Partida Rol por web

La navaja de Ockham - Desaparecidos (Cap.III)

La penúltima cena

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03/11/2018, 13:16
Director

Danilo se marchó dejandoos a todos con la palabra en la boca, o algo así. 

La muchacha se inclinó sobre la barra, subiéndose al reposapies de esta para poder preguntarle bien a Bekic algo con una sonrisa leve. Su mirada se deslizó hasta Raphel con algo parecido a un brillo de reconocimiento. ¿La conocía él? 

Apenas dos frases mas tarde el celeste de su vestido rozaba el borde húmedo de la barra, dejando una pequeña marca en la ropa de a saber que tipo de bebidas. 

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03/11/2018, 13:24
Director

Sus ojos verdes, casi como esmeraldas a esa distancia, se clavaron con suavidad en los tuyos. Parecían limpios, extrañamente inocentes. Se acercó para hablarte con una voz muy tranquila pero algo aguda de más. 

Disculpa, estoy buscando a alguien ¿Has visto a un chico de pelo rubio muy claro con una coleta? Un poco mas mayor que yo- No, aun no habías visto a nadie así esa noche, y no era para nada la norma. Olía bien, pero no reconociste el perfume. ¿O si? Olía, olía a...no, es a lo que no olía. Wyrm. Apenas una pizca, apenas un residuo. 

Miró a Raphel. 

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05/11/2018, 03:54
El Marsellés

El Marsellés no tenía idea de cuánto tiempo se había demorado observando a la joven recién llegada. Pero para cuando volvió a centrar su atención en el llamado DANILO, este ya había abandonado el taburete que ocupara junto a él, y se dirigía con paso decidido hacia la salida.

O eso creía el sorprendido fortachón, pues lo cierto es que antes de que se hubiera alejado demasiado, ya lo había perdido por completo, inmerso en el mar de gente que inundaba el lugar.

No parecía que hubiera dicho nada. O, si lo había hecho, habría sido un mero susurro, imposible de percibir en medio del cargado ambiente. En cualquier caso, al fornido sujeto no podía importarle menos. De alguna forma se había librado de aquella persistente molestia, y no iba a quejarse por eso.

A pesar de todo, la curiosidad mordió por un instante al parco gigantón, que no podía evitar preguntarse qué diablos había sido todo aquello. ¿Para qué tanta insistencia, y luego desaparecer así como así, justo cuando había decidido dejarle todas sus piezas dentales en su lugar?

Quizás el tipo fuera gay, después de todo. Aquella era la única respuesta posible. Pero eso no terminaba de tranquilizar al macizo personaje, que poco a poco comenzó a sentir que una sombra oscurecía su espíritu.

Con aire resuelto, apuró otro trago de su cerveza mientras pensaba en ello, procurando alejar así la fea sensación. Pero de manera inconsciente, no pudo evitar echar un vistazo a su alrededor, evaluando posibles amenazas.

Como dicen, las viejas costumbres no desaparecen nunca del todo...

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05/11/2018, 03:59
El Marsellés
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Te dejo una tirada de Percepción, para darme una idea de la gente que hay en el lugar. No se si también se aplicaría alguna habilidad, tú dime.

El objetivo es evaluar posibles amenazas. Gente que parezca estar observando al Marsellés, o que evidencien una actitud tensa o directamente agresiva. También estaría bueno identificar posibles situaciones de conflicto abierto, como gente discutiendo, o grescas a punto de explotar.

En medio de todo ello, el Marsellés también procurará detectar a aquellos que estén pendientes de la joven que acaba de entrar.

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05/11/2018, 12:25
Bekic
Sólo para el director

Bekic se acercó a la pequeña y le había preguntado que se le ofrecía. Pudo evaluarla más de cerca.. de aspecto inocente, intensos y limpios ojos verdes. La miró y escuchó su pregunta, una pregunta fuera de lugar. Como ella también. Que hacía aquí alguien así a estas horas... se sorprendía incluso que la hubieran dejado entrar pero quien sabía si no era una acompañante especial.

Pensó la pregunta. Un poco más mayor que ella..joder, todo el garito era mayor que ella... fue a contestar cuando le llegó el olor a Wyrm. Se puso alerta, era una reacción inconsciente, probablemente ella también se había dado cuenta. Bekic intentó disimular pero tal vez se había dado cuenta de su reacción:

-Rubio..mmm..con coleta... ¿no puedes decirme algo más? Pasa mucha gente por la barra-y era verdad, no recordaba a nadie así, pero no significaba que si le daba algún dato más pudiera recordarlo. Se encogió de hombros y esperó.

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05/11/2018, 12:32
Bekic

Bekic se había alejado un poco del Marsellés para atender a la pequeña chica que estaba ahora en la barra... en el trayecto miró de reojo a Raphel que parecía salir de su mar interior para navegar de nuevo por la barra, la cual seguía asediada por cantidad de "clientes" que sólo buscaban algo con lo que ahogar sus desgracias, o aparentar..o a alguno buscaba simplemente tener un vaso en la mano porque le daba confianza.

Era curioso como el barman inclinado para hablar con la pequeña clienta que tenía delante había dado un pequeño respingo mientras hablaban...quizás se había sorprendido sobre lo que la pequeña le había preguntado. O a saber. Ahí estaban los dos hablando en una noche que avanzaba inexorablemente.

Miró de nuevo al Marsellés y a Danilo en un destello esperando que se hubieran partido la cara. Pero no. Danilo se había pirado. No había pelea...por ahora.

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05/11/2018, 14:48
Raphel

Vio a la chica auparse con su larga melena blanquecina y susurrar hacia su compañero y el sobresalto del nuevo, y la mirada de la chiquilla. Escarbó en sus recuerdos y no halló certezas, como le sucedía últimamente. 

Quizá nunca las tuvo. O tal vez sí, antes de perderlo todo. Ahora al menos sabía que tenía un destino aguardando, y aunque el pasado fuera líquido y sus recuerdos se diluían o coagulaban como la sangre - siempre la sangre - que no le abandonaba. 
Pero Raphel temía que la paciencia de aquellos a quienes anhelaba no fuera suficiente. Pues no hallaba el camino y presentía que su tiempo se agotaba... 

Tiempo, tiempo. La chica del Tiempo volvía a él. Rosas amarillas y pequeñas motas en el cielo. Ten celo. ¿Lo tenía? Puede que fuera eso lo que sentía haber perdido. 

Allí, ahora, aquel chico parecía asustado. Uno más en aquella ciudad miedosa. Un animal rodeado a punto del último ataque desesperado. Un animal robusto, espléndido. Raphel se le acercó, ignorando alguna otra llamada desde la barra oscurecida.

- ¿Todo bien, amigo? - recogió un par de vasos vacíos y le desagradó el tacto de humedad dulzona que algunas gotas olvidadas le dejaron en los dedos. Dulce verde. Se relamió con recato. - ¿Eres nuevo por aquí? ¿Conoces el local? Si quieres puedo enseñarte todo esto, o presentarte a alguien. Puedes tener mucho éxito aquí. 

Su voz era un susurro que bien podía perderse entre las estridencias del conjunto, pero la sonrisa afable de Raphel siempre llegaba a su destino.
 

Notas de juego

* Le habla a El Marsellés, claro.

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05/11/2018, 14:51
Raphel
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro Per+Alerta para intentar reconocer a la chica.

Tiro Carisma+Empatía para que el Marsellés no me mande a la mierda, quiero ser su amiguito.

Está la tirada genérica así que no me saldrán, pero tengo especialidades en Per y Carisma :P

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05/11/2018, 18:05
Director

Notas de juego

Sobre la chica, intenta primero hacer un poco de memoria *guiño guiño*

 

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05/11/2018, 18:06
Director

Gente yendo y viniendo, borrachos, drogados, podridos la mayoría como aquella ciudad. Lo que si te llamó la atención fue un leve brillo en el suelo, donde antes había estado Danilo. 

Había una moneda. 

Una de oro algo sucia que aun así brillaba con fuerza en los bordes. 

Notas de juego

pd: Raphel te ha caído bastante bien de primeras. Tiene ese no se que, no se cua de una cría de lobo entre hienas. 

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05/11/2018, 18:09
Director

Pareció triste por un segundo, luego, pensativa- Ojos claros- sonrió ligeramente- Quizás ropa clara, pero no como lo que llevan por aquí, iría mas recatado. ¿Podría sonarle..te-varió en el último momento- ahora?

Entrecerró ligeramente los ojos ante el ligero respingo y se alejó un poco, apenas unos centímetros, notablemente para ti que la tenías delante incómoda. Miró a un lado, luego al suelo, a la barra, para acabar nuevamente en tu mirada- Si no...no pasa nada, seguiré buscando, muchísimas gracias. - Evitaba ahora miradas largas, como si pudiese incomodarte. 

Notas de juego

Lo normal es que todo apeste a Wyrm en aquella ciudad, incluso tu XD lo raro es que solo sea un ligero rastro. 

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05/11/2018, 18:13
Director

La muchacha reculó un poco ante el respingo del camarero y luego pareció algo incómoda, quizás triste, como si tuviese un peso encima. 

La ventilación aquella noche no funcionaba muy allá y el humo estaba empezando a llenar cada rincón del local. Por contra, el olor se diluía entre los mil perfumes, colonias, aceites y bebidas que disfrutaban los sudorosos comensales. 

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07/11/2018, 06:03
El Marsellés

El comentario del muchacho de la barra sacó bruscamente al Marsellés de su ensimismamiento, y su mirada abandonó la vigilancia de los alrededores para posarse en aquel sujeto.

No era el niño que lo había atendido antes. O no lo parecía. La verdad era que al fornido personaje todos aquellos estirados le resultaban bastante iguales. Pero este tenía una desfachatez que lo hacía destacar. Lo suficiente como para que el hosco fortachón quisiera simplemente arrancarle aquella cabeza tan prolija de los hombros... pero también para escuchar qué diablos tenía para decir.

Con aire pensativo, el Marsellés apuró el último trago, y extendió la jarra vacía hacia su nuevo interlocutor, haciéndole una seña con el mentón para que volviera a llenarla.

- Lo dudo... Y de todas formas, tampoco creo que me interese el tipo de éxito que pueda conseguir aquí. - comentó con tono huraño, pero que parecía transmitir una honestidad brutal - Pero ya que lo mencionas...

- Supongo que el galán que pasó hace un rato con la rubia en silla de ruedas debe ser alguien, ¿verdad? Tal vez el dueño o algo así. ¿El es quien está al tanto de todo lo que pasa por aquí? ¿Con él tendría que hablar, si quisiera hacer algunas preguntas?

Antes de que el muchacho pudiera responder, el grandulón clavó su mirada en el piso, y con aire distraído se inclinó para recoger algo, que tras una leve inspección, guardó en uno de los bolsillos de la chaqueta.

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07/11/2018, 06:07
El Marsellés
Sólo para el director

Notas de juego

El Marsellés toma la moneda del suelo y la inspecciona, aunque tratando de no llamar demasiado la atención. Dime si tendría que tirar algo.

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07/11/2018, 10:10
Bekic
Sólo para el director

Miró a la muchacha con pena, sentimiento que cada vez sentía menos, y tal vez incluso, con algo de compasión. Hizo memoria pero no encontró a nadie con esa descripción, o si lo había visto no se acordaba... sólo se acordaba de los capullos a los que arrancaría la cabeza, cuyo número crecía de manera alarmante; o de los capullos que iban especialmente vestidos de manera estrafalaria. Del resto de capullos no se acordaba. Ni del capullo que ella le decía. Negó con la cabeza:

-Si lo viera por aquí, ¿quieres que le diga algo?-dijo intentando ayudar, quizás había sobreactuado cuando le habló y ahora se sentía culpable -Imagino que debe ser importante, realmente ... -pensó si decírselo pero, ¿por qué no? -realmente deberías estar aquí, es decir, se ve que no es tu sitio-dijo con cierta preocupación. Era una víctima probable de excesos, consentidos o no, en algún reservado, baño o habitación.

Notas de juego

Cuando me habías dicho pensaba que olía un pelín por encima de lo normal..no por debajo xD

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07/11/2018, 17:30
Raphel

El chico iba de duro, como muchos otros por allí. Raphel sabía bien que algunos lo eran, duros de veras. Otros no tanto. Pero para él ya le iba bien. A todos los trataba por igual, a la espera de cómo lo trataran a él. 

Al fin y al cabo, allí era sólo otro juguete más. Una distracción hermosa para quien tuviera tiempo y ganas.

- Como quieras. A tu aire. - aceptó. La joven chica que hablaba con Bekic pareció sobresaltada y la atención de Raphel se volvió hacia ella. Creyó ver su tristeza de nuevo, aquella mirada gastada en un cuerpo que le pareció más joven. Pero para ella el tiempo pasaba con reglas únicas. 

- ¿Estás bien? - se inclinó hacia ella y le preguntó suavemente. Pero el chico grande se había animado y ahora preguntaba. Preguntaba mucho. Raphel tomó una botella de líquido dorado y sirvió dos chupitos. Le alcanzó uno al Marsellés y esperó a que aceptara su invitación. Él iba a vaciar el vaso de todas formas, aunque no eran llamas verdes y no doradas las del fuego que deseaba sentir en su garganta.

- No, él no manda aquí. - Ahora sí, vació su vaso sin esperar más. - Yo diría que ya estás preguntando, así que... ¿qué quieres saber? Igual puedo ayudarte.
 

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09/11/2018, 05:45
El Marsellés

El gigantón observó durante un largo rato al chico de la barra, casi como si hubiera reparado en él por vez primera. Su rostro era una mueca indescifrable, pero podía notarse por la intensidad de su mirada que algo importante estaba por resolverse...

Finalmente, el sujeto desvió su mirada hacia el pequeño vasito que el joven había dejado sobre la barra, y como si aquel minúsculo detalle hubiera sido decisivo para decantar por fin la balanza, lo tomó con mano apurada y se lo echó de un solo trago.

- No soy de venir demasiado por esta zona. Y creo que ya recuerdo por qué. Pero puesto que estoy aquí... quizás pueda aprovechar para saber que se dice de este lado de la ciudad sobre los sucesos de los últimos meses. Supongo que a cada barrio le debe de haber afectado de una manera distinta.

- Ya sabes. Me refiero a... - el tono del gigantón se había vuelto más sutil por momentos, como un susurro grave y rasposo que sonaba a callejones oscuros y a olvidados rincones de algún puerto perdido en la noche - ...las bombas. Y lo otro...

Una mirada encendida remarcó aquellas últimas palabras, que no dejaba ningún margen de duda respecto a qué se refería con ello.

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10/11/2018, 12:07
Raphel

El camarero ya sabía que aquel lugar no era lo más elegante de la ciudad. En un tiempo lo había creído, pero no ahora. En todo caso, los comentarios del cliente le dolieron de algún modo. Como si esperase que todos los que pasaban por allí pudieran ver lo que él, algo más allá de las cortinas raídas, las luces chillonas y la música estridente. Pero a la mayoría los devoraban sus propias ansias y estaban demasiado ocupados en alimentarlas para fijarse en nada más.

Sin embargo ese chico parecía distinto, calmado y al mismo tiempo distante. No estaba allí para divertirse, eso podía jurarlo cualquiera que le mirase a la cara. Pero pocos eran los que hablaban sobre todo lo que pasó. Como si el dolor hubiera sellado las bocas, como expresar el miedo lo pudiera convocar y regresara.

Pero él preguntaba, sin ningún temor, sin miramientos. Y a Raphel le dolió, por lo perdido antes, en aquella vida cada vez más tenue. Y por lo atisbado y que no supo retener. Lo que le aguardaba, pronto.

- ¿Y qué quieres saber? - le enfrentó la mirada por un momento, y como siempre ocurría, la necesidad de contentar a quien tenía delante se impuso. - Yo vi las bombas. Cuando todo saltó en pedazos. - se alzó sobre sí mismo, aunque no era excesivamente alto. No tan alto como debiera ser un chico tan guapo.

- Pasó allí, justo delante mío. Y ni con esas puedo contarte nada. ¿Qué se puede decir aparte de que el olor de la carne y el color de la sangre no salen nunca ya? Nunca se irán. - Negó con la cabeza, aunque pese a todo sabía que la información era una sutil forma de poder que él experimentaba ahora. Por eso no dijo que algo se le había escapado aquel día, algo que tuvo ante él y no supo distinguir hasta que fue demasiado tarde. Algo que sentía cerca cada día desde entonces. Desde mucho antes, cuando lo perdió todo. Todo aquello que se difuminaba poco a poco cargándolo de culpa. La culpa siempre crecía, de eso JP se encargaba.

- Y la última vez lo tuvimos aquí mismo. Un compañero murió, y a punto estuvieron de entrar al local. Aquellos... seres. - Se negaba a llamarlos monstruos, aunque prefería no mencionarlos siquiera. - No se muy bien lo que pasó, pero desde luego eran poderosos. Muy poderosos. 

Su mano tembló y cuello de la botella chocó contra el cristal del vaso cuando volvió a servir otra ronda más.
 

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11/11/2018, 16:57
El Marsellés

Y por fin, cuando ya todo parecía perdido, cuando el Marsellés comenzaba a abandonar toda esperanza, en el lugar menos pensado y por pura casualidad, sus plegarias (y sus maldiciones) encontraban respuesta... por fin, de una puñetera vez, la condenada punta del ovillo...

Todas aquellas semanas de patear las calles sin descanso, prácticamente sin dormir y sin comer, gastando todo lo que tenía en chivatazos que no llevaban a nada y soportando los desvaríos de cada loco que escupía sus penas sobre una barra, habían resultado una completa y deprimente pérdida de tiempo. Y de recursos que no tenía.

Por eso se había vuelto más agresivo durante las últimas noches. Y ya desesperado, había intentado sacarle la verdad a trompadas a cualquier pobre diablo que se cruzara en su camino. El Marsellés había tomado consciencia de lo peligroso que eso podía resultar. Después de todo, había una larga lista de tipos que querían ajustar cuentas con él. Y que empezaba a aumentar con cada noche de furia. Era el peor momento para volverse descuidado.

Por fortuna, todavía quedaba algo de seso bajo el Mohawk. Y por eso había buscado la tranquilidad de aquella zona de la ciudad. Pues ninguno de sus viejos conocidos se pasaría nunca por allí. Así que parecía un buen lugar para pensar, sin tener que estar vigilando continuamente sus espaldas.

Jamás había imaginado que allí podría empezar a vislumbrar el comienzo del camino...

La mirada del fornido sujeto se había endurecido, y brillaba con una intensidad que ninguna bebida conocida podía generar. El muchacho de la barra no necesitó demasiado para entender que había allí algo más profundo que simple curiosidad...

- ¿"Seres"? - comentó en un susurro casi inaudible, a la vez que se inclinaba sobre la barra para establecer una mayor intimidad - ¿Qué clase de seres? Se escuchan todo tipo de historias por ahí...

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13/11/2018, 23:42
Raphel

Raphel miró alrededor. La noche seguía su curso, la cortina de terciopelo ocultaba a JP y su acompañante y la chica triste parecía suspendida en el tiempo, como si su capricho bastara para que el mundo se detuviera. Y para el joven sería fácil sentarse a esperar y contemplarla - si acaso era ella, si por azar volvía a encontrarla - pero supo que, al menos aquella noche, si se detenía quedaría atrás, pues todos a su alrededor seguían en movimiento, charlando y bailando y bebiendo y frotando sus cuerpos en las sombras y gimiendo como si las sombras les otorgaran también un manto de silencio que ocultara sus pasiones.

En cambio el joven que tenía ante él mostraba una mirada desbordante de un deseo bien distinto. Si a su alrededor todo eran llamas intensas y fugaces, en aquel chico se atisbaba una determinación fría e inacabable. De algún modo le recordó a él mismo. O a aquel que había sido, en algún tiempo remoto.

- ¿Y para qué quieres ponerles nombre? - negó con la cabeza. - Tampoco puedes llamarlos, si lo haces nunca vendrán. No mientras los esperes. - Y sin embargo él mismo seguía esperando que volvieran. - No todos son iguales. Pero ¿sabes lo que creo?