Partida Rol por web

Emeraldz se relamió de placer al recibir el orbe, la energía que este emitía la embriagaba quedando las palabras del enano relegadas a otro plano de su mente. Haciendo un gesto con su mano y pronunciando una palabra arcana abrió un portal mágico ante los presentes, a través de éste se veía con claridad la empalizada de la Villa de Quervarr, comenzaba a anochecer pero el portón aún seguía abierto, unos guardias apostados permanecían expectantes mirando al horizonte, esperando sin duda noticias de Thorgar y los aventureros que habían partido tras la Unidad de infantería enana. Con un gesto ordeno a los 12 enanos que abandonaron sus dominios, eran libres de partir.- Podéis marcharos, enanos. Sus palabras fueron sinceras. Brom, asintiendo ordeno a sus hombres que atravesaran el portal, deseosos por un lado de regresar a la Villa y apenados por tener que comunicar el trágico suceso de la muerte de su líder. Viendo como desaparecían uno a uno los enanos, llegando sanos y salvos al otro lado, donde eran recibidos con entusiasmo por los centinelas. Mirando a los héroes, les indico que esperaran. -Quiero recompensarosss por vuessstro esssfuerzo! Tras cruzar el último, con un gesto de su mano, Emerald cerró el portal, volviendo su atención sobre el grupo de aventureros. -Vereisssss! Me habeissss servidooo biennnn! -Dejadddd que os recompenssse – en ese momento, Crum sintió un escalofrió, algo parecía no ir bien y para colmo una extraña voz con acento enano parecía susurrarle -Puaghhh, la dragona os ha traicionado! Atacad.- Acaso se estaría volviendo loco, pensó extrañado Crum.  

La mujer dragón los observaba divertida. El orbe de energía destellaba en sus manos, mientras lo conectaba a una especie de pedestal que había emergido del suelo, provocando un movimiento súbito en la antigua estructura, varias vibraciones indicaron que el templo parecía desanclarse del terreno sobre el que se posaba.

Con un gesto de su mano, Emerald indicó a Skraag lo que tenía que hacer. Éste asintiendo a su ama, descargo su poderosa hacha sobre la desprotegida espalda de la señora del Alba, atravesando el filo de su hoja el pecho de la valiente sacerdotisa, cayendo inerte con los ojos en blanco sobre el marmóreo suelo mientras que su medallón centelleo con intensidad. Dejando la dantesca escena momentáneamente paralizados a los héroes, no dando crédito a lo que veían. -Emeraldz les había mentido y ahora los traicionaba, a pesar de haber logrado lo que tanto ansiaba, por qué?- Un charco de sangre escarlata rodeaba el cadáver aún caliente de Elentari mientras que Scraakg permanecía atento a la siguiente orden de su señora. No había rastro de emoción alguna en su rostro, ya que el pérfido anillo que portaba le obligaba a cumplir sus órdenes.

Ssservidme o perecedddd! Ese essss vuesssstro sino! sentencio furibunda la traicionera mujer dragón, dejando a los héroes consternados. Ilene sintió una rabia y furia interna que nunca había sentido, explotando de ira salto sobre el orco al que derribo con cierta facilidad. Andor desenvainó a una velocidad extraordinaria a Slayer, la cual ansiaba atravesar a la pérfida dragona – Su hoja emitía un sonido que parecía desagradar a Emeraldz-. Tom sintió que debía hacer algo, él era un mediano de recursos pero en ese momento se había quedado petrificado -un anillo como el de Skraag reposaba en uno de sus dedos, regalo cortesía de Emeraldz-, Mancha Gris emitía sonidos rarunos tirando de su manga, dentro de la bolsa de su amo comenzaba a activarse el artefacto de los planos, pero para su sorpresa, su amo no respondía. Crum alzo el martillo lleno de rabia, una corriente de energía energizo sus músculos mientras que el arma cambiaba de tamaño convirtiéndose en un poderoso maul. Unos rayos eléctricos comenzaron a crepitar alrededor de la cabeza de adamantina mientras que el símbolo de Moradin resplandecía con una luz azulada intensa a su alrededor. Ante tal demostración de fuerza Emeraldz entrecerró sus ojos, comenzando a adoptar su forma real dragón, justo en ese instante el maul salió disparado como si tuviera vida propia,  golpeando de lleno con la furia de la tempestad a la dragona, haciendo que saltaran varias escamas verdes del tamaño de un escudo de caballero mientras que un rayo recorría los picos y valles de la cresta que crecía a lo largo de su espalda. Subía, chisporroteante, por su cuello y a lo largo de sus cuernos, descendía veloz hacia la punta de su cola, y se propagó por sus macizas patas traseras, aullando de dolor ante la dolorosa cicatriz que le había ocasionado aquella prodigiosa arma mientras que un trueno audible resonaba en la cámara resquebrando los cristales.  -Malditossss- siseó  la dragona. Sus gruesas y verdes patas se tensaron y extendiendo sus inmensas alas se dispuso a inhalar aire para lanzar su mortal aliento sobre los aventureros, mientras su cola serpentina ondeaba tras ella. Justo en ese instante de lacerante dolor se rompió la conexión de Emerald con sus peones, Rosmarino reacciono atendiendo la súplica de Mancha Gris. Sacando el artefacto -del cual se habían burlado anteriormente sus compañeros tras su experiencia divina- lo activo sin miramientos, abriendo un portal a través del cual huir, gritando a sus compañeros –Huiddd! – Andor enarbolando su espada tiro de Ilene cruzando el portal, justo cuando Crum huía junto a Tom, el arma se materializó en su mano mientras el mortal aliento venenoso atravesaba inexorable la estancia cubriendo el área donde habían estado. Un alarido de rabia y furia se escuchó con intensidad cuando el portal se cerraba tras ellos- Me pertenecesss Rosssmarino, eressssss mioooooo!.......haciendo que Tom tragará en seco.

Un campo esférico de energía se materializo a vuestro alrededor mientras ascendéis dentro de un conducto parecido a un arcoíris a una velocidad asombrosa, dejando atrás una forma esférica que por su aspecto debía ser Toril. Dejándolo atrás en vuestro avance llegáis hasta una masa oscura e infinita salpicada por cientos de puntos que se iluminan y parecen conectarse entre sí -Esto debían ser las estrellas-, pensáis. En ese momento salís proyectados a una localización que conocía Tom a una velocidad increíble, cuando una fuerza misteriosa os golpea y os desvía de vuestro destino.

Ilene no esperaba que la dragona les traicionase así. Al principio al liberar a los enanos parecía que la cosa iba bien, pero luego...

No pudo prever la reacción de Skraag y que golpeara de forma tan traicionera a la pobre sacerdotisa, ese golpe por la espalda, sin provocación y a sangre fría causó una reacción de rabia a la dulce muchacha.

Rápida como el viento se giró y golpeó con la mano a Skraag en el cuello, arrancando una salpicadura de sangre y desplazando al orco varios metros. El adversario cayó como un fardo, posiblemente con el cuello roto pero la muchacha ya se movía lista para rematarlo. En ese momento, Andor, tomándola por el hombro, la introdujo en el vórtice mágico que se había formado.

Ilene se puso a gritar. De alguna manera el campo le estaba haciendo daño, mucho daño. Cayó haciéndose un ovillo mientras se retorcía de dolor.

Al ver que los enanos estaban llegando sanos y salvos a su villa, el guerrero empezo a creer que después de todo el arreglo se cumpliría sin problemas. Pero las palabras de la dragona al cerrar el primer portal le produjeron un escalofrío. Su espada mágica empezó a vibrar como loca dentro de su vaina. Estaba pidiendo a gritos salir y defenderlos del dragón. La espada gritaba "traición" con cada parte de su superficie metálica.

Antes que pudiera reaccionar, Skragg atacó sorpresivamente a Elantari. Definitivamente tocaba pelear por sus vidas. Con destreza saca su espada, la cual parece cantar de alegría ante la posibilidad de beber sangre de dragón. Esmeraldz parece reaccionar ante el sonido y decide dejarse de juegos mientras toma su forma de reptil. Delante de él, Crum alza su martillo y lanza una poderosa descarga electrica que parece distraerla del dolor.

Mientras el guerrero decidía dónde atacar, Tom hace algo que materializa un nuevo portal y los insta a huir. Andor piensa si quedarse a luchar o si huir sería la mejor distracción. Los pocos segundos de indecisión le hicieron perder su ventana de oportunidad para atacar, pues la dragona ya estba a punto de descargar su letal aliento sobre todos ellos. Definitivamente era muy fuerte, no tenían oportunidad de ganarle.

Sabiendo que era mejor retirarse, se da media vuelta y mientras toma a Ilene por el hombro y salta al portal le dice a Crum - Vámonos por aquí!!-

Respiró tranquilo al ver a los enanos marchar pero algo en su interior le decía que algo estaba mal muy mal. En cuanto se cerró el portal la propia vez que hablaba a su cabeza y que le estaba volviendo un poco loco le avisó de la traición de la dragona. Pero todo fue demasiado rápido y para cuando quiso reaccionar Elentari se encontraba muerta en el suelo a manos del sucio orco. Y pensar que había intentado cerrar un trato con la dragona incluyéndolo a él. Semejante traición no quedaría impune por su parte y notó que de Ilene tampoco que atacó con una furia que no había visto antes.

- Pagarás tu traición dijo Crum mientras se dejaba llevar por el poder del martillo recibiendo su energía y convirtiendose en un arma mayor. No entendía lo que ocurría pero siguió su instinto, ahora dejaba su vida en manos de Moradin. Con un crepitar relampagueante la cabeza del martillo brillaba ensalzando el rostro de Moradin escupido en él. La dragona percibió el peligro y comenzó a transformarse. De pronto noto como el arma salía disparado de su mano, con voluntad propia y golpeaba con fuerza a la dragona esparciendo sus escamas por el lugar y no sólo eso, además la energía relampagueante restalló en el interior de esta.

Andor le índico que salieran de allí, mirando hacía él vio como se llevaba a Ilene hacia un portal, aquí estaban en desventaja y lo mejor sería partir. Cogió al mediano y se lanzó al portal a la vez que el martillo se materializaba de nuevo en su mano sintiendo su poder. Antes de pasar por el portal gritó su amenaza. - Volveré por ti sucio demonio y pagarás cara tu traición. Escuchó las últimas palabras de la dragona mientras el portal se cerraba y miró con curiosidad al mediano. ¿Qué había pasado mientras ellos aún no habían llegado a la cueva?

Lo dejo pasar por el momento. Habían escapado y eso era lo importante aunque la pobre Elentari había perecido allí. Observó las estrellas desde la esfera que les transportaba y mientras miraba el martillo intentando deducir de que era capaz. Pero un extraño golpe le sacó de sus cavilaciones. Si antes no sabía donde les llevaría ese portal ahora a saber dónde caerían.

Tom traga en seco, contento de que los enanos estén a salvo, pero intranquilo por su porvenir. Los dedos de una mano juegan rodando un anillo eternamente engarzado en su dedo, y los dedos de la otra tantean el pomo de una espada rápida como la última exhalación.

Su mente atormentada fluye como un torrente entre planes y funestos destinos, y sin quererlo, reza a dioses que nunca le habían escuchado, implorando que su osadía no condenara a sus compañeros.

Pero nada más lejos de la realidad. La pérfida dragona apenas tiene un ápice de honor, y rompe su trato henchida de orgullo y poder.

Elentari es asesinada, y algo se rompe en el corazón de Tom, pero su cabeza no se mueve, y sus manos ya no juguetean. Su rostro refleja pura tensión, y un ictus forzado y horrendo se dibuja en su cara. El mediano parece debatirse entre dos enormes fuerzas que tiran de él desde dentro.

Mancha Gris tira de su abrigo con insistencia, pero él apenas puede mover sus pupilas para mirar al suplicante ser extraplanar.

De pronto, sus compañeros actúan, hiriendo a la dragona, y el rostro de Tom se relaja al instante. Con un hondo suspiro, el mediano mira a Mancha Gris, y del interior de su abrigo extrae un arcano artefacto que les asegurará la huida, tanto a él como a los demás.

-¡Huid, insensatos!-

Una maliciosa sonrisa se dibuja en el rostro del señor Rosmarino, y un mensaje se proyecta telepáticamente desde la mente del mediano a la de Emeradlz.

…Hasta nunca, ¡Y gracias por el anillo!...*

Así, el grupo huye de aquella trampa, traicionados pero vivos, más ricos y victoriosos, viajando a través del tiempo y el espacio hacía un lugar en el que Rosmarino creía que se encontrarían a salvo.