Partida Rol por web

El puente segui de largo, decorado con preciosa mamposteria, escenas de batalles se sumaban a escenas de la cotidiana vida dentro de las fraguas, haciendo armas de calidad sin ningun tipo de duda. Mesas, herramientas e incluso las caras de los atareados ayudantes que se afanaban en recuperar el fuego con carbon, o traer agua en grandes cubos. Este tipo de mamposteria era esquisita.

Al llegar a la cuspide del puente veis una bajada por el otro lado, la pendiente no es pronunciada, pero la cuspide un cuadrado enorme que flota pegado a la piedra de manera incomprensible debido a su tamano, es en si mismo un punto de defensa formidable para un ejercito que tenga tiempo de prepararse, a los lados hay opciones de poner parapetos, incluso canones en el suelo, en posiciones prestablecidas con tiros limpios en la distancia. En las cuatro esquinas hay enormes estatuas que os saludan, incorruptibles a los largo de los anos, apenas mojadas por la humedad que desprende la cascada que se escucha bien a lo lejos, estos senores del conocimiento guardan el puente en silencio sepulcral. Este no solo era un puente fuera de lo comun y toda una joya de la ingenieria enana, tambien era una fortelaza fija en toda regla.

Al otro lado podeis ver un enorme edificio incrustado en la pared, no se ve ningun tipo de luz en sus escasos puntos visibles desde la distacia, ventanales enormes u oquedades en la roca. Habria que acercarse para saber lo que es, aparentemente no hay movimiento en ese lado, asi que os tomais un momento. Para ver la esplanada que hay delenta vuestras, y un puente que comunica a los lejos hacia otro lugar.

Urgrim se sentía recuperado, no para celebrar una fiesta de la cerveza, pero si lo suficiente, para cumplir con su trabajo.

Hacia años que no volvía a contemplar esta maravilla.. - dice mirando el suntuoso puente y la base defensiva.

Aun así se mantenía alerta, por si acaso, si se cruzaron con ya varias criaturas no gratas, no le extrañaría que otros seres, estuvieran acechando por aquella zona.

Nos acercamos al acceso al nivel inferior, aun nos falta un buen trecho, pero estamos llegando.. - dice sonriendo, como si hubiese creado un nuevo tipo de licor en su destilería y pagaran muy bien por beberlo

Gira la cabeza hacia Balkimia..

Muchas gracias por hacer que me recupere, recuérdeme, que si salimos de esta, le regale un barril de mi mejor cerveza destilada, de cosecha propia.. - dice sonriendo a la sacerdotisa

La cantidad de terror que me habia sonsacado aquella criatura, me hacia girar la cabeza de lado a lado de vez en cuando, vigilando las sombras que se ocultaban mas haya del limite de la vision. Volver a controlar mi cuerpo de manera total y no parcial, era una alegria. Rece!. Y asi lo indicaba mi tono bajo y mi letania incesante.

-Señor! Pon tus ojos en nosotros, ten piedad de nosotros, Señor, pon tus ojos en ...- susurraba una tras otra los salmos, para enfocar mi mente en el objetivo que nos llevaba entre manos, y evitar volver a ser sorprendido por una criatura de esta magnitud.

Por desgracia, el consejo de Karak Azgal no dispone de ese ejército. - Contesté a Otto.- Aunque si ese ejército es el deseo de nuestro rey y de vuestro emperador, yo misma os acompañaré de vuelta.- El humano tenía razón, sabía que las profundidades del Karak estaban llenas de engendros como ese, pero jamás habría pensado que pudieran estar tan cerca de las superficie.

Continué la marcha siguiendo a nuestro guía cruzando el puente de los ingenieros, aquello era una verdadera maravilla de la ingeniería enana, y por desgracia dudaba que pudiéramos reproducirla en estos días.

Saldremos de esta Urgrim, Valaya está de nuestro lado.- Contesté al guía.- En cuanto a la ofrenda, será un enorme placer recibirla en nombre de la diosa y compartirla entre sus fieles, pues es gracias a su voluntad que aún caminas entre los vivos.- Añadí, recordándome a mi misma lo necesario de la humildad en las peticiones que realizamos a los dioses.

A veces se preguntaba si Otto leía demasiada novela fantástica o es que era así de ingenuo de nacimiento.

- ¿Bajar con un ejército aquí abajo a acabar con toda la putrefacción y el caos? ¿Crees que habrían contratado a un puto estaliano para acabar con un liche si tuvieran un ejército que pudiera hacerlo? Deben de estar muy desesperados - reiría buscando la complicidad del resto - Si por mi fuera estaría en alguna taberna rodeado de mujeres mas que en esta sombra del ayer llena de fanáticos locos adoradores de dioses oscuros. Si no fuera por mi lealtad al grupo... 

Y que las mujeres y el vino salen caro, joder.

Se limitó a seguir con sus dos pistolas apoyadas en los hombros, esperando a que algún iluso se pusiera a tiro para darle su ración de plomo.

- Deberíamos ir por uno de los bordes del puente. Con las luces al mínimo. Ya.

Instó con su paso y gestos al resto a hacerlo. Cuanto menos llamaran la atención mejor.

Pobre sacerdote, si piensa que su dios le va a ayudar aquí abajo... 

Gogri levantó la vista y escudriñó el espacio al otro lado del puente. Excepto unas gamas de grises, no vio nada más. El enano se estremeció, cada vez más convencido de que aquel lugar estaba por completo sumido en un hechizo, o bien que era él quien había sido maldito antes de empezar esa misión. Quizá en la fortaleza, no podía estar seguro. En todo caso, se encogió, apretó los labios y pronunció unas palabras para expulsar el mal fario mientras, en su interior, se temía que lo peor del asunto no estaba sino por llegar.

Veo con sorpresa que la dama enana apoyaba mi idea de buscar un ejército y bajar aqui para limpiar este pozo de odio, caos y podredumbre, no se si volveremos vivos a la superficie.
Seguimos avanzando y vemos a lo lejos otro gran edificio, al cual nos vamos acercando poco a poco, no hay luz ni movimiento, pero esta canción ya me la conozco.
Chicos si vamos a entrar ahí tendría cuidado, no quisiera que se repitan experiencias pasadas

Haciendo gestos con la mano, indica a los Goblins, preguntando con señales, que deberían de hacer, si rodearlos y acabar con ellos, o ver que están husmeando en el suelo.

La verdad, que echaba de menos ,no tener algo que le permitiera ,ver mas de cerca lo que había en aquel suelo.

Si estaban tan distraídos y discutiendo aquellos goblins, algo de valor debería de ser, lástima que Urgrim solo entendía el idioma Orco.

Al parecer un par(2) de goblins, estan trasteando delante de ustedes y armando algo de follon aunque por lo bajini. Alguno de los companeros ya lo senalan, los humanos no pueden ver absolutamente nada, pero son lo suficientemente inteligentes como para no hacer ruido y tapar la poca luz que portaran.

Por mas que mirais no hay nadie mas en aquel inmenso puente. Solo un viento lateral que os trae algo de brisa de la cascada.

Urgrim sigue haciendo señales al resto, dejando claro de si los rodean, o los insertan a saetazos, de todas maneras, de haber dos de esos goblins en el puente, posiblemente mas adelante se encontraran con mas.

Urgrim recuerda que pasado el puente , había un puesto de vigilancia cerca del lugar donde los quiere llevar, si esos dos eran la avanzadilla, fijo que encontrarían mas allí.

Por si las moscas, Urgrim prepara su ballesta Muñon.

Adalberto miraría al resto del grupo para que se prepararan y como una serpiente (una algo torpe...), se fue acercando lo mas en silencio que era capaz para acabar con esos seres sin llamar la atención, siempre al amparo de la oscuridad y tratando de aprovecharse de que estuvieran entretenidos.

Estoque y main gauche en mano, además de los cuchillos arrojadizos que portaba en su jubón de cuero y botas escondidos intentaría acercarse a los goblins para acabar con ellos sin hacer ruido, y quien sabe si ser capaz de capturar a uno vivo y amordazarlo lo suficientemente rápido.

Adalberto se adelanta lentamente, con pose de fiereza. La tension se masca al ver como el estaliano decide actuar por su cuenta como hace un momento habia hecho maese Urgrim. No contento con esto saca las armas para despachar al instante a los estupidos goblins. Pero al parecer sus dotes de espadachin se estaban herrumbrando, por el esceso de humedad.

-Grr! yi yi! agjjj- comento uno de los gobos a su companero que de un respingo arrastro algo del suelo, para darse a la huida, el companero que hacia gestos en direccion a Adalberto hizo lo propio, perdiendose por la boca del puente en alguna direccion que Adalberto no vio, por la escasisima luz que poblaba la enorme caberna.
 

Genial, lo que nos faltaba, esos dos goblins se han ido por patas, a ver a vuestro compañero acercarse..,¿ los abatimos con las ballestas o nos preparamos a lo que sea vaya a venir ? - dice preparando la ballesta, para disparar en caso de que se diera la orden de abatirlos.

Lo que no sabía cierto, si la distancia que los separaba, entraría en el rango de acertar y eliminar al Goblin, o en todo caso, evitar que siguiera adelante, sea como sea, se prepara, para lo que digan sus compañeros que es lo mejor.

Mas no pudo hacer tales cálculos, mientras continuaban alejándose, cierra los dientes, rechinándolos un poco de pura fustración.

Observé como Adalberto se aproximaba a los goblins tratando de hacer el menor ruido posible y torcí el gesto al ver que no lo conseguía.

Esos grobis ya están demasiado lejos.- Contesté a Urgrim negando con la cabeza al comprobar como el humano había ahuyentado a los dos pequeños pieles verdes.

Debemos continuar la marcha, antes de que puedan reagruparse.- Propuse.- Maese Adalberto, compruebe que era lo que llamaba la atención de los grobis.
 

Adalberto con la cara roja en una mezcla de rabia y verguenza, se acerco a lo que los gobos inspenccionaba. Su sorpresa fue mayuscula, pero parecia que la muerte habitaba alli abajo igual que la carrona. Hizo un gesto con la mano para que se acercaran, y llegaron todos a la boca del puente. Una vez alli Adalberto dijo:

-Es una chica joven, parece una criada por las ropas lo unico que encontre fueron estas hojas silvestres, huelen bien- movio el ramillete que portaba de hojas frescas por delante de su cara. No lo hizo con gesto alegre, pero era raro.

En el suelo habia una chica joven, completamente demadrada y sucia, le faltaba un brazo y  tenia uno de los pies a medio comer, sus ropas estaba rasgadas, el tiempo que llevaba muerte era dificil de calcular sin un examen mas profundo.

Urgrim intenta recordar si la había visto alguna vez, en todos sus trabajos anteriores, sobre todo el de Posadero, veías entrar y salir mucha gente, tal vez la podría reconocer, porque le haya llamado la atención si la hubiera visto.

Déjame echarle un vistazo, si sus ropas me suenan de algo, o algo ... - Urgrim le echa un vistazos, el olor a podrida se hacia palpable, aunque era extraño que no fuera tan penetrante ese olor.

Lo mismo, estaría muerta no hace mucho, o lleva mucho tiempo, pero las condiciones ahí abajo la mantenían en ese estado.

Maldita sea, hay tanta gente que he visto, que me suena a mucha gente o a ninguna... - mira a sus compañeros.. - , siento no poder decir nada mas, estaría bien unas palabras suyas, para que su alma descanse en paz.

Maese Grummer, si pudiera hacer un rápido ritual para que el espíritu de esta pobre chica descanse en paz sería de agradecer.- Le pedí al sacerdote de Morr.- Si no ....- Deje en el aire la frase como señal de que en caso contrario tendríamos que partir sin demora.

Por mi parte, realicé una plegaria silenciosa a Valaya por la chica mientras me fijaba en las hojas silvestres y trataba de reconocer su procedencia.