-Hola, ¿estas bien? Tranquila, me llamo Antonio.
Se acerca a ti con actitud relajada y hablando tranquilizadoramente.
¿Te encuentras bien? ¿Estas sola?
Sin dejar de pensar en la imagen de la pequeña Clara avalanzándose sobre mí - No, esa cosa no podía ser Clara - bajo con la mochila a cuestas aferrando un spray en la mano izquierda mientras sostengo el cuchillo de cocina en la derecha. Arrastro esa mano por la pared escuchando el sonido metálico del cuchillo sabiendo que la pared es lo único real de este sueño.
Detengo mi carrera al encontrarme con Antonio. Lo examino brevemente sin poder articular palabra al observar el hacha de la que no deja de gotear sangre. - Mucha sangre. - Levanto el cuchillo intentando mostrar mi determinación aunque quizás los 2 escalones que subo de espaldas me delatan.
- ¿Te encuentras bien? ¿Estas sola?
Sus palabras parecen lejanas. No se perciben con claridad.
- ¿Que si estoy sola?
Eso lo entiendo. Cambio el pie de apoyo en la escalera levantando el spray antivioladores. - Ahora sé que no debí salir de casa.-
- Ni te acerques. ¡MI NOVIO ESTÁ BAJANDO! Intento decir con voz alta para atraer la ayuda de cualquiera que me oiga.
Tranquila, no te alteres, no pienso haceros daño. Formo parte de un grupo que ahora esta cogiendo provisiones en algun lugar de la ciudad. Yo me he quedado a fortificar un apartamento para pasar la noche. Sois bienvenidos tu y tu novio a uniros a nosotros siempre que seais gente de bien y no tengais pensado jodernos. Cuantos mas seamos, mas probabilidades tendremos de sobrevivir. Pero como tu o tu novio tengais malas intenciones o esteis pensando en jodernos, no me hago responsable de lo que os pueda pasar. Y bien, ¿que va a ser?
Sangre, mucha sangre... ¿Coger provisiones? ¿Con un hacha ensangrentado?
Sangre, mucha sangre... ¿Uniros a nosotros? ¿Hay más como él en mi bloque?
Sangre, mucha sangre... ¿Sobrevivir a qué? ¿Lo que nos pueda pasar?
Noto la garganta reseca y no puedo apartar la mirada del hacha, pero trago saliva para empezar a balbucear una excusa.
- Eh... no, gracias, nosotros ya nos íbamos. Prefiero esperarle en el coche. ¡Carlos, cariño! ¡Te espero abajo!
Viendo que está en medio del camino empiezo a bajar los escalones apuntando con el spray directamente a su cara y pegada a la pared.
- ¿Me permite pasar? Llevamos prisa.
Sin decir más, se aparta dejándote pasar....
Avanzo por las escaleras torpemente de espaldas hacia abajo mientras sigo vigilando a Antonio.
Tengo que llegar al coche y salir de este sitio cuanto antes... Por favor, que nadie haya tocado mi coche.
En cuanto le pierdo de vista, empiezo a correr hacia el garaje.
El hombre no hace ademán de seguirte y llegas sin más percances al sótano del edificio donde se encuentra el garaje y ahí, aparcado, está tu flamante mini cooper rosa, regalo de papá....Te percatas de que para salir del garaje tendrías que accionar el mando a distancia pero se supone que no hay energía eléctrica. Efectivamente, accionas el dispositivo y la puerta no se abre...
Siempre me gustó este coche. Hace que llame demasiado la atención para lo desapercibida que suelo intentar pasar, pero me gusta.
Una sensación de alivio me invade al verlo en el mismo sitio que lo dejé semanas atrás.
Ahora no sé cómo salir de aquí. Tengo que hacerlo. No puedo quedarme encerrada con ese personaje con hacha y la pobre Clara.
Me acerco casi en penumbras hasta mi coche que me guía por las luces que se encienden al abrirlo con el mando. Antes de introducirme dentro observo que no hay cristales rotos alrededor al tiempo que miro mis manos y sonrío al verme aún con el spray en la izquierda y el cuchillo en la derecha. Guardo ambos objetos pero no aparto demasiado la ametralladora ligera que tenía guardada en el coche. La sujeto con fuerza al sentarme dentro del coche y tomo aire durante unos segundos para analizar la cruda situación.
Respira. No te olvides de respirar y no rompas a llorar.
Compruebo que el coche arranca y lo acerco a la puerta del garaje observando mi entorno por si alguien se acerca.
No hay salida. Normalmente hay un mecanismo de apertura manual de las puertas, ¿no?
Bajo del Mini y proyectando una larga sombra sobre la puerta me acerco empuñando la ametralladora para ver si puedo abrirla. El silencio es estremecedor. Me concentro en intentar oír cualquier ruido cercano.
Si lo ves excesivo, podemos sustituir ametralladora ligera por barra antirrobo :)
Con tu ametralladora ligera barra antirrobo firmemente asida inspeccionas el sistema de apertura manual de la puerta del garaje, localizas la palanca que libera el mecanismo y constatas que está asegurada por una cerradura que la bloquea. Necesitas la llave. Crees que esa llave está en poder del presidente de la comunidad, un tal Emilio que vive el el Bajo Izquierda, dato que conoces por estar expuesto en una corchera situada en el portal al lado del ascensor y que has leído cientos de veces mientras esperabas a que llegara éste.
Sí, creo que va a ser excesivo lo de la ametralladora, mejor nos quedamos con la barra antirrobo XDDD
Bueno, no creo que pueda forzarla... y mejor no armar demasiado jaleo a golpes.
Tras cerrar el coche subo los escalones de 2 en 2 desde el garaje hasta el bajo, pero según me acerco recuerdo a Antonio con su hacha ensangrentada.
Mejor saco el cuchillo.
- Emilio, ¿Emilio? Necesito hablar con usted. Soy Laura, la vecina del ático. - Digo en voz baja mientras toco el timbre.
El timbre no suena y nadie responde a tus llamadas....
¿Nadie? ¡Ja! No puede ser, no puedo haberme quedado encerrada con ese loco del hacha... - Las lágrimas se agolpan en mis ojos mientras contengo la rabia golpeando la puerta con el puño.
Cojo aire y me detengo unos segundos a pensar alguna salida. Me acerco a la puerta de la calle para mirar en el portal pensando las posibilidades que tendría de vivir si hay más gente como la pequeña Clara ahí fuera.
No, demasiado riesgo.
Vuelvo a armarme con el cuchillo y el spray guardando la barra antirrobo en la mochila. - Necesito ayuda - Encaro decidida las escaleras y empiezo a avanzar llamando al desconocido. Mi voz sale temblorosa siendo casi un susurro para intentar evitar que me oiga alguien más.
- ¿Antonio? Antonio, soy Laura, necesito su ayuda.