las calles oscuras. La neblina no les permite ver mucho y las calles están vacías. Tras caminar otra calle, llegan a un gran establecimiento que se mantiene en penumbras. Una ventana cerrada del piso de arriba, deja filtrar un poco de luz del interior. Un cartel en la puerta reza:

"El Apacible Retiro"