Partida Rol por web

Dufniall, espero a ver que muestras de poder daba el desconocido, esperaba que hiciese algo que de veras dejase satisfechos a todos los presentes. Hacia falta algo que sirviese para mantener a aquella jauria de perros clamada y con intencion de cooperar.

Tal vez incluso quieran pelearse por poseer a esa hembra...

Sus pensamientos no ayudaban, parecia que la cosa empeoraba, a cada segundo que el desconocido no participaba. Lo mejor era que demostrase al menos que podia derrotarlos en combate, eso tal vez funcionase....

Cuando la elfa poso su mano en mi armadura, mi furia disminuyo significativamente, pero no a causa de ella, si no de sus palabras, las cuales fueron confirmadas por el extraño ser que nos habia convocado.., uhm un templo con guarnicion y criaturas del bosque..., esto cambia la cosa, pense mientras relajaba mi cuerpo, pero sin dejar de estar alerta, ya que seguia sin fiarme de todos los presentes, aunque compartieramos un objetivo comun.
Sin darme la vuelta, doy un par de pasos atras y vuelvo a sentarme en la silla donde estaba, a continuación espero pacientemente a ver como salia nuestro anfitrion de la situación que se le presentaba..., podria haber perdido la vida con mi reaccion, ya que sentia un gran poder en aquel tipo, diria mas bien.. en todo el lugar, pero habia servido para mi proposito ya que ahora todos pedian alguna demostracion de poder..... 

Intrigado me quedo mirando al desconocido que nos ha llamado mientras pienso: ¿Nos dará un adelanto de la recompensa? Ésto empieza a parecer interesante....

Ante los comentarios de la elfa, me quedo mirándola con el ceño algo fruncido, pero sin decir nada.
No entiendo lo que me ha dicho, así que por si acaso la voy a mirar como si me hubiera ofendido. De momento no me interesa matar a ninguno de éstos, todo sea por la recompensa...

Acto seguido desvío mi atención en el desconocido.

El ser no parecía muy de fiar en este instante, se había limitado a evadir a mi pregunta.  Si esto era un timo no dudaría en matarle.

Aunque al parecer no era yo el único que se estaba impacientando, viendo el numerito que acababa de hacer un tipo bastante alto.

Gire levemente mi cabeza, aun cubierta con la capucha, para observar mas detenidamente a los demás presentes.  No parecían gran cosa.

Espere que el desconocido hablara, no tenia nada que añadir a mi pregunta anterior.

Viendo que aquel desagradable ser no parecía tener intención de aportar ninguna clase de prueba, y que sus impuestos compañeros de grupo se mantenían en silencio, la paciencia de la caprichosa elfa se apagó como una vela en invierno- Está claro que me equivoqué contigo -susurró peligrosamente a su desconocido anfitrión- ¡Que dudes tanto en mostrarnos aquello que nos has prometido sólo puede significar que no tienes el poder suficiente para dárnoslo!

La afilada daga de sacrificios centelleó cuando su dueña la desenvainó a la velocidad del rayo- Me has hecho perder el tiempo, y por tanto el de mi Señor Khaine -casi le escupió con desprecio- ¡Tu alma servirá para compensarle! -y con un grito le lanzó una estocada brutal.

Dufniall casi se cae de la silla al ver el numerito de la mujer. Pero esto que es?? penso menuda banda de esbirros se ha buscado... esto no va a terminar bien. Les seguire el hilo y cuando estemos cerca de alguna ciudad, me borrare del mapa.

El nordico, se levanto de la silla, como para ver mejor la accion. Parecia que iba a correr la sangre y no tenia claro de quien seria, no habia podido evaluar a los contendientes, pero estaba claro que algo de diversion sacaria de todo aquello...

Estabas muy decidida a hacerlo sin duda alguna pero en el justo momento en que ibas a clavar la daga en su asqueroso cuerpo algo paso, algo te detuvo. Una voz resonó en tu cabeza “Zandru” y tras ello tu daga yacía en el suelo, habías fallado el ataque y aquel ser ya no estaba.

Las cosas se dieron súbitamente; Khaela en una súbita acción inesperada se había lanzado puñal en mano contra aquel ser con claras intenciones; pero justo cuando estaba apunto de hacerlo se había detenido cambiando de objetivo apuñalando sin sentido una y otra vez las sombras del cuarto. Aquel ser se aproximo mas al centro de la habitación sin aparente preocupación y levantando una de sus manos que ahora podían ver claramente les indico que esperaran.

-Verónica, trae nuestro mejor vino para los invitados y hazlo ya-

Acto seguido aquel ser voleo a verlos, su rostro empezaba a mostrarse entre las luces que entraban a la habitación; su piel era de un tono verde pantanoso, sus manos tenían claras garras de recordaban a los hombres bestia o alguna abominación de ese tipo; pero los hombres bestias eran altos y torpes, este era completamente al revés.

-Que desean saber, que son parte de algo mucho mayor? No podrían entenderlo, si los envió a esta no tan importante misión no es porque necesite que alguien lo haga, sino porque ustedes deben hacerlo, así esta escrito que suceda. Ustedes mismo forjaran su destino y en el camino entenderán lo que sucede, pero antes de eso seria como explicarles el significado de las estrellas a las hormigas; aun es pronto-

Aquel ser guardo silencio, de la puerta interior había surgido una mujer vestida solo con una túnica oscura transparente, muy posiblemente por sus rasgos se trataría de una elfa, quizá del bosque; su cuerpo estaba lleno de cicatrices y moretones, además de que sus piernas escurría sangre probablemente producto de los acontecimientos anteriores. La elfa portaba una gran charola con una jarra de vino y copas. El ser se adelanto y se sirvió un tanto, mientras bebiendo de ella invitaba a los demás a hacer lo mismo.

-Vamos sírvanse con confianza, no es veneno- les dijo mientras bebía otro sorbo -Les he enviado a cada uno una carta explicando lo que ganaran con todo esto, lo que les ofrezco a cambio de que acepten seguir el camino que les ha sido designado; no creo que deseen que exponga aquellas cosas ante todos los aquí presentes. Pero además de todo eso les aseguro que tendrán mucho mas, altos elfos para sacrificar, grandes bestias para devorar, humanos para usar como ganado o masacrarlos, pero sobre todo lo que ganaran con esto será poder, serán grandes entre los grandes de su propia raza incluso los mas grandes. Pero insisto, todo eso depende de que ustedes decidan tomar el camino que les ha sido asignado… que deciden?, no tienen nada que perder en esto, y si después de un tiempo consideran que solo son tonterías bien podrán venir a matarme y saciar sus mas íntimos deseos con esta preciosura- Aquel ser sujetaba bruscamente la boca de la elfa la cual  aun cuando era obvio que esta la oprimía con fuerza no emitía gesto alguno. –Que deciden?-

El corsario ya que estaba en pie, avanzo hasta el vino, tomo la jarra y se escancio una copa.

A mi me parece bien- Dijo- el problema es como vamos a canalizar la impetuosidad del resto de los aqui presentes, parece que estan mas decididos a matarse entre ellos que a colaborar en ninguna empresa, por sencilla que esta sea.- dicho esto, se bebio la copa de un solo trago y volvio a servirse mas- No llevamos aqui ni unas horas cuando ya ha habido un intento de "asesinato". No es que no sepa apreciar un acto de violencia sin sentido, es que me parece totalmente innecesario...- volvio a beber de la copa, esta vez sin apurarla- y si nuestra mision es investigar... 

El nordico trataba de parecer interesado, pero tenia claro que seguir en compañia de semejante grupo, solo serviria para acortar su vida, por lo que habria que seguir algun curso de accion diferente al propuesto. Tal vez pudiese volver a la casa y obligar a aquella criatura a que le contara donde encontrar el idolo, incluso era posible que no lo supiera... No, el mensaje hablaba del idolo y nadie sabia que lo andaba buscando, seguro que si sabe donde esta... puede que hacer lo que pide sea la unica forma de llegar hasta el...

Por fin Dufniall acordo consigo mismo, seguir los deseos de aquella criatura y probar suerte con sus nuevos compañeros, bien podria avandonarlos mas adelante si seguian insistiendo en su actitud violenta e impulsiva.

Khaela se apartó temblando de aquel ser- ¿Como...? -por un momento había creído que su arma le atravesaría de parte a parte, pero cuando el golpe llegó a su objetivo sólo consiguió apuñalar sombras. Miró la daga que ahora se hallaba tirada en el suelo ¿Cuando ha conseguido quitármela? Sin apartar ni un sólo momento la vista de su anfitrión, la elfa se agachó a recoger la ondulada hoja y volvió a envainarla con rapidez.

Muy bien -accedió a regañadientes- Os traeré lo que deseáis -dijo mientras tomaba una de las copas que les ofrecía y daba un ligero sorbo, a tiempo para escuchar las palabras del corsario.

¿Mis acciones te parecen innecesarias y sin sentido? -le preguntó con una sonrisa peligrosa- Y por lo que veo, tampoco me crees capaz de llevar a cabo ni los encargos más simples -se acercó con pasos lentos y elegantes, hasta quedar a apenas unos palmos de él- ¿Serás tu el que me enseñe a no ser tan impetuosa?

Me levanto y me acerco hasta donde se habian reunido varios integrantes del, recien formado, grupo, junto a nuestro anfitrion. Sin mediar palabra cojo una de las copas de vino, y la levanto al aire en señal de que acepto temporalmente las condiciones de nuestro nuevo.... "maestro", para acontinuacion dejarla en la bandeja sin beber ni una sola gota y volver a sentarme en una de las sillas cernanas en espera de recibir las primeras instrucciones.

El nórdico miró a la elfa. Bueno, está claro que te precipitas, malgastas tus energías y si nuestro anfitrión hubiese sido más sádico tal vez hubieras acabado como su amiguita... dijo esto último haciendo un gesto con la cabeza hacia la elfa maltratada. Puede que te tenga que mostrar un par de cosas, pero creo que eres una chica lista y que aprendes rápido, así que espero que esto te enseñe una lección.

El corsario dió otro trago. Te creo capaz de llevar a cabo un encargo como este, es más si tenemos que hablar con elfos, eres la más indicada, ¿no crees? Dicho esto apuró su copa.

La sonrisa de la elfa pasó a ser de incredulidad ante los comentarios del nórdico- No me parece que, precisamente yo, sea la adecuada para hablar amigablemente con esos elfos del bosque -observó con sarcasmo. Su mirada relampagueó un instante al recordar como el corsario se acababa de mostrar dispuesto a "enseñarla un par de cosas"- Esperaré con impaciencia esas lecciones que crees que debo aprender... -añadió, ocultando sus verdaderos pensamientos tras una falsa máscara de inocencia

Se giró de nuevo hacia la llamada Verónica Es débil se dijo sin un ápice de compasión por la maltratada mujer Yo nunca acabaré como ella Y sin dirigirle ni una simple mirada, agarró otra de las copas para llevarla hasta donde estaba el ogro- ¿Quieres un poco? -le ofreció mientras volvía a apoyar la mano en su calva, aprovechando que Mur´han tenía que inclinar la cabeza para meterla por la ventana- Parece que los demás se han olvidado de invitarte... -la voz de Khaela no sonaba esta vez a burla, pero su tono era el de alguien que habla con su mascota.

Escuche con atención lo que decía el desconocido. Tenia razón, no tenia nada que perder. ¿Pero, me estaba comparando con una hormiga ese imbécil? Bueno, no convenía molestarle mas, por mucho que pareciera que no fuera a cambiar de opinión por mucho que le ofendieran mas valía prevenir.

En cuanto al vino, no me moleste en cogerlo, era obvio que yo no tomaba ese liquido. Yo  tomaba la sangre del ganado, el cual pronto dejaría de existir…

Vi como el humano discutía con la mujer, “mortales, enmascaran su miedo en el orgullo”.

Me dirigí hacia la puerta, pasando al lado de la esclava, Hugo le grazno al pasar por su lado. No tenia nada mas que hacer allí, si tenía que entrar al bosque cuanto antes mejor.

Maldita zorra altiva, menos mal que no voy a pasar mucho tiempo con ella, por uno u otro motivo, aunque me sorprende que llegase viva desde Naggaroth, hasta los Reinos Fronterizos.

Pues sigue esperando, sigue esperando... El nórdico siguió a la mujer con la mirada y vió como se acercaba al ogro. Vaya panda, ni en mis peores pesadillas me ví en tamaña compañía. Qué le vas a hacer Duf, todo sea por conseguir el ídolo...

Eres una elfa, no? O una maestra del disfraz, en cuyo caso tambien valdrias para infiltrarte entre esos comeflores. No me vengas con motivos raciales, un elfo, es un elfo. Termino sonriendo abiertamente a la elfa.

La devota de Khaine alzó las cejas en respuesta- Veo que en el norte poseéis una percepción fuera de lo común -se mofó con delicadeza- ¿Es algo heredado? -su mirada se paseó de nuevo por el cuerpo del corsario- Si es así, ahora me explico muchas cosas -continuó, con una sonrisa de malicia en el rostro que contrastaba con sus aires de superioridad- Después de todo, hay que aceptar que los humanos son muy parecidos a las ovejas: es normal que tu madre se confundiera

Y sin darle tiempo a responder, como si sus palabras fueran poco más dignas que las de un niño, la elfa hechó un vistazo al compañero que ya pretendía abandonar la estancia- Veo que hasta nuestro demacrado encapuchado se ha cansado de escuchar balbuceos... Y tiene razón, si no tenéis más preguntas lo mejor será que nos pongamos en camino

El comentario le sentó al nórdico como un jarro de agua fría. Si no fueras una mujer te arrancaría la lengua, pero claro, tampoco voy a dejarte sin manera de conseguir sustento. Yo creo que le pasa lo mismo que al resto: nos aburres. Aunque la verdad es que tu partida iba a ser más que festejada. Dufniall se giró ignorando a la elfa. Dinos, criatura, ¿qué más información necesitamos? ¿Vas a ofrecernos algún sistema de transporte? ¿Cómo podemos llegar a ese templo? Está claro que no solo vamos a llegar a golpe de arrogancia.

El corsario se quedó esperando la respuesta de su nuevo patrono, había decidido quedarse, ahora tenía un nuevo motivo para hacerlo: ver cómo mataban a la mujer, y si era de una forma horrible, mejor.