Partida Rol por web

Si, había una gruesa capa de polvo. Ahora se pueden ver vuestras pisadas por la sala gracias al polvo.

Con dos sendos golpes de hacha, abres un buen boquete en la endeble pared de la habitación, revelando un pequeño habitáculo donde alguien guardó una caja de pergaminos. Se trata de un recipiente cilíndrico hecho de hueso y con runas gravadas. Esto es lo que despedía el aura mágica, o puede que lo que contiene. Rápidamente lo agarras y te reúnes con el resto.

Echas un breve vistazo a alguno de los papeles. La mayoría están escritos en élfico, pero muchos de ellos en algunos dialectos difíciles de traducir. Algunos, simplemente utilizan los caracteres élficos, pero no forman palabras que puedas reconocer. Lo que consigues leer parecen páginas de un diario y tratados sobre no-elfos (humanos, enanos, orcos y otros). Desde un punto de vista básicamente sociológico. En conjunto no tiene mucho sentido. Agarras un puñado de papeles y te reúnes con el resto.

Cuando los que estaban en el piso superior vuelven a bajar por las destartaladas escaleras, salís todos del edificio, un poco confusos. Auris sugiere separaros y que os reunáis en la posada que os sugirieron dentro de un rato.

Naurnes está ansiosa de contar su parte y de que le cuenten qué han encontrado (o no) en la casa. Desde luego este día está siendo de lo más atípico. Sin la más mínima intención de quedar sola, se "pega" a su "compañero" elfo del grupo, en quien parece poder confiar con mayor facilidad.

Pagará por esto el maldito elfo.. o quien sea... Nadie se burla de Klaxtor y menos aun referente a la comida. Nos vemos en la posada pues... contesto de mala gana.

Guardo el hacha caminando hacía la escalera rápidamente hasta llegar junto a mis compañeros.

- Finalmente conseguí algo que parece importante. Lo guardare en la mochila y si conseguimos una habitación lo examinaremos allí.

Salgo desato las riendas de mi burro y me dirijo a la posada tranquilamente sin prisas.

Maldición como no me fije antes, aqui no ha entrado nadie en años .

Me voy camuflando entre las sombras mas oscuras de camino al a posada, atento a todo.

Miro de reojo a Naurnes y hago un gesto casi imperceptible con la cabeza señalando una de las calles. Sin decir nada al resto del grupo marcho por esa calle. Rezo porque el resto se disperse... En élfico y en tono bajo comento:

--"Niirm naien cuam puer binierat siu. Ereanai tarama cirnio ella cuita pernium, ¿Anu queream tui?"

-No lo será, ciertamente, Elessar -dice la elfa casi en un susurro, contestando al otro elfo- tenéis buen criterio. Está pasando algo extraño y no sé decir qué hay al fondo, de momento sólo se verme arrastrada por los sucesos. Encontremos un refugio para la noche y reunámonos con el resto. Si hemos sido engañados para hacer algo, debemos averiguar por quién y para qué. 

Os movéis por las casi desiertas calles de Eterlund buscando una posada alternativa. Tardáis más de lo esperado, pero finalmente halláis un local que sigue abierto, y con habitaciones para alquilar. Es un lugar llamado "Cabeza de ciervo".

Cada uno por su propio camino, os vais a la posada. Sin embargo, no os alejáis mucho unos de otros (aún moviéndoos por calles distintas) y coincidís los tres en la posada casi al mismo tiempo. Aunque aún no hay señales de los elfos.

Ya es tarde y apenas hay parroquianos en la sala común de la posada del Perro Astado. Un breve vistazo revela que, aparte de la mujer que está atendiendo la barra sólo hay un tipo, medio adormilado sobre su jarra y un plato con la cena a medio terminar, una mujer en otra mesa bebiendo sola, un poco apesadumbrada. La reconocéis como una de las mujeres que venían con vosotros en la caravana.

Me dirijo directamente a la barra... tengo un hambre de mil demonios... qué puede hacer para remediarlo?

Después de dejar mi burro instalado en la cuadra entro en la sala.

- ¿Hay posibilidades de dormir y cenar en esta posada?

Buenas noches buena señora, somso guardias de la caravana de Cayo, ¿puede ofrecernos comida y alojamiento?

Por supuesto caballeros, tomen asiento y en seguida les sirvo la cena. También tenemos habitaciones libres, por supuesto.

No nos dijo Cayo que la posadera era una dama tan guapa y atractiva así como amable y dedicada

Intento ganármela para aver si así nos sale más barato.