Partida Rol por web

Mascara, imagen. Por que te haras pasar. Es algo que todavia no habian hablado realmente, ya que obviamente no van diciendo que son sabbat, todos tienen historias falsas que cuentan a los anarquistas...

-Sólo alguien que encontró un buen espectáculo... comentó tranquila en un tono de voz muy bajo mientras se acercaba lentamente a la pareja.

Sebas escucha el comentario despectivo de Pablo, y sonríe mientras contesta:

- Boludo, si vamos a terminar como el resto en polvo, ¿no piensas que sería mejor llegar habiendo disfrutado o estando agobiado por que hacer y que no hacer? Disfrutemos del momento hermano, ya tocará afrontar los problemas cuando nos los topemos... Pensamos con la cabeza pero es un gran placer disfrutar de los juegos con la pija y la argolla

De inmediato se pone en guardia.

-Eh… flaca, esto es privado. +responde, frunciendo el ceño enojada+ O sea… raja de acá.

Aparta a su novio, quien sonríe avergonzado y se incorpora.

-No se Sofi… entre los tres…

-Ay, que pajero sos! +recrimina la otra chica de inmediato, captando la indirecta al momento. + Te calentas con cualquiera y enseguida te llenas la cabeza, boludo!

-¿Y quedarte con hambre para las cosas serias? +apunta+ Eso ya paso… lo de garchar es algo que hacen las bolsas de sangre, los humanitos. Somos vampiros. Estamos para mucho más.

Lo dice con una firmeza absoluta en el tono, perfectamente convencido. Y realmente…

-Cazar. Eso sí es un placer para nosotros. Y cuando no esté la Camarilla, vamos a poder salir a hacerlo libremente, justo como en Mexico… llenar las calles de cadáveres.

Te mira de lado. Lo de la sangre es algo cierto al fin y al cabo. Y mas considerando con quien la gastaste. No obstante..

-Bueno, todo depende. A algunos le cuesta más, vampiro “superado”. +acota + La mayoría no pedimos esto y a varios nos gustaba como estábamos antes. Cuesta abandonar lo de ser humano, con sus gustitos. Lo mismo para eso de matar indiscriminadamente... A mi, al menos, no me va.

Frunce los labios, de todos modos, porque no puede refutar completamente las palabras de Pablo sin empezar a sonar como uno de los camarillas... o peor. Algun vegetariano...

Selina sonrió; le divertían aquellas escenas de celos. -Escúchale reina... sabes que tarde o temprano te lo va a pedir, todos los hombres sueñan con estar con dos mujeres. Y... ¿quién mejor que una desconocida a la que jamás volverás a ver? Le guiñó un ojo a él, - mi amor, lo podríamos pasar de miedo. Pero perece que a tu novia le doy miedo.

No hay drama, yo tb avise ando semiout por sobrecarga de laburo. Todo bien. solo avisame si necesitas unos dias y yap

Los anarquistas como bien decis, se han deslindado, mas que nada de la Camarilla. El Sabbat... no suele dejar que nadie salga, pero a veces por accidente puede pasar si. O bien son Caitiff, sea por su sangre mezclada o porque su sire los abrazo y abandono sin enseñar, o mil razones mas. No tienen ganas o habilidades para ser peones de la Camarilla ni creen la filosofia de Sabbat ni en la violencia, y buscan instaurar alguna clase de tonteria moderna, como una democracia vampira, o mas bien un social-comunismo. Hippies... o vampiros adolescentes.

Asi que tu historia de cubierta no necesita ser muy elaborada realmente ni un nuevo es llamativo, a no ser que sea algo incoherente.

Me bajo del automóvil con la sensación de que después de todo no me ha ido tan mal con estas dos. Si le caigo bien a Lucrecia mejor, la otra la verdad que ni me importa. Estoy un paso más cerca de dilucidar este misterio (o al menos eso espero) y de partirle la cara al maldito que esté detrás de las sombras.

¿Pero si le maldito que está entre las sombras es Cristóbal? Las sospechas de Lucrecia de que un Lasombra pueda estar detrás de todo esto no dejan de rebotar en mi cabeza; y en cierta forma me niego a pensar que mi compañero de desgracias sea el malvado de la historia.

- ¿Fachada? - preguntó sorprendido. - Bueno, como vamos como anarquistas, lo mejor será que me haga pasar por uno de ellos: un anarquista que ha llegado hace poco a Buenos Aires con algunos de los suyos. ¿Qué te parece?

Hace una sonrisita triste al espejo.

-Sí, pero conta como fue… Tenes que tener una idea armada para las preguntas, como te separaste de tu sire, quien era, de donde sos vos, sobre tu vida… ese tipo de cosas.

Cruje sus nudillos suavemente. Elizabeth en tanto baja del vehículo, acomodándose rápidamente el vestido.

-Te van a sondear viste. La mayoría son muy pibes y no saben mucho, pero otros como Kaos o Yum y alguno mas de los mayores, son vivos, y están curtidos como el Che, conocen mucho de la movida. No les gusta la Camarilla, pero menos les gustamos nosotros. Sino, estarían en nuestro grupo, tenelo por seguro. Si te descubren, alto bardo se puede armar. No nos va a quedar otra que estacarte y dejarte al sol... Así que pensala bien.

Ella tambien abre la puerta para bajarse. En tanto, añade.

-Ah sí, y si sabes alguna disciplina rara, no la muestres. ¿Ok? Nada peor que un tipo nuevo que juegue con las sombras o la carne para que se pongan en guardia. Lo mejor es que no las uses para nada.

El chico asiente levemente, mientras sonríe.

-Sí, eso parece. Pero estaría bueno... los tres acá abajo de la lluvia...

Te tiende la mano, pero la tal Sofi le sujeta la muñeca con fuerza.

-No seas pelotudo. Ni la conoces a esta mina. ¿Qué te pasa?… +hace una breve pausa, mirándolos rápidamente a ambos+ ¿O si la conoces? ¿Me estas guampeando pajero?

Su tono final tiene un deje de ira, y es evidente que esta por ponerse a gritar mientras el rojo de sus mejillas se enciende ante las ideas que se esta armando.

Asiento con la cabeza, y hasta en cierto punto agradezco mentalmente la preocupación de Lucrecia. La verdad es que tiene razón. No puedo ir a ese lugar sin una idea para hacerme pasar por un anarquista. Aunque espero no encontrarme con los Che Quesada de los anarquistas, no puedo ser tan iluso como para pensar que no sere interrogado exhaustivamente por alguien.

- Lo pensaré - prometo. - Armaré mi historia. Y con respeto a cualquier disciplina pierde cuidado. Entendí bien lo de pasar desapercibidos.

Mientras me bajo del vehículo y acompaño a Lucrecia y a Elizabeth al lugar a donde vamos pienso en como reforzar mi historia. La verdad es que nunca he sido muy bueno para inventarme cosas, pero sé un par de cosas sobre las mentiras y una de ellas es que entre más elaborada es se hace más difícil de mantener, así que prefiero mantener las cosas casi pegadas a mi historia.

Lo mejor será pasarme por un ex convicto, y que en la cárcel conocí a mi Sire. Tal vez debería añadirle que mi Sire pertenecía a uno de esos tantos grupos mafiosos que abundan en la cárcel, y que era medio parcha y me vio como un buen culo. Tal cual lo hacía "papi" (siento un escalofrío de sólo recordar a ese hombre), mi Sire visitó mi celda con regularidad para satisfacer sus deseos carnales conmigo (aunque no estoy muy seguro de si debo contar esto, ¡espero que no!) y no me le pude resistir pues mi vida mortal corría peligro en sus mangos. Un día de esos me muerde y me vuelve un cainita, y pocos días después el maldito arma una redada, en la que aprovechó para escapar (aunque no me habían invitado a la fiesta, no tengo pedo en colarme en ella). Después de eso no he sabido nada de mi Sire, y sintiéndome incapaz de encajar con grupos tan cerrados como esos malditos de la Camarilla o del Sabbat, he preferido llevar la vida de un nómada. Mis pasos por la Argentina me han llevado a Buenos Aires, donde dada la casualidad me encontré con dos de aquellos tipos que pertenecían al grupo mafioso de mi Sire y estos me han hablado de este lugar. Como busco ser util con la causa de instaurar una democracia vampirica he venido a ver como se mueven los aires por aquí.

Con las dos chicas como tus acompañantes salís del estacionamiento para encarar hacia un edificio cercano, el cual resulta ser un gran almacén, el cual te trae ciertas nostalgias. Tiene parecido a aquel en el cual tuviste tus primeras noches. Hay dos guardias al frente, quienes tras dar un vistazo a tus acompañantes dan el ok. Vos sus objeto de una mirada más intensa, pero las sonrisas de Lucrecia y Eli, junto a sus manos tocando tus brazos, te permiten el acceso.

Adentro la cosa cambia. No es un lugar como aquel deposito.

Se trata de un espacio amplio, con tribunas en tres lados y un improvisado escenario principal, con micrófono incluido. Se pueden ver además instrumentos ahora cubiertos por lonas. En total unas 25 o 30 personas se encuentran sentados en las tribunas o de pie, charlando en grupitos. Podes distinguir facilmente dos clases de personas. Los que visten cuero y latex son la mayoria, pero otros van de jeans y camisita, con un aire mas erudito. No ves a nadie conocido, al parecer son los primeros de la banda del Che en llegar.

-Este es uno de los localcitos clandestinos de Kaos .La mayoria de los que estan son de la bandita de él +te comenta Lucrecia+ Acá dan conciertitos privados y se llena de chiquitos under, porro, merca… Comida fácil. Aunque podes terminar muy mareado tras esas meriendas.

Sebas escucha las dos posturas, la recatada de Fabiana era más acorde para relacionarse con humanos, pero las palabras de Pablo señalaban la diferencia entre cainitas y humanos, ellos eran el alimento y como tal su porvenir era escaso.

- Pablo tienes razón, estamos para más, pero no nos engañemos somos pequeñas gotas en un mar de intenciones malsanas. No me malinterpretes, prefiero esto a que me manejen como esos malditos camarillas... Pero, ¿Por que no disfrutar con actos, humanos o no?.

Mirando a Fabiana con una sonrisa: - Estoy con vos, disfrutemos de lo que éramos a la vez que evolucionamos en nuestra condición, Eso sí, ahora toca hacer relaciones y averiguar de que va todo esto, con otros como nosotros

Entró sin mirar mucho a los lados ni fijar la vista en nadie en particular, como si fuera un simple peón arrastrado entre Lucrecia y Elizabeth. Este lugar sin duda me trae recuerdos, pero intento que los recuerdos de tiempos felices (aunque realmente no fueron muy felices que se diga) traspasen a mi cara, lo peor que podría hacer en este momento es mostrarme demasiado sensible.

Avanzó a esta especie de pequeño anfiteatro sin separarme de las dos mujeres. ¡Cómo que somos los primeros en llegar! Que estemos los tres aquí solos no me da ninguna sensación de seguridad, si es que puedo pedirla en este lugar. Espero que los demás lleguen pronto o que nadie se me acerque con ansias de un interrogatorio. Hacerme el tonto, hacerme el tonto, eso es lo que hay que hacer.

La tal Sofí está cansando a Selina, no tiene tanta hambre como para necesitar específicamente alimentarse de la pareja, y está además el Che esperando en la furgo. -En fin; tengo cosas que hacer. Me habría gustado jugar un rato con vosotros, habría sido rápido, placentero e irrepetible. Pero... querido asúmelo, tu novia es demasiado sosa, no estarás con otra en tu vida.
Continuó andando bajo la lluvia con su contoneo habitual,sus pasos lentos y rítmicos que traían de cabezaa a tantos humanos. Volvió en dirección a la furgo.

Con la mirada algo nostálgica del chico y furibunda pero feliz de Sofia, regresas a la camioneta sin ver nada más que levante sospecha.

El Che sigue dentro, esperándote. Una vez subes puedes notar que su expresión no es para nada feliz.

-No hay caso. No da tono y la señal es malísima. Podríamos buscarlos nosotros pero no me la voy a jugar, perderiamos mucho tiempo. Ellos saben cuidarse. +te informa, mientras enciende la catramina de nuevo.+ ¿En qué demorabas?

No obstante eso, Lucrecia tiene otras intenciones. Eliana se separa sin gran ceremonia, para abordar uno de los grupitos que parece liderado por un chico greñudo, de largo pelo castaño.

-Ese es Facu, el baterista. +te comenta, mientras suelta tu brazo+ Yo voy a buscar a otros. Ya sabes. Mézclate.  Y si ves uno rubio con tatuaje de rosas en el brazo escapa, ese es Kaos.

Seguidamente te abandona, comenzando a recorrer con la mirada las gradas, buscando a algo o alguien de los que tiene ya conocidos.

Sentís el peso de varias miradas encima. Mezclarse. Tan fácil lo dice. Pero vos no tenes ni tetas ni el carisma. ¿Cómo empezar ahora a ser lo que nunca fuiste?

-Y la mayoría son como yo, ya vas a ver. +asiente cándidamente+ Igual hay algunos de los mayores que ya van pensando de otra forma. Sera el “viejazo”...

Pablo gruñe algo ininteligible, o quizás simplemente una maldición.

-Nah, o sea, somos todos inmortales, lo sé. +sonríe, captando su desagrado+. Creo que los mayores no tienen ni 60 años, ¿no? Pero comparados a los nuevos, ya les pega una diferencia. Se nota.

Vuelve la mirada hacia vos y añade en voz baja

-Imagínate como pensaran los viejos de verdad. Alexandria tiene como 500…