Partida Rol por web

Comenzais a descender por las escaleras hasta llegar a una puerta.

Con cuidado lo abris y se abre a un rellano de 5 pies de ancho que se alza 15 pies sobre una amplia bodega, con escalones de piedra que descienden hasta el suelo en dos cortos tramos. Otra puerta se yergue mas alla de la escalera hacia el norte. Una gran cisterna de piedra ocupa la puerta oeste de la habitación, con sus muros llenos de barriles y toneles alineados y otra puerta junto a la cisterna.

La sala esta bien iluminada, hay lamparas de haceite que lucen iluminadas y cuidadas, parece que la rellenana cada cierto tiempo, sin duda aqui vive gente.

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(Mapa de exploración de mazmorras)

Auric toma la delantera respecto a sus compañeros, internándose en la sala. Desde que descubrieron la trampilla algo ha estado inquietándole, pero no sabría decir exactamente qué. ¿Dónde están los Marca Roja? ¿Acaso han llegado tarde y ya han abandonado el edificio? ¿Por qué no hay trampas ni han defendido la mansión en absoluto, ni siquiera se han molestado en esconder la trampilla?

"Casi parece que alguien... Quisiera atraernos hasta este lugar..." — dice el semiorco mientras saca una antorcha y la enciende, iluminando la estancia.

Sus pasos se acercan hacia la fuente que ocupa el centro de la estancia, que mira con cierto desinterés y luego, da una ojeada general a la habitación. Sus sentidos buscan trampas o salidas visibles.

Dalya avanzó junto con su amigo. Ningún guardia por el momento. ¿Estarían todavía durmiendo? Dalya se acercó a la cisterna mirando su interior.

-Sshhh-le dijo a su amigo para que no hablase en voz alta y después señaló la puerta que podían ver. Aquello desde luego parecía una trampa. Eso o eran la peor banda del mundo. En cualquiera de los dos casos el resultado sería el mismo para ellos.

Freyr hubiera preferido entrar a la mansión y liarse a dar mamporros a diestro y siniestro, sin embargo, esos marca roja eran mas sabandijas de lo que se pensaba. Estaban escondidos como ratas.

El enano se internó a la sala junto a sus compañeros y al igual que ellos echó un vistazo. No quería que cayeran en alguna trampa a la primera de cambio.

Isildel y Izmael avanzaron y observaban como sus compañeros exploraban sus alrededores.

Auric y Freyr comienzan a revisar la sala, comprueban como hay una puerta en el norte y otra en uno de los lados de la cisterna, asi mismo ven los barriles, los cuales estan llenos de suministros, manzanas, cerveza, azucar, etc. En principio ninguno de los dos veis nada sospechoso en la sala, mas alla de que esta perfectamente iluminada por lamparas de aceite y que hay suministros frescos y en buen estado a diferencia de la manzion que habeis dejado atras.

Dalya reviso general, pero comenzó a mirar el interior de la cisterna ... parecia que procedia de una cañeria de la zona superior, seguramente de la cocina desde la que habian bajado el grupo, el agua estaba limpia, pero el chorro continuo y el tiempo de la cisterna hacia que el agua no fuera transparente

Isildel bajó en silencio por las escaleras y observó desde ellas la habitación. Estaba claro que estaba siendo usada.

- Está claro que esta debe ser su guarida- musitó en voz baja.- Estad atentos, por ahora no hay guardias pero puede que sea porque son demasiado confiados. Sea como sea eso juega a nuestro favor, pero no deberíamos demorarnos en avenzar… pero en silencio

Dicho esto, tomó algo de su bolsa de conjuros y comenzó un ensalmo:

- Armadura de luz, protege mi cuerpo. Ármame para la batalla, pronta esta la lucha.

Dalya señaló la puerta a sus compañeros para que la vigilaran, no iba a ser ella la primera que entrase a ningún sitio. Le gustaba mucho más pasar desapercibida. Sin embargo empezó a recorrer con la mano las paredes de la habitación buscando algun tipo de resorte, o de puerta oculta. No era nueva en aquello y en lugares tan grandes solían tener entradas y salidas de emergencia... y trampas. Pero cada cosa a su tiempo.

Al no ver nada de interés a simple vista, el enano se acercó a la puerta norte y pegó la oreja cuidadosamente para ver si se escuchaba algo a través de la madera.

Sus compañeros aún estaban buscando por la habitación y decidió dejarles tiempo por si encontraban algo útil, pero sus ganas y energías estaban puestas en reventar marcas rojas ahora mismo.. 

Auric esperó con paciencia a que sus compañeros revisasen la habitación. Sin duda su cautela era elogiable, pero como Isildel decía, demorarse era peligroso. Asintió al mago con la cabeza y se acercó a Freyr.

"Con vuestro permiso, maese Fireforge..." — dijo el semiorco, dando tiempo al enano a apartarse antes de abalanzarse sobre la puerta para derribarla de una patada y entrar en la habitación acero en mano.

No obstante, la puerta probó ser más resistente que el semiorco, que quedó atónito ante la ineficacia de su golpe para abrir la puerta. Estupefacto, observó al resto de sus compañeros esperando que alguno tuviese una manera de compensar por su impetuosidad.

- ¡Aguarda!- exclamó el elfo al ver las intenciones de Auric y llevándose una mano a la cara para tapársela.- Oh, Diosa, ¿Por qué me castigas así? ¿Acaso no cumplo tus dictámenes?- rezó mirando el techo, buscando una entidad superior.

- ¿En serio?- preguntó de nuevo, atónito, mirando fijamente al paladín.- ¿Eso es lo que entiendes por sigilo? No solo no has abierto la puerta sino que, además, habrás despertado a los borrachos que haya en su interior… ¿Has siquiera comprobado que la puerta no estuviera abierta? La trampilla de arriba está sin vigilancia, lo que implica que esta gentuza no espera visitas, así que es muy probable que esa puerta también esté abierta.

Isildel se quedó mirando un momento más al semiorco tras terminar de hablar, evaluándolo: hacía tan solo unas horas se había negado a usar violencia contra los matones y, por esa decisión, casi los matan. Ahora pretendía alertarlos antes de que entraran en su guarida… ¿De parte de quién estaba realmente?

La situación estaba rara, habian pasado de un sigilo gatuno a uno de elefante de cacharreria, pero era normal, la tension del momento y demas elementos.

Dalya comenzó a revisar las paredes con cuidado, y cuando se acerco a la zona junto a la cisterna noto algo raro, esa piedra era diferente, la junta era diferente, estaba claro que ahi no encajaba del todo.

Por otro lado el fornido enano coloco la oreja sobre la puerta, y el silencio fue toda la respuesta antes de que Auric le apartara y con un lastimero intento , intentara tirar la puerta, lo cual fue mas un sonido metalico al chocar su armadura con la puerta de madera que el crujis de la madera o el ceder de los goznes.

Tras su ... desafortunado intento, Isilder tan solo pudo hacer lo unico que sabia hacer ante las acciones de sus compañeros, quejarse de los lamentables intentos de avazar.

Izmael quedo quieto y tranquilo, no sabia como ayuda ( teneis que manejarlo ustedes ... recomiendo que el primero, pero si lo usais como suicida, se ira a ayudar al templo)

Tras el golpe el silencio recorria la sala, solo roto por la bronca de Isildel, roto solo cuando se abre la puerta situada junto a la cisterna, de donde sale 3 Bandidos de la Marca Roja.

- Ves habia escuchado algo, nos atacas .... vamos chicos acabemos con esta escoria .... 

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Los heroe estaban ensimismados con la puerta que no se rompen y las secretas, asi que esas decimas de segundos en comprender lo que apsaba fue aprovechado por los bandidos.

Uno de los bandidos se acerca a donde esta Dalya, por alguna razon le preocupa que esta alli y aunque no consigue atacarla, se acerca y con sus armas desarmadas.

Por otro lado los otros dos bandidos van directo hasta Isilder y el Clerigo.

Isilde consigue evitar los dos espadazos del bandidos, el primero gracias a que fue demasiado rapido, pero el segundo noto como la magia protectora que le cubria le salvaba la vida.

Para Izmael no fue tan bien, el bandido era agil y si eso no era suficiente, consiguio que un de sus ataques toco bajo la armadura en su costado, rajandole. (-5)

-¿Vaya, os hemos despertado?-dijo la mediana al bandido que, ignorando a sus compañeros que eran bastante más temibles que ella se había lanzado a por Dalya. La mediana, con su espada en la mano, hizo una finta, de un salto se subió al borde de la cisterna y de ahí le dio con el pomo de la espada en la cabeza, tratando de no matar al hombre y solo dejarlo inconsciente.

¡Urrgg! ¡Dejadme hueco! Gruñó el enano mientras conseguía subir por la escalera para encontrar una posición desde la que poder participar en el combate.

Sin ningún miramiento alzó su martillo y lo dejó caer sobre el rufián que había golpeado al clérigo. ¡Toma esa bellaco!

Auric no pudo reaccionar suficientemente rápido a la aparición de los bandidos. El paladín había esperado poder tomarles por sorpresa y ganar la iniciativa, pero había sido justo al revés, y ahora Isildel e Izmael estaban en problemas con los maleantes desenvainando acero contra ellos.

"¡Malditos Marca Roja! ¡Sabía que estábais escondidos como ratas! ¡Cuidado Isildel!"

El paladín gritó al mago mientras se movia hacia él desenvainando su espadón y tomaba posición de combate para protegerle. Esperaba que su gran figura atrayese más la atención que el escuálido mago, y eso le diera una oportunidad para poder moverse fuera del peligro.

Con ambas manos, desató un tajo lateral sobre uno de los bandidos, cortando a través de su armadura de cuero mientras sajaba con su hoja y retomaba su posición de combate. Los bandidos habían demostrado que no tenían reparo en usar acero contra ellos, y eso mismo pretendía hacer él. Una cosa era asaltar maleantes borrachos que no podían ni defenderse, y otra era desatar el justo castigo de Tyr contra aquellos que tomaban armas contra la furia recta que le invadía.

Bajo la protección de su Diosa en la forma de una armadura de pura mágia, Isildel observó con cierta indiferencia, casi menosprecio, el ataque de su enemigo. No se sorprendió en absoluto al verlos entrar ya que, tras la oportuna intervención del paladín, lo sorprendente habría sido que nadie viniera a recibirles.

- Señora de los Misterios, fuente de toda magia, despierta el poder dormido en la punta de mis dedos… ¡Contacto Electrizante!- invocó el mago moviendo sus manos y dejando tras ellas el aire cargado de electricidad, para finalmente dirigir su mano hacia su atacante en un intento de traspasar la carga letal, aunque inofensiva para él.

HIPNOSIS

Izmael recibe uno de los golpes, lo cual se resiente, pero decidido a defender a sus compañeros, coloca el escudo entre el y el bandido, creando una muralla, y ataca al enemigo mas cercano. Pero el hombro se resiente y no consigue impactar a los bandidos.

- DALYA RESISTE - grita el clerigo preocupado por le mediana.

Los bandidos esperaban ganar la iniciativa y acabar con los heroes que habian irrumpido en su guarida, sin mebargo los avenureros estaban mucho mas avispados y pendientes de lo que esperaba el resto, asi que, todos salvo el clerigo impactaron.

El bandido que pretendia acabar con el Mago con rapides, quedo en chock cuando la mano electrica del mago le dejo catatonico y con un certero golpe Auric acababa con el.

El resto recibieron fuerte golpes de la mediana y el enano, los cuales parecian estar bien listo y preparados apra el combate.

Los bandidos no vieron como cahia su compañero, pendiente del enemigo.

Uno de ellos ataco a Freyr, deseosos de eliminarlo de su flenco, el primer ataque falla, pero solo fue una triquiñuela apra abrir el flanco y apuñalarlo con violencia ( -5).

El otro bandido seguia acosando a la mediana, mas pequeña seria mas facil de matar, atacando con violencia, sin embargo la pequeña Dalya, era de verdad muy escurridiza, metiendose entre las piernas y saltando como un mono, evitando todo sus ataques.