Partida Rol por web

El enorme orco encendió su pipa tranquilamente mientras observaba todo el espectáculo que los hombres de fe invocaban-. Parecen unos malditos corderos-.pensó mientras grandes argollas de humo salían de su boca, posicionando sus ojos en la muchedumbre, sin embargo, al momento que una luz comenzó a nacer en la frente del semiorco este simplemente suspiro con sinceridad, estando a pocos centímetros de la norteña-. ¿que tipo de droga consumen estos clérigos? En fin...-. Sus ojos se posan en el “trascendido” Theldor-. Enana-. Se dirige a la mistica guerrera-. Creo que lo más prudente sería guardar silencio y seguirlos-. finaliza , ofreciendo su pipa de magica hierva a Kethra.

Las palabras de Kethra flotaron en el aire y se perdieron. Los acólitos no parecían tener en cuenta su respeto y su disposición a ayudarlos, más bien parecían interesados en sus propias internas ahora que su líder había muerto. Como aves de rapiña se disputaban el liderazgo del monasterio, y eso la tomó por sorpresa, esperaba mucho más de los piadosos seguidores de Selune. Terminó de envolver el cetro en su manta y lo guardó en su bolso mientras los clérigos discutían, y luego se puso a un lado de Ghorza y Pocket. 

De repente todos se arrodillaron frente a Theldor, y él comenzó a hablarles con autoridad mientras un dibujo se formaba en su frente - Vaya gusto para los tatuajes - murmuró a sus compañeros. La idea de un funeral sin cuerpo le parecía extraña y ajena a las costumbres del norte, pero prefirió no hacer ninguna objeción y aceptó la propuesta del semiorco de acompañarlos en silencio.

El revuelo de la marca de aquel que era elegido para una misión divina era la máxima aspiración de los devotos de Sêlune. El funeral de Mul Masher requeriría de varios días para preparar el acto y despedir la memoria del que fuera leal servidor de Sêlune. Serian días movidos y Theldor estaría sin duda atareado con los preparativos. Sabedor de esto, condujo a sus compañeros a las puertas del templo y les pidió que disfrutarán de los placeres de la Ciudad hasta que pusiera en orden la situación. Les relato que tendría que mandar misivas narrando los hechos y solicitando la designación de un nuevo Capellán del Templo en la ciudad de Eterlund, para que se hiciera cargo y así poder él iniciar su misión divina. Unas semanas llevaría la dolorosa despedida había dicho Theldor, unas semanas que estos podían usar para adquirir información o conocimientos.

Aceptando el ofrecimiento y deseando salir de allí -la verdad sea dicha-, los demás compañeros abandonaron el Templo y se dirigieron rumbo a la primera Taberna de buena reputación que hubiera en aquella gran ciudad. Ghorza compartía su pipa con Kethra, riendo y compartiendo chanzas fumando hierba de la buena, dejando atrás el recuerdo de cuando casi se pasan a cuchillo el uno al otro por la tan codiciada espada.

Pocket saltaba cerca de ellos seguidos de un silencioso Scrumsh, el cual simulaba ser un enano gracias al disfraz mágico. Avanzando a través del gentío de la ciudad llegaron a los muelles, donde el olor a pescado y el ruido de las tabernas atrajo su atención.

Las más recomendadas en Everlund eran el Dragón que Soñaba, una taberna frecuentada por los elfos y medianos, y el Ciervo en la Bahía, esta era famosa por atender a los cazadores y aventureros venidos de todo el Norte.

-.Mmmmm-. un sonido grave suena desde los labios del mestizo-. no tengo dinero-. declara con total sinceridad, aun jugando con el humo en su boca, formando densas argollas de humo-. Sugiero que vendamos el maldito cetro, vayamos a beber y después buscar algún mal nacido para que nos enseñe mierdas que nos pueda servir en nuestra aventura... ya que si soy sincero dudo mucho que aquel demonio se quede meditando alegremente después de la pateada de culo que le dieron-. Lleva la pipa a sus labios para luego pasársela a la norteña.

Salieron de aquél templo, no era un lugar para ellos sin duda, salvo para Theldor que parecía haber sido bendecido por su diosa y se había ganado el respeto de sus pares. Kethra se mantenía a escasa distancia del huevo de dragón, se había tomado en serio su maternidad, al menos hasta que esa criatura naciese, iba a acompañar al semiorco a dónde fuese. Ghorza habló de dinero y ella frunció en entrecejo, te has gastado todo en bebida? pensó, pero estuvo de acuerdo con él - Este cetro bien podría estar destruido como la espada, pero parece que el sacerdote o su diosa quisieron que lo tengamos. Que mejor que ser agradecidos y convertirlo en unas monedas? Volvamos a la tienda de Hal'bar y luego disfrutemos de una buena comida - le dijo a sus compañeros, y sostuvo el cetro que llevaba envuelto en un paño mientras caminaban.

Tras separarse de Theldor, el variopinto grupo anduvo a través de las atestadas calles de Eterlund. Ghorza y Kethra necesitaban oro para sobrevivir en aquella gran ciudad durante al menos 2 semanas, aunque algo les decía que iba a ser más tiempo. Al único que le quedaba algo de fondo era al escurridizo Pocket, pero poca cosa. Vivir de la mendicidad no parecía ser una buena idea, la verdad y si querían aprovechar el tiempo para buscar información y de paso aprender algo de provecho, necesitaban oro y mucho. La idea de vender el cetro parecía acertada, así que volviendo sobre sus pasos regresaron a la tienda de Hal´bar para encontrársela cerrada, por lo visto habían sido los últimos clientes del día. Puaghhh, perra vida.-pensaron los héroes.

Contrariados, optaron por ir a la Taberna del Ciervo en la Bahía. Si los rumores eran ciertos, cualquier cazador y aventurero del Norte era bien recibido. ¿Qué mejor sitio para un apuesto mestizo y una bárbara? Pocket podía pagarles el alojamiento y una buena comida hasta que consiguieran vender el cetro.

Tras una larga caminata llegáis a la entrada de la Taberna, justo cuando os disponéis a entrar os topáis con un hombre de constitución delgada, pero musculoso, de cabeza rasurada, ataviado con ropajes sencillos de color amarillo, mostrando un tatuaje azul de un dragón en partes visibles de su cuerpo. Sus sandalias parecen gastadas y delgadas. Este os mira como si fuera capaz de ver a través de vosotros. A vuestro alrededor escucháis los murmullos de los parroquianos del lugar, escuchando con claridad “el inmortal”. Es el, el inmortal! Otros pronunciaban entre susurros: es “Kane”, “El puño de Ilmater”.

Tienes mucho que hacer! Tras poner orden en el templo y mandar misivas a los demás templos Selunitas te preparas para honrar la memoria del que fuera tu maestro. Transcurre una semana y comienzan a llegar algunos representantes de la iglesia, mayormente de las ciudades más cercanas tales como Argluna y de otras más lejanas como Aguas Profundas para honrar la memoria de Mul Masher. Tras el rito de despedida, la depresión por la muerte de tu maestro no remite. Temes que el alma de tu maestro éste presa en la hoja de aquella arma maligna. El anillo que dejó como recuerdo de su vida parece aliviar tu sufrimiento, reconfortándote, mientras que otra semana transcurre y ves que aún tienes trabajo por delante. Tus compañeros sin duda esperarán a que termines.

Mucho trabajo tenía por delante. Los preparativos para el funeral de su maestro llevó su tiempo, y tras enviar las cartas a los templos selunitas de la zona, cuando empiezan a llegarte respuestas de condolencias y de asistencia al funeral, te das cuenta que asistirá mas gente de lo esperado. Se notaba la influencia del Mul Masher por la región y su renombre.

La ceremonia trascurre sin incidente alguno. La mayoría de los invitados presenten toman la palabra para honrar la memoria de Mul Masher, mientras que otros cuentan alguna anécdota que hacer reír a los presentes. Tras el rito de despedida, y dar por concluida la ceremonia, y tras los pésames de los invitados, el clérigo se encuentra abatido, solo con ánimo suficiente para investigar para poder derrotar a aquel demonio que había quitado la vida a su maestro.

Durante el tiempo que estuvo preparando el funeral poco pudo hacer, sin embargo, en este tiempo comienza a investigar concienzudamente en un intento de poder averiguar algo más sobre la espada, el anillo y la marca que poseía. Sin embargo, sus investigaciones no son fructíferas y frustrado lo deja estar por el momento.

Ahora solo le quedaba hablar con sus compañeros para intentar saber que iban a hacer a continuación.

El mago que comerciaba había cerrado las puertas de su negocio, Kethra maldijo para sus adentros porque tendría que esperar para convertir en oro el pesado cetro, pero pocket ofreció pagarles la noche en una taberna y eso alegró el espíritu del grupo. Se dirigieron al Ciervo de la Bahía, un lugar reconocido dentro de la ciudad que prometía ser interesante para ellos. Apenas se acercaron se cruzaron con un hombre de aspecto lamentable, si hubiese tenido mas dinero le hubiese dado una moneda para que comiese algo y cambiase sus sandalias. Éste no sobrevive ni una tarde en las heladas montañas del norte, pensó al verlo. Sin embargo, notó el dragón azul tatuado en su piel y eso la detuvo en seco, captando su atención.

- Djathar saphir therhalak -¹ le dijo en lengua draconiana al hombre, bien podía ser un simple tatuaje o bien podría tratarse de otro elegido de los dragones, y no podía permanecer con esas duda. Luego se volteó hacia el semiorco - Tengo sed, invítame un trago y brindemos por... lo que se te venga a la cabeza- dijo bromeando, ansiosa por entrar de una vez a la taberna. 

Y nuestro viaje siguió sin ningún problema o eso creía, digamos… no tengo dinero y tendré que parasitar a mi buen mediano, un demonio quizás esta masturbandose con nuestras muertes en estos momentos, pero, a pesar de todo, estoy drogado y estoy feliz ¿qué mejor que aquello? y ¿si hay un inconveniente? No te preocupes, tengo un hacha…

Luego de que  fuimos a ver a nuestro buen comerciante y supimos que había cerrado, por obvias razones para mi… ya sabes.. Un hombre murió en su tienda mientras jugábamos con armas malditas. En fin, nos dirigimos hacia la Taberna del Ciervo en la Bahía y al momento que nos asomamos un bastardo extraño nos mira y nos grita como si fuésemos esclavos de un miserable dios-. Mmmmm…-. Es lo que digo mientras dejo que una enorme nube de humo ascienda hacia el techo-.Y yo creía que no estaba lúcido-. Le susurro a la norteña para luego dirigirnos a la barra para pedir unas enormes jarras de hidromiel-. El enano paga, recuerda que no tengo dinero… ya te las pagaré Pocket-. Declaró al mismo tiempo que pongo mi puño en mi pecho como señal de promesa seria y correcta, a pesar que invoco mi enorme sonrisa mientras hago dicho juramento.

El hombre tatuado miro con respeto a Kethra cuando está le saludó en la lengua de los dragones, su tatuaje azulado con forma de dragón pareció moverse con fluidez cuando éste hablo: Djathar saphir therhalak​! nightfare ostra ra!* devolviéndole el saludo, dejando desconcertada a Kethra. Ghorza caminaba junto a ella pero como no entendía nada, miro al tatuado con cara de haba, deseoso de poder entrar y degustar una buena cerveza. El enano pagaba y eso era motivo de júbilo.

De repente pasan esas cosas del Mondo, todo parece ir bien hasta que claro, aparece alguien y te toca las bolas. En este caso al misterioso tatuado. De entre la muchedumbre que exclamaba su nombre con respeto salieron tres mercenarios de aspecto belicoso, lo que diríamos 3 profesionales, tíos duros sin duda por su aspecto amenazador. Uno de ellos avanzó y lanzando una amenaza al servidor de Ilmater se dispuso a atacarlo con su espada junto al resto. - Tu, perro! Tu cabeza me hará famoso en todos los Reinos! Todo paso muy rápido o eso les pareció a los héroes, con movimientos rápidos y apenas perceptibles al primero de todos le salto los dientes, volando un par de metros cayó al suelo inerte como un muñeco roto. Los otros dos cayeron de rodillas agarrándose el cuello como si algo o alguien los asfixiará escupiendo espumarajos perdiendo el conocimiento, ante la asombrada muchedumbre. Tras miraros con curiosidad, el monje continua con su paseo matutino, mientras que un par de huérfanos surgen de las sombras y se abalanzan sobre los cuerpos de los rufianes dejándoles sin una sola moneda, aprovechando su lamentable estado.

A lo lejos comienza a escucharse los silbatos de la guardia mientras entráis a la taberna, - mejor quitarse del medio - exclamó Ghorza. No vaya a ser a que lo culpen a él. Ya dentro de la taberna, mientras os sirven unas jarras se os pasa por la cabeza que quizás el viejo podría enseñaros alguna técnica... 

La respuesta del monje la había sorprendido, el dragón azul no era un simple tatuaje, pocos eran los elegidos que tenían esa bendición. Le respondió de inmediato - Saphir nar tolphir therhalak!¹- a modo de aclaración, luego sonrió levemente y agregó - yau ostra drejnar thiar mahal²-. El diálogo se vio interrumpido por el ataque de unos mal nacidos que encontraron su merecido a manos del monje. Kethra asentía con aprobación mientras le daba una buena paliza a los desgraciados, y cruzó miradas con el hombre de Ilmater antes de entrar a la taberna. Cuando los guardias se acercaban no dudó en seguir el consejo de Ghorza, ella tampoco tenía intensiones de volver a cruzarse con ellos y de tener que volver a correr para proteger el huevo.

Se sentaron a la espera de una buena cerveza que Pocket invitaba - Parece que el título de inmortal se lo tiene bien ganado... así como mi respeto- dijo haciendo alusión a su extraño intercambio de palabras - No tengo una moneda, pero podrías invitarlo a comer algo, el pobre es piel y hueso - dijo mirando al mediano que era quien ostentaba el poder económico dentro del grupo.

Elonde acepto la invitación y tras descansar aquella noche y tomar su bien merecido descanso, al día siguiente hicieron la venta d

A pesar de esforzarte en aprender no tienes mucho éxito en averiguar el uso de del anillo y la historia de la espada y la marca divina. La intervención de Naneatha Suaril, suma sacerdotisa de Selune ayudo a Theldor a entender su don y a enfocar su poder. Tras unas semanas de estudio y meditación, esta se despidió finalmente de Theldor regresando a Aguas Profundas pero sabiendo que el joven sacerdote estaba listo para iniciar su camino. Descubres con su ayuda que el anillo de tu maestro parece ser capaz de protegerte y aumentar tus habilidades clericales. La marca divina parece ser una conexión a una fuente de energía inagotable, aunque es muy pronto para dominarla. 

Tras dejar el templo en manos del sacerdote mas idóneo, el viejo Angus, Theldor partió en busca de sus compañeros en dirección a las tabernas de la bahía. Sin duda no tendría muchos problemas en encontrar a un semiorco y a una norteña tan característicos.

Tras salir del templo, el clérigo sabia cual debía ser su siguiente paso: encontrar a esas dos personas tan peculiares que había conocido anteriormente. Dudaba que fuera muy difícil dar con ellas, salvo que hubieran salido de la cuidad, algo que dudaba. Fue hacia las tabernas de la bahía, pensando que quizás sería el lugar idóneo para encontrarles.

El monje acepto la invitación de la norteña una vez dentro en la taberna. Parco en palabras bebió una infusión y posteriormente se retiro a meditar. Aquella noche bebieron y disfrutaron con el dinero que les prestaba gustosamente Pocket. Al día siguiente visitaron el bazar de Hal`bar donde vendieron el báculo por unas 2200 po de oro, realmente comprobaron que la venta de objetos mágicos no salía a cuenta siendo mejor el trueque, una lección que aprendieron para ponerla en practica más adelante. En ese periodo de dos semanas los aventureros se entretuvieron realizando diversas actividades, adquiriendo más destreza y mejorando algunas habilidades. Pronto en la ciudad comenzaron a hablar del mestizo y la norteña y el resto e sus compañeros, haciéndose un nombre en la Marca Argentea. Los héroes comenzaron a recibir ofertas para trabajar para alguna que otra compañía comercial e incluso para realizar alguna misión de exploración en zonas alejadas y recónditas..

El monje había resultado ser una persona interesante, no sólo porque era fuerte y no le faltaban agallas pese a su aspecto delgado, sino porque sus conocimientos acerca de los dragones superaban con creces al que tenía la mayoría de las personas que la hechicera había conocido. Durante días compartieron largas conversaciones, y en cada una de ellas Kethra aprendía algo nuevo y respetaba un poco mas a Kane, el inmortal. Las noches terminaba siempre del mismo modo, bebiendo cerveza y quien sabe que otra bebida junto a Ghorza y Pocket en la taberna del puerto, y luego "algo" de sus recuerdos se borraban, pero siempre despertaba en la habitación que habían rentado.

La norteña experimentaba una sensación parecida a la que sentía hacía muchos años, cuando estaba en su hogar con su familia. Un huevo verde, maldito para muchos, había logrado devolverle algo que había perdido y que no esperaba volver a encontrar. Auril, tras haberla visto padecer, había decidido regalarle un nuevo clan, el grupo que lo formaba era dispar como pocos existían, pero era suyo y eso era lo único que le importaba.

Una vez la cena termino, el enorme mestizo decidió irse a dormir con el único objeto de comenzar con un fuerte entrenamiento ancestral con el unico objetivo de pulir aún más las viejas técnicas que sus hermanos adoptivos le habían heredado como resultado de la fiereza que Gorza mostraba en cada combate… luego de aquel proceso, en donde el semi orco muy rara vez se reunió con su grupo, apareció el bárbaro con su característica sonrisa, fumando de su pipa y bebiendo algún licor como si nada hubiese pasado, con la única diferencia que su musculatura había aumentado considerablemente a tal punto que cualquiera que hubiese visto al anterior guerrero no crearían que solo había entrenado dos semanas…

-. Entonces ¿Qué mierda haremos? ¿Iremos a buscar al perro de los dioses y salir a machacar cualquier cosa que de un dineral? -. son sus primeras palabras con total carga amistosa que son dirigidas a la norteña.

Tras el paso de las semanas los compañeros se encontraron de nuevo en la posada. La llegada de Theldor fue motivo de celebración y la cerveza y demás bebidas fuertes corrieron por cuenta de los héroes incluso un par de putas se acercaron a ver si pillaban los suyo. Volvían a estar juntos y eso era lo que importaba. Tras la euforia inicial se sentaron más relajados y comenzaron a divagar sobre qué hacer a continuación, podrían ir en busca de aventuras, de esa de las que te dan prestigio y fama o buscar directamente al demonio, el problema es que no sabían a quien se enfrentaban. Theldor sabía que su misión sagrada podría durar toda una vida, pero no descansaría hasta liberar el alma de su maestro. Pocket y el resto intentaron animarlo, mientras brindaban a su salud. Una amistad se estaba forjando entre ellos. Todo eran risas y fiestas hasta que cayeron en la cuenta de que Scruumsh no estaba de vuelta entre ellos. El goblin disfrazado mágicamente de enano había ido a la letrina y no había vuelto. Habían pasado más de 15 minutos y eso olía mal...

La llegada del clérigo animó al grupo más de lo que la norteña hubiese pensado, la religión no era lo suyo, y la única diosa que conocía era realmente de temer. Sin embargo, Theldor se había ganado su lugar y sentía simpatía por él, es parte del clan, pensó asintiendo con la cabeza en silencio. - Cuéntanos como te ha ido? No me digas que serás el líder de ese aburrido templo y dejarás de viajar con nosotros!- dijo en tono de broma. 

- Hey, Grandote, hasta que nuestro niño nazca, tenemos tiempo de una buena aventura! Yo no pienso olvidar cómo el cabrón de la espada jugó con nosotros dos... no se tú- aunque no me gustaría que vuelva a hacerlo. Kethra quería vengarse de ese demonio, no sólo por la muerte del sacerdote, sino por haberse burlado de ella, sin embargo había sentido cuan fuerte era su poder y no simpatizaba de la idea de enfrentarse a él nuevamente. Prefería dejar en manos del semiorco el camino a elegir.

Pocket seguía siendo el anfitrión que solventaba todos los gastos, algún día se lo devolvería con creces, pero hasta entonces bebía y comía como si fuese el último día de su vida. Disfrutaba cuanto podía de esos momentos alegres, sabía que no podían durar mucho, no hacía dos semanas de la muerte de Einar y nunca se sabía cuando Auril reclamaría otro sacrificio. - Pequeño, parece que a tu amigo no le han caído bien las aceitunas - bromeo con Pocket, ante la demora de scrummsh en regresar.