Partida Rol por web

Me pongo a observar todo el terreno, y especialmente hacia donde señala el señor McGregor.

-Esos bichos tienen un sentido interesante de lo macabro.

Al mirar en la dirección que indica León, véis que lo que señala no puede ser otra cosa sino un cuerpo colgado de una de las ramas superiores del árbol.

-Pobre hombre... ¿Quién será? ¿Quizá el otro guía?-dijo Collins. Tras sacar la escopeta, empezó a acercarse lentamente, intentando no ser pillado por sorpresa por nadie. 

Desenfundé mi revólver y comencé a caminar tras los pasos de Collins... pero dejando una distancia prudencial. 

Quería cubrir a mi compañero, pero no me atrevía a acercarme al cuerpo... no después del incidente de la cabeza...

Al acercaros al árbol véis que el cuerpo cuelga en una postura grotesca y escalofriante, váis a tener pesadillas (Gregor y León, pues Marlowe y Collins han visto cosas peores) está en muchísimo peor estado que la cabeza o el cuerpo de la cabaña, está ya casi totalmente descompuesto, apenas es un esqueleto cubierto por jirones de ropa mugrienta. Aunque si bien es cierto que desde abajo no sóis capaces de distinguir nada más o de saber si lleva algo encima.

Collins hizo una mueca al ver aquello. Desde luego, el espectáculo no era agradable... Pero lo mejor sería investigar más aquello. Algo le decía que León, el más cercano a él, no tenía demasiadas ganas de acercarse al cadáver. Suspiró y dijo, respondiendo a una pregunta que nadie había formulado:

-Está bien, lo haré yo...

Y empezó a trepar para ver aquello más de cerca. 

Ver el bulto desde la distancia ya me causa sensación, así que saco el revólver por si las moscas y mantengo una distancia de seguridad tras Collins y McGregor. Por supuesto ni me acerco a trepar al árbol, no después de lo de la cabeza. No quiero que nadie pierda la cabeza y lance el cuerpo al suelo.

Retrocedí por precaución un par de pasos cuando vi a Collins trepar... pero seguí con el revólver preparado por si las moscas.

Muertos. Muertos por todas partes. Acabaremos todos hechos cadáveres. Collins no debería trepar, podría acabar muerto. Muertos. Granger duerme con los peces. Norton despedazado en Groenlandia. Bhule y Bill habrán sido colgados por los monos. Mathieson deber haber muerto de viejo, Ethelrod habrá tenido un accidente. Todos muertos.
Esos malditos monos no nos cogerán desprevenidos. Hay que tener la dinamita a mano. Fuego a los monos. Fuego a los monstruos en forma de serpiente. Fuego a todo.

Collins sube al árbol y se acerca al cuerpo colgante para verlo más de cerca, en un momento dado, rebusca en sus bolsillos. Un par de segundos después saca un trozo de papel.

El cuerpo está prácticamente descompuesto, congelado y con la ropa hecha jirones. Lo poco que queda del atuendo del hombre le identifican como a un trampero y en un de sus bolsillos encuentras un trozo de papel medio roto en el que puede deducirse que se trata de Jerry, el otro guía contratado por Bhule y Donna. El que murió a manos de los indios según Bill.

Tras salir de mi trance pesimista llamo a Collins.

-Collins, ¿ha encontrado algo de interés?

Al escuchar la pregunta de Marlow retrocedí un par de pasos y apresté el revolver por si acaso... Entre la cabeza y el cuerpo mis nervios estaban a flor de piel... si surgía algo repentinamente lo más seguro es que se llevara un tiro.

Miré a Collins y esperé su respuesta.

-Pues... Aún es pronto para asegurarlo... Pero creo que Bill nos mintió. Caballeros, les presento a Jerry, el otro guía. O, al menos, lo que queda de él. 

- La verdad es que no tengo muchas ganas de saludarle y menos aún de estrecharle la mano. ¿Qué hace aquí colgado de un árbol?¿no se lo habían cargado los indios?

-Puede que haya cogido una insolación. ¿Qué tenía en el bolsillo?

-Un papel que parece indicar que es el tal Jerry. Desde luego, el pobre diablo está destrozado. Cada vez me creo menos que hayan sido los indios. 

El cuerpo está tan hecho polvo que es imposible distinguir nada, habría que ser médico o un experto para poder descubrir algo en cuerpo como ése.

Lo que sí descubres, es que a no mucha distancia en un claro, un pequeño poblado indio con una docena de grandes chozas al pie de una colina.