Partida Rol por web

      Probablemente a causa del miedo, mi concentración no era la debida, y no tardó en notarse... la criatura logró acertarme con facilidad, y nuevamente mi deuda de vida para con la cota de malla aumentó, pero lo que es peor, guiado por el impulso de la rabia pero con un ultimo atisbo de duda, mi golpe erró el blanco por mucho... Debía intentar calmarme, separé ambos pies en una posición más defensiva al tiempo que me concentraba para lanzar un tajo segador contra el brazo del engendro.

Eshara se acerca sigilosamente al engendro que ha derribado a la maga pero éste la ve en el último momento con el rabillo del ojo y consigue evitar la mayor parte del daño. Aunque así, solo su pelaje consigue hacer que el daño no vaya a mayores...

Imbrodiel vuelve a disparar a toda velocidad. Esta vez la flecha no parece tan certera...

Imbrodiel lanza un flechazo al revenger que tenía más cerca, pero apenas si lo roza, despertando aún más su ira si cabe. Éste se vuelve y le lanza un garrazo al estómago que el elfo no puede esquivar y que le hace sangrar.

Darren sufre el acoso del engendro con el que lucha, y éste consigue acertarle un garrazo que le hace tambalearse y dar un paso atrás, hacia el engendro que estaba con Tayza. Éste, dando por enemigo débil a la maga que está en el suelo, se gira y arremete contra él. Darren no se lo espera y es golpeado con un garrazo espeluznante de la bestia, la cual aprovecha para intentar clavar los colmillos. Pero su armadura es espesa y esta vez consigue amortiguar el impacto y se queda en un futuro moretón...

Marwina tiene sus propios problemas con el engendro que le acecha, y nota correr la sangre tras el lacerante impacto de una garra en su hombro...

Agh...mascullo Marwina al notar las sucias uñas del monstruo penetrar en la carne de su hombro maldito engendro del culo de los olvidados insulto tratando de ahogar el dolor con furia, calzando una nueva flecha a su atacante; tenia que acabar pronto o seria la nueva cena...

El engendro aúlla de dolor con la flecha clavada en su tripa...

Las bestias nos estaban ganando terreno, de hecho, habían conseguido separarnos, aunque por suerte ya no iban a por mí y se habían centrado en Darren que sufría el acoso de dos de ellas. Desde el suelo puedo observar como Imbrodiel está en uno contra uno con una bestia y que ésta le da un zarpazo en el estómago cuando el elfo falla su ataque. Por otro lado Darren también lo está pasando mal con lo suyo. Ambos parecían necesitar ser curados así que en la misma posición empecé a conjurar un hechizo de sanación en dirección al elfo, el siguiente sería Darren...

      La situación no pintaba bien, la criatura estaba logrando hacerme retroceder y no veía el momento de liberar mi golpe devastador sin comprometer mi defensa, es más... en cualquier momento iba a superarla... y la superó, un zarpazo me alcanzó, haciéndome retroceder precipitadamente para evitarlo... y entonces un calambrazo de dolor subió por mi costado. De pronto me encontraba luchando contra dos de esas criaturas a la vez, y si no hacía algo rápido, iban a hacerse conmigo. Ignorando el dolor, aparté el escudo para darme mayor amplitud de movimiento y, con un único golpe de lado a lado, puse toda mi fuerza en un ataque devastador, dirigido contra ambos seres.

Darren parece haberse puesto las pilas, pues en un arranque eléctrico de su brazo armado, parte por la mitad a las dos criaturas que habían osado atacarle.

Por su parte, Eshara no se queda corta y apuñala a uno de los engendros que quedan, aunque apenas si le roza...

Imbrodiel rugió de dolor tras encajar otra vez las garras de la bestia. Sin embargo, la magia de Tayza entró en él y se sintio recuperado al instante. Con la subida de adrenalina llegó lo que Imbrodiel solía llamar "uno de sus momentos de serenidad". El tiempo pareció ralentizarse cuando disparó dos flechas tan rápidamente que nadie le vió recargar. La primera acertó con gran violencia en la bestia y la segunda, se incrustó en su lomo violentamente y le permitió a Imbrodiel prepararse para esquivar su siguiente acometida (si es que se levantaba).

Entre aullidos y miradas asesinas, los dos engendros que quedan danun salto y hullen entre las caravanas, internandose en la oscuridad de la noche y el frondoso bosque. Podríais perseguirlos, pero sería peligroso pues la oscuridad es poco aconsejable para el rastreo. Además, por el modo en que se os acercaron, diriais que ellos se mueven bien en la oscuridad reinante.

Mientras mirais en derredor para comprobar que no hay más amenazas, os sorprende un sollozo que va in crescendo. Os giráis y véis a Eshara arrodillada al lado de uno de los cadáveres. Cuando os fijáis, os asalta el horror. ¡Es el cadáver de un elfo! Miráis al otro, y percibis el mismo panorama. Os dáis cuenta que tienen las mismas marcas de las heridas y la magia con las que habéis abatido a los dos engendros.

Imbrodiel se gira rápidamente al escuchar el lamento y no puede evitar que se encoja el corazón al darse cuenta de lo que pasa. ¿Eran los amigos de Eshara? ¿Tan rápido han sucumbido a la infección? A uno se le helaba la sangre al pensarlo.

Imbrodiel se arrodilló al lado de la elfa y le susurro...

-Vamos, Eshara. No podemos hacer nada por ellos. Debemos intentar salvar a los que aún no hayan sido corrompidos. No debemos retrasarnos.

Al igual que el elfo, yo también me giré para ver que le ocurría Eshara. Caminé con paso rápido para encontrarme con los dos cadáveres y ella al lado llorando la pérdida. Con algo de empatía se podía saber como se sentía la elfa Dalesiana, había participado en dar muerte a sus propios amigos.

—No sé de dónde sacarás la energía Imbrodiel pero a mí me gustaría seguir descansando un par de horas —comenté dando mi opinión—.  Apenas hemos dormido y hemos caminado muchísimo. Además, tengo que examinar a Darren, ha recibido muchos golpes, esperemos que las garras no hayan perforado mucho su armadura...  —continué mirando a Darren para ver si se encontraba bien. Y luego están las heridas no tan superficiales, me dije mentalmente mirando a Eshara, será ella la que necesite más descanso—.

      El grito de agonía de Eshara terminó de quitarme de la cabeza la idea de perseguir a esos seres... antes de girarme, ya imaginaba que la elfa no estaba herida, al menos no fisicamente, reconocía el sonido de un alma herida con facilidad, pues yo mismo había proferido algún grito semejante. Mi gesto pesaroso no se vió demasiado alterado por la sorpresa al ver los cuerpos de los elfos y asimilar lo ocurrido.

      Avanzando con lentitud me acerqué a nuestra guía, mi propio dolor olvidado, pues en mi entrenamiento se me había enseñado que un buen caballero debe proteger a los demás, nada que ver con la arrogancia de la mayoría de los nobles fereldanos. Arrodillandome frente a los elfos, con la espada clavada en el suelo frente a mi, musité una breve plegaria.

Andraste, tu que no hiciste distinción entre las razas, acoge a estas pobres y torturadas almas y guíalos hasta la luz del hacedor.

      Entonces escuché las palabras de la sanadora, y me giré hacia ella.

No te preocupes por mi, encargate primero de ella, quizá sepas facilitarle el sueño o... algo.

Por el aliento del hacedor....silbo entre dientes Marwina ante el espectaculo..eran dos malditos elfos, esas cosas eran elfos...pero que clase de magia estaba obrando aqui...fuera lo que fuese, Marwina apreto los dientes, examinandose el rasponazo del hombro con precaucion, el elfo corrupto le habia dejado una fea marca en el hombros con sus garras o lo que sangre de los olvidados fueran sus armas...

Aqui no...comento ante la idea de parar para descansar...demasiado expuestos a mas de....se callo incapaz de asimilar lo que habia visto y siendo incapaz de encontrar una palabra para no ofender mas a la elfa, bastante tenia con ver muertos a sus amigos; eso siempre es un mal trago...