Partida Rol por web

La Mascarada de la Muerte Roja

La habitación Naranja

Cargando editor
18/10/2017, 21:48
Gran Duque Doger

Y sin pretenderlo, pareció atraer a un miembro mas a esa escueta conversación, en parte estaba agradecido y a la vez en duda pues no era ducho en socializar tan fácilmente como los otros, pero nada mejor que practicarlo para intentar mejorar.

-Gran Duque Doger. -Dijo ligeramente inclinado. -No preguntare por vuestros orígenes, pues carece de importancia, pero si tengo curiosidad por saber si al igual que yo fueron invitados o han llegado de alguna otra forma, como acompañantes o curiosos. -Era una pregunta como cualquier otra, pero repasándola de nuevo si podría ser un poco intrusiva.

Cargando editor
19/10/2017, 20:43
Margarita Sacromonte

Cesar Vinsmoke era un caballero agradable y la condesa lo sabía,continuando con su paseo por el gran salón, evitando los grupos aglomerados, o los danzantes, a fin de no inquietar a nadie, mientras ella lo escuchaba atenta e intrigada... pues no puede menos que tomar en cuenta el hecho de que se esta evitando el tema central de aquella fiesta, por cortesía él y claro, ella por comodidad.

el gesto de sus labios se suaviza ante la "broma" sobre la máscara y deja escapar su breve murmullo músical que podría ser el contenido de una risa clara.

-También me alegra el haberme cruzado contigo querido... yo he estado bien -ladea la cabeza- ¿Recuerdas al pintor del que te hable? ¿El que era nieto del que hizo aquel maravilloso cuadro de mi abuelo? su protector lo libero y escribió una carta a mi familia ... hemos pensado que posiblemente pueda hacer un cuadro mío y no te negare que tengo curiosidad de como pueda quedar...

Cargando editor
20/10/2017, 00:17
El Tiempo Que Pasa

Doce campanadas

Casi sin daros cuenta, el tiempo pasó, y el Gran Reloj marcó las doce.

Fue el mismo momento en el que os disteis cuenta de que algo iba mal. De repente, nadie se sentía a salvo. ¿Cómo podía ser, aislados de la enfermedad?

Sin embargo, César, que había permanecido sonriente y alegre desde que entró, borró su sonrisa de repente. Un hilo de sangre comienza a salir de sus labios, mientras su mirada de ojos rojos refleja el pánico.

- ¡GUARDIAS, GUARDIAS! ¡LLEVÁOSLO! ¡ALEJADLO DE LA FIESTA Y PONEDLO EN CUARENTENA!

Sin pensarlo dos veces, la Guardia Real se lleva a César a otra sala.

Notas de juego

- A partir de ahora, César ya no puede leer esta escena hasta que sea devuelto a ella, si se da el caso.

- La próxima hora comienza oficialmente el lunes, y esa semana ya se deben emitir votos para el linchamiento.

- Ya podéis escribir en las escenas de las habitaciones Azul y Verde.

Cargando editor
20/10/2017, 12:26
Reulen

Reulen se sitúa en el centro de la sala y llama la atención de los asistentes

Por favor, damas y caballeros, mantengan la calma. La servidumbre ya está tomando medidas para aislar al señor Vinsmoke en una sala segura. Sin embargo, me apena enormemente haber escuchado rumores en la sala verde de que pudiera haber algún portador de la enfermedad en la fiesta. Y me preocupa sobremanera. Me veo en la obligación de cortar estos rumores de raíz. Y, lamentando el inconveniente ocasionado, les pido su colaboración en lo siguiente.

Antes de nada, necesitamos identificar a los presentes. Les ruego formemos una fila y, uno por uno, indicarán su nombre y mostrarán su invitación. Nadie desea que este inconveniente acabe con la fiesta, pero es importante que muestren la invitación, pues en ella está la información veraz del invitado y así podremos confirmar que nadie se esté haciendo pasar por quien no es.

Todos saben quién soy yo, puesto que les he recibido, pero también seré el primero en presentarme. Soy Reulen el ayuda de cámara, y, por tanto, no poseo invitación como tal

Cargando editor
20/10/2017, 14:05
Alessandro Viatore (Orfeo)

En cuanto Alessandro salió del sopor provocado por la nostalgia, se sobresaltó por el revuelo que se había levantado. Tristemente y contra todo pronóstico, uno de los presentes había caído enfermo y estaba siendo trasladado a un área segura para no contagiar al resto.

* * *

¡Cielo santísimo! ¿Cómo ha podido pasar algo tan horrible? —exclamó aterrado. Después de oír las palabras del ayuda de cámara, miró a su alrededor. ¿Era cierto acaso que cualquiera de los presentes podía estar enfermo y estar propagando la enfermedad? Inmediatamente se centró en el simpático beodo que decía llamarse Toscán y sintió un escalofrío.

* * *

Alessandro se apresuró a presentarse ante Reulen, formando la debida cola y procurando mantener la calma.
Mi nombre es Alessandro, marqués y heredero de la familia Viatore. He sido invitado por el mismísimo Príncipe Próspero: aquí tiene mi invitación.

Cargando editor
20/10/2017, 14:23
Marquesa E. Auditore

Obsevé como la Condesa de acercaba al hombre y hablaba con él, su reverencia y asentir de su cabeza me dijeron que se reuniría con nosotras. Le observé caminar hasta que llegó a mi lado y me dedicó una sutil reverencia, la cual devolví con un gesto delicado y femenino.

- Marquesa Auditore. - Me presenté con una sonrisa en mis labios. - Me ha llamado mucho la atención su sutil manera de reclamar nuestra curiosidad con su frase. - Añadí mientras el hombre bebía de su copa.

Tras ello nos la ofreció a la Condesa y a mí, justo cuando sonaron las campanadas, anunciando así la llegada de la media noche. Mis dedos rozaban la copa cuando alguien gritó y vi la sangre en los labios del hombre, que fue capturado por la Guardia Real y sacado de la sala, haciéndome retirar bruscamente la mano de la copa que nos ofrecía el Marqués.

- ¿Cómo puede ser? - Pregunté en voz alta, alertada por tener a la enfermedad tan cerca. Entonces Reulen llamó a la calma y pidió nuestras entradas. - Será mejor que vayamos y no le hagamos esperar. - Sugerí a mis acompañantes. Cuanto antes se detectase una posible suplantación de identidad.

- Marquesa Auditore. - Dije a Reulen entregándole la invitación que portaba, nerviosa por lo que estaba pasando. Temerosa por la enfermedad que parecía no querer dejarnos estar.

Cargando editor
20/10/2017, 14:45
Niccola del Piamonte

La algarabía se convirtió en un tremendo alboroto al desatarse una insólita infección.

-¡Sáquenlo pronto de aquí, no vaya a contagiar a nadie más! -dije, llevándome un pañuelo a cubrir mi boca y nariz, a pesar de mi máscara.

 

Cargando editor
20/10/2017, 19:13
Giovanni Ventura

- Ma que cosa diche, signiore Reulen. Si usted traballare acui, usted debí sabere que io fui invitado para formaría parte de la corte del princhipato. Io soy el medichi de la corte: Giovanni Ventura, medichi de la peste en la mía ciutate natal. - Respondió al ayudante de cámara.

Se levantó levemente la mascara por abajo para beber un poco de su copa e hidratarse la garganta para continuar hablando con el resto.

- Todo iesto e molto extrañio per me. Io no en visto una enfermedade similares a iesta. Ma podere ser molto contagiosa. Debemos encontrare entre los invitatos a cualquiera que tenga sintomatos como los del signiore Cesar. ¿Con quiene estaba parlando cuando comenzare a mostrare los sintomatos? - Preguntó al resto.

Era medico y no detective, pero si la enfermedad era contagiosa, los más expuestos serían los que tuvieron una cercanía más estrecha, físicamente, con el enfermo.

Cargando editor
20/10/2017, 19:59
Andras

Andras aguarda expectante el relato de la señorita Arcangelli mientras se lleva a los labios la copa rebosante de un reserva carmesí. El liquido apenas rozaa sus labios cuando el grito de GUARDIAS! sobresalta a todos los presentes. La copa resbala de sus dedos y la gravedad se encarga de hacer el resto. Un estrepito de cristales rotos y vino desparramado por el suelo.

-La muerte roja traspasa piedra, acero y carne...-murmura para sí misma.

A la orden de Reulen, se sitúa en la cola, y cuando llega su turno susurra al oído del asistente de cámara: Señora Andras, sobrina del señor de... las ultimas palabras se pierden en el cuello de Reulen, siendo ininteligibles para el resto de asistentes.

Cargando editor
20/10/2017, 21:24
Duque de Bastión Carmesí

-Que asco un sucio infectado ha entrado en el palacio. Exijo explicaciones. No se nos ha invitado para esto. Es repugnante dejar campar a sus anchas a los infectados.-Dijo el duque sumamente indignado.-En fin, yo que vosotros evitaría el contacto humano con gente desconocida no sea que os contagien.

Cargando editor
21/10/2017, 00:04
Margarita Sacromonte

Un grito escapa de los labios de la condesa en el momento exacto de la tragedia, y retrocede dos pasos hacía atrás antes de, avergonzada, extender las manos hasta él, aunque no lo toca... la guardia es más rápida, y ella se queda sola, temblando un poco y pálida como un muerto, las manos se le caen hacía el vestido y sus orbes se fijan en sus manos desnudos y un gemido ahogado se le escapa de la boca.

-esto... -susurra, solo para fijarse en el resto, sus labios plegados en un gesto de tortura, toma aire y avanza a paso lento hasta donde se les llama, haciendo fila con el resto, al llegar al ayuda de cámara se le observo con cierto grado de intriga ¿Cómo había podido ocurrir aquello si cada uno había sido recibido por aquel hombre? cerrando los ojos susurro su nombre -Margarita Sacromonte, condesa de Sacromonte. -sus ojos chispean al escuchar el grosero comentario de uno de los invitados y sus labios se pliegan en un gesto que en la confusión pasa inadvertido.

Cargando editor
21/10/2017, 10:19
Lord Henry Cavendish

A pesar de percibir que mis nuevos compañeros de conversación no eran lo que precisamente podrían calificarse como los más sociables del evento, me sentí complacido con el hecho de mostrarse corteses y responder de buen grado. Sonreí ligera pero francamente bajo mi picuda máscara.

-Es un placer, caballeros. Mi nombre es Henry Cavendish -dije sin la arrogancia de recurrir a mi título nobiliario-. Procedo de la zona de...

Mi presentación se vio interrumpida por la alarmante noticia; tras los murmullos de pánico de la concurrencia, mi semblante quedó gélidamente rígido por el estupor, oculto bajo el peso de la máscara. ¿Acaso no habría lugar seguro contra ésta condenada peste?

-La situación es apremiante, caballeros. Será mejor acercarnos y cumplir con las directivas del señor Reulen -dije con el mayor intento de serenidad que me fue posible.

Cargando editor
22/10/2017, 09:08
Violet

Las palabras resonaron en mi cabeza nuevamente. Guardias… Cuarentena… La terrible enfermedad había tardado muy poco en adentrarse entre estos muros, provocando temor en los invitados. Una copa de vino cayó a mis pies, miré a Andras, sería mejor que siguiéramos las instrucciones de Reulen.

Ni siquiera aquí estábamos a salvo…

Me coloqué en la cola que se estaba formando por orden del ayudante de cámara.

-Condesa de Lovelace, mi nombre es Anne Byron.- Dije cuando éste se acercó a mí, no sabía en que podía ayudar todo esto, pero si ayudaba a conseguir algo de tranquilidad, ya habría sido algo.

Cargando editor
22/10/2017, 11:49
Petro Lombardi

A mitad de la presentación de Lord Henry, se le interrumpió con la llamada a los guardias por un invitado que estaba contagiado.

Rápidamente miré a todos lados, una sensación de inseguridad me estremece el cuerpo. 

- Un infectado aquí... Digo en voz baja, con el miedo presente. Cojo un suspiro para tranquilizarme, sabiendo que no es momento de entrar en pánico. - Tenéis razón Lord Henry, vayamos a cumplir con las órdenes y esperemos que sea un caso controlado.

Una vez en la cola y cuando me llega el turno. - Mi nombre es Petro Lombardi, heredero de los Lombardi, aquí está mi invitación. Muestro la invitación donde se ve mi nombre y que todo está correcto.

Igualmente, voy prestando atención a todos los invitados con inseguridad.

Cargando editor
22/10/2017, 20:02
Marqués Casati

Me acerco a las dos damas y cuando la Marquesa se presenta, mis ojos observan los suyos con intensidad.

Mientras aguardo a que tomen la copa... algo sucede, algo que capta mi atención: alguien es acusado de portar la muerte. Pese a que no se puede ver en mi rostro, como otras tantas veces que he enfrentado a la muerte, una sonrisa seria hace gala de aparición, la sonrisa de quien se encuentra ante un desafío... y no piensa huir.

Será mejor.

Le concedo a la Marquesa, aunque siempre he sido más un hombre de acción, no soy precisamente un necio y en lugares como este, tan impolutos y con tantos engranajes, hay muchos pasos que dar para cada pequeño objetivo, fuese cual fuese.

Hago pues cola, hasta que llega mi turno.

Marqués Casati.

Mento, mientras tiendo mi mi invitación con cortesía hacia aquel hombre que parecía estar en todo, saber de todo. Casi parecía que podía ver a través de los ojos de todos los sirvientes.

Si necesitáis cualquier cosa, no dudéis en mí.

Me ofrezco, para colaborar a terminar con todo esto. Echarme atrás nunca ha sido un punto fuerte en mí.

Entonces me alejo un paso y me coloco al lado de la Marquesa, esperando a que la Condesa se presente. Mis ojos van a los de la mujer que está a mi lado, entonces.

¿Qué pensáis? Ya habéis demostrado que vuestro oído y vuestra inteligencia está afilada.

De reojo observo como varios invitados comienzan a estar nerviosos, mi mirada se cruza con la del Duque de Bastión Carmesí, la cobardía de la que hace gala me resulta entretenida, sin embargo, dada su situación, su reacción es bastante comprensible. Tratar con la Muerte es algo bastante tenso y escalofriante.

Cargando editor
22/10/2017, 21:50
Condesa Sharon Liddell

El nerviosismo se hizo presa de mi al ver cómo los guardas arrestaban a César. Miré a mi alrededor, viendo con nuevos ojos al resto de invitados.

Espantada y ligeramente nauseabunda, acompañe a los Marqueses en dirección a Reulen.

- Condesa Liddell... - dije con un hilo de voz, extendiendo la invitación para mostrársela.

Cuando me hubo identificado, volví con mis acompañantes.

- ¿Cómo ha podido pasar algo así? Mis padres me mandaron aquí porque creían que estaría a salvo...

 

Cargando editor
23/10/2017, 06:14
Cid Ruy Díaz (Toscán)
Suenan las campanadas y estas traen mala noticias, un efermo sangrante, aterrorizados por la muerte roja nos dispersamos rapidamente y nos separa los guardias, suegurente para mantener el orden y evitar contagios. Cesar Visnmoke, el enfermo, es llevado a la ultima y mas lejana de las salas para estar en cuenrentena, ¿Pordrá ser curado? Seguramente. Allí permanece por el momento, en la sala negra de rojos vitrales.
Mientras nos dispersamos, los hombres nos dirijimos hacia la habitacion verde, y las mujeres hacia la azul. O eso decimos que somos, hombres y mujeres, bajo el disfraz todo puede estar secretamente oculto.
Y cuando nos volvemos a reunir en la sala naranja, hombres y mujeres, Reulen nos pide las invitaciones. Lo que me contraria un poco.
-Reulen, ip, crei que nos estabamos llebando bien, ¿Que atropello es este? ¿No sabe perfectamente quienes somos? ¿No es usted quien nos dió el ingreso? Y ahora no sabe quienes somos, ip. Esto es exagerado, pero aquí tiene mi entrada, tome, tome, ip, humillante! Aqui tiene mi entrada...- le entrego la entrada a Reulen de mal humor y entre quejas. -Aparte me extraña, ¿Recien ahora pide entradas y revisan identidades Reulen? O sea que hasta ahora estuvo entrando cualquiera aquí, ¿Cierto?... Sin palabras, esto es increible... Y devuelvame mi entrada, no, no, mejor no, asegurece de guardarla bien y no olvidar quienes somos... Es mas, preferiria que usted acompañe a Cesar, en la cuarentena, solo por este desprolijidad protocolar y desorganización. No me extrañaria que usted tambien este infectado, si ha fallado en esta norma de seguridad, no quiero pensar en cuantas otras normas ha fallado. Mientras mas lejos esté de nosotros mejor!-sentenció colérico...

Notas de juego

Quien pidio voto y resumen? :p

Cargando editor
23/10/2017, 08:31
Niccola del Piamonte

Silencioso como era costumbre, pues en mi hogar era moda lo de "oír, ver y callar", saqué mi invitación rubricada en persona por el Príncipe, y la mostré sin más aspavientos que decir mi nombre:

-Niccola del Piamonte.

Es cierto que era deshonroso pedirla de nuevo a estas alturas, y Cid lo había gritado por todos. También era comprensible. Había ahora una víctima, y eso debía ser investigado, pues corríamos todos peligro.

Cargando editor
23/10/2017, 15:53
Marquesa E. Auditore

Un tanto nerviosa por lo acontecido, veo con agradado como el Marqués Casati retorna a mi lado tras entregar su invitación a Reulen. Me sonrojo ante las palabras que me dedica el hombre, pero por fortuna quedan cubiertas por la máscara que cubre gran parte de mi cara.

- No lo se. - Respondí con sinceridad. - Ese hombre... hablé con él y no parecía estar mal. - Dije refiriéndome al enfermo. - Al menos solo fueron cuatro palabras y no nos tocamos... - Confesé aliviada mirando a mi entorno.

- No me acercaría demasiado a Margarita. - La señalé con la cabeza y la mirada al mencionarla. Era aquella mujer con la cual Vinsmoke me había confundido. - Ha pasado demasiado tiempo junto a él. Tampoco creo que me arrime al hombre, tan indignado por lo ocurrido. Básicamente por seguir su consejo y no acercarme a desconocidos. - Sonreí al Duque de Batión y le hice una pequeña reverencia. - Ni al hombre que va bebido. Ni el mismo sabrá ya donde ha puesto sus manos o sus labios con semejante borrachera que lleva.

La Condesa se unió a nosotros y la sonreí. - Creo que eso es algo que nos gustaría saber a todos.

Cargando editor
23/10/2017, 18:59
El Tiempo Que Pasa

El silencio tras las campanadas...

...es atronador. Parece retumbar en el vacío que ha dejado César. El Príncipe, visiblemente nervioso, se levanta de su trono una vez se lo han llevado.

- Muy bien. No sé quién habrá tenido el descaro de colarse en mi fiesta estando enfermo poniendo así en peligro a todos los demás... ¡y a mí! Así que ahora mismo vamos a averiguar quién o quiénes han sido, y cualquier sospechoso será llevado a la habitación en cuarentena. ¡Vamos, hablad! ¡Confesad, o pagarán inocentes!

Tras las palabras del Príncipe, aparentemente bajo la presión de lo sucedido y de sus palabras, Sir Dupin Bernadotte comienza a correr hacia la puerta de palacio mientras grita:

- ¡Estamos condenados! ¡Todos!

La Guardia Real le abre la puerta y le deja salir.*

Notas de juego

*El jugador ha abandonado la partida. Su rol será asignado a otro jugador al azar.

- A partir de ahora, de lunes a jueves se puede votar para el linchamiento de sospechosos. Aquel que salga elegido será llevado a la habitación Negra el lunes

- Ya estamos puestos en escena, y todos los roles pueden activarse, así que a fin de que todos puedan usar el suyo a partir de ahora el contagiado se anunciará también el lunes en lugar del viernes (pero los que necesiten saber los resultados antes para poder usar su rol, lo sabrán el viernes)