¿Nadie? ¡Ja! No puede ser, no puedo haberme quedado encerrada con ese loco del hacha... - Las lágrimas se agolpan en mis ojos mientras contengo la rabia golpeando la puerta con el puño.
Cojo aire y me detengo unos segundos a pensar alguna salida. Me acerco a la puerta de la calle para mirar en el portal pensando las posibilidades que tendría de vivir si hay más gente como la pequeña Clara ahí fuera.
No, demasiado riesgo.
Vuelvo a armarme con el cuchillo y el spray guardando la barra antirrobo en la mochila. - Necesito ayuda - Encaro decidida las escaleras y empiezo a avanzar llamando al desconocido. Mi voz sale temblorosa siendo casi un susurro para intentar evitar que me oiga alguien más.
- ¿Antonio? Antonio, soy Laura, necesito su ayuda.
A partir de ahora, Laura y Antonio, escribid aquí en esta escena.
Bajo hacia ella para ver que la pasa extremando la precaucion por si me tiende una emboscada con su novio
Laura sube las escaleras y Antonio las baja, os encontráis en el rellano y os miráis con cierta desconfianza.... Laura va armada con un spray y Antonio con un hacha de bombero.
Sin soltar mis armas, pero bajándolas, muestro mi mejor sonrisa intentando que mis labios no tiemblen para no dejar entrever mi miedo. Intento articular las palabras lo más claro posible demostrando firmeza.
- Hola Antonio. Mi novio tarda en bajar y necesitaría echar abajo una puerta para abrir el garaje y poder salir de aquí. En casa del presidente no responde nadie. ¿Podrías ayudarme abriéndola?
Me hago a un lado en la escalera indicándole el rellano de abajo.
- Está justo aquí. Por favor.
Observo a Laura con atención, no parece una amenaza aunque con el spray ese nunca se sabe...
¿Qué quieres, que abra la puerta del presidente?
Tras unos instantes pensando sobre ello le respondo: ¿Por qué no? Vamos, eso sí, tú primero.
PENEJOTIZADO