Partida Rol por web

La Marca Argéntea 5e

1C. La senda del Aventurero

Cargando editor
11/12/2016, 01:24
Aniel

Mierda!, aunque es normal, creo que nis encontraremos mas de un grupo de Kobols por estos lares, asi que si estoy de acuerdo contigo Eldintel, haremos guardias, yo haré la guardia que sobre. Ademas como has dicho movernos no evitara que nos encuentren, ellos conocen el territorio y nosotros no.
miro al grupo y digo:- Somos 6, así que haremos tres turnos, uno de 3horas y dos de dos horas y media. Decir preferencias, si alguien necesita coger la primera o la ultima o dormir toda la noche por lo que sea que lo exponga ahora antes de empezar a descansar.
Por otro lado deberíamos atar bien a los caballos, pony y mula y acumular nuestros enseres al lado de donde dormimos, y si es posible dormir con armadura, que no sera mi caso, y con las armas al lado para armarse rapido si somos atacados. Por cierto, la mia sera la guardia mas larga, la de 3horas, asi que quien este conmigo debe saberlo.

Notas de juego

Apuntados los Px en notas...
se duerme 8 horas?, si son de 6 horas son a 2h por grupo.

Cargando editor
11/12/2016, 17:39
Diesa EscudoDorado

Hacia el poniente, las últimas luces del día se regaban sobre el horizonte en rusientes pinceladas; del otro lado, la oscuridad bañaba los riscos. Pero nada de eso interesaba a la exhausta y malhumorada Diesa que se encontraba atareada ultimando los detalles antes de echarse a dormir. Había lidiado todo el viaje con el caballo, mascullando maldiciones y amenazando al noble e inocente animal con transformarlo en su cena.

—¡Kobolds! ¿Has escuchado, Diesa? ¡Son kobolds!—aulló Orsik, mientras brincaba de entusiasmo ante la idea de batirse contra aquellas horripilantes criaturas.

Pero la joven enana no estaba muy receptiva al buen humor de su compañero, estaba exhausta. Y fue así que masculló entre dientes, indiferente ante la perspectiva de un enfrentamiento con aquellas salvajes criaturas:

—¿Y qué quieres que haga? ¿Qué los convide a cenar? —inquirió, al tiempo que se quitaba el camisón de mallas.

—¡No, Diesa, no te quites la armadura! ¡Pronto regresarán! ¡Muchos de ellos! Y, ¡por las barbas de Moradin!, recibiremos a esas alimañas como se merecen! —exclamó.

—Entonces monta guardia y diles que regresen más tarde, cuando  haya descansado y esté de ánimo para recibir visitas.

—Pero Diesa…

La enana ignoró las protestas de su compañero y, alzando la voz, respondió a los requerimientos de la Aniel.

—Yo me encargaré de la última guardia.

Dicho esto, escrutó minuciosamente en derredor, prestando especial atención a los riscos y hendeduras que asomaban en las inmediaciones. Luego, con la ayuda de Orsik (y bajo el persistente eco de sus reclamos), emplazó la tienda al reparo de arteros ataques desde las alturas y se acomodó en la misma, pero sin cerrarla para que no la sorprendieran desprevenida y para salir presta, llegado el momento. A regañadientes, accedió al pedido de Orsik y se dejó puesto el camisón de mallas y las armas al alcance de la mano, pero estaba tan exhausta que muy pronto se quedó dormida arrullada por las voces de sus compañeros que aún debatían sobre los kobolds.

(Y que la clemente mirada de Sharíndlar sea mi reposo, susurró.)

Y la vigilia de los que aún velaban fue la fuente de la que se nutrió su sueño…

***

Harnoth no podía dormir, pese a que la noche era una gran quietud y a que unas cuantas estrellas persistían en las últimas grietas del cielo. La vida en los confines norte de Faërum estaba acurrucada y hasta el retumbe lejano de la tormenta era otra forma del silencio. El guerrero cerró los ojos esperando el sueño. Giró hacia el costado de la tienda donde descansaba su hacha. No quería recordar los sucesos del día; y sin embargo, mucho rato después, seguía tratando de comprender el sentido de los tambores. ¿Qué acaecía en la ciudadela? ¿Por qué el llamado de los tambores? Inquieto, giró hacia el otro costado y recordó lo que los ancianos decían: que el sueño jamás iba donde lo llamaban, y siempre donde lo desairaban. Entonces, para que el sueño sintiera el desaire, se ocupó en distinguir y separar la respiración de cada uno de los que dormían en las tiendas contiguas. Pero antes de comprobar si los ancianos tenían razón, escuchó unos ruidos que parecían venir del lado del viejo robledal.

El guerrero se puso de pie con solo un movimiento silencioso y enseguida estuvo fuera de la tienda con el hacha en una mano y el escudo en la otra. Allí permaneció, inmóvil, hasta asegurarse de que nadie estaba tan cerca que pudiera sorprenderlo mientras se alejaba para averiguar lo que ocurría. Y aunque los buscó, no encontró a los que estaban de guardia. Maldijo por lo bajo y se dirigió sin ningún ruido hacia uno de los extremos del claro y, cuando casi llegaba, una niebla helada se cernió sobre él mientras avanzaba bajo la cobertura de la noche. La fría niebla descendía tan rápida y espesa que al principio creyó que debía tratarse de algún hechicero enemigo. Luego se dio cuenta que la helada era natural. Sucedía con cierta frecuencia en aquella región, especialmente en esta época del año. Sólo hacía unos minutos se había orientado por el brillo de las estrellas que se filtraba por los resquicios que dejaban las desnudas ramas de los árboles; ahora casi no podía ver las palmas de sus manos.

De repente, los orificios de su nariz se llenaron con un olor penetrante y fétido. Hizo una mueca silenciosa. Fuera lo que fuera eso, olía como un cadáver podrido. Luego cayó en la cuenta: ¡Orcos! Nada más podía oler tan mal. Debía estar frente de un grupo de ellos, pero sus ojos no podían ayudarle en esa encrucijada mientras permaneciera la niebla. Mantuvo el aliento al tiempo que escuchaba alguna señal de la localización de los orcos. Luego percibió que algo se estaba moviendo hacia su izquierda, quizás a varias decenas de pasos de distancia. Por el sonido estimó que era seis o quizás siete, deslizándose a través del bosque. Apretó los dientes y, muy lentamente, se puso de cuclillas y se preparó para el ataque. Entonces la niebla se aligeró y, entre el campamento y lo más espeso del bosque, un extraño grupo de animales giraban sin sentido aparente. Osos, lobos, venados, ardillas… Las bocas de todos ellos tenían la forma del llamado: gruñidos, aullidos, balidos, chillidos… Sin embargo, nada se escuchaba. Harnoth avanzó hasta hacerse ver. Apenas los animales notaron su presencia detuvieron la marcha y un oso muy viejo se adelantó unos pasos. El enano lo veía con demasiada nitidez, teniendo en cuenta la distancia y la oscuridad que había de por medio. El oso volteó su enorme cuerpo y alzó sus garras hacia el suroeste. Harnoth siguió el movimiento.

Los montes Lauvin solo podían verse, desde aquel improvisado campamento a la vera del Bosque Frío, en los nítidos días del estío y únicamente si se trepaba a los árboles más altos; y aun entonces era un contorno que subía sobre el horizonte y bajaba enseguida. Para cuando el enano giró la cabeza, los montes estaban allí tapándole el cielo, derrumbándose sobre el campamento, el bosque y su vida. Harnoth prolongó un grito salvaje y, por instinto, levantó el escudo. Pero los montes detuvieron su caída y se abrieron como el surco de la huerta de un campesino. Y por el surco, avanzaban veloces innúmeras bestias descoloridas, fétidas y espantosas. Estaban lejos y cerca, y sus desgarradas ropas no ondeaban con el viento de la carrera. Por primera y única vez en su vida, el guerrero retrocedió. Para entonces, el llamado de las animales se había transformado en una estridencia insoportable. A través de los bestias descoloridas el enano vio una tierra de muerte: Y en algún lugar una voz evocaba el llanto de los pájaros…

Aun envuelto en las garras de aquella pesadilla, Harnoth se despertó agitado y miró en derredor. El hacha seguía apoyada a un lado. Y el silencio también. Faltaba muy poco para el alba, y un poco menos para que el resto de la compañía despertara y comenzara los trajines de la jornada. Regresaba a la ciudadela, los tambores reclamaban su presencia. Cubierto con un manto de piel, Harnoth abandonó la tienda con la sensación de que era la segunda vez que lo hacía en el curso de esa noche. Afuera estaba el mundo familiar y el guerrero respiró hondo. Un gris opaco asomaba tras los velos de la noche. Por el sur, cubriéndolo todo, venía otro gris, macizo como las montañas. Los dos enanos que estaban de guardia se cuadraron ante su presencia. Harnoth recorrió la zona escrutando cada minúscula señal, cada huella, cada ruido y cada silencio. De regreso, recogió algunas semillas para masticar.

—Diesa —murmuró.

Notas de juego

La malhumorada Diesa reserva para ella la última guardia y Orsik hace guardia cuando la compañía lo disponga. =)

Por otra parte, Diesa dedica un buen rato a escrutar los alrededores, con especial énfasis en las alturas, para elegir el mejor sitio donde armar la tienda. Master, si corresponde alguna tirada, vos dirás.

Cargando editor
11/12/2016, 23:47
ZzGarath

Garath se bajó del caballo agradecido. Sus posaderas se lo iban a estar recordando durante mucho tiempo, y tan solo había pasado un día. No quería imaginar cuando llegaran a su destino.
Iba a quejarse de sus dolores al bajar cuando Eldintel les avisó de los kobolds. Eran criaturas asustadizas cuando están solas, pero a veces se envalentonaban si el grupo era númeroso. Toda precaución que tomasen sería poca.

Sí. Desde luego lo mejor es hacer guardias. Así al menos siempre habrá dos que puedan dar la alarma y retener a los demás en caso de combate. Los Kobolds pueden haber huido, pero seguro que volverán y en mayor número.

De ser posible me gustaría la última guardia. Así tendré tiempo de preparar mis hechizos para el día siguiente.

El mago ayudó en lo que pudo para montar el campamento, que no era mucho pero le ponía intención. Y en cuanto hubo comido algo se preparó su petate. Vio la tienda de la enana, sintió algo de envidía por ella y se metió en su saco cerca del fuego.

Cargando editor
12/12/2016, 00:10
Aniel

Bien Diesa y Garath harán la ultima guardia, Yo la que sea y faltan por pronunciarse Vater, Eldintel y Orsik, digo rápidamente. Venga que no tenemos toda la noche para decidir, si no las dictare yo. Pero a mi parecer si voy con Vater u Orsik, mi guardia seria la mas larga y seria en medio. y si estoy con Eldintel, seria la primera.
Mirando a los tres interesados que faltaban digo:- Bien, que decís?

Cargando editor
12/12/2016, 00:26
ZzEldintel

- Haré la primera, luego dormiré, y rezaré mis oraciones después, con el alba. 

Cargando editor
12/12/2016, 00:34
Aniel

Vater, tu la haces con Orsik , con Eldintel o conmigo?

Cargando editor
13/12/2016, 07:54
Diesa EscudoDorado

El buen Orsik bostezó ostensiblemente y se rascó la cabeza. Diesa y Garath dormían y los que quedaban despiertos no terminaban de decidirse. Y el enano comenzaba a aburrirse.

Los kobolds no regresaban y el ansioso Orsik comenzaba a creer que ya no lo harían. ¡Ni en esas sucias criaturas se podía confiar! Y, entretanto, las guardias no se definían.

¿Aniel, Eldintel o Vater?

¡Qué lo decida la suerte!— exclamó y arrojó una moneda al aire. — Cara, Aniel; ceca, Eldintel; y Vater de canto —dijo y le guiñó un ojo al mediano.

Era su moneda de la suerte: siempre caía de canto no importaba lo que hiciera o cómo la arrojara. Salvo por esa noche...

¡Cara! —dijo, incrédulo. Y volteó la mirada hacia la elfa. —Me toca hacer guardia con Aniel.

Definitivamente la suerte de Orsik había cambiado, pero el enano ignoraba si debía alegrarse o preocuparse...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Que quede al azar.. Entonces 1°guardia: Eldintel y Vater; 2°, Aniel y Orsik; 3°, Diesa y Garath.

¿Y Vater...? ='(

Cargando editor
13/12/2016, 15:00
Vater D'eproot

La jornada había sido larga, no llevaba jornadas así después que sus familiares habían decidido mudarse a tierras mas coloridas años atrás, la vista fría y árida de las montañas se contrastaba con las planicies fértiles que descendían, las ramas de los arboles parecían palillos con apenas algunas hojas, los zorros buscaban conejos y los conejos refugio.

Así se sintió por un rato, rasgo algo dentro de su morral, dejo su daga lo mas al frente que pudo, pero un segundo pensamiento le hizo quitarla del mismo y colarsela entre el cinturón y su camisa, se sintió reconfortado de sentirse a si mismo como un aventurero. Alguna vez había matado conejos y animales pequeños, o ahuyentado a algún lobo molesto con fuego, pero esto era distinto, ahora se sentía con propósito.

Hablo con Orsik durante el camino, busco hacer buenas migas con Garath, Aniel y Diesa, mientras el elfo-bonito-del-bosque-254 parecía estar en trance con el pasto y la nieve, así que lo dejo así. Su abuela siempre le contaba de Elfos extraños que adoraban el pasto y después degollaban a sus primogénitos el 5 día de Khes, y la fecha se acercaba, el mediano no estaría dispuesto a estar cerca del elfo ese día, o algunos días antes o después...

Fue entonces cuando dando los turnos de guardia, trago saliva y carraspeo nervioso, tendría que montar guardia con ese extraño elfo y temía por los kobolds y por las historias de su abuela... pero no podía demostrarles al resto lo supersticioso de su comportamiento, así que decidió hacerlo y comprobar si las historias de la abuela, eran ciertas o no.

De todas formas ya lo sabia... Vater ya lo sabia... esa noche no iba a dormir...

Cargando editor
13/12/2016, 23:27
Aniel

Bien Orsik, tu conmigo, la próxima vez elegirá Vater con quien quiera,Hasta que encontremos la mejor combinación. En todas las guardias debe haber un hábil luchador, al menos.
Dicho esto digo:- Buenas noches, me voy a dormir un rato, cuando nos toque a Orsik y a mi despertarnos.
Y de la misma se va a su lugar a dormir después de comer alguna ración fría.

Cargando editor
05/01/2017, 20:41
-Dungeon Máster-

La noche cayó fría como una cascada gélida sobre el grupo. Los caballos fueron liberados de sus cargas, alimentados y amarrados a un tronco muy cerca al campamento, parecían cómodos a pesar del frío penetrante.

La primera guardia de Eldintel y el mediano pasó en calma, pero con un nerviosismo evidente por parte de Vater, cuando llegó la hora, despertaron a los siguientes y el mediano se acostó a dormir. Los esporádicos relinchos de los caballos despertaban a cada nada al pobre mediano, mientras asustado miraba al Elfo mientras conservaba una sobrenatural calma ¿Sería verdad la historia de su abuela? estaba seguro que no, pero al tener uno de esos seres de orejas puntiagudas tan cerca y como compañero de guardia, empezó a especular e imaginarse escenarios terroríficos y diferentes alternativas de escape a esos escenarios.

Llegó el turno de Aniel y Orsik. El jóven Enano empezaba a tomarse en serio su papel de aventurero. Había empezado el viaje como el escudero y acompañante de Diesa, desde tierras lejanas a donde se encontraban y ahora era parte de una compañía de aventureros de la cual empezaba a sentirse orgulloso. La vieja sangre guerrera enanil corría por sus venas y poco a poco empezaba a bullir.

Un relincho de los caballos alertó a Aniel que envió a Orsik a investigar, este, con antorcha en mano y espada en otra no logró a observar nada.

En ese instante, un silbido sonó como cuando el viento intenta ingresar sobre una abertura pequeña. Una fracción de segundo después una pequeña flecha cayó del cielo, cerca al fuego. Enseguida, una tormenta más cayó sobre los aventureros, estaban siendo atacados!

4 de ellas se dirigieron a Aniel quien tuvo que maniobrar y gastar energía para esquivarlas, alguna rozó su brazo pero no causó mayor herida.
Orsik salió bien librado, las flechas cayeron un poco lejos de su posición, pero algunas alcanzaron a golpear los caballos quienes se sumieron en un frenesí de relinchos y empezaron a levantarse en sus dos patas, en cualquier momento reventarían sus sogas y saldrían huyendo desesperadamente.
Eldintel meditaba, consciente de su entorno. Para su fortuna logró esquivar las flechas que venían hacía él con un gran esfuerzo.
Vater y Garath dormían (o intentaban hacerlo) y ante tal alboroto despertaron como un resorte. El pequeño mediano salió bien librado, pero una flecha golpeó al mago a la altura del corazón, por fortuna, en ese mismo lugar, llevaba su grueso libro de arcana antigüa. El libro quedó arruinado, pero aún estaba con vida y asustado.
Diesa no había sido víctima de los ataques, dormía dentro de su tienda y no había sido detectada por lo que sea que estuviera atacando, pero ante tal alboroto despertó y se asomó para observar lo que ocurría afuera.

Una lluvia de flechas había caído sobre los héroes, se podía contar una veintena de ellas y la noche prometía más lluvias de ellas. A lo lejos, se escuchaban gañidos y ladridos pero ni el Elfo ni la Enana (con infravisión) podían verlos. Estaban posicionados más lejos de lo que su visión podía penetrar la oscuridad. Sin embargo, la luz de la fogata iluminaba perfectamente al grupo.
El combate apenas iniciaba y aún no sabían ni a qué ni a cuántos se enfrentaban, ni siquiera sabían dónde estaban sus enemigos. El terror de una noche combinada con la artería de una emboscada, las cosas no tenían buena pinta.

- Tiradas (5)

Notas de juego

2 Khes, Año 2 de la era de la alianza.
Lunoscura, Frío y Nieve.
Próximo Post: Lunes

10 Px a todos por postear

COMBATE
- Diesa CA15 (11Pg):
- Aniel CA17 (2/12Pg):
- Vater CA12 (8Pg):
- Eldintel CA15 (2/9Pg):
- Garath CA11 (2/7Pg):
- Orsik CA14:

Mi tercer conjuro será un segundo "curar"

Eldintel. En 5ta edición, los conjuros funcionan de forma diferente a digamos 3ra edición de D&D.
Primero que nada debes meterte en la cabeza 2 términos clave: "Conjuros preparados" y "Slots de conjuros" 
Aquí tu tienes un número X de conjuros que puedes "preparar" por día, generalmente la fórmula está dada en X= Nivel + Modificador de atributo mágico (INT para magos, SAB para clérigos, CAR para bardos).
De ese número X de conjuros, tu puedes escoger la combinación que deseas y de los niveles de conjuro que desees (siempre y cuando puedas lanzarlos). Si eres un clérigo de nivel 5 con +3 SAB, puedes preparar 8 conjuros, esos 8 los preparas entre conjuros de niveles 3, 2 y 1 en la combinación que desees. Puedes preparar 5 de nivel 3, 2 de nivel 2 y 1 de nivel 1, o todos los 8 de nivel 1.
Luego está el concepto de "Slots de conjuro", es la capacidad diaria que tienes para lanzar esos conjuros "preparados". Estos slots SI evolucionan a medida que avanzas de nivel.
Tú podrías haber preparado 8 conjuros de nivel 3, pero si solo tienes 1 slot, solo podrás lanzar uno diario. Los slots se borran a medida que los lances, pero los conjuros "preparados" no se borran de tu cabeza cuando los lanzas.
Yo suelo relacionar los "preparados" como versatilidad y los "slots" con capacidad. Y sé que eres ávido conocedor de 3.0/3.5 así que aquí la magia funciona como los conjuros del hechicero de esa edición, la diferencia es que los conjuros conocidos (de esa edición) se vuelven conjuros preparados en esta edición y pueden ser cambiados diariamente.

Así que para preparar los conjuros, todos deben ser diferentes, no sirve de nada "preparar" 2 curaciones.

Apuntados los Px en notas...

Si te gusta llevar un resgistro personal, bien puedas. Pero la información de los PX de cada uno están registrados en el personaje que dice "Estado de PJs grupo C".

se duerme 8 horas?, si son de 6 horas son a 2h por grupo.

Las reglas dicen textualmente que un descanso largo debe ser de al menos 8 horas de las cuales 6 deben ser de sueño. las otras 2 pueden ser para actividades ligeras como leer, cocinar, charlar, etc.
Pero vamos, aquí se puede ser un poco flexible en cuanto a eso y si en el post describo que Vater no pudo dormir bien, no significa que no haya cumplido su requisito para el descanso largo. Y en cuanto a las guardias, así en esos turnos como quedaron está bien, no hay que ser tan estrictos con eso, vamos, ni que tuvieran relojes en sus muñecas para calcular exactamente 2 horas de guardia. ;)

Cargando editor
06/01/2017, 12:47
Aniel

Me acerco a un árbol fuera del circulo de luz y me protejo la espalda con el, mirando a la oscuridad, me agacho saco el arma y pongo mi escudo delante para protegerme la mayoría del cuerpo. Luego digo:- alguno de vosotros puede lanzar algún conjuro de luz?, si es así, que lo lance a algún árbol lejos del campamento a ver si vemos a alguno de esos cabrones. y por cierto, alejaros del fuego, que nos ven perfectamente. Alguien sabe algo de esas criaturas?. a mi la luz me daba igual, pero la infravision no llegaba a verles a ellos, así que había que inventar cosas para verles.

- Tiradas (1)

Notas de juego

tiro sabiduría por si conozco a esas criaturas y tienen infravision como yo, y otras cosas.

Cargando editor
06/01/2017, 17:16
Diesa EscudoDorado

Entre los secretos velos del sueño, un resquicio de la vigilia se filtró con el inconfundible trémolo de la batalla que se cernía sobre la compañía. El mortífero siseo de las saetas, los desesperados relinchos de las bestias, el atroz gañido del enemigo que acechaba y las voces de sus propios compañeros.

Diesa se agazapó al reparo de la tienda y escrutó en derredor. Un lluvia de flechas se derramaba sobre el campamento, amenazando con trocar en alfileteros a sus compañeros. Observó a Orsik, antorcha en mano, intentando calmar a los aterrados animales. (Malditos kobolds, pensó.) Si perdían las monturas estarían en serios problemas...

La enana no podía ver al enemigo, pero calculó una veintena, dada la copiosa lluvia de flechas. Aún no tenían heridos ni bajas, pero era solo cuestión de tiempo si no hacian algo para evitarlo. El problema era que los kobolds se mantenían muy bien ocultos. Pero toda acción deja un rastro, como cualquier criatura. Siguió el trayecto de las flechas hasta donde sus ojos le permitían para hacerse una idea desde dónde provenía el ataque, aprovechando su posición privilegiada. (No en vano había dedicado tiempo a escrutar los riscos y hendiduras de las elevaciones para decidir el emplazamiento de la tienda.) Presta, calculó que se encontraban a unos ochenta o cien pies sobre ellos. Entonces buscó desde dónde caían las inevitables arenisca y pequeñas piedras, producto de algun movimiento entre los riscos para establecer un punto más exacto. Cuando lo encontró, buscó la mirada del enano y le señaló con un silencioso gesto (no deseaba perder su precaria "invisibilidad") el sitio más probable donde se emplazaban los kobolds y con otro ademán le ordenó arrojar la antorcha hacia el punto señalado.

Orsik vaciló un brevísimo instante, algo confundido; luego asintió y haciendo acopió de todas sus fuerzas blandió la antorcha y la envió hacia donde Diesa le indicaba.

¡Por las barbas de Moradin! ¡Allá! gritó, al tiempo que la antorcha surcaba el aire iluminando las alturas. ¡Allá, encima de ese risco!

Atenta, Diesa observó el trayecto de la antorcha. Y maldijo entre dientes no tener un arco, estaban a demasiada distancia para un sortilegio, pero quizá alguno no. Se agazapó ligeramente, lanza en mano y conservando su oculta posición, mientras se concentraba y preparaba para una invocación.

Sharindlar, en vuestra infinita clemencia, guiad la mano de quien os invoca...

Notas de juego

Diesa agazapada en la tienda, conserva su posición para continuar inadvertida y se prepara para un lanzar un conjuro y/o arrojar la lanza contra algún kobold si se encuentra a tiro.
Orsik arroja la antorcha para iluminar las alturas, y si hay suerte, quemar a uno de esos bichos. =P

Cargando editor
06/01/2017, 21:52
ZzEldintel

Eldintel no necesitó que nadie le dijese qué estaba pasando, el feo corte en una pierna de una flecha que la había atravesado era argumento suficiente.

Girando sobre sí mismo tomó el arco y se movió a una zona donde tuviese algo de protección de las rocas.

Notas de juego

Tomo nota del tema de conjuros, hay una clase de Psiónica en 3.5 o PF que funciona exactamente así: x conjuros disponibles de los que elijes los que tienes ese día y sobre esos pues como hechicero.
Voy a echar un vistazo más serio a la magia de 5ª.
Por el momento mi otro conjuro será Healing Word, para poder curar a distancia.

Acción de movimiento recoger el arco, y otra para buscar ocultación (si no fuimos muy imprudentes, supongo que tendremos modo al menos de tener ocultación parcial)

Cargando editor
08/01/2017, 23:55
ZzGarath

A Garath no le gustaban los sobresaltos en general, pero desde luego este tenía había logrado ponerse en cabeza del peor de ellos.
No sólo les habían acabado atacando los kobolds. Sino que estaba herido. Quizás para algún otro aquello no fuera más que un mero rasguño, pero el mago era de constituación más bien débil.

Bueno. Lo primero es lo primero. No puedo dejar que vuelva a pasar.

Escuchó como alguién, ¿Aniel?, pedía que conjurasen alguna luz. Pero la verdad es que el mago tenía otras prioridades. Lo primero fue lanzarse un conjuro defensivo, cuando terminó el aire a su alrededor rieló por un instante. Cuando acabó se alejó del fuego en busca de un lugar con algo más de covertura por si seguían lloviendo flechas.

Después ya nos encargaremos de esos bichos.

Notas de juego

Pues eso. Conjuro un Armadura de Mago y luego me muevo a algún sitio protegido donde pueda tratar de ver a los kobolds.

Cargando editor
09/01/2017, 12:43
Vater D'eproot

Cuando comenzó el caos, todavía Vater estaba con un ojo abierto mirando a elfo-bonito-del-bosque-254, lo que si sorprendió a Vater fue el momento en que vio una flecha clavarse cobre la carne de quien habría podido ser su asesino cualquier día de la semana...

Dio un salto como de un repique, su corazón se acelero y un escalofrió le paso por la espalda agudizando sus sentidos, Aniel y Eldintel corrían a cubierto mientras Garath lanzaba un conjuro, (latido) miro a los caballos asustados y al buen Orsik haciendo todo lo que un enano de buen corazón podría hacer, (latido) (latido) Diesa gritaba ordenes desde algún lugar como si se tratara de un militar enano, (latido) (latido) (latido)... desde una profunda oscuridad alguien los atacaba, Vater ni siquiera pudo pensar en quienes podrían ser, solo atino a una palabra en su mente... Oscuridad... ellos nos ven, reflexiono rápidamente y trago saliva cuando se descubrió junto al fuego siendo mediano... esas quemaduras podrían doler mañana pero iba a ser un sacrificio necesario, tomo la olla de agua junto al fuego y la lanzo a las brazas al mismo tiempo que comenzó a patear las maderas para desarmar la precaria hoguera.

A medida que la noche los engullía en su manto de oscuridad, el mediano le lanzo al suelo y con una varilla comenzó a retirar cualquier pedazo de braza encendida que le quedara en el pie.

Cargando editor
12/01/2017, 04:15
-Dungeon Máster-

Los reflejos de Aniel revelaban sus conocimientos en el arte del combate, como si se supiera la reacción correcta a la situación de antemano. Se alejó de la luz que revelaba su posición y utilizó un tronco grueso de árbol y su escudo para quedar completamente cubierta de las flechas de los Kobolds. Por sus conocimientos previos, sabía que eran criaturas arteras y cobardes que atacaban cuando se encontraban en superioridad numérica. Por supuesto las criaturas eran nocturnas y contaban con la misma visión en la oscuridad que los Elfos y los Enanos*. 

Diesa intentó con éxito mantener su bajo perfíl, ordenó a su escudero lanzar la antorcha lo más lejos posible apuntando a cierta dirección que intuyó con gran maestría, era poco probable que los Kobolds determinaran el origen de la voz que dictaba las órdenes en medio de la batalla. Orsik obedeció, pero lanzar una antorcha a más de 20 metros no era algo que se lograra fácilmente, los mejores lanzadores de hachas de batalla, podían lanzarla a 25m con precisión. Pero el ímpetu de Orsik era inaplacable, total, no debía lanzarlo a algo en específico, solo debía lanzarla lo más lejos posible en una dirección determinada para luego volver a ocultarse entre los caballos.
La antorcha voló por los aires iluminando un pequeño radio, no aterrizó donde Diesa esperaba, pero fue suficiente para que todos lograran ver las sombras de un puñado de Kobolds sin llegar a verlos detalladamente. Infortunadamente, su conjuro de flama sagrada no tenía el alcance para golpear a esas criaturas.

Eldintel con su arco corrió a las rocas para buscar protección que efectivamente logró encontrar y Garath conjuró una armadura de mago sobre si mismo para mejorar su protección. Al terminar, observó como sus compañeros corrieron en diferentes direcciones no supo qué hacer, así que siguió a Eldintel a las rocas, un poco más cerca de los Kobolds.

El mediano, completamente confundido, optó por una opción que nadie más había pensado. Quizá actuó por instinto o quizá poseía una mente privilegiada, pero los restos del guiso cocinado los arrojó sobre las llamas del fuego extinguiéndolas al instante y dejando todo sumido en una absoluta oscuridad, a excepción de un punto (la antorcha) que alcanzaba a iluminar una pequeña área.

Los Kobolds reaccionaron inmediatamente, entre chillidos, aullidos, gañidos y quejidos empezaron a movilizarse en diferentes direcciones imposible de determinar en plena oscuridad. De repente todo quedó en silencio, ambos bandos estaban alejados y no se veían entre sí, pero tampoco se atrevían a realizar algún movimiento de acercamiento.
 

Vater y Garath solo alcanzaban a ver a un metro de distancia, el resto era oscuridad cruda y total, alimentada por un frío que helaba hasta los huesos.
Diesa, Eldintel y Aniel veían poco hasta donde llegaba su visión en la oscuridad, y no lograron ver la sombra de ningún enemigo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

2 Khes, Año 2 de la era de la alianza.
Lunoscura, Frío severo y Nieve.
Próximo Post: Lunes

10 Px a todos por postear

COMBATE
- Diesa CA15 (11Pg): Inadvertida por el enemigo, +10Px
- Aniel CA17 (2/12Pg): Cobertura total, +10Px
- Vater CA12 (8Pg): +10Px
- Eldintel CA17 (2/9Pg): Cobertura media, +10Px
- Garath CA16 (2/7Pg): 1/2 Slots Nvl 1; Cobertura media, +10Px
- Orsik CA16: Cobertura media.
*** Cobertura media: +2 CA y TS destreza

*Para más información sobre los Kobolds, ver la escena de "Enemigos y Criaturas".

@Diesa: La flama sagrada tiene la misma distancia que tu infravisión, es decir 24m

Cargando editor
13/01/2017, 04:25
Diesa EscudoDorado

Tras el tumulto y la confusión, el campamento se sumió en la oscuridad y en la tensa calma que anunciaba otra lluvia de flechas. Unos y otros escrutaron tras los velos de la noche sin encontrar otro resquicio de luz que el de una exangüe antorcha caída al pie de un risco.

El silencio atronaba en los oídos de la joven enana, demasiado joven e impetuosa sin dudas, testaruda como los de su raza, orgullosa como los de su clan. La sangre galopaba desbocada y furiosa por sus venas mientras que cada instante se extendía con exasperante dilación, aureolado de un sino oscuro e inminente.

¿Cuánto esperarían así, agazapados en las sombras como conejos acorralados? Era indigno de su sangre, se dijo, indigno de su linaje. (Harnoth no obraría así, jamás se escondería ante tan execrables criaturas. Audhild jamás lo hizo, ni tampoco...)

Era una enana extremadamente joven e impetuosa, llena de sueños y antiguas historias.
.

***

Solo algunos relinchos y el ululato de un búho rompían el denso silencio reinante. Nada extraño bajo el frio manto de la noche donde dos grupos enfrentados aguardaban el siguiente movimiento.

Entretanto Orsik contó las piedras que guardaba en el bolso. Siete, dijo para sí y cargó una piedra en la honda. No poseía arco ni flechas (tampoco sabría utilizarlo), pero sí una honda. Y si en más de una ocasión le había servido para espantar alimañas, ¿por qué no algunos kobolds? De pronto, alzó la cabeza y aguzó el oído. El búho le hablaba, en una lengua que solo los nacidos y criados en la legendaria ciudadela de Adbar conocían. Fue entonces cuando el rostro del enano se demudó y un grito ahogado escapó de su boca.

—¡Por las barbas de Moradin! ¡No lo hagas! — exclamó y echó a correr sorteando al mediano que aun yacía junto a la extinta fogata. —¡Vater, amigo, arroja piedras y palos contra los riscos!

Más allá, una sombra trepaba las alturas, pero solo Aniel, Eldintel y Orsik pudieron ver de quién se trataba: Diesa subía la cuesta y desaparecía tras unas rocas cuando, de pronto, se escuchó un golpe seco y una maldición.

—¡¡¡DIESA!!! —]bramó el enano.

***

—¿Y cuál de todas aquellas antiguas historias es la que te gustaría que narre esta noche?

—¡La terrible y fantástica historia del Gran Rey del Trono de las Calavera de la Sierpe! —exclamó la niña.

"Es mi canción, mi madre la cantó para mí, para que me acompañara durante toda mi vida, en el fragor de la batalla que le abriría las puertas del palacio de Moradin."

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vale. Tremenda Pifia en sigilo. Eso es muy malo, ¿no? =P
Diesa se transforma en una diana ambulante, y en el único personaje a tiro de las flechas. Despídanse de la enana. xDDD
Edito: Sortilegio de Guia activado.

Cargando editor
14/01/2017, 20:11
Vater D'eproot

El silencio que reinaba solo podía ser corrompido por el ahínco, furor y torpeza de su amigo enano, y así fue, este no lo decepciono...
Allí lo escuchaba, las pisadas pesadas de botas que no conocen el sutil ruido de las hojas de bosque, el tronar de sus tacones podía ser oído a kilómetros de distancia por un murciélago viejo. Aun no sabia que pasaba con Diesa, pero el miedo de Orsik le daba la nueva antes de saberlo, estaba poniendose en riesgo, solo esperaba que su amigo llegara a tiempo.

Cerro los ojos y quiso escuchar algún sonido que le sea familiar, quienes les acechaban no eran humanos comunes y corrientes, eran criaturas de las noches, sus ladridos y quejidos eran nuevos para Vater, pero las lenguas largas de los gnomos y humanos contaban la historia de criaturas llamadas kobolds.

Siguió a su instinto, miro una braza aun no extinta que brillaba con los tonos pálidos de un naranja ardiente, pensó en un fogata, la dibujo con su mente, acerco su cabeza y la soplo... tímidamente primero, y solo unas chispas brotaron de ella, luego soplo con todas sus fuerzas y 4 luces fuertes, efímeras y feéricas brotaron iluminando las cercanías, flotaban con la gracia de una mariposa, y si como de colibrís se trataran, echaron a volar a gran velocidad extendiendose hacia los lados y adelantandose en fila hacia los riscos y hacia donde las flechas habían surgido...

Notas de juego

Uso luces danzantes para crear una barrera de 40 metros y moviendose 20 metros hacia adelante.

Cargando editor
14/01/2017, 22:37
ZzEldintel

Eldintel tenía el arco en tensión, a la espera de tener un objetivo al que disparar.
 

Notas de juego

Me espero a ver el resultado de las luces danzantes a ver si veo algo a lo que disparar

Cargando editor
16/01/2017, 01:15
Aniel

De repente oigo un ruido, observo y veo a Diesa tumbada en el suelo en plena accension, maldigo para mis adentros, el porque estos enanos no pueden esperar a ver los resultados de lo planeado. A pesar de eso no puedo dejarla tirada, pero 4 luces surcan el aire hacia el exterior, lo que nos dará algo de ventaja si los kobols permanecen en su sitio, y decido que es mejor no moverme y exponerme a su visión, prefiero que sean ellos los que se queden ciegos de infravision por tener las luces cerca, pero no puedo dejar a Diesa a posibles flechas y por eso oculto como estoy golpeo el árbol con mi espada y alguna piedra cercana para causar ruido y distraer la atención de los posibles lanzadores de flechas.

Notas de juego

hay! Diesa Diesa!!! :)