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Peligros del desierto

El desierto de Khur es una tierra abrupta y peligrosa donde la naturaleza puede ser dura e implacable, y en la que vagan muchas criaturas peligrosas.

Dunas
Las dunas son colinas enormes de arena creadas por la acción del viento. Las dunas cambian y se mueven con los corrientes de aire, pudiéndose desplazar centenares de pies en una semana y, dependiendo de los vientos predominantes emigrando con el tiempo e invadiéndolo todo a su paso. Con la suficiente cantidad de tiempo, las dunas de arena incluso pueden cubrir asentamiento, y villas, escondiéndolas bajo la arena durante décadas e incluso siglos, hasta que vuelvan a emigrar de nuevo.

A) Arenas movedizas del desierto: debido a la naturaleza cambiante de la arena, es posible que se formen agujeros en las dunas. Estos agujeros se llenan con una capa de arena y polvo extremadamente fina y son muy similares a las arenas movedizas de los marjales, e igual de peligrosas para os incautos. Quienes se acerquen a una zona de arenas movedizas del desierto pueden realizar una prueba de supervivencia (CD 10) para ver el peligro antes de pisarlo, pero las que carguen o corran no tienen la oportunidad de detectar las arenas movedizas antes de caer en ellas. Una zona típica de arenas movedizas puede medir entre 10 y 20' de diámetro
Dentro de las arenas movedizas del desierto, el descenso puede ser inexorable, ya que el peso de la criatura atrapada desplaza la arena. A medida que se añade más arena sobre la criatura, se ejerce más presión hacia abajo, haciendo que desciendo cada vez más rápido. Es posible moverse a su través, requiriendo una prueba de Nadar contra CD 10 simplemente para permanecieres quieto, Sin embargo, si la prueba se falla por 5 o más, el personaje se hunde más en la arena y empieza a ahogarse (consulta la página 303 de la Guía del Dungeon master, para ver las reglas de ahogarse).

B)Deshidratacion:

En los climas cálidos los personajes necesitan dos o tres veces más agua de lo normal para evitar la deshidratación. Los personajes pueden vivir sin agua durante varios dias pasado este tiempo, deben realizar una prueba de Constitución ¡ o sufrirán 1d4 puntos de daño no letal.Los personajes que hayan sufrido daño no letal debido a la falta de agua están fatigados y no pueden correr ni cargar, sufriendo un penalizados -2 en la Fuerza y la Destreza. Hacer algo que normalmente causaría fatiga hace que los personajes queden exhaustos y deban moverse a la mitad de velocidad, subiendo un penalizador -6 en la Fuerza y la Destreza. Después de 1 hora de descanso completo, un personaje exhausto vuelve a estar fatigado. El daño no letal causado por la sed no puede recuperarse hasta que el personaje consiga agua; ni siquiera la magia que recupera puntos de golpe (como un curar heridas leves) cura este daño.

C) Agotamiento por el calor

Durante el día la temperatura del desierto puede alcanzar fácilmente los 38. La exposición prolongada a estas temperaturas puede agotar rápidamente a un personaje y causarle una insolación.Los personajes que sufriran condiciones de mucho calor (por encima de los 40º  deben salvar contra Fortaleza  o sufrirán 1d4+1 puntos de daño no letal. Si llevan ropa pesada o armadura de cualquier tipo se aplica un penalizador en sus salvaciones. Un personaje con la habilidad Supervivencia puede recibir un bonilicador en sus TS y ser capaz de concederlo también a otros personales  

D)Tormenta de arena

Una tormenta de arena inesperada afecta la zona, atrapando a los personajes, en su camino. Los personajes pueden encontrar refugio con bastante facilidad (prueba de Supervivencia CD 15), pero mientras lo hacen hay criaturas que aprovechan la tormenta para cazar. 

El paso por el árido desierto era una prueba complicada para todo el grupo. Sufría el calor y la deshidratación en mis carnes, acostumbrado como estaba a los entornos húmedos y frescos de los bosques aquel lugar tan seco y caluroso me resultaba abrumador. Tenía la lengua seca y la piel marchitada como una planta con poca agua. Sin embargo mis conocimientos de los entornos salvajes nos ayudaron a sortear algunas trampas del entorno y a mejorar la calidad de nuestro viaje. Finalmente pudimos descansar y cobijarnos de una tormenta de arena, momento que aproveché para meditar y realizar mis oraciones a fin de tener preparados mis poderes, pues los iba a necesitar.

Después tomé el mapa y lo observé tratando de orientarme en el mismo y tratar de trazar una ruta. - Bien, chicos, veamos cómo podemos continuar. - Observé al exterior donde la tormenta de arena arreciaba. - Pero antes creo que deberíamos esperar a que la tormenta amainase. - Indiqué al comprobar el exterior. Antes de abandonar el lugar y comprobando cómo me había visto extenuado por el calor insoportable entoné un ensalmo a la diosa de los bosques y los animales para rogar que me protegiera contra aquel calor insoportable, tejiendo con su magia un manto protector sobre mi.

Está muy lejos aún el destino. Estoy cansado y hace mucho calor, digo al resto tras llevar solo un dia de viaje.

Propongo a partir de ahora caminar de noche y descansar de dia, es la manera de moverse por el desierto si no tienes caballos, de lo contrario solo vamos a ser unos despojos para esos buitres que dan vueltas sobre nosotros.

Por cierto, druida, espero que tengas la habilidad de crear agua, no hay muchos riachuelos por aquí, y sin agua estamos bien jodidos.

El sacerdote de Kiri-Jolith estaba exhausto y sudado por todo su cuerpo, el pelo totalmente mojado, así como su bigote. Sólo intentaba respirar, que ya costaba bastante con este calor, la tormenta y todas las plagas del desierto parecían estar cayendo sobre ellos. Había oído hablar sobre el desierto y había leído algún libro sobre ellos, pero esto superaba todo lo que podía haber imaginado cuando dijo que ayudaría a los elfos en lo que necesitasen, estaba siendo demasiado duro. Así que hincó la rodilla en el suelo, cerro los ojos, se apoyó en su espada y respiró largamente y miró al cielo abriendo los ojos y evitando el sol, rezó una plegaria y preguntó a su dios si todo eso era necesario, y tras este momento de reflexión y de duda de fe, recobró fuerzas y tuvo claro que el sufrimiento era necesario para la gloria y que si los dioses lo demandaban debía llevarse a cabo para purificar las almas de sus pecadores compañeros así como la suya para no dudar de seguir el camino correcto en esta vida, las decisiones las escogían los mortales y eso designaba su destino. Se levantó con fuerzas renovadas y siguió al guía y no volvió a aparecer ni un ápice de duda en su misión. Cuando llegaron al refugio descansó como los demás y sacó el polvo a la espada de su hermano y su escudo, así como toda la que pudo de su armadura.

E)Sigilo y deteccion en el desierto

Nota1: Perdon por el offrol que ahora toca, pero ahora segun el modulo van una serie de pruebas que de momento habeis superado y la buena noticia es que dan experiencia asi que subireis a 3er nivel y tendreis que pasaros por creacion para subir

Nota2:Ahora va una serie de encuentros, la ventaja que os doy es que podeis avistar a los enemigos y eludirles, ya que estais cansados por el calor con una tirada enfrentada de avistar, os dare experiencia como si hubieras vencido , para que consigais nivel 3 que vamos retrasados en ese aspecto

Offrol:En general, la distancia máxima a la que se pueden realizar pruebas de Avistar para detectar la presencia de otros en el desierto es de 6d6x20: Debido a las dunas onduladas del desierto en la parte meridional de Khur, sin embargo, la distancia máxima se reduce a 6d6x10: En cada encuentro aleatorio o al aire libre se indica la distancia en la que los dos grupos (los PNJs y el grupo) pueden verse entre si.

Narracion:Contais con un explorador fabuloso , con una vista de aguila que ve a 3 grupos peligrosos 1 ankheg que es como un escarabajo gigante, 3 draconianos que son mitad hombre mitad dragon y 5 jinetes negros cuepor de cintura para arriba hombre y cintura para abajo caballo

Atravesamos el Desierto de Khur algo más descansados. Una vez hubo pasado la tormenta de arena nos integramos de nuevo en las peligrosas dunas. Caminaba en mejores condiciones gracias a que el sofocante calor y sequedad ya no me afectaban, pues estaba bien protegido con mi conjuro. Avancé en la vanguardia, guiando al grupo gracias a mis habilidades para moverme en entornos naturales. Logramos evadir los obstáculos y un par de grupos a todas luces hostiles. Aquellas criaturas del desierto seguramente nos habrían atacado de habernos visto, pero por suerte las vimos antes y fuimos capaces de esquivarlas durante nuestra peligrosa travesía sobre las arenas. 

- ¿Cómo os encontráis? ¿Tenéis fuerzas para seguir? Si es necesario podría intentar buscar otro refugio, pero cuanto antes lleguemos a nuestro objetivo, mejor. - Ciertamente, aunque me gustaban los parajes naturales ahora echaba de menos incluso el cobijo de una ciudad, humana o élfica me era indiferente a estas alturas. El paraje desértico no era de mi agrado, y aunque ahora mismo su calor no pudiera hacerme daño seguía siendo un lugar peligroso lleno de trampas naturales. E incluso no sería inmune al calor por mucho tiempo.

Tras el descanso en el refugio encontrado por Erian, pudieron divisar algún que otro peligro, pero se estuvieron callados y se ocultaron para no ser divisados y no tener que pelear contra ninguna criatura adaptada a este medio sin las fuerzas neesarias para una pelea digna, como manda Kiri-Jolith.

Una vez medio recuperados continuaron el camino y el explorador iba unos centenares de metros por delante por si veía algo avisar al grupo para que se estuviese quieto, y eso hicieron varias veces duante el trayecto, evitando todos los enfrentamientos que podrían mermar aún más las fuerzas del grupo e incluso avcabar con la vida de alguno de sus miembros.

Finalmente alcanzaron un lugar que parecía el objetivo de su travesía por el desierto, un alivio, Robbie dio gracias a Kiri-Jolith por haberlos llevado a buen puerto sin demasiados problemas y renovando su fe en él.

Pues no hubiera sido mala idea un buen combate; por lo menos dejamos de pensar en esta odiosa calor, y quien sabe, seguro que llevan agua fresquita.

El trascurso estaba siendo muy fatigoso, aunque algunos lo soportaban mejor que otros. Lucien no estaba mal, pero su caracter no le impedía estar todo el dia quejándose y echando culpas a otros.

No podía decirlo en voz alta, pero incluso hechaba de menos la oscuridad y el fresco de las cloacas, no así su olor. Meditando para sí, oyó a Erian que había localizado un refugio donde descansar un poco, sin mucha demora, pues cuanto antes llegasen al destino, mejor.

De repente empezáis a oír, en la distancia, el ruido de risas y voces altas hablando y cantando. Vuestros sentidos captan el olor del fuego y de un sabroso venado asándose.

Poco después podéis ver la fuente del ruido. En una torrentera seca hay un campamento de nómadas. Las tiendas de colores brillantes están extendidas como un campo de flores silvestres, vívidas incluso en la luz menguante de la puesta de sol. El campamento parece estar montado en círculos concéntricos, con las tien­das de mayor tamaño en el corazón del campamento, alrededor de una enorme fogata.

Aunque podéis ver algunas figuras entrando y saliendo de las tiendas, y oís el ocasional ladrido de un perro, parece que la mayoría de los acampados están en el centro del campamento, donde aparentemente se celebra una fiesta, Unas figuras con escasa ropa y envueltas de pañuelos ondeantes de tonos alegres bai­lan alrededor de la fogata acompañadas por una caco­fonía de instrumentos tocando una tonada exultante.

Tras sentir aquel olor a carne asada tras varios días en el desierto, encerrado en una celda y por las alcantarillas, risas de gentes divirtiéndose y con una fogata en medio de este erial, hizo sonreir al clérigo levantando su enorme mostacho un par de centímetros. Se giró hacia sus compañeros y dijo.

- Avancemos poco a poco para no asustarlos y terminar con su alegría, debemos presentarnos y ver si nos ofrecen asilo.

Gael maldecía el momento en el que se adentraron en este infierno de arena, era un elfo, hecho para los bosques las selvas y porque no las ciudades, pero si para algo no estaba hecho era para los abrasadores calores de este mar de sequedad.

Arenas movedizas, calor abrasador, dunas que no dejaban ver más allá de unos cuantos metros en la distancia, enormes como montañas que se movían según como sople el viento, viento que llevaba con el gruesas partículas de arenas que cortaban la piel al rosarla, furiosas tormentas de arena que cegaban los ojos por momentos y lastimaban los párpados.

El calor era agobiante, y la deshidratación comenzaba a hacer mella en la voluntad del elfo, que ya se encontraba agotado, cansado y muy fastidiado.

Por suerte para todos Erian, el elfo que hacía poco se les había unido, había demostrado su valía, encontrando un muy aceptable refugio, que les proporcionó una protección mínima pero dadas las condiciones fue una bendición para descansar un poco fuera de tanto viento y arenas volando, pero debieron continuar.

Gael no decía nada, estaba cansado, hambriento y sediento; cuando Erian volvió a demostrar que valía la pena y mucho tenerlo en el grupo antes que nadie divisó a lo lejos un buen número de probables enemigos, eran demasiados y ellos no estaban en condiciones de pelear ni con una mosca por lo que gracias al elfo que los vio a tiempo pudieron esquivarlos y evitar un probable enfrentamiento que hubiera sido fatal para muchos.

Erina comenzaba a agradarle a Gael, no por su personalidad si no por su utilidad y habilidades.

Siguieron sufriendo las inclemencias del maldito terreno y del clima, hasta que de repente un exquisito olor a carne llego a las fosas nasales de todos, así fue como divisaron un campamento de lo que parecían nómades celebrando una fiesta, hasta se veían lo que podrían ser mujeres sueltas de ropa bailando, no podía dejar pasar esa oportunidad, Gael no sabía cuánto tiempo más soportarían este clima.

Robbie habló primero sugiriendo que se acerquen despacio, ante sus palabras Gael movió sus labios por primera vez desde hacía tiempo.

Despacio, rápido, como sea, vamos allá, si no pruebo un bocado de algo más que arena y bebo agua pronto me volveré loco, y también podría hace uso de una buena mujer, no es así Lucien? si eso que se mueve allí no son mujeres y sueltas de ropa, yo soy un enano, por todos los dioses!

¡Vamos!

El elfo comenzó a avanzar junto con el resto del grupo, estaba muerto de hambre y sed, pero no era estúpido, no era nada prudente aparecer de golpe en medio de un grupo y mucho menos estando tan débiles, por lo que estimuló al clérigo y a los demás a que avancen delante por si algo malo llegara a pasar.

Aunque pensándolo bien Robbie tienes razón, debemos ser precavidos, no queremos asustarlos y que esto se tuerza en un enfrentamiento, ve tú delante que eres mucho más dado que yo a las negociaciones, yo te sigo.

Sí Gael, parecen mujeres, pero que me perdonen los dioses que ahora prefiero saborear el olor de ese venado que el de 100 mujeres, se confiesa el libertino mago.

Señor Redneck, estoy de acuerdo con Gael, creo que eres el más indicado para entablar conversación con estas gentes; un respetado clérigo es siempre bien recibido, o eso espero.

- No puedo más si no concordar con mis compañeros. - Siento mientras acaricio suavemente la testa del lobo que me acompañaba. Mi amigo fiel que había travesado las implacables arenas de este desierto conmigo, aunque estos momentos la sensación era más cómoda, gracias a la cercanía del poblado pero sobre todo gracias a ese encantamiento protector que había lanzado para ambos. Mis ojos habían sido útiles esta vez, no estábamos en condiciones de entrar en refriegas continuas, el calor y la sed que ahora sobre todo debían sentir los demás no nos permitiría luchar bien. Esquivando a esos monstruos habíamos llegado a este paraje que quizá pudiera ofrecernos algo de tranquilidad y sosiego. - A veces soy más habilidoso relacionándome con animales que con humanos, de modo que el más capacitado eres tú sin duda, avancemos pues, pero eso si, con cautela. - Dije siguiendo de cerca al clérigo que avanzaba delante.

Esperaba poder encontrar un poco más de reposo aquí, el cansancio seguían haciendo mella aunque hubieran mermado en los últimos momentos, no sabía cuanto tiempo más tendríamos que recorrer esta tierra inhóspita hasta llegar a nuestro destino. Esperaba que aquellas gentes nos fueran de ayuda, tal vez pudiéramos comprarles algo de víveres para el resto del camino, o podrían indicarnos una vía segura a través de las arenas.

Hago un gesto de aceptación a las palabras e invitación de Alakar, y cunado vienen las odaliscas me dejo llevar hasta el fuego junto a los que están disfrutando de la velada para presentarme:

- Buenas Alakar el Silencioso, somos aventureros de tierras lejanas como podrás observar, mi nombre es Robbie Redneck, clérigo de Kiri-Jolith, Dios supremo del bien y de las batallas. Estos son mis compañeros de viaje, alguno más de fiar que otro, pero gente de bien al fin y al cabo. Agradecemos la hospitalidad con la que nos recibís tú y tu gente, pues llevamos varios días vagando por el desierto esquivando peligros y sufriendo sus inclemencias, calor, tormentas de arena, falta de agua...Gracias a nuestro explorador, Erian - lo señalo con la mano- hemos podido llegar hasta vosotros y ponernos a salvo, los demás son: Dunk el caballero, Gaelazair el elfo pálido, Lucien "el hechicero"- señalando a cada uno y dejando un notable malestar al presentar a Lucien por no vestir la túnica de ninguna de las tres torres de alta hechicería.