Partida Rol por web

La llave del Destino

Capitulo I: El grito de la llave

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30/09/2017, 20:21
Anubis

 Mientras los demás hablaban, yo permanecí en silencio, observando la caja, la figura y examinando la música con atención, en caso de que pudiera sacar algo en claro de este rompecabezas...

- Tiradas (3)

Motivo: Conocimiento Conjuros

Tirada: 1d20

Resultado: 4(+8)=12

Motivo: Saber (Arcano)

Tirada: 1d20

Resultado: 6(+8)=14

Motivo: Saber (Historia)

Tirada: 1d20

Resultado: 12(+8)=20

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01/10/2017, 18:10
Lobo Blanco

La réplica de la mujer de cabello plateado me dejó sin habla. Me quedé mirándola unos largos instantes, sin parpadear, antes de volver a mirar aquella caja en mi mano y nuevamente a ella. Hacía un instante que había informado de mi examen mágico del objeto, les había dicho claramente que no había magia en él, y ella insistía en la posibilidad de que hubiera algún conjuro en ella. Sin embargo, me dije que no había nada malo en ello. La precaución era natural, formaba parte del instinto de conservación de todas las criaturas. Supongo que es normal no confiar en la palabra de un desconocido... -Afirmé, apoyando la cajita sobre la mesa- Estaré ahí mismo, terminando la sopa, para cuando terminéis de inspeccionarla y queráis sacarla de aquí. -Les informé dandoles la espalda y dirigiéndome a la mesa que ocupaba anteriormente, no sin antes añadir una última cosa- Tampoco sería mala idea que la desmontaseis. Podría albergar algo en su interior, entre los mecanismos, como una ardilla guarda bellotas en el interior de un tronco antes de la llegada del invierno. Y tras decir eso, tomé asiento y mojé un nuevo trozo de pan en la sopa, llevándomelo a la boca.

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02/10/2017, 23:40
Dungeon master

Anubis observó atentamente la caja que tenía en sus manos. Algo en ella le sonaba familiar. La melodía no se detenía y era rítmica y constante. Se repetía una y otra vez, mientras la elfa danzaba libremente. 

De pronto lo recordó. En una de sus noches de estudios, leyó sobre una caja musical que pasaba de generación en generación en la realeza élfica. De pronto y sin entender por qué, una imagen se le vino a la cabeza. Una bella mujer elfa, de oscuros cabellos y ojos penetrantes y orgullosos. La vio y la ¿recordó?. La última propietaria de aquella pieza era una elfa que sentía que conocía. La vio alguna vez en un... ¿bosque? ¿o era un sueño? De pronto todo empezó a cobrar sentido en su cabeza. Aquella extraña mujer que lo guió hasta allí, era la misma elfa que supo ser la propietaria de la caja. A su vez, Anubis sentía que la conocía, pero parecía haber salido de un sueño, como si proviniera de otra vida...

Luego, Anubis se dio cuenta que había estado en trance, y los presentes lo miraban extrañados.

 

Notas de juego

En limpio: la caja pasó de generación en generación por la realeza élfica. Ahora está en sus manos.

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02/10/2017, 23:48
Dungeon master

La musica de la caja sonaba rítmica y repetitiva mientras la tallada elfa danzaba libremente en su superficie. Anubis se dispuso a observar más detalladamente ese artilugio. Kairi, sumida en pura bondad, quería averiguar más, para evitar que cayera en las manos equivocadas. Por su parte, Okodar se mantenía atónito, expectante ante lo que ocurriera. Lobo Blanco se había ofrecido a hacerse cargo de la caja, pero esperando la resolución del resto, se volvió a tomar la sopa que de seguro había perdido la calidez incial. 

Emaline le dedicó una nerviosa sonrisa al joven
- Los establos pueden ofrecer alguna salida discreta, o bien salir por la puerta trasera de la cocina. Quizás por ahí sea mejor escapar...

Mientras Emaline les indicaba la mejor manera de salir de la posada con aquel objeto, todos vieron que Anubis entraba en una especie de trance, en un extraño sueño y con una voz distante, que no era para nada la del joven mago dijo.
- Te necesito otra vez. Es muy importante que me ayudes de nuevo...- decía mientras la extraña voz se iba apagando.

Todos miraron perplejos a Anubis, quien volvió en sí, sin saber qué había pasado.

 

 

Notas de juego

 

A: Establos

B: Sala común

C: Cocina

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02/10/2017, 23:58
Anubis

 Sacudiéndome la cabeza, comenté al resto del grupo lo que había recordado, tratando de ser lo más claro y conciso posible, para no confundir a nadie:

 - He recordado una cosa que leí hace un tiempo, acerca de una caja musical que pasaba de generación en generación en la realeza élfica. Estoy convencido de que es esta...

 A continuación miré a los presentes, que me observaban de manera rara y les pregunté, sorprendido:

 - ¿Ocurre algo?.

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03/10/2017, 22:08
Okodar

   Al final no fue necesario que Klad abriese la caja, que resultó ser sólo una caja musical. Permanecí absorto observando la pequeña figura girar al compás de la música pues su sonido me recordaba las noches en las que mamá cantaba para mí. Antes de que me botase..

   Si ni siquiera el hombre de pelo rojo que parecía inteligente lograba comprender lo que pasaba, menos podía esperarse de mí, pero sí tenía algo claro: No dejaría que los caballeros negros me atrapasen ni que pusiesen sus manos sobre la caja de música. No me importaba si el objeto tenía o no valor y francamente me daba igual si pertenecía a un rey elfo o a un enano gully, lo único que quería era causarles problemas quienes me habían atacado sin razón. Por su culpa mi camisa tiene agujeros..

   -Klad siempre dice que las mejores aventuras comienzan frente al hogar, así que salgamos por la cocina. No conocía al resto, ni siquiera sabía si también deseaban mantener la caja lejos de los caballeros negros pero algo me impulsó a decirlo así.

Notas de juego

Lo siento, no pude desaprovechar la oportunidad de una referencia.

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03/10/2017, 23:03
Kairi Moonlight

La larga mirada que me dedicó el hombre de melena plateada, para mirar la caja después y volver a dirigir sus ojos hacia mí me inquietó un poco, pues no comprendía qué sucedía; pero pronto me lo hizo saber de palabra. Al parecer había interpretado mis palabras como desconfianza, y quise sacarle de su error, pero no tuve tiempo para ello.

- Yo no… - comencé a decir, extendiendo una mano hacia él mientras se alejaba, pero terminó por girarse y desistí con un suave suspiro; esperando tener oportunidad más tarde para aclarar lo sucedido.

Había sugerido desmontar la caja por si había algo en su interior, lo cual no era mala idea, mientras Emaline sugería las salidas más adecuadas. Pero todo eso tuvo que quedar a un lado cuando el hombre de cabello castaño entró en una especie de trance, diciendo algunas palabras que no supe interpretar.

Le miraba perpleja, sin comprender aún qué había sucedido, cuando él tomó la palabra; compartiendo lo que creía saber sobre la caja como si nada hubiera pasado. Pero nuestros rostros debieron hablar pos nosotros, pues en seguida nos preguntó.

- Usted ha… Ha hablado con otra voz, como si alguien lo hiciera por usted. “Te necesito otra vez. Es muy importante que me ayudes de nuevo.” Eso es lo que dijo, ¿No lo recuerda? – pregunté con preocupación, antes de volver a mirar a la caja. - ¿Una caja de la realeza élfica? – musité pensativa, acariciando mi mentón, mientras el que parecía un semi ogro abogaba por salir ya.

- Tiradas (3)

Motivo: Saber historia

Tirada: 1d20

Resultado: 6(+5)=11

Motivo: Saber arcano

Tirada: 1d20

Resultado: 4(+5)=9

Motivo: Saber planos

Tirada: 1d20

Resultado: 16(+5)=21

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04/10/2017, 00:29
Dungeon master

Ni en tus lecciones de historia ni del poder arcano pudiste encontrar pista alguna. Mientras que el saber de los planos lo tenías bastante fresco, estabas segura que la caja musical no pertenecía a ningún otro plano que no fuera éste 

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04/10/2017, 03:05
Lobo Blanco

Tomé asiento con calma, con toda la intención de disfrutar de aquella sopa mientras el resto de asuntos se dirimía. La posadera prepararía aquella nota y me indicaría dónde acudir para mostrarla junto a los pergaminos. El resto de los presentes decidiría que hacer con la caja de música una vez les ayudase a sacarla del local. Sin embargo, cuando me llevé aquel trozo de pan mojado en sopa a la boca, descubrí con cierta molestia que el calor que anteriormente albergaba se había ido desvaneciendo.

Poco me importó, pues continué degustándolo incluso cuando Emaline comenzó a mostrarme las diversas opciones para salir de la posada, de entre las que a ella le parecía mejor la ruta de la cocina. Miré en aquella dirección casi al tiempo que el semiogro apoyaba tal opción, con la que estaba de acuerdo. 

Sin embargo, no me dio tiempo a expresar mi conformidad, puesto que el hombre de cabello castaño comenzó a hablar con una voz que no era la suya, o quizás era otro quien hablaba por su boca. ¿Qué palabras eran aquellas? ¿Quién necesitaba a quién? ¿Qué ayuda era esa? Me quedé boquiabierto, observándole retomar su voz habitual para hablar de una vieja historia sobre una caja de música de la realeza élfica. 

Eh... Quizás estemos dedicando demasiado tiempo a algo que podríamos estar haciendo en otro lugar... -Apunté, apartando el plato de sopa- Secundo la opción de la cocina, si la señora de la casa lo cree la mejor opción sus razones tendrá. -Argumenté- Señora, si pudiera escribir esa nota e indicarme dónde mostrarla, por mi parte nada me retendría ya aquí. -Le recordé a la mujer, con una calma que no denotaba la menor prisa- Quizás deberíamos decretar un lugar donde reunirnos, si por alguna desgracia tuviéramos que separarnos... -Sugerí a los demás, acercándome a recoger aquella cajita, que yo mismo portaría para mayor seguridad.

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04/10/2017, 07:48
Anubis

 Tras escuchar la explicación de Kairi, negué con la cabeza, encogiéndome de hombros, sin saber de lo que me estaban hablando, ya que no tenía ni la menor idea:

 - No se a lo que te refieres, yo no recuerdo nada de eso. Supongo que nadie se dio aludido con esas palabras, ¿verdad?.

 Si lo que me decían era verdad, era en verdad curioso. ¿Tendría que ver con ser un Adivinador?. ¿O con lo que me trajo a este lugar en primer lugar?... ¿O otra cosa?.

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04/10/2017, 16:05
Dungeon master
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Avistar Guardias negros

Tirada: 1d20

Resultado: 18(-2)=16

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04/10/2017, 16:26
Dungeon master

Emaline se acercó con cautela hacia una de las limpias ventanas de la posada. Mirando la gente que pasaba por el frente de la misma, temía que alguien pudiera entrar en cualquier momento. Las explicaciones serían aún más difíciles de dar. Volviéndose a los presentes dijo.
- Deben marcharse ya. hay gente que se está aproximando. Con Alak nos haremos cargo del... resto- dijo mirando finalmente el carbonizado cuerpo del anciano. - Agradezco su valentía por hacerse cargo de la situación.- dijo mirando a todos, pero en especial a Lobo Blanco, quien había accedido a llevar él la caja musical. - Todos siempre serán bienvenidos aquí. Pero deben marcharse.- finalizó visiblemente asustada. La posada Los Cincos Dragones había sufrido varias generaciones de abusos por parte de distintos grupos de bandidos. Ahora que los Caballeros Negros acechaban la ciudad y gobernaban a la fuerza, la suerte no fue diferente. Solamente cuando Emaline se volvió de uno de sus viajes pudo mantener a raya aquellas malignas intenciones. Aunque la realidad era que sobrevivía a base de evitar conflictos y enfrentamientos.  

Okodar, aún más ansioso que antes encaró decididamente para la cocina mientras Alak le enseñaba la salida que utilizaban generalmente para retirar los residuos. El gigante destilaba odio por aquella orden que lo atacó sin aparente Tras él, Anubs y Kairi le daban vueltas al extraño episodio que se había dado hacia un rato. El joven mago no entendía qué había sucedido, mientras que Kairi trataba de explicarle que había pronunciado un pedido de ayuda. Así y todo los dos parecían interesados en la procedencia de la caja musical. Había pertenecido a la realeza élfica y ahora estaba en sus manos.

El último en dirigirse a la cocina fue Lobo Blanco, quien cerró la caja musical (finalizando así la rítmica melodía) y encaró a Emaline para preguntarle por los contactos de la mujer.

 

Una vez llegados a la puerta trasera, el grupo debería salir de allí sin ser vistos. Afuera el callejón era estrecho, oscuro y oloroso. Varios cestos adornaban el adoquinado suelo. Las construcciones adyacentes apenas tenían una puerta que daba al callejón. Por último vieron unos pequeños canales que transportaban agua sucia hacia la calle principal. Una patrulla de Caballeros Negros merodeaba sin prestar demasiada atención aquel lugar. A la izquierda, alcanzarían la calle principal donde podrían mezclarse con la gente. A la derecha, se internarían en un laberinto de callejones...

Notas de juego

Atardecer 11 de Aelmont (Invierno).

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Tirada de esconderse o moverse sigilosamente (la habilidad que tengan con mayor puntuación).

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Este es el mapa de Pashin que conocen. Entraron por el sur, que es el Bazar. 
P1: Casa cerca del centro de la Villa de gran tamaño que resalta del resto de la arquitectura en general. Delante de la entrada principal hay un muro bajo de 10´ de altura, con púas en la parte superior para desalentar a los que quieran escalarlo. Unas pesadas puertas de hierro dan paso al patio interior (no conocen mucho más, ya que apenas pudieron observarla desde lejos).
P5: Posada Cinco Dragones

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04/10/2017, 17:07
Emaline Yaseth

Antes que Lobo Blanco abandonara la Posada, Emaline se dirigió a él.
- Ten...- dijo acercándole una pequeña y hermosa piedra.- Es un material trabajado por los antiguos elfos. La Joya Painita le llaman. Es de escaso valor comercial, pero ellos no se lo entregan a cualquiera. Esta te llevará con Shalyn. Cuando te encuentre, y créeme que lo hará, él podrá responder tus dudas.- la mujer pareció vacilar al entregarle aquella pieza.- Espero que te sirva..-

Notas de juego

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04/10/2017, 18:02
Kairi Moonlight

El hombre que había decidido apartarse sugirió que continuáramos con nuestras pesquisas en otro lugar, saliendo por la cocina y acordando algún lugar de encuentro por lo que pudiera pasar; mientras que el de melena castaña continuaba queriendo aclarar qué sucedía. No hubo tiempo ni de acordar ni de averiguar nada, y es que la mujer nos instó a salir ya, advirtiendo por la ventana que la cosa estaba complicándose.

Realmente era la mejor opción aunque nadie se hubiera acercado. Desentrañar aquel misterio nos llevaría tiempo, y aquellos Caballeros Negros seguramente no se dieran por vencidos con facilidad. Agradecí a la mujer sus palabras con una sonrisa y una ligera inclinación de mi cabeza, antes de agarrar la falda de mi vestido y dirigirme rauda a la cocina junto a los demás.

Al salir, me encontré con un oloroso, oscuro y estrecho callejón, desde donde podríamos optar a dos caminos. Me fijé entonces en la patrulla de Caballeros que merodeaba por el lugar, debíamos tener cuidado.

- ¿Derecha o izquierda? – susurré al resto, sin saber qué camino sería mejor tomar.

Quizás alguno de ellos conozca la zona.

- Tiradas (1)

Motivo: Esconderse

Tirada: 1d20

Resultado: 3(-5)=-2

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04/10/2017, 18:34
Lobo Blanco

La situación se volvió más presurosa, debido a que la posadera detectaba movimiento en el exterior. Aquello hizo que mis palabras cayesen en un principio en saco roto, pues se volvió urgente salir de allí antes de que llegase gente que pudiera implicarse en el asunto de modos poco convenientes. 

Me incliné para tomar mi mochila y la cargué a mi espalda, ajustando las correas, antes de acercarme a la mesa donde había dejado la caja, cerrándola y silenciando con ello la melodía que acompañaba el girar se aquella figurita. Tras meditar un instante y sopesarlo, volví a descargar la mochila e introduje aquella caja en su interior, junto al resto de mi equipo, antes de volver a colgarme la mochila y dirigirme a la cocina.

Tenía toda la intención de insistir a la posadera acerca de su ofrecimiento de ayuda en mis asuntos, mas ella misma se adelantó, poniendo en mis manos con enigmáticas instrucciones aquella piedra brillante y finamente tallada. La observé un instante, encarando a la mujer mientras anotaba mentalmente el nombre que me ofrecía. Shalyn.

Gracias por todo, Emaline de la posada de los Cinco Dragones. -Le agradecí formalmente.

Sólo entonces me dirigí a la cocina y a la salida que nos llevaría al exterior. Pero antes de que cruzásemos el umbral, quise decir unas palabras a los demás, en voz baja, discreta.

Antes de salir, y de renunciar a mi voz... Mi nombre es Lobo Blanco, miembro de la comunidad druídica y venerador de Chislev. -Me presenté- Al igual que la naturaleza a la que sirvo, trato de mantenerme neutral ante los asuntos de los hombres. No obstante, las circunstancias hacen que hoy colabore en esta empresa. Os recuerdo que porto la caja, suceda lo que suceda, que estará conmigo. Si por algún motivo nos separamos, siguiendo el camino de la salida oeste hay una arboleda espesa. Trataré de llegar hasta allí y aguardaré hasta el próximo amanecer vuestra llegada. -Indiqué- Deberíais decidir de quién de vosotros he de ser compañero, en caso de que nos descubran.

Con tan enigmáticas palabras, cerré los ojos e inspiré profundamente, inclinándome y dejándome caer al suelo. Mis manos se convirtieron en patas, pues todo yo se convirtió en un ejemplar de lobo gris con una mancha blanca en el pecho. El equipo, mi ropa, la mochila, y con ella la caja, habían desaparecido. De aquella manera surgí al exterior, buscando llamar la atención lo menos posible. Si nos descubrían, en cualquier caso, yo sólo sería el compañero animal o un "familiar" de alguno de mis compañeros, y ningún escrutinio desvelaría la presencia de la caja.

- Tiradas (1)

Motivo: Movimiento sigiloso

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+2)=10

Notas de juego

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04/10/2017, 23:23
Okodar

   Antes de que lograse entender los eventos estos ya habían cambiado, pero era a lo que estaba tan habituado que ya ni siquiera lo notaba. Antes de salir di dos fuertes golpes en mi pecho con el puño derecho y dejé una moneda de plata sobre el mostrador, era una paga excesiva en un establecimiento normal pero me pareció adecuada para un lugar como ese. Nadie podía decir que no pagaba mis deudas. O que olvido cobrarlas..

   Esperé a que el pintado guardase la caja pues no quería alejarme de ella y abandoné el local a tiempo para escuchar la pregunta de la sacerdotisa. -Vamos por donde no estén los caballeros negros. Ella estaba unos pasos adelante y con suerte una mejor imagen del callejón.

   Justo cuando me disponía a salir, el pintado nos detuvo y hablo sobre una arboleda al oeste y sobre ser compañeros. Estaba a punto de responderle que no me separaría de quien tuviese la caja hasta asegurarme que nos soldados no la obtendrían cuando, repentinamente, el hombre se convirtió en un perro. Un lobo.. -¡OH! A esto te referías con "compañero". Llevé mi mano a la espalda para revisar que Klad estuviese bien asegurado en el arnés y asomé la cabeza al callejón.

   -Soy Okodar. Golpeé nuevamente mi pecho. -Quédate conmigo, Lobo Blanco. Siempre quise un perro. La frase salió sin pensar de mi boca, producto de la sinceridad y simplicidad de mis palabras.

   Luego de eso avancé intentando no llamar mucho la atención sobre nosotros.

- Tiradas (1)

Motivo: Hacer menos ruido.

Tirada: 1d20

Resultado: 5

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05/10/2017, 18:14
Anubis

 Tratando de hacer el menor ruido posible, y tratando de no ser visto, procuré moverme sigilosamente junto al resto del grupo, pero algo me dice que era algo que estaba por encima de nuestras posibilidades.

 - ¡Vamos rápido y en silencio!. - Susurré al resto del grupo.

- Tiradas (1)

Motivo: Moverse sigilosamente

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+3)=8

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05/10/2017, 22:48
Dungeon master

La apresurada salida del grupo no pudo salir de la mejor manera. Entre intentos de encontrar escondites y tratar de salir en silencio, el grupo se dio de frente contra un cesto, que para su mala suerte, contenía varias botellas vacías que resonaron estrepitosamente en aquel callejón. Si esperaron que nadie notara su ruidosa salida, estaban equivocados...

Una patrulla de cuatro caballeros negros se asomó desde la calle principal. Llevaban camisotes de de mallas negros y tabardos de color azul oscuro con un lirio negro bordado en el pecho. Éstos no tardaron en reaccionar. Uno de ellos se llevó un cuerno de carnero de Neraka, rodeado de anillas de plata, a la boca. Sonaron dos notas cortas y sin esperar más tiempo, empezaron su carrera hacia los compañeros al grito de "Detenganse en nombre de Neraka".

La situación era apremiante. Podrían correr (aún los separaban unos 15 o 20 pasos), entregarse a los caballeros o enfrentarse a ellos. Pero, ¿Qué había sido ese sonar de cuernos? La salida de la derecha les ofrecía un tentador laberinto de callejones para perder a sus perseguidores. 

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06/10/2017, 16:31
Okodar

   No importaba quien (La sacerdotisa..) hubiese tumbado las botellas y alertado a los soldados, el hecho era que se dirigían hacia nosotros luego de dar alarma. -Brr.

   Aún podíamos correr en la dirección contraría e intentar perderles entre los callejones, pero la verdad es que yo no conocía el lugar y seguramente ellos sí; además, yo no era alguien fácil de esconder, así que opté por no moverme para tratar de no llamar la atención por si acaso era yo a quien buscaban. Algo imaginable luego de mi encuentro previo con la patrulla. Tranquilo, Klad..

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06/10/2017, 18:17
Lobo Blanco

Mis orejas se movieron hacia delante, atentas, especialmente al oír la voz de aquel semiogro llamándome "perro". Me detuve, dedicándole una mirada indescifrable. ¿Me molestaba su confusión? No demasiado, en realidad. Era cierto que las diferencias entre un lobo y un perro eran inmensas para alguien como yo, pero las gentes de ciudad no podían comprenderlas. Para ellos, un lobo era únicamente un perro que no había sido domesticado. No entendían la naturaleza primigenia de tan noble animal. Y el semiogro, además, aparentaba contar con una sesera realmente reducida, de modo que ¿cómo podía sentirme ofendido por él?

Salimos al exterior, avanzando por aquel callejón de aromas asfixiantes y muros que se cernían sobre nosotros. Aquello no tenía nada que ver con la espesura del bosque, incluso cuando cerraba el paso de igual manera y cortaba la luz del sol. El lugar era discreto, por lo que mantuve la esperanza de sencillamente alcanzar con calma una de las vías principales de la ciudad y abandonar sus muros con discreción.

Hasta que un estrépido a mi espalda me sobresaltó.

Me giré bruscamente, dispuesto a afrontar algún tipo de peligro, pero no se trataba de eso. Alguno de los otros había derribado una cesta llena de botellas, causando tanto ruido que casi inmediatamente aparecieron por el lugar varios caballeros negros. Retrocedí, situándome cerca de ellos, mientras los caballeros hacían sonar aquel cuerno, y aguardé. No podía hablar en aquella forma, de modo que me era imposible ofrecer una opinión acerca de cómo afrontar el problema. Sólo restaba esperar presto a actuar del modo en que ellos optasen.