Partida Rol por web

Yo llevo una antorcha siempreardiente en la mochila, pero necesito las dos manos para disparar... comenta Sharp por si alguien se ofrece a llevarla en su lugar.

Elara toma la antorcha sin perder el tiempo, sabe que ella camina ayudando al resto.

Zenram, iluminado desde atrás por la hechicera, se adentra por las oscuras alcantarillas. El agua de mar, se cuela en su armadura y botas, haciéndole difícil el avance.

Prag, Elandris y Sharp, lo siguen desde cerca, Elara, con la antorcha magica del arquero, camina unos metros detrás del grupo.
A solo dos metros de la reja de entrada, otra alcantarilla corta perpendicularmente a la principal. Zenram sigue de largo, y a lo lejos, gracias a la luz que llega desde atrás, alcanza a ver otros dos caminos similares.

El grupo se adentra algo más siguiendo la suave corriente de agua. Unos diez metros adelante, alcanzan a ver otras alcantarillas cortando a la que ustedes recorren. Al fondo, el camino principal parece terminar en una especie de loza curva...como una roca bloqueando el paso....solo que más bien parecería ser el caparazón de alguna enorme criatura acuática.
Es evidente que ha sido colocado allí luego de la construcción del alcantarillado. No conocen ninguna criatura de la cual se pudiera sacar un caparazón de ese tamaño, pero seguramente se trate de alguna especie de tortuga de dimensiones gargantuales.

Dejadme que eche un vistazo, luego Prag y Zenram podrán intentar apartarlo, pero es mejor asegurarse primero de que no conlleva ningún peligro... dice Sharp mientras se acerca al caparazón y lo examina de cerca, haciendole un gesto a Elara para que le ayude iluminando con la antorcha las zonas que registra minuciosamente.

La maga no hablaba, solo observaba todo con detenimiento como sorprendida por cada detalle insignificante de aquel lugar,
Por supuesto se acercó junto con Sharp para iluminar la ya aguda visión del elfo.

Que será este lugar?

Parece haber sido puesto para limitar un poco el ingreso del agua. De todos modos, sigue pasando el agua, por debajo del caparazón.
No hay ninguna trampa, ni mecanismo. Solo habría que correrla para pasar.
Sin embargo, te parece escuchar un murmullo, durante un instante. Luego...nada.
Parecia una voz extraña, susurrando algo, lejos...detrás del caparazón.

No parece que haya un peligro inmediato, pero no estamos solos, he oido murmullos al otro lado, tal vez algo más lejos... lo único bueno es que probablemente detrás del caparazón haya menos agua y podamos movernos mejor. Después se aparta y deja sitio a los grandullones del grupo para que aparten el caparazón y se pongan en primera línea: Solo por si las cosas se ponen feas al abrir esta extraña compuerta...

El paladín hace una seña a Prag para que se acerque al caparazón al tiempo que coloca su espadón a un costado para poder tomarlo rápidamente en caso de que encuentren peligro tras el objeto... Una vez que el semiorco a colocado sus manos en el caparazón, Zenram tensa sus músculos al tiempo que intenta desplazar la obstrucción...

Prag sostiene el gigantesco caparazón y logra quitarlo del medio de la alcantarilla.
Con un minimo de esfuerzo, lo deja apoyado en un costado. El agua entonces, logra fluir con más facilidad hacia el interior. Detras, gracias a la luz que surge de la antorcha que Elara porta, pueden ver que el camino parece más rustico. Se trata de una especie de gruta cavada en la piedra.

Cuando el barbaro quita del medio al caparazon que hace de puerta, un rocoso tunel, de tres metros de ancho, se muestra ante ustedes.
El suelo, extrañamente se encuentra repleto de cadáveres. Extraños cuerpos humanoides, con formas de pescados y sapos, aparecen sumergidos en agua aquí y allá.

Algo más adelante, alertados seguramente por sus voces y luz, dos humanoides sosteniendo extraños arpones, arrojan sus armas hacia el semiorco y el paladín. Prag, cubierto en gran parte por el caparazón, recibe el impacto en su brazo, quedando el arma atravesada de lado a lado!
Zenram, trata de cubrirse, sin embargo el arpón lo golpea en la cintura, a pocos palmos de Firx. El horrible y pulpoide monstruo, asustado por la amenaza contra su vida, no hace más que empeorar las cosas, cuando comienza a triturar el abdomen del paladín con sus aserrados tentáculos!

Otras tres criaturas, se acercan por el tunel de piedra, portando enormes garrotes del mismo material, que extrañamente, parecen manejar como si se trataran de livianas ramas.

Crailaaak laaahaak! Kuoto kialara halliillihail! chilla uno de los humanoides, mientras se acerca con su enorme garrote de piedra.

Cuidado, emboscada!!! Se limita a gritar el guerrero.

Mierda, debí imaginarlo, pero no pensé que estuviesen tan cerca... piensa Sharp cuando ve aparecer a los odiosos hombres pez.

Después hace amago de retroceder unos pasos para terminar lanzándose hacia delante, de forma que confunde a sus enemigos justo antes de disparar contra ellos su arco. Estos malditos bichos se me están atragantando, que ganas tengo de destruir su templo con todos ellos dentro... piensa recordando aún su último combate contra estas apestosas criaturas.

Sharp dispara una de sus mortales flechas. Sin embargo, el kuo toa se cubre con gran presteza con su escudo y el proyectil se hace añicos contra el acero.

Elara ve a las criaturas, luego ve la destreza de aquellos hombres sapo? Pensó.

Si bien creen que el fuego no existe en la alcantarilla, descubran como aquñi mismo son quemados.

La bruja levanta su dedo y una esfera en llamas viaja rapudamente para luego expltar y bañar a todas las criaturas con un fuego abrazador.
El fuego parecía golpear a Prag y a Zenram pero la maga ha calculado bien, sólo las criaturas se queman.

Elara se adelanta unos pasos, y al llegar al frente de Prag y Zenram, lanza su bola de fuego hacia adelante y hacia arriba.
La esfera pasa por sobre las cabezas de los Kuo Toa, sin embargo, cuando está justo encima de estos, estalla abrazándolo todo.
Los dos arponeros, caen envueltos en llamas, y aunque intentan apagarse en las aguas bajo sus pies, los cadaveres de los otros kuo-toas que se encontraban flotando en las aguas, les impiden sumergirse a tiempo, y los dos humanoides quedan carbonizados antes de lograr apagarse.
Otro de los fuertes hombres-pez, que salia de una cueva lateral, es abrazado por las llamas, y queda totalmente quemado de pies a cabeza.
Un ultimo monstruo, logra cubrirse con los arponeros en frente a él, y apenas sufre unas heridas superficiales. Al verse quemado gravemente, la criatura chilla con furia, y se lanza gritando como un poseso!