Partida Rol por web

Selina no dijo nada cuando vió aparecer a Lucas en el interior de la habitación, sin embargo, le dedicó una mirada divertida y deshinibida. En realidad no le hubiera importado que se uniera, pero por su actitud dedujo que no le hacían nada de gracia el tipo de actividades que estaban llevando a cabo.
Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando notó como Sebas succionaba su sangre.Clavó las uñas en la espalda del cainita, haciéndole unos profundos arañazos; le gustaba causar dolor y el sabor dulzón del sagrado maná que los mantenía no-vivos noche tras noche, le nublaba el sentido.
Se dejó llevar, no existían los límites para ella. Le clavó los colmillos en las heridas de la espalda y dejó que la sangre corriera. Después lamió toda la piel, saboreando el líquido carmesí y todos los fluídos que Sebas quisiera generar.
La orgía se sexo, sangre y dolor se alargó durante varias horas hasta que el sópor les llevó a quedarse dormidos.

Siendo vástagos, aunque sus cuerpos sean humanos, las sensaciones son diferentes. Los no muertos tienen las carnes más duras y tersas, pero hay otras desventajas… El erotismo de Selina no es suficiente para superar al letargo de los músculos, y no porque le falte, sino que simplemente ahora otra fuerza controla esos órganos, la de la muerte.

Es necesario recurrir a la vitae para que su compañero tenga una firme erección, aunque gracias a los dioses no les cuesta nada mantenerla largo tiempo… Vuelve a recurrir a ella para poder eyacular, y lo que sale no es la blancura acostumbrada, sino rojo néctar que los mancha a ambos. Aunque… hay que admitir que huele mucho mejor, y es mucho más excitante de esa forma.
Lo mismo ella debe lubricar su intimidad gastando vitae, pero es un mínimo gasto asumible en aras del delicioso entretenimiento. La sangre corre entre ambos, fluyendo dentro y fuera de sus cuerpos, así como esos deseos tan humanos, pero igualmente placenteros.

¿Para que hablar de los juegos que pueden darse, entre un sumiso y una dominadora? Además, unos para quienes los límites del dolor son otros, no los humanos, y la fatiga no existe. Lucas tiene mucho que oír y ver, incluso oler, antes de que al fin el amanecer los llame al descanso forzadamente.

Anochece. Sebas y Selina despiertan desnudos, entrelazados en un mismo catre de su oscura y austera habitación. Lucas hace lo propio en el catre que le ha tocado al otro lado. La pension esta bastante callada, como siempre tal cual saben los que ya pasaron algunos días aqui. 

La lluvia sigue cayendo afuera. Es cuanto les acompaña mientras abren los ojos y se encuentran con sus desiciones del dia anterior. 

En el comienzo de la noche Sebas vuelve a despertar y, tras la noche pasada, con mucha más hambre. Pero la experiencia había merecido la pena, la gallega le había dado una espléndida noche ni siquiera recordaba como habían acabado, pero que más daba!

Esa noche aunque hubiera temas importantes, él tendría que dedicarle unas horas a alimentarse adecuadamente.. Besó en un pecho a Selina, y tras un leve mordisco en la punta que sobresalía comentó:

-MMM, ayer te dejé llevar la iniciativa, pero no siempre será así ... Hay que probar el otros papeles... ya hablaremos...Ahora lo que quiero es alimento.

De un salto se desesperezó y tras estirarse sin ningún pudor se vistió para salir a cazar...Mirando a los dos compañeros de habitación:

- ¿Vienen a dar una vuelta y comer un poco? Hay que intentar disfrutr estas últimas noches..

-Sí que debo salir a cazar... Tengo hambre; además, tal vez debería encontrarme otra ropa. Esas putas ratas destrozaron mis pantalones.
Salió de la cama y volvió a ponerse el conjunto de encaje, fué al baño que había en la sala principal para limpiarse algunos restos de sangre seca. Después se puso la ropa, que ya estaba seca junto a la chimenea. -Y....¿donde piensas ir a cazar? necesito un bar.

Sebas echó una ojeada pícara a Selina. - No sé si colaborar en que encuentras algo de ropa para taparte... A lo mejor alguna de las compañeras te puede dejar algo ...

Echando una ojeada a Lucas.

- Os doy quince minutos y salimos de casa ok? Respecto al lugar...Si quieres ir a un bar vallamos, pero buscaremos uno que esté animado.

A pesar de lo agitado de la noche, después de unas horas de sueño me siento reparado y listo para afrontar lo que esta noche me depare. Lo que ha habido entre Sebas y Selina no es nada que no haya vivido duante mi tiempo en la cárcel, pero que no me molestase más allá de sentirme como la quinta rueda prefiero tomar mis precauciones para mi próximo descanso y buscarme otro rinconcito para dormir.

Me levantó y me pongó la camisa. Aunque la idea de ir a alimentarme resulta tendadora, no me mata ir al mismo lugar que estos dos. Si me dieran a elegir, preferiría buscar alimento por mi cuenta; además, no quiero perder la fe de que tal vez ya se sepa sobre el paradero de Cristóbal, de mi manada, o que tal vez por algún milagro mi compañero ya estuviera allí. Así que voy a la planta baja, donde es más probable que encuentre a Quesada. 

La pensión vampirica esta silenciosa cuando se van levantando, pero no por mucho. Cuando salen finalmente ya están abajo el Che y Lucrecia, charlando. La segunda al mando es una atractiva metalera, y producida a lo zorra luce genial, aunque por otro lado tenga una boca que le sentara a un camionero tranquilamente… Es tan estereotípica que solo le falta tatuarse el nombre del clan en la frente, si no fuera que la tinta de los tatuajes se cae cada noche.

El resto van bajando, algunos ya alistados, otros en eso, a buscar el desayuno envasado. Notan que la mayoría van producidos y entonces recuerdan en que no hay tiempo para ir a cazar. La reunión es ahora mismo. Habrá que conformarse con el juguito envasado, frio y tan sabroso como una leche sin azúcar, pero nutritivo a fin de cuentas…

-Desayuno de campeones como dicen en la tele. +ríe suavemente Agustín, tomando a pico de una de las botellas antes de pasarla. Son envases de plástico que pertenecieron a gaseosas sin duda. Se guardan en una heladera de la planta baja. Sebas sabe que las trae un pibe que no es del grupo, un independiente caitiff, y seguramente un boludo que no tiene idea de lo que ustedes son realmente. Son estaría acá… o seria cenizas.

Mirando las magras reservas de la heladera, pueden ver que no hay manera de que sea suficiente para saciar los “impulsos extras” que gastaron algunos en la noche, por no hablar de gustos. Pero la otra es convencer a alguien que les de su ración, o escaquearse de alguna forma…

Tomó una de aquellas malditas raciones embolsadas, -menuda mierda... No pudo evitar que su mente volara hacia los ruidosos baños de alguna discoteca lugar, donde sin duda podría beberse a algún chico borracho. Pudo notar el sabor el sabor de la sangre alcoholizada bajando por su garganta y no pudo evitar sentir un escalofrío. -Lucrecia, reina. ¿Podrías prestarme algún pantalón sin bocados  de rata?Si tienes eso, o un eyeliner seré tu esclava...
El tono era juguetón, como casi siempre. Todo en Selina decía a gritos que le encantaba jugar... ¿de que forma?, solo algunos privilegiados lo descubrían.
 

Miró con ansia la botella que le pasan y se la bebe en unos segundos, mientras piensa que aquello no es lo más ideal para la noche que le espera, mirando al resto:

- ¿ustedes puede prescidir del desayuno? Algunos tuvimos una noche bien movida ayer con el encuentro del informante y necesitamos más que este escaso aperitivo...

Mirando al Ché y a Lucrecia:

- No creo que sea una buena idea presentarme a la reunión con el hambre que tengo

Tomó mi ración sin quejarme. Un poco es mejor que nada, y para empezar la noche es algo. De seguro, o al menos eso espero, podré conseguir un alimento más sustantivo en un futuro próximo; pero ahora tengo más ansias de saber lo que se discutirá en la reunión que de pensar en festines. Apuro la vitae y luego le echó una ojeada a mi ropa, tratando de alisar la camisa, como si realmente alguna vez me hubiera importando mi aspecto.

Por lo menos espero que sepan el maldito que está haciendo todo esto. ¡Ya creo que lo mataré con gusto!

La hermosa Lucrecia mira a ustedes y esboza una leve sonrisa. Blanca, bella y fría como una estatua, podría haber sido una Toreador quizás, si no fuera por sus maneras y una indiscutible furia interior que explota con facilidad. Incluso antes de ser una Brujah.

-Subí y cámbiate. Vas a tener chance de lucirte. Ahora voy y te ayudo, a ver si ese culito tan abultadito entra en alguno de mis pantalones... +responde socarronamente a Selina, para luego volverse a Sebas+ Vos aguántatela y quédate tranqui. Calavera no chilla. Ponete las pilas en parecer cuerdo y capaz que te dejo salir temprano. Si no, te meto dos estacas. Una en el corazón y la otra por el culo, ¿estamos?

Aunque lo dice suave, amistosa, no cabe duda que también habla perfectamente en serio, y sus palabras son aprobadas por el Che con un cabeceo cansado, como aseverando algo que ya ha hecho antes…

La propuesta de Sebas no encuentra mucho eco despues de eso. Aunque Fabiana casi se muestra dispuesta a compartirle, la mención de una “noche movida” le hace fruncir el ceño… Pensándolo bien, puede que los ruidos de los juegos de anoche los hallan oído todos… y una mirada en derredor, entre sonrisas cómplices  (o quizás envidiosas) parecen comprobarlo. Nadie se traga eso de la pelea, incluso Valentín que estuvo en ella niega con la cabeza. Las palabras de Lucrecia remachan el asunto.

Lucas por su parte puede terminar de desayunar en paz y rápidamente se pone predispuesto. Ahora van a tener una probada del trabajo serio, mezclarse con gente que no tiene nada que ver con el Sabbat. Van a tener que ser muy medidos en sus actos o palabras… o encontrarse en medio de un quilombo muy epico. ¿Cuantos anarquistas iran? Del grupo este, parece que todos, pero una mirada atenta revela que faltan dos.

Ni el Yona ni Sandra han vuelto.

Nada más oir las palabras de Lucrecia Selina se dirige rápida a la habitación. Busca algo entre las ropas de la Brujah, no está tan mal a fin de cuentas, ropa negra y ajustada. No era exactamente su ideal de belleza, pero era sensual y no estaba lleno de mordiscos de ratas.
Se metió como pudo en los apretados pantalones que acompañó con un top, el menos "racial" que encontró, una cosa era que Lucrecia le prestase ropa y otra que pareciesen hermanas.
Se maquilló como de costumbre,a pesar de que los colores que usaba Lucrecia no le resultaban muy favorecedores encontró un punto intermedio entre lo que solía ponerse y lo que pudo hacer con las cosas de Lucrecia.
Se miró de arriba a abajo para darse a si misma el visto bueno.

Sebas acepta con resignación las palabras de la provocativa Lucrecia, esperando que no surjan problemas en la reunión.

Bebe su ración embotellada y como ha advertido la reacción de Fabiana, se sitúa cerca de ella para intentar ver si el ha afectado el encuentro con la gallega.

- Tal vez esta noche cuando terminemos la aburrida reunión, ¿podamos ir algún lugar a cazar y a recuperar el feeling entre hermanos?

Terminado el somero desayuno y tratado quizá en vano de arreglarme la pinta, me acercó hasta donde están los demás, esperando como yo al comienzo de la reunión. No puedo evitar que se me salga una risita al ver el trato que Lucrecia les dispensa a Sebas y a Selina, y más de la posición en que me vi obligado a estar anoche. ¿Quién les manda? ¡Si están con sed es porque ellos se lo buscaron!, me digo a mí mismo, sintiendo hasta cierto punto vengado. Por otra parte, aunque tal vez Lucrecia y yo seamos del mismo clan, prefiero mantener mis distancias con ella. ¡Me recuerda un poco a Davo!

Mientras espero con los demás me quedó observando alrededor. Aunque tengo poco tiempo allí, y no conozco casi a nadie, me doy cuenta de que entre nosotros falta gente. ¿Les habrá sucedido lo que ocurrió con mi manada? Que miembros de esta manada estén ausentes no me afecta en lo más hondo, sólo me hace imaginarme lo tan peligroso que será esta aventura; y tal muestra de miedo logra enfurecerme todavía más. ¡Mataré al maldito que esté detrás de todo esto!

Cuando Selina baja lo hace muy a su gusto, con un pantalón ceñido a los muslos, un top y una modesta capa de maquillaje. El par de expresiones aprobadoras que recibió abajo justificaron su elección, aunque noto una mirada cómplice entre Lucrecia y Eliana luego de que ambas la vieran, como algo compartido entre ambas que le concernía.

Ya después de eso, tuvo que atender los ánimos aun calentitos de Sebas, mientras Lucas parecía atender sus propias preocupaciones. Pero los tres tuvieron que centrarse al cabo de un momento.

El Che hablo a todos en general.

-Vamos, gente. Nos juntamos en la estación de Warnes, ahí a la vuelta del hospital. Autos separados. Lucre agarra la camioneta, Valen el auto y yo llevo la chata. El resto se acomodan con quien quieran.

Hace una pausa, frunciendo los labios levemente.

-Esto es para los nuevos sobre todo, pero no está mal los viejos nos recuerden. Los pibes que vamos a conocer ahora son el aguante anarquista. No tienen puta idea. Cuiden bien lo que dicen, ¿ok? Si se les escapa algo háganse los pelotudos. Es mejor que los tomen de boludos, putas y pajeros, a serlo realmente. Si pueden caer bien, mejor que mejor. La mayoría tienen algún gancho con la camarilla así que “alguna” data de lo que ande pasando deben tener. Háganla bien y quien sabe cuánto ganen. Caguenla… y nos pueden joder a todos.

Chasquea los dedos expresivamente, como algo que estalla... o arde en un segundo. Hora de irse.