Partida Rol por web

El hombre, con la barbilla alzada, escucha...

-Ahora hablas mejor... Evidentemente, a la gente como tu hay que quemarles la lengua para que aprendan a usarla. Lo cual no disculpa vuestras acciones!+recuerda, alzando el tono. Más prosigue+ Pero seras testigo de mi magnificencia y piedad...una vez mas. Sobre todo por tu bella ama, la cual es de mi consideracion. Vuelve a ella con la caja. Es suya, ha pagado por la misma y le pertenece. Dile que la misma funciona perfectamente, y si fue abierta, solo pudo serlo con la llave... que se fije bien en como la guarda.

Hace un gesto, y la esfera que te envuelve desaparece.

-En cuanto a los demas... Si quiere que el resto de sus sirvientes le sean devueltos debera pagar por ellos una compensacion de quinientas piezas por la cabeza del elfo y el mediano... y mil por el insolente negro!... Tendra hasta mañana. Sino, los arrojare a donde pertenecen... Ella me conoce y sabe a que me refiero. Ahora vete!

Al decir esto, el portal que da a la salida se abre. La caja fuerte esta a su lado.

Al principio, Arávilar creyó que el mago sólo estaba regodeándose en su posición ventajosa, pero cuando la esfera a su alrededor se disipó, dejándole sentir el aire más fresco. Rápidamente se levantó, y sintió unas ganas irrefrenables de abalanzarse sobre el hombre que levitaba, para aunque sea alcanzar a propinarle un puñetazo. Pero suficiente le había costado salir de allí, y su ira no lo echaría a perder.

Más tarde se olvidó del asunto, pues comenzó a sentirse estúpido. Estúpido por creer que el resto de correría su suerte tan fácilmente. Humillarse a sí mismo y lloriquear no era suficiente para el Gran Tessalar, a quien no le interesaban en ningún sentido el honor ni la compasión. Sólo el sacar provecho de las situaciones que el azar le daba, pues ninguna deidad habría permitido semejante acontecimiento si hubiera estado consciente de que sucedía. Al menos eso le hacía mantener la fe al clérigo.

Los dioses no pueden estar en todas partes.

No dijo ni una palabra más, pues no quería arriesgarse a insultar al arcanista nuevamente. Simplemente agachó la cabeza, hizo una reverencia ostentosa y caminó hacia atrás hasta quedar junto a la caja fuerte. La miró dubitativo, pero finalmente hizo su mejor esfuerzo e intentó arrastrarla hacia el exterior, nunca dándole la espalda a Tessalar.

Le costó horrores a Arávilar levantar la caja y transportarla nuevamente hacia la mansión, pues no pensaba dejarla a su suerte en las calles de Aguas Profundas. Se alejó tan rápido como pudo de la torre del loco, en dirección a la mansión de la Dama Wisp, como hace no demasiado tiempo.

Bramo vió el vial del que le habían dado de beber en las manos de Lewess, pero no entendió la broma y rebuscó una poción en la mochila.

Sí, por supuesto... Toma.

Repuso la poción perdida al elfo que le sanó y siguió con la conversación.

El caso es que habiendo unas rejas de por medio, lo mejor es aceptar el cautiverio. Ya preguntaremos a algún guardia que nos traiga la comida quién nos retiene y bajo qué acusaciones. Porque lo mismo esta jaula es el sótano de la torre de ese mago cascarrabias.

Traspirando en las calles, logras volver con la caja a la mansion... Te toma un poco mas de tiempo que si fueras normal, desde luego, y tus brazos poco acostumbrados a esta clase de trabajo protestan, pero no queda otra.

Ya pasa mediodia cuando estas frente al portoncillo. No hay necesidad de llamar, ves a Meland sentado en el portico comiendo una fruta. Al verte, alza las cejas con sorpresa...

-Que paso??+pregunta, incorporandose.

-Quien sabe lo que diga ese loco...+masculla+... tal vez nos deje morir de hambre.

Suspira, ya que no han almorzado todavia, asi que hace varias horas padece...Pero dejando eso de lado, mira a sus compañeros de cautiverio

-Por mi parte, lamento no haber sido de ayuda... ese tipo me desmayo enseguida...

-Grrr... ¡ah!-

Con un último esfuerzo, el clérigo arrastró la caja fuerte del Gran Tessalar por el camino los pocos metros que lo separaban de la verja que rodeaba la mansión de la Dama Wisp. Se secó el sudor de la frente con la palma derecha, y luego el de la nuca. Las ropas se le habían pegoteado al cuerpo, pero simplemente no era consciente del hecho.

-¡Meland!- exclamó, sin pensar que estaría feliz de verle la cara al hombre. -Oh, por la Dama de los Misterios Meland. El resto...- señaló con el pulgar a sus espaldas, respirando agitadamente. -Tessalar, ¡ese lunático! Los tiene aprisionados en su torre. Por favor, tengo que hablar con la Dama Wisp- Tragó saliva, con una expresión de ruego.

-Uff... ese tipo... De acuerdo, deja que te ayude con eso...

Entre los dos es otra cosa y pronto pueden entrar la caja al recibidor. El mayordomo te indica que milady se encuentra en el jardin posterior y en efecto, alli esta, descansando en una silla y bebiendo algo, pensativa.

-Que ha pasado? +te interroga, perpleja al verte venir sudado y solo. La bella joven deja su vaso a un lado, mirandote intensamente....

Eso de morir de hambre... si que sería un contratiempo. Si eso nos va a pasar, ya no podemos esperar más.

Lilith, recuerdo haberte visto urgar en las cerraduras un par de veces. ¿Te atreves a intentarlo con la cerradura de la celda? Aprovechando que nos deja todo nuestro equipo... también tendrás tus ganzúas.

-De que hablas? Esto? +pregunta, mientras muestra las herramientas en su saco. Son pequeños cinceles, destornilladores y cosas asi, ninguna ganzua+... Son mis herramientas de talla para las artesanias que realizo..

Mira con expresion seria a Bramo. Ha captado la intencion de este...

-Ejejm...que sea un mediano, no significa que sea un ladron... En esta situacion no es apropiada para ademas pelear entre nosotros, pero te dire que resulta un poco ofensivo que pienses eso de mi, si solo es por la raza a que pertenezco... ya que no creo que nunca me hallas visto fisgoneando en bolsillo o pieza ajena... Lo dejaremos pasar, pero contesta, tu no tienes alguna magia que sea de utilidad?

Esta vez, Arávilar se vio contento y dispuesto a hacer una reverencia, pues no agacharía la cabeza ante Tessalar sino ante la cordial Dama Wisp. Fuera por su atractivo y no por su persona o no, era algo que el semielfo aún no había contemplado. En todo caso, saludó elegantemente.

-Dama Wisp- dijo, respirando rápidamente. -Mis compañeros y yo hemos sufrido una confrontación con Tessalar. Al parecer, sus delirios dictan que insinuar que sus conjuros fallaron es una ofensa que merece encarcelarnos por 200 años- Ante la mirada confundida de la noble, Arávilar se apresuró a continuar.

-Permítame explicarme. Al llegar allí por segunda vez con la caja en nuestro poder, Tessalar indicó que la caja funcionaba bien. Luego de un intercambio desagradable de palabras, logró noquear a Bramo con un ataque mágico, y luego intentó dormir al resto con un sortilegio. Por suerte, fui capaz de resistir, y me las ingenié para salir de la torre apelando a su compasión. Pero los demás no corrieron con mi suerte, pues el mago prometió que los encerraría por 200 años a menos que se le pagaran dos mil piezas de oro. Quinientas por Lewess, el elfo, y Lilith, el mediano, y mil por Bramo, el mago. He venido aquí pues la salvación de mis amigos está en sus manos. Le pido que pague la recompensa y que deduzca la misma del total de lo que nos pagarían en un principio al terminar el trabajo-

La joven se cubre la boca con un gesto suave...

-Ehm... enojar a Tessalar... oh, Sunne... eso es un problema. Ese hombre es un arrogante pomposo e insufrible, pero tiene bastante poder y es un mago habilisimo... Si ha dicho eso, probablemente lo cumplira... Habra que salvarlos cuanto antes.

Baja las manos, juntandolas sobre la falda. Sus ojos claros te miran fijamente, aunque su voz sigue siendo baja y tranquila, algo lenta.

-Sin embargo... sobre eso del dinero.... no hemos hablado nada al respecto, o si?. Crei que Quarivian les habia dicho, el se encargaria de todo... 

Bueno... fuiste tú el que colocó la aguja envenenada en aquella puerta el día que nos conocimos... Y abriste la puerta del laberinto tras la que estaba la mediana zombi... Y no me negarás que el tamaño de esos cinceles los hacen confundibles con las ganzúas de alguien de mi tamaño... Oh, olvídalo.

Magia... uhm... podría engrasarte mágicamente. Tal vez así te pudieses escurrir entre los barrotes tú que eres tan... estrecho. Veamos...

Parece una nueva ofensa, pero al cabo de un segundo cualquiera diría que se lo está pensando de verdad... Incluso se acerca a los barrotes y mide la distancia entre ellos con la medida de su pulgar.

... Luego sólo tendrías que buscar discretamente la llave que abre esta puerta y volver con ella con todo sigilo...

Se pone rojo grana...

-Engrasarme como a un cerdo? Por que no engrasas a tu ma... scota, mago!?

Se cruza de brazos...

- Y encima, andar husmeando en el sotano de un tipo como ese... No he visto ningun guardia en el pasillo, pero soy tonto o es que con su magia, no los necesita... Esperare que venga y le hablare nuevamente, estoy seguro que entrara en razones si dialogamos, de hombre a mediano.

Bramo toma la medida del hueco con la mano y se gira hasta ponerla sobre la cabeza de Lilith. Parece que aún no ha dado por mala la idea...

Uhm... sí... como quieras... ¿Estás seguro? Bien, vale, vale.

A lo mejor hay algún barrote falso o alguna puerta secreta. Un constructor cauto sabe salir de una celda fabricada por él.

Empezó a examinar la celda con detenimiento, de arriba a abajo. Allí tampoco había mucho más que hacer.

No hay tal cosa, al menos en esta celda. Las paredes que no son la de barrotes, son de piedra maziza unida con argamasa, al igual que el techo y el piso. No hay ventanas, la iluminacion del lugar la proveen antorchas eternas en el pasillo.

Sin embargo notas algo. Hay una finisima linea en el piso, que divide la celda perfectamente en dos, desde la puerta a la pared posterior. Alli las piedras no estan unidas con argamasa como en el resto, sino encajadas.

Uhm... podría ser magia... un portal para transportar a los prisioneros a la celda... o podría...

No parece haber nada magico en la linea. Si tuvieras que adivinar, te recuerda a las tipicas trampillas dobles que sirven de puerta a muchos lugares subterraneos... y tambien, como caida hacia trampas.