Partida Rol por web

Sorgi te detiene con una mano. Suelta el timon, y extrae de su camisa abierta una bolsita, que arroja a la mano.

Esta atrapa sin dificultad el objeto, y seguidamente levita hacia el fondo de la cueva, desapareciendo en la oscuridad. Al cabo de unos momentos, oyes un crujido atroz, como de enormes piedras moviendose. 

El capitan vuelve a asir el timon con ambas manos y la conduce hacia el fondo de la cueva. Alli se ha abierto un pasaje en la roca, por donde el mar se convierte en un rio subterraneo. 

-Je... divertido eh? Si no colectan el peaje y estan de malas, los muy perros cierran el otro lado. El agua de mar sube y aplasta el barco contra el techo o los muros, si es que no ahoga a los tripulantes antes...+comenta en voz baja, mientras enfila la nave con pericia por el estrecho pasaje.

Ah...-lo prolongó con un largo suspiro-. Podrías haberme advertido. He estado a punto de lanzar un proyectil mágico a esa mano. Podrían haberse enfadado y por un malentendido acabaríamos todos muertos.

Habla su habitual pesimismo, pero lo más probable es que la débil magia de Bramo fuera insuficiente para crear semejante conflicto. Normalmente esos problemas llegan cuando se pone a hablar, no cuando usa sus conjuros. Además, con sus lentos reflejos, Sorgi habría tenido un par de minutos para pagar el peaje antes de que Bramo pudiese llegar a decir su primera palabra mágica.

Se sentó de nuevo junto a Sorgi, Bramo estaba algo tenso después de este particular encuentro.

-Jajaja... +rie simplemente, mientras la nave entra en la siguiente cueva. Esta es mas o menos como la anterior, aunque ligeramente mas pequeña. Una campanilla comienza a repicar. La Puta Roja se detiene,y entonces el agua de la estancia comienza a bajar, revelando poco a poco otra puerta, que permanecia sumergida. Esta es muy pequeña, de solo unos 10´ de diametro.

-Ahora viene lo bueno. +susurra. Al instante, un brillo azulado rodea la nave, a todo y a todos!! Las paredes comienzan a agrandarse, o mas bien eso parece. En realidad, es la nave la que se encoge, desde luego. El proceso no se detiene hasta que todo el buque tiene apenas unos 10' de ancho, y el resto de sus medidas reducidas a igual tamaño. Entonces, la burbuja magica los empuja hacia adelante, metiendolos en el angosto hueco, por el cual ahora caben.

Este conduce a un pequeño riachuelo subterraneo, por el cual comienzan a deslizarse a gran velocidad hacia las profundidades de la tierra!

Ríete lo que quieras, Sorgi. No fue gracioso.

El siempre aburrido Bramo no llegó a soltar ni un "wow". Sorgi tenía razón, este descenso por las aguas era emocionante y hasta divertido. Para el capitán estaba bien, pero no para el mago.

Bramo apretó los dientes con fuerza. También sus manos se asieron con fuerza. Durante su vida había llegado a estar en algún que otro camarote de barco en plena tormenta, pero en ninguna de esas ocasiones se había mareado tanto como ahora.

La burbuja proporciona cierta luz, permitiendote ver mejor. Los marineros estan aferrados a las cuerdas, pero impreterritos, acostumbrados al paseo probablemente. La elfa en proa tambien se ve calmada, aunque es dificil decirlo realmente en sus quemados rasgos. 

Sorgi sonrie como un demente, divertido. Al cabo de unos minutos, su ya amplia sonrisa se vuelve una carcajada.

-Y AHORA, EL GRAN FINAL!!! +grita a todo pulmon. 

Lo que ves adelante podria helar la sangre de muchos. El tunel termina en una luz rojiza...al pie del cual las aguas caen. Una jodida cascada!! Llevada por el impulso, la Puta Roja salta sobre ella, planeando en el vacio por unos instantes mas... Incluso puedes pispear detras (y peor, debajo tuyo) la catarata de varias decenas de metros, hacia un lago...un lago cuyas costas, a babor y estribor, estan plagadas de restos de naves. Por unos momentos, parece que el barquito en que vas, sera uno más. 

Entonces, notas que no caen. Y la burbuja, suavemente, va descendiendo levitando hacia la superficie del lago, incluso manteniendo la horizontalidad de la nave. Poco a poco, esta va recuperando su tamaño normal, a medida que el agua se acerca. Acuatiza en esta con un leve splash, apenas perturbando la superficie del agua. 

Bramo abrió los ojos y se dió cuenta que se había agarrado a Sorgi. Dejó de abrazarle como quien suelta a un leproso. Al mago ermitaño no le gusta el contacto físico, pero después del viajecito que se habían pegado no tuvo más remedio.

Ejem... ¿Esto es todo?

Oh, por favor, que esto sea todo.

Ahora, visto lo visto, el sueldo por pasar una y otra vez por este tormento se le hacía pobre. Mucho mejor picar piedra en una mina... aunque es algo que Bramo no había probado para hacer esa comparación.

-Por ahora si,... hasta la vuelta claro. Antes de eso, sin embargo, hay que ir alli.

Te señala adelante. La fuente de la luz rojiza se alza al frente, resultando ser una isla de varios cientos de pies de diametro, en torno a la cual el lago se divide en dos ramales muy estrechos, que desde luego limitan en su otro borde con las paredes de roca de la gigantesca caverna natural. La iluminacion, en concreto, proviene de varias atalayas de madera y piedra, en la cima de las cuales se encienden grandes fuegos...

-Isla Calavera. El primer escalon del camino a la condenacion. +sonrie sin humor+ Por suerte, en este viaje no tenemos que ir mas alla...

Enfila el barco hacia la derecha, apuntando a una abertura junto a la atalaya mas proxima. Alli hay una pequeña bahia resguardada, en la cual se ven ya otras naves, de variado tamaño.

Bramo no quería ni pensar en cómo sería el vuelo de vuelta para remontar semejante catarata. De hecho, lo que más le llamó su atención fue la maldita trampa mortal en la que se encontraban.

Cualquier malandrín que desafiase la autoridad en Isla Calavera, y que tratase de huir, se vería en la tesitura de que la magia que puede devolver un barco a mar abierto le sería negada. Solo podría navegar hacia el interior de la tierra.

¿Quién es el señor de esta tierra, Sorgi? Llámalo Lord, Rey o burócrata... ¿Quién es el poderoso que mueve aquí los hilos? La persona con la que nunca se hay que meter.

Lo piensa unos instantes.

-... mmm es complicado. Realmente no hay un gobierno central, pero si hay algo que todos teman son las Calaveras. Son algo asi como las guardianas del lugar, y estan aqui desde siempre. Vigilan todo, flotando aqui y alla... Odian los disturbios o problemas, y tratan de asegurar que Puerto Calavera sea una zona neutral de comercio. Si una te enfrenta, haces lo que te dice. Si la cagas, te aguantas. Con algo de suerte, solo te arrojaran a los niveles inferiores, a que te calmes peleando con los monstruos de Bajomontaña... O tal vez te matan ellas mismas. Siempre y cuando no decidan algun otro castigo mas "ejemplificador"...

Las atalayas estan armadas con escorpiones, puedes notar al llegar, mientras el barco se adentra en puerto. Sorgi sigue explicando.

- No es que sean la ley, claro, pero mantienen el orden con miedo y violencia, lo que mejor entienden los que viven aqui. Desde luego, si no estan presentes, cada uno de los grupos criminales que hay, hacen sus propias reglas... 

Cuando dices calaveras... ¿lo estás diciendo literalmente? ¿O es el nombre de una orden de soldados de carne y hueso?

¿Y flotan?

Le era más fácil asimilar a Bramo a unos magos con túnicas idénticas, levitando por la ciudad, que unas calaveras voladoras de verdad.

Porque si son calaveras de hueso... ¿para qué quieren el dinero que les pagaste a modo de peaje?

Y otra cosa... Antes mencionaste Isla Calavera. ¿Puerto Calavera abarca toda la Isla Calavera o solo una parte?

-Al reves. Isla Calavera es esta, y solo es el nivel inferior de la ciudad, la fortaleza donde arriban los barcos con carga valiosa o militar. La ciudad en si esta por alla +señalando a la izquierda+ en una gran cueva. Ahi dentro hay 3 barrios, que son El Puerto en si, las Lineas de Comercio y el Corazon. Pero hoy no vamos a visitarlos. De lo otro pues...

Sonrie con sorna. Ya casi llegan, y ves que toda la isla esta rodeada con murallas de piedra, ademas de muchas otras de esas torres armadas, cada una con sus correspondientes guardias. El resto de la tripulacion esta abriendo la tapa de la bodega, sacando las cajas. El capitan continua hablando. 

-... jeje son calaveras muy reales! Ya veras alguna seguramente, envueltas en fuego magico, rondando. No se necesitan soldados humanos cuando hay una vigilancia de esa clase. Pero no tienen que ver con lo del peaje. Eso y los hechizos del viaje por mar son cosa de los Guardianes, una secta de magos que controlan ese sendero. A eso sí tengo que ir a verlos, para arreglar mi cuota, al menos si queremos volver en barco jaja.

Bramo afinó la vista para buscar a alguna de esas calaveras flotantes, sin éxito. Tendría que esperar a atracar para ver alguna. Haciendo planes de futuro, el mago quería una torre como la de Tessalar y una calavera de los Guardianes. Quizás para el primer piso, para recibir a las visitas.

¿Y a nuestra clienta la vamos a dejar en Isla Calavera?

Será que ella está aquí solo de paso, y seguirá hacia lo más profundo...

Asiente con un gesto. La nave, impulsada por los remos, atraca suavemente. La elfa salta con agilidad por la borda y recibe los cabos que le arrojan los marineros, asegurando la nave a la darsena. 

Estos preparan la plancha para desembarcar. En eso, a tu espalda se abre una escotilla oculta, y sale una figura, envuelta en una capa negra.

Es evidentemente una mujer muy atractiva. La capa negra y el cabello le tapan parcialmente la cara, pero el resto de su cuerpo es bastante visible. Se lo cubre solo con un top negro, asi como una falda abierta de tela. Como toda defensa lleva un cinto y guanteletes de cota de malla, adornados con motivos demoniacos. Fuera de los picos de los guanteletes, no parece portar otras armas. 

Cosa curiosa, a pesar que sus ojos son azules claros, notas que la forma es mas bien alargada y exotica, como los de Xian Mei. Tambien tiene en el costado, entre el torso y la pierna, un gran tatuaje con la forma de una cruza entre dragon y serpiente.

El mago se sobresalta y desciende del castillo de popa para dejar espacio a que la clienta baje. Pronto le tocará descargar cajas, como un currante más, pero hasta entonces no dejará sus armas sobre la cubierta.

Bramo nunca tuvo demasiada líbido. Cuando sus ojos se van hacia la cintura de la mujer es por el tatuaje, pero guarda un riguroso silencio. Ya está Sorgi para ejercer de cara al público, los ruidos del somier lo dejaron claro. El turmishano evitará en la medida de lo posible el contacto humano. ¿Pero en verdad está ante una humana? Le da igual. No es un dato que le importe.

La muchacha pasa entre ustedes, hace un guiño a Sorgui, y luego va a la plancha. Realiza una señal, alzando la mano, de que le esperen. Cuando lo hace, notas un brillo dorado en su diestra. Un anillo grande y brillante.

Ni siquiera le devolvió el guiño.

Entre que la clienta era paisana de Xian Mei y lo del anillo brillante, Bramo recordó su nefasta última misión para Quarivian. Sería divertido que ese fuera el anillo, y que la verdadera forma de la joven fuese en realidad un tiarrón corpulento y calvo. Y sería divertido, porque eso es lo que se habría servido Sorgi en el camastro antes de iniciar este viaje.

Dejando a un lado las conjeturas, el tema del anillo ya no era asunto suyo. Desde luego no se lo devolvería a Lady Wisp después de cómo les abandonaron a las autoridades, aunque si se lo quedara para él... Pero seguía siendo una conjetura, no tenía porqué ser el mismo anillo.

¿Dejamos a Dubal y a Luk descargando cajas y nosotros nos vamos a ver a la autoridad portuaria?-preguntó a Sorgi.

La verdad es que así acabarían antes, porque cuando volviesen, las cajas estarían descargadas. Y como plus, Bramo se escaquearía de un trabajo físico.

Asiente.
-Habra ido a buscar algun carro o algo para llevarlas. Los chicos se encargaran. Mientras vamos a ver a los Guardianes. Pero  primero lo primero.
Mete la mano bajo la barandilla y saca dos dagas con empuñaduras cubiertas de oro, y un par de gemas en la punta. Se las guarda en el cinto. Tambien se quita la tiara, que vuelve al bolsillo. Introduce una mano en la camisa luego abierta, sacando asombrosamente una capa! Esta es gris y atona, notas cuando se la pone.
-Puedes venir armado, es lo mas prudente, pero no con algo tan aparatoso +apunta, mirando tu guja.

Voy dentro, a por mi mangual. Vuelvo ahora.

No es que un mangual dejase de ser ostentoso para un mago, pero es lo que hay. Bramo tenía un mal sentido de la proporción. Por algo su especialidad era la transmutación. Dejó en su camarote la guja, el arco y el carcaj con las flechas y regresó a cubierta con un mangual ceñido al cinto. La bola de púas hacía ruido al moverse y chocar con el cuero de sus pantalones, así que antes había enroscado la cadena alrededor del mango.

Listo.

Bajan del barco, adentrandose en la isla. De inmediato dan a una gran plaza central, de 100' de largo por 40 de ancho, flanqueda por oscuros edificios de construccion maziza. Pero Sorgi no vacila, y sin dar explicaciones toma por el primer callejon que encuentra, flanqueando bajas y resistentes torres de guardia. Luego a la derecha, y enseguida da a otra ensenada pequeña, directamente en el lado opuesto de la isla a donde atracaron, segun notas. Por todos lados, la presencia militar es abrumadora, en el sentido que al menos 4/5 de la gente de la isla visten armaduras, todos cotas de malla de aspecto similar. El resto, muchos tambien visten ropas que parecen uniformes. 

Al llegar a la ensenada recoje, otra vez sin vacilar, un botecito amarrado en un lugar marcado con un simbolo ligeramente familiar. Te pasa un remo. Aparentemente, hay que navegar algo mas... con tus brazos. Sin embargo, no es demasiado lo que deben bocar, apenas un centenar de metros, saliendo de la ensenada y entrando al agua que bordea la isla. Puedes ver de inmediato que hay otra, mas pequeña, frente a ti. Tres torres negras se alzan en la oscuridad, dos mas cerca y otra mayor al Sur. El lugar tiene un muelle privado, donde descansan otro par de botes.

-El enclave de los Guardianes. +te dice. En el muelle esperan media docena de guardias, cuyas cotas de malla relucen a la luz de las antorchas. Una figura diferente, una mujer, aguarda en el medio... Notas que sus ropas tienen un aire muy similar a las de tu propia tierra.