Partida Rol por web

Miro a Hilda y contesto a su pregunta.

- La verdad es que sé más o menos lo mismo que ya has expuesto. Y no, no creo que estemos solo nosotros buscando el objeto.

- Ya que vamos a tener que trabajar codo con codo sería bueno saber los nombres de cada uno de nosotros. Me llamo James.

Me apoyo sobre la mesa acercandole la mano a james de un forma jovial y alegre,aunque cabe destacar que al apoyarme casi tiro la mitad de lo que habia encima de la mesa.

-Yo soy Ian encantado de conocerte - me giro hacia hilda con una sonrisa - Y aun mas encantado de conocerte a ti espero que nos llevemos bien

Rehuyo la mirada de Ian en su última afirmación.  - Ya veremos... - digo en respuesta.

Miro al hombre que se sentó directamente en nuestra mesa, pero aún no se ha presentado. - Como dije, me llamo Hilda. ¿Y tú eras...? - pregunto finalmente. - Lo siento pero no me quedé con tu nombre...

Jugueteo con la botella mientras miro por la ventana del bar. El autobus no tardará mucho más y, de alguna forma, preferiría conocer más a los que serán mis compañeros en esta misión. Me vuelvo para observarles uno a uno. Es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre ellos. Sin poder evitarlo me giro hacia el hombre del abrigo, que sigue leyendo el periódico y niego con la cabeza.

Asintió ante las palabras de la mujer en silencio. Ciertamente llevaba razón en que hacerse con el objeto no iba a ser cosa sencilla. El grupo parecía variopinto y auguraba padecer de discusiones hormonadas, la cosa se volvía emocionante.

- Si es a mi, me llamo Eckhart, un placer. - Miró al resto.- ¿Qué se os da bien? Se que son muchas preguntas pero tienen sentido.

- Atención señores pasajeros, el autobús con destino a Bodie va a efectuar su salida de la dársena número 8 -anuncia una voz por megafonía

Hagger deja el dinero encima de la barra y cogiendo sus cosas de mochilas y eso sale despreocupadamente hacia las darsenas. Por el camino se acerca a la mesa donde estan sus compañeros ( y algún familiar)  

- Va tocando moverse. 

Era hombre de pocas palabras de eso no hay duda, pero en su afable rostro se podía entrever un alto sentido del deber.

Me levanto de un salto, esto empezaba a ser aburrido haber si tengo suerte y me toca al lado de la chica guapa, me desperezo y voy hacia la puerta ajustandome la chaqueta de cuero me pregunto si sera seguro dejar la moto aqui bah es un pueblo perdido no una ciudad llena de truhanes, antes de salir me giro hacia mis compañero que permanecen sentados

-Venga chico, este sitio ya cansa..

Me levanto de mi asiento y cojo mi maletín.

- Bueno, vamos a ello. - digo saliendo de la cafetería y acercándome a la dársena 8.

Ahora empieza lo bueno.

Puso un par de pavos en la mesa para pagar su bebida y se levantó recogiendo su mochila y encaminándose con el resto al bus. Se echó a reir por el camino, pensando en lo variopinto del grupo, pero la verdad, se sentía bien teniendo a otros cerca:

- Bueno, si nadie se opone, yo me pido ventanilla. - Dijo encogiendose de hombros.- Aunque si la chica me pide la ventanilla, pues sea, que no se diga que Eckhart no es caballeroso.

Me levanto cargando la mochila sobre un solo hombro. Escucha a sus compañeros mientras saca el billete del autobús. "Espero que los asientos estén numerados. Hay demasiada testosterona por aquí", pienso mientras lo compruebo.

- Sí, vamos... Ya va siendo hora de que nos pongamos en marcha.

Salgo del bar y me dirijo al autobús. Descuelgo la mochila del hombro para pasarla al interior del vehículo a la altura de mis piernas, de forma que llame menos la atención cuando le doy el billete al conductor. Subo a la camina y ocupo mi asiento, algo intranquila por toda la incertidumbre que rodea al viaje.

El viejo autobús destartalado os conduce hasta el pueblo abandonado. La carretera no está en muy buen estado, por lo que el viaje resulta bastante incómodo. Afortunadamente, Bodie no estaba muy lejos, y en media hora ya habéis llegado. Ahora mismo son las tres de la tarde, y nadie más iba en el autobús con vosotros. Parece ser que no es un destino muy popular.

- Bueno, si se van a quedar por aquí curioseando, sepan que dentro de tres horas volveré para recogerles. Disfruten de su visita.

El pueblo no es muy grande, apenas un puñado de casas abandonadas y medio derruidas, con un complejo minero en lo alto de una colina al norte. La parte de la mina se encuentra en mejor estado, pero aún así se nota que ya lleva tiempo abandonada. El pueblo está rodeado por una verja, pero esta ha sido abierta en muchas zonas a golpe de cizalla. Parece ser que la vigilancia ha desistido de mantener la zona bajo control y las puertas de la verja están abiertas. La única advertencia es un letrero que dice: "Peligro: riesgo de derrumbes. El Estado de California no se hace responsable de accidentes o daños que puedan ser causados por el mal estado de la zona". Al lado de la puerta, podéis ver una moto aparcada.

Al bajar del autobus me quedo mirando toda la zona. De repente algo llama mi atención.

Junto a la puerta de la verja hay una moto aparcada. Maldición. Alguien se nos ha adelantado.

- Chicos, permaneced atentos. Hay alguien más en el pueblo además de nosotros. - digo señalando la moto.

Saludo al conductor del autobús cuando nos dice que pasará a recogernos.

- Tal vez tres horas no sean suficientes para ver todas las instalaciones del pueblo. ¿Tiene algún plano para poder centrarnos en lo más importante? - le pregunto amablemente.

Mientras espero su respuesta reparo en la motocicleta. Frunzo el ceño y le pregunto nuevamente al conductor.

- Pensé que el tráfico estaba restringido en esta zona. ¿Hay un guardia por aquí? ¿Conoce esa moto? Si alguien se está colando en esta zona deberían apuntar la matrícula.

Cuando terminamos de hablar, bajo del autobús y me acerco al resto del grupo, sin dejar de mirar la moto. - ¿Alguno de vosotros es policía? - pregunto. - ¿Podríais tratar de localizar esa matrícula, por si acaso? 

Con el pequeño plano que me ha dado el conductor del autobús, dedico un momento a orientarme localizando los puntos más importantes del pueblo. Acostumbrada a hacerlo en la montaña, no me cuesta más de unos segundos encontrar la dirección. Una vez hecho eso, me acerco a la motocicleta y trato de buscar algún rastro para saber hacia dónde ha ido su dueño y el tiempo que hace que está aquí.

Escuchando a Hilda lo de la matrícula me llevo la mano al bolsillo y cojo el móvil.

- Disculpad. Lo tengo en Vibración pues no me gusta que suene. - digo mientras me alejo un poco mientras manejo el móvil.

Mientras me alejo marco el 1 y espero que me comuniquen con la central.

- Jina, soy James O'Shean. Necesito urgentemente identificación de una matrícula. ¿Puedes mirarmelo ahora? - le digo. La matrícula es ..... (le digo el nº de matrícula).

Hagger se baja del autobús despreocupadamente. Estaba acostumbrado a peores viajes y este la verdad es que por lo menos siendo solo media hora no era tan malo. Aún recordaba sus vacaciones por España, cuando visitó un pueblo llamado Fresneda de Altarejos, eso sí que era una carretera mala. 

Viendo la moto no pudo evitar una sonrisa ante la reacción de sus compadres. Se movían nerviosos por una moto. 

- Mientras sólo sea una moto no va mal la cosa. Será alguien que está aqui por lo mismo que nosotros. 

Tranquilamente se acerca a la moto y toca con el dorso de la mano el motor de arranque de la moto, para hacerse una idea de cuanto tiempo llevaba ahí parada. Si alguien acababa de llegar era una cosa, si la moto llevaba ahí varias horas, era algo totalmente distinto. No pensaba que entrañase peligro alguno. También miró el suelo para ver si había alguna huella o alguna marca que pudiera indicar el paradero del dueño de la moto, o por lo menos el que la había pilotado hasta el pueblo