Partida Rol por web

La Morada del Diablo (Killer)

Vagón I (Primera clase)

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21/03/2017, 12:12
Sussan Goeritz

Lanzo un risita chillona tapándome la boca con mi mano enguantada -Oh, querido. Estará nerviosos todo el viaje. Además...- bajo la voz -...le incomoda estar en el mismo espacio que los accionistas. Él es de origen humilda...- vuelvo a alzar la voz -...¡Y vaya si se nota! Jijijijujijiji-

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21/03/2017, 12:57
Edenberg Straus

Agradezco las palabras del joven con una sonrisa al tiempo que saco el reloj de bolsillo -Oh, pónganse cómodos.- Les digo sonriendo antes de continuar mirando por la ventana.

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21/03/2017, 12:59
-Árbitro-

//Señores viajeros. La taquilla ya ha cerrado sus puertas. Manténganse alejados del anden. En breve el RollXpress partirá hacia la grandeza//

Se oye decir por megafonía.

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22/03/2017, 14:50
Herbert von Reiter

Desde pequeño, los viajes en tren me han resultado muy agradables y divertidos, anticipos de nuevos conocimientos y emociones, de nuevos lugares y gentes; toda una experiencia en definitiva.

Entro en el habitáculo y observo al resto de mis vecinos de viaje.
A continuación, me presento a los que ya se encuentren allí, besando manos o con una elegante inclinación de cabeza según corresponda al sexo de cada viajero.
- Buenos días, soy Herbert von Reiter. Por lo que parece, seremos compañeros en este peculiar viaje.

Aún sonriente, me recuesto disfrutando de la comodidad del asiento y dejo volar mi imaginación respecto a lo que nos puede deparar tan magnífica empresa.

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22/03/2017, 21:06
Zacharias Janssen

"Hahaha." asintió soltando una risa corta en respuesta a la de Madame Goeritz. Aunque en realidad no entendía a santo de qué le hacía tanta gracia aquello. "En fin, en fin..." una mujer extravagante y pomposa, que mira por encima del hombro a todos sin importarle nada ni nadie... De esas que le caen mal a todo el mundo, incluido él, aunque ese puntillo de crueldad pretencioso hacía que a su vez le cayera bien, y en cierto modo, ganaba al resto de puntos. Sin embargo, hasta alguien como él podía cansarse de aquello. "...será mejor que yo también vaya a ver en qué lugar se supone que está mi asiento... y en qué condiciones, a ver si esto de verdad merece llamarse primera clase..." se despidió de ella con un gesto de sombrero. "Madame." y se dirigió hacia su compartimento... ¿Cuán espacioso sería? Por desgracia parecía que tendría que compartirlo con otros, y que el tren era tan rápido que no duraría más de un día en completar el trayecto.

Lo cual significaba que, una vez más, las manecillas del reloj corrían en su contra. Tenía que encontrar esas llaves. Revisar la seguridad. Puntos muertos, discretos. Tal vez ventanas por las que quepa un cadáver, por si tenía que deshacerse de ellos. Por el momento, se dirigiría a ver el camerino.

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24/03/2017, 13:03
-Árbitro-

Para Herbert

Cuando llegas al vagón descubres que el mismísimo Edenberg Strauss está sentado en el asiento 1 (tú tienes el 3 por lo que va a tu izquierda). A la derecha tienes a una bella joven y, en frente, se encuentra su apuesto acompañante.

Te das cuenta que los asientos impares están situados a la izquierda y, por tanto, de espaldas al movimiento del tren. No importa.

El señor Strauss se encuentra excitado, ensimismado mirando hacia el exterior debido al sonido ronco y lejano que llega producto del calentamiento de los motores. La sombra de la nube de humo de las chimeneas se proyecta sobre el anden haciendo dibujos curvos sobre el pavimento.

Tras unos segundos llega un hombre curioso. Viste de cuero negro y lleva una máscara blanca propia de los médicos de antaño. Emite un curioso sonido de tic-tac propio de algún mecanismo. Su asiento es el 4, frente a ti.

Tras él llega un tipo rubio, alto y, como tú, de porte elegante. Posee ciertos aires de hombre de negocios, quizá algún banquero o empresario de éxito. Su asiento es el 2. Cruza con cuidado y se sienta frente al señor Edenberg Strauss.

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24/03/2017, 13:16
-Árbitro-

Edenberg Strauss está sentado en el asiento 1. A su derecha está Syndi, bella y joven te observa con las mejillas sonrosadas. Estás sentado en frente de ella a la espera de que alguien entre reclamando el asiento 6 que es en el que te encuentras.

El señor Strauss se encuentra excitado, ensimismado mirando hacia el exterior debido al sonido ronco y lejano que llega producto del calentamiento de los motores. La sombra de la nube de humo de las chimeneas se proyecta sobre el anden haciendo dibujos curvos sobre el pavimento.

Tras unos segundos llega un hombre curioso. Viste de cuero negro y lleva una máscara blanca propia de los médicos de antaño. Emite un curioso sonido de tic-tac propio de algún mecanismo. Su asiento es el 4, por lo que se sienta junto a ti.

Tras él llega un tipo rubio, alto y, como tú, de porte elegante. Posee ciertos aires de hombre de negocios, quizá algún banquero o empresario de éxito. Su asiento es el 2. Cruza con cuidado y se sienta frente al señor Edenberg Strauss.

Por el momento no hay nadie que reclame el asiento 6, en el que te encuentras, frente a Sindy

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24/03/2017, 13:18
-Árbitro-

Cuando llegas al vagón descubres que Edenberg Strauss está sentado en el asiento 1. En frente tienes a un tipo muy elegante, de bellos ropajes caros (tiene toda la pinta de un noble) y pelo relamido hacia atrás.

A tu izquierda está sentado un tipo elegante, aunque sus ropajes no son tan exhuberantes como los del noble que tienes delante. Observa con interés a la bella y joven dama que se sienta frente a él, en el asiento 5 y todo apunta a que ya se conocían antes de entrar.

Te das cuenta que los asientos impares están situados a la izquierda y, por tanto, de espaldas al movimiento del tren. Tú, en tu asiento número 4, vas de cara.

El señor Strauss se encuentra excitado, ensimismado mirando hacia el exterior debido al sonido ronco y lejano que llega producto del calentamiento de los motores. La sombra de la nube de humo de las chimeneas se proyecta sobre el anden haciendo dibujos curvos sobre el pavimento.

Tras unos segundos llega un tipo rubio, alto y, como tú, de porte elegante. Posee ciertos aires de hombre de negocios, quizá algún banquero o empresario de éxito. Su asiento es el 2. Cruza con cuidado y se sienta frente al señor Edenberg Strauss.

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24/03/2017, 13:28
Graham Silver

Camino con cuidado de no alterar la paz de los que ya se encuentran allí sentados. Algo que no es muy complicado debido a la espléndida amplitud del compartimento. -Buenos días, caballeros- hago un gesto hacia la muchacha -señorita- me siento y mi mirada queda fija en el artífice de este aparato -Sin duda el viaje está a punto de comenzar- digo para atraer su atención sin éxito y, tras ello, me giro hacia mis compañeros -¿Os habéis fijado en los integrantes del compartimento 3? Están todos los grandes empresarios y accionistas conocidos.- Dejo escapar algo de entusiasmo -Afortunado aquel que pueda compartir su compartimento.- Digo con cierta diversión y en un tono que no desprestigiaba, en absoluto, mi actual compañía.

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26/03/2017, 12:42
Pietro Cavallini

-Buenos días, sin duda -las palabras del inglés me confirman que he tomado la decisión correcta al cambiar de compartimento. No hay nada más aburrido en este mundo que todos esos ricachones hablando de economía.

-No quisiera resultar grosero, pero, si le interesa, hay un asiento libre en el compartimento 3 -le comunico al tipo rubio con pinta de empresario. -El mío... -reconozco con cierta vergüenza. -Realmente me haría un favor enorme y me evitaría tener que discutir con quien sea el verdadero dueño del asiento 6 -digo con franqueza mientras miro a Sindy.

-Por cierto, ¿soy el único que escucha una especie de reloj? -me apresuro a añadir.

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26/03/2017, 21:30
Zacharias Janssen

"Buenos días" hizo su habitual gesto de saludo con el sombrero. Observó discretamente al resto de pasajeros, era algo fácil cuando uno lleva puesta una máscara. Miró los ojos, como siempre, pero ahora mismo estaba más interesado en analizar a los individuos. Sus constituciones, sus miradas... ¿Sería esta gente capaz de matar a otra persona? ¿O quizá eran objetivos, y llevaban una llave escondida?

Todo esto del subterfugio era nuevo para él. En realidad, estaba acostumbrado a matar, borrar rastros y huir. Todo esto del espionaje... no pensaba que se le diera demasiado bien. Pero era divertido. Era como jugar al ajedrez con piezas distintas. Todo le sonaba a nuevo.

"Me extraña no verle sentado con ellos, señor Strauss. ¿Por qué con nosotros, y no con ellos?" preguntó, metiendo el dedo en la llaga, y involucrandole 'inocentemente' en una conversación que como mínimo le pondría más nervioso. Pero quería ver cómo actuaba, y tal vez sembrar la semilla de una conversación que de hecho podría ser interesante... ...O no.

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27/03/2017, 10:19
Graham Silver

Los ojos se me abrieron como platos al escuchar la proposición de aquel hombre -Con gusto cambiaría mi billete por el suyo, caballero- dije con una sonrisa que no podía borrar de mi rostro.

Saco el billete y hacemos el cambio. No puedo evitar mirarlo unos segundos más de lo necesario, mientras mi mente se traslada a las múltiples posibilidades empresariales que me abre esta oportunidad -Muchas gracias, caballero- digo estrechándole la mano -Soy Graham Silver y tiene aquí a un compañero de viaje y un amigo, para lo que necesite.- Sin más, me despido con una ligera reverencia añadiendo -Sí que se escucha algún tipo de mecanismo- y salgo del compartimento con todas mis pertenencias.

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27/03/2017, 10:24
-Árbitro-

Todos saludaron con cortesía al entrar en el compartimento. Tras la escena con Graham Silver, el tipo de la máscara de médico se dirigió al creador de esta máquina -Me extraña no verle sentado con ellos, señor Strauss. ¿Por qué con nosotros, y no con ellos?-

Edenberg sonrió a la pregunta antes de contestar.

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27/03/2017, 10:27
Edenberg Straus

-Este proyecto se ha financiado con su dinero.  Eso implica la supervisión continua y una constante evaluación de la inversión.- Miro de nuevo por la ventana -No sabe lo que he tenido que aguantar, las de cosas que he tenido que tragarme. No tengo necesidad de tragar su petulancia y superioridad ni un segundo más.- Luego miro al médico -Una persona no es más que otra si no hace más que otra. Ellos se acomodan en una posición acaudalada sin aportar nada más a la sociedad más que la esperanza de ser alabados allá por donde van. No, gracias, no son la compañía con la que espero disfrutar de este viaje.- Le digo -Un hombre de ciencias como usted, sin embargo...- dejo la frase inacabada y le sonrío -Sí que escucho el mecanismo pero, para un ingeniero como yo, ese sonido es música.-

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27/03/2017, 10:35
-Árbitro-

El camino hasta este vagón es rápido y directo, de fácil comunicación con el vagón comedor. Una vez aquí no tardas en localizar tu compartimento.

Un hombre alto, rubio, apuesto y con aire empresarial sale de él y se cruza contigo. Te saluda cortésmente.

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27/03/2017, 10:36
Graham Silver

Nada más salir me encuentro con una preciosa dama de cabellos rojizos -Caramba. Si hubiera sabido que una belleza como usted viajará en este compartimento- comento al percibir la trayectoria de sus pasos -jamás hubiera cambiado mi billete- le digo a modo de cumplido mientras la dejo pasar y le sostengo la puerta abierta para que pase.

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27/03/2017, 10:39
-Árbitro-

El último integrante del compartimento llega al umbral de la puerta pero ni ella puede ver el interior ni sus futuros compañeros de viaje pueden verla en el exterior (aún).

Gabriel le sostiene la puerta para que acceda al compartimento. Ella sabe que su asiento es el 6º. El más cercano a la puerta y mirando en el sentido del movimiento del tren.

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27/03/2017, 11:04
Pietro Cavallini

Respiro aliviado. Podré quedarme con Sindy y darle esquinazo a la estirada aquella. Ya puedo relajarme y disfrutar un poco del viaje. Strauss tiene toda la razón del mundo.

Antes de que se marche el empresario, le grito: -Signor Silver, está usted invitado a una buena copa de vino cuando usted quiera en el vagón restaurante.

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28/03/2017, 18:19
Elionor Strom

Elionor guardaba una postura tan altiva que los márgenes de sus gafas empezaban a ser una molestia para apreciar los detalles de la exquisita decoración del vagón. Se sentía como en casa rodeada por el buen gusto, cómoda, tan cómoda que casi su cabeza olvida porqué estaba en ese viaje. — Centrate —se dijo estirando la puntilla de su puño con la tirantez de un reproche y la precisión de quien sabe cuidar la ropa y tratar con la exactitud de la elegancia—. Justo antes de entrar al compartimento, Elionor ve salir a un hombre con más gusto para la ropa que para las palabras, y al recibir aquella especie de alabanza empina la nariz al techo y sin cruzar mirada se adentra al compartimento, deteniéndose tan solo un segundo en el umbral. — Le agradezco el gesto —dijo en referencia a sujetarle la puerta—. Tal vez su lengua debería haber aprendido los mismos modales, caballero —le entregó la copa que cargaba y siguió su camino—. Una vez dentro, la señorita Strom comprobó que los mozos de cocheras hubiesen colocado su equipaje y tomó asiento en el sexto.

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29/03/2017, 17:12
Elionor Strom

— Le agradezco el gesto —dijo en referencia a sujetarle la puerta—. Tal vez su lengua debería haber aprendido los mismos modales, caballero —le entregó la copa que cargaba y siguió su camino—.

Una vez dentro, la señorita Strom comprobó que los mozos de cocheras hubiesen colocado su equipaje y tomó asiento en el sexto.