Partida Rol por web

La navaja de Ockham -Sangre en las calles (Cap-II)

Carrusel de espejos (I)

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31/12/2017, 02:22
Lu

Lu respiró una vez. Dos. Tres... Muy calmadamente, dejando que el aire llegase hasta el fondo de sus pulmones y los llenase con cierta pesadez. Ni siquiera despegó los labios para despedirle, manteniendo los ojos oscuros fijos en el hueco que había dejado al moverse. Todo lo que había querido decir ya lo había hecho, y si habría la boca de nuevo iba a terminar sacándolo de allí a patadas. Pero no hizo nada ni permitió que trasluciese la puñalada que le acababa de atravesar el corazón. Sólo quería que se fuese de su vista, que se perdiese en la inmundicia de la que había salido para poder agarrar la chupa de cuero y hacer lo que tenía que hacer sin interrupciones y sin intromisiones de pájaros picapleitos como él. A Lu le importaba la gente, más que a la media, en realidad, pero cuando le mordían la mano no dudaba dos veces en retirarla para siempre.

Notas de juego

Pues... ¿ya?

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31/12/2017, 09:18
Director

Notas de juego

Supongo que si. Post solo para mí a partir de ahora.

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01/01/2018, 04:40
Lu

Cuando la puerta cerró tras de sí, Lu se movió hasta el escritorio donde pulsó el botón de su telefonillo particular, pidiendo que alguien se encargase de enseñarle la puerta al señor Raphel. Después se bajó de los tacones, dejando los zapatos a un lado desplomándose seguidamente sobre el sofá como si la vida hubiese tocado fin en aquel preciso instante. Seres, pensó. Seres que desconocían, o que aquel individuo ignoraba, y que se habían llevado a Tatiana por alguna razón que escapaba a su entendimiento. Y, sin embargo, todavía estaba esa pequeña parte que chirriaba y se revolvía como un animal herido, resistiéndose a admitir que aquello era posible. Porque la había visto. La había sentido entre sus manos desfallecer, viendo la vida escurrirse gota a gota a través de sus preciosos ojos castaños, desfigurada, dolida y lista para tirar la toalla. ¿Quién habría de ser tan cruel como para retenerla en aquel mundo emponzoñado donde las alimañas se arrastraban pidiendo una caricia? ¿Un suspiro? ¿Que alguien notase su presencia? Como aquel chico...

Ni siquiera lo pensó. El impulso le llegó de repente, barriendo la mesa de un guantazo y mandado la botella a estallar en pedazos contra uno de los muebles. Adiós licor y adiós compostura. ¿Por qué diablos tenían que torcerse las cosas de aquella manera? "Cuide de sus chicas mejor que la cuidó a ella". Maldito gilipollas. Maldito hijo de la gran puta que lo parió, que se podía haber quedado con la imbécil de su ama. ¿Y él qué sabía? ¿Qué sabía nadie de nada de lo que ella tenía encerrado en el pecho? ¿De lo mucho que le llegaban a importar sus 'chicas'? Ángela y Roberto y Aisha. Y Gwilherm, por supuesto. Y Tatiana. ¿Qué sabía él de lo que estaba dispuesta a hacer por traer a Tatiana de vuelta? Porque si abrirlo en canal allí mismo la traía de vuelta, no se lo iba a pensar dos veces después de aquella estupidez. Y peor. ¿Por qué aquel mequetrefe insulso se había metido debajo de su piel con tanta facilidad?

Tras unos segundos de infernal silencio, se levantó apoyando los pies sobre la butaca para pasar a la otra butaca y de ahí llegar hasta la puerta sin necesidad de pisar el suelo lleno de cristales y alcohol. Eso sí que iba a doler infiernos, y no tenía ganas de recogerlo ni de alcanzar sus zapatos. En cambio, después de cerrar la oficina, fue hasta el lobby de las chicas donde tenía su propia taquilla. Su chupa siempre estaba con ella. Cambió la falda y la camisa por unos cortos y una camiseta plana y blanca, calzándose después unas deportivas viejas y la chaqueta de cuero. Necesitaba aire. Necesitaba partirle la cara a alguien. Necesitaba llorarle a Gwilherm que quizás, después de todo, Tatiana estaba viva en algún lugar que desconocía y no tenía ni idea de qué hacer al respecto. Sí sabía. Claro que sabía qué hacer; tenía varios nombres de gente a la que visitar. Podía hablar con Larry y con Adriana. Podía empezar a llamar a la puerta de todos esos locales garou que hacía años que no visitaba. Claro que podía hacer miles de cosas, pero ahora, en aquel instante, necesitaba más que nada hacer algo para que su cabeza dejase de dar vueltas sobre el hecho de que acababa de enterrar a Tatiana pero no estaba muerta.

¿En qué clase de mundo de mierda vivían? ¡Joder! 

Notas de juego

resumen: Lu se va con la moto por ahí a que le pongan una multa por correr xD Luego localiza a Gwilherm.

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03/01/2018, 19:11
Director

Quizás buscabas algo mas que solo ir con la moto, quizás una pelea, un encuentro, un accidente o solo dejar salir el dolor de alguna forma. Lo que era cierto es que esa no era tu noche, porque no ocurrió nada de eso. 

Llamaste a Gwilherm por teléfono*y no fue hasta la tercera vez que te lo cogió. ¿Donde demonios se había metido? Escuchaste el sonido de una música de fondo, marcada por algún acento que no reconocías, pero que detallaba sinuosos vaivenes en la voz de la que cantase, con un fondo aparentemente limpio aparte de un par de instrumentos de cuerda, quizás un laud, quizás un arpa, quizás cualquier otra maldita cosa. 

Dime, acabo de ver las llamadas.- Habló en inglés, algo bajo mientras sus pisadas lo alejaban del ruido. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Que no me dices como XD así que asumo que es por teléfono. 

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03/01/2018, 20:04
Lu

-Está viva -espetó sin ningún tipo de explicación o sentido, como si necesitara vomitar aquello lo antes posible. Ni siquiera le dio tiempo a procesar del todo dónde estaba Gwilherm o por qué.

Lu se encontraba justo en la puerta de un comercio donde había parado a hacerse con una cajetilla de cigarros y varias guarradas para comer entre las que había patatas, doritos, helado y chocolate mezclado en diferentes productos. Un empacho del Wyrm en toda regla. Dejó la bolsa en una de las alforjas traseras de la moto y se sentó en ella, mirando a la gente pasar sin fijarse en nadie.

-Dicen que Tatiana está viva, Guille. Que está con unos seres o algo así -intentó explicar. Fue entonces cuando se dio cuenta de que le temblaba la mano, de que los nervios empezaban a asentarse en la boca de su estómago. Se miró los dedos, donde un cigarrillo pendía entre el índice y el corazón-. Joder.

¿Por qué le afectaba tanto? ¿Por qué todo aquel asunto la estaba golpeando como ningún puñetazo hasta la fecha? Ella había sido una puta guerrera de Gaïa. ¿Había sido? ¿Era? ¿Qué más daba? Había visitado la Umbra cientos de veces, se había peleado con monstruos vivos e imaginarios, con cosas que poblaban las pesadillas de los humanos. Con vampiros y cazadores y mierdas de toda clase. ¿Y se echaba a temblar por una humana? ¿Por que estaba muerta pero no?...

Quizás Gwilherm tenía razón, después de todo. Se estaba volviendo débil.

Sin reparar en que él estaba al otro lado del teléfono, le dio varias veces al mechero hasta que pudo encender el cigarrillo. Y sí, la mierda de humo tóxico que le quemó los pulmones hizo que se sintiese mejor. 

Notas de juego

*hablo en inglés

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04/01/2018, 15:01
Raphel
Sólo para el director

Salí de allí ralentizando cada paso, retrasando el instante en que volver a casa y enfrentarme con JP. Lu ni siquiera se había despedido, y  yo había comprendido que mi tiempo en aquel lugar hermoso había terminado. Volvería a mi agujero y allí me quedaría, si todavía había un sitio para mi.

No pude remediarlo, lanzar una última mirada a la mujer al cruzar frente a ella y descender por la escalera. La vi desde la penumbra, ella iluminada y altiva, decidida.

En la calle, suspiré tomando prestado el aire de una noche templada y soltándolo con rapidez. Le había contado cuanto sabía, había intentado ser agradable y complaciente, y ni siquiera así había logrado nada. Y ahora pensaba ir a ver a JP. Si al menos tuviera algo que contarle...

Me estrujé los sesos pensando en la conversación, recreando las palabras, pero ella había dominado la charla, preguntando mucho y sin apenas contar nada. Ella la vio muerta en el hospital, sí. Y no era el primero que preguntaba por ella, la víspera alguien se me adelantó. Y la usó, de cebo. Un cazador, había dicho. Aquello no tenía ningún sentido para mí, apenas podía asegurar que los seres debían tener algo que ver con todo el asunto.

Había arrastrado mis pies lentamente y en dirección opuesta al Bacanal. El rumor del río me hizo levantar la vista y tardé unos instantes en ubicarme, con las callejuelas de Triana unas iguales que otras cruzándose ante mí. 

Tal vez el castigo de JP no fuera tan malo después de todo. Me estremeció una oleada de deseo al presentir el desprecio de su mirada. Y podía decirle que ella ya estaba enterada, que Lu ya la buscaba. Tuve que pensarlo de nuevo, acodado en una esquina y liando un cigarro a la luz de una farola para advertir que, en realidad, así era. No tendría necesidad de mentirle, y aquello podía suponer un problema.

 

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06/01/2018, 10:29
Gwilherm

Espera, para, dame un segundo- salió de donde sea que estuviese. Escuchaste una puerta abrirse y el ruido de los coches pasando cerca- ¿Qué está viva? Eso no tiene sentido, ¿quien te ha dado la información? Quiero decir, aparte ...es el mismo de hace unos días?- Su voz sonaba preocupada- ¿Estás pensando otra vez en eso?- Y es que el no sabía más. 

Tomó aire y suspiró con cierta angustia- me duck*, ve a casa, o si quieres iré contigo, solo dime donde estás.-El silencio que se produjo al escucharte con el mechero fue bastante patente. 

Notas de juego

Forma cariñosa inglesa (sur) de llamar a alguien cercano, puede usarse en ambos sentidos, ya sea para mujer u hombre. 

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06/01/2018, 10:36
Director

En la farola, en mitad de la noche joven, perdido en tus pensamientos, pues estabas sin saber que hacer con semejante problema. ¿que harías? 

Disculpe caballero- escuchaste a tu espalda. Dudó al hablar. Te diste cuenta de que su acento era ligeramente abierto, te recordaba a uno británico. La mujer de voz suave pero algo aguda giró por tu lado, a unos metros aun, apenas siendo iluminada por la luz de la farola entre la oscuridad.

Una mujer, de piel porcelanosa, sonríe levemente con unos labios finos y oscuros. Cabellera negra recogida en un moño un poco complicado con mechones a los lados, parece que ha tenido un accidente, pues su vestido de manga larga de encaje repleto de capas y capas de seda roja para darle volumen a la falda larga está roto por algunos lados, y ella misma parece tener manchas negras en el rostros. Aun así, no estás seguro. Sigue en las penumbras- ¿podría llamar a alguien para que viniese a recogerme? Hemos sufrido un percance, y me he herido me temo. - Esa curvatura en los labios, incesante, impertérrita, sin perderse. 

Notas de juego

*Una cosa, en la ciudad la gente sabe lo que hay en las calles, igual no todo, pero si sabe de la existencia de otros seres. Muchos no se esconden en la noche y los mas horrorosos puede que los hayas visto en algún momento. 

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06/01/2018, 17:24
Lu

A Lu le dio por mirar hacia arriba, buscando por primera vez una señal de dónde estaba. A veces se sorprendía perdida dentro de aquella maraña, a pesar de haber vivido allí casi treinta años. Se dio cuenta entonces de que no andaba lejos de El Año del Lobo. Era uno de los pocos locales a los que solía acudir de vez en cuando, y no pudo evitar pensar en que cuando uno tenía problemas acudía a la manada. Que ironía. Ellos mismos habían sido asiduos, hacía quince años. Antes de que todo se empezase a caer a pedazos. Y en aquel momento Lu estaba llena de dudas y de nostalgia, de problemas imposibles. Y, qué leches. También era motera.

-Vente a El Año del Lobo.

Aplicó los labios al cigarrillo una vez antes de tirarlo y pisotearlo, poniéndose el casco  de nuevo para ir hasta el bar, que quedaba a un par de manzanas de allí.

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07/01/2018, 09:47
Raphel

Tardé en darme la vuelta, porque no estoy acostumbrado a que me llamen "caballero". Pero allí estaba ella, difusa entre las sombras pero con la suave tela de su vestido vaporoso destacando en la noche. Hablaba con tono suave, con un leve acento que no supe distinguir. Me fijé en su forma de arrastrar las palabras, y no caí en la cuenta de lo que me pedía hasta que vi los desgarrones en la tela y las manchas oscuras en su piel.

Avancé unos pasos hacia ella.

- ¿Qué ha ocurrido? Está herida? - busqué en mi bolsillo y encontré el teléfono. Se lo mostré y lo mantuve en mi mano, como si con eso bastara para que el aparato cumpliera con su cometido. - Llamaré a un taxi. Hay más gente... herida? - Miré a su espalda, buscando al acompañante al que se había referido.

Notas de juego

Eso había entendido, sí. No pretendía dar otra impresión. Se sabe que existen, incluso se ven algunos, aunque no se sepa muy bien qué son, es así?

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08/01/2018, 17:59
¿?

Creo que me encuentro bien, solo algunas magulladuras, pero se curarán- la mujer dio un paso al frente cuando vio que no eras amenazador, siendo iluminada por la luz de la farola en la que habías estado. 

La mujer pasó con su vestido, ayudada con sus dedos enguantados que tocaban todo lo que tenía alrededor o al menos lo intentaban. Su rostro era como el marmol pulido solo que sin ninguna imperfección, parecía pintado o creado así por algunas manos hábiles, sus ojos, desprendían un color tan claro que casi eran blancos, percibiendo la parte que lo rodeaba oscura, como si fuesen dos enormes joyas incrustadas. 

Una sonrisa mas humana de lo que ella misma parecía asomó por su rostro, cándida e interesante mientras te miraba sin mirar. Si parecía si no ciega, con poca visión. Era pequeña, apenas sobrepasaría el metro y medio y su cintura de avispa tan irreal conseguida por el corpiño quedaba desequilibrada por esos hombros algo anchos y el pecho turgente que estaba tapado por completo- ¿Podría acompañarme a ver si alguno de mis compañeros siguen con vida?- Te señaló una calle cercana donde ahora que te fijabas si parecía elevarse un poco de humo por encima de los bajos edificios en mitad de la nada.- ¿Por favor?

Notas de juego

Puedes medio saber que son por rasgos característicos pero no por ciencia infusa, hay tantas cosas aparte de humanos que si, igual si tiene cola puede ser un demonio, los colmillos un vampiro y ese tipo de cosas que hoy podrías decir, anda, si parece que es un...

XD

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08/01/2018, 18:06
Director

El año del lobo. Allí donde los que eran como tu se sentaban a perder sus vidas en busca de algo que no entendían, allí fuiste, guiada por la necesidad de intentar comprender mas de lo que había pasado. O simplemente a meterte alcohol capaz de tumbarte en pequeñas dosis. 

La mejor descripción sería uno de estos locales donde las viejas glorias moteras se reúnen para beber cervezas y pasar las tardes jugando a los dardos, al futbolín y al billar.

Es amplio, y dispone de dos zonas, la primera donde están la barra principal el billar y el futbolín, ahí suele estar el grueso de gente, pasando por el pasillo de los servicios tras las cortinillas de cristales de colores se llega a la zona de descanso, con sillas de cajas de bebidas, varias motos expuestas y mesas para charlar con una tele donde suelen repetirse los videos de una noche a la otra.

Estaba solo La Jarba en la barra principal, la segunda zona estaba cerrada, no había demasiada gente. Nada mas verte entrar te miró de reojo, mientras terminaba de colocar las jarras en los ganchos. El golpe del olor a animal y naturaleza que obviabais en la calle aquí podía irse a la mierda. Aquel era un buen lugar donde encontrar con quien liberar tensiones, de la forma que fuese. 

Había un grupo de jóvenes cachorros apenas en pleno apogeo de los primeros años jugando al futbolín, tres chicos y dos chicas, que bebían infusiones calmantes para los dolores tras los primeros cambios. El wYrm, que intentaba mataros, os lo ponía ahora más difícil para tan siquiera crecer. 

-SI! COMETE ESA HIJO DE PUTA!- Uno de los chavales había metido un gol, y parecía convencido en demostrar que era el que ganaría en su grupo. No era malo con los giros de muñeca, y tenía unos ojos negros como la noche y rasgos mas afilados que los demás. Llamaría más la atención de las jóvenes. 

Una de las chicas ya le dedicaba sonrisas de medio lado, enfundada en sus short de cuero y su top de lentejuelas. Quince contaría con suerte. Bueno, incluso era ya un poco mayor, cosas mas horribles y aberrantes habías visto en las calles de los humanos. 

En una de las mesas circulares había una pareja de viejas glorias que llevaban en la ciudad ya dos décadas, se pasaban el día hablando del Wyrm por aquí, los mezclados por alli*, su misión era permanecer allí hasta que los matasen, o eso creías. 

En la barra había uno nuevo, uno que no reconocías. De espaldas parecía medianamente joven, con una chaqueta vaquera negra, unos vaqueros azules, pelo no demasiado corto chocolate y un montón de hilos de colores colgados del cuello como si fuese un collar, enrollados por alguna razón entre ellos. Entre sus piernas una mochila vieja, en sus manos una cerveza que paseaba de un lado a otro de su trozo de barra, una jarra de un litro, espumosa, negra. Olía a desierto, olía a fuera de la ciudad, a la tormenta que lo asolaba todo, pero no a Wyrm. 

Notas de juego

*Metis

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08/01/2018, 20:20
Lu

Lu se adentró en el local aspirando el aire con fuerza. No es que en su forma homínida tuviese un sentido más fino que el de cualquier humano corriente, pero su naturaleza le había enseñado a distinguir trazas, matices, esencias escondidas bajo el hedor dominante que lo empapaba todo, igual que un ciego aprendía a distinguir los susurros con una pericia extraordinaria. Para cualquiera, aquel lugar seguramente apestaría a perro mojado, pero para cualquier garou era una telaraña pobremente tejida de información y mensajes semi-escondidos. Y eso la hizo sentirse en casa, y también alerta ante la esencia de garous desconocidos. Su animal interior siempre se revolvía con la presencia de otros, y siempre había encontrado algo íntimamente encantador al respecto.

Se acercó a la barra con paso firme, saludando en un gesto de cabeza a La Jarba cuando esta miró en su dirección. Lu no era recurrente y cuando paraba solía desparramar una buena cantidad de euros. No solía traer problemas y rara vez se pasaba por cuestiones de negocios. Pero, claro, llevaba despegada de los entresijos de los garous hacía ya años, acomodada en su pisito de ricachona en el barrio pijo. Todo el tema de Aura y Julián había sido más que sonado incluso allí y al último que había metido el hocico en aquello le había abierto la ceja. Ella también se había llevado lo suyo, pero el punto había quedado claro: los asuntos de manada se quedan en la manada. De eso hacía ya años.

-Ey. Otra como el compañero cuando puedas -pidió, tomando asiento en la barra a un taburete de distancia con el forastero. Sobre este dejó el casco de la moto. Se sacudió el pelo hacia atrás, usando los dedos como peine para separar los mechones, optando por recogérselo en la nuca para que el aire de los ventiladores le acariciase el cuello sudado por el cuero. No le miró, dejando que fuesen el resto de sus sentidos los que le hablasen de su procedencia-. Hueles demasiado fresco como para llevar aquí más de dos días -dijo finalmente, perdiendo la mirada en la pantalla de su teléfono donde le estaba escribiendo a Gwilherm que ya estaba allí.

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08/01/2018, 21:53
Raphel

Las manchas en su ropa y en su piel me parecieron fuera de lugar, porque su piel refulgía pálida bajo la farola, impoluta, y sus ojos me anegaron el alma. Creí de veras que se encontraba ilesa, pues sus facciones parecían demasiado perfectas para dañarse. Pero dudé si podía verme en realidad con aquellos ojos velados, y guardando el móvil, estiré mi brazo, deseoso de que su guante me rozara también a mi.

Miré en la dirección que señalaba y accedí con una inclinación de cabeza y con un temblor intenso que me recorrió la espalda. Y creyendo que ella no había percibido ni el uno ni el otro, me dirigí a ella con un susurro de mi garganta seca. - Sí. - Cerré los ojos esperando el contacto de su mano enguantada sobre mi brazo, sabiendo que aquel humo que se alzaba en la calle no me auguraba nada bueno. O nada conocido. Y por más que lo conocido, para mí, rara vez había sido bueno, me sentí como un animal que por su propia voluntad avanza hasta el interior de la trampa, porque para mí era el camino más fácil y me evitaba el insufrible dolor de afrontar mi situación: ni JP, ni LU, ni Tatiana ni mis propias miserias me aguardaban allí, solo aquel ser hermoso y sus amigos tal vez muertos. - Iré con usted, señorita... - sentencié, y me dejé guiar. - ¿Pero qué ha ocurrido? 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Expuesto Astucia+Expuesto, a ver si la identifico de alguna manera.

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10/01/2018, 21:55
Nuevo en la manada

Eso es porque no llevo aquí más de dos días...- la voz estaba ronca, pero no porque fuese como la de Guille, si no porque al parecer el nuevo estaba algo enfermo. Tosió un par de veces mientras te miraba de reojo, bueno, a tu casco. 

La Jarba te puso otra como él y tras una breve mirada de advertencia para evitar ninguna pelea se marchó a seguir con sus quehaceres en la barra. Como llenar los cuencos de cacahuetes y frutos secos.

Tu en cambio hueles a anciana en esta ciudad- un asentimiento y gesto balanceante de la cabeza hacia ti, como si asintiese de alguna forma. Su acento era un poco extraño, quizás demasiado seco, y el tono bajo y denso. O tal vez solo eran mocos que no le dejaban ni tirar con su vida.- ¿Que zonas me recomiendas para que me echen un ojo? Fuera hay mucha mierda, y he pillado algo. Eso seguro.- Pareció pensar algo, antes de carraspear tras toser de nuevo llevándose la mano a la boca.- Perdona mi ingenuidad, pero no se si me tengo que presentar como es debido, las leyes de esta ciudad me son extrañas y salvajes- una broma, por el tono jocoso, aunque permanecía medio serio con una sonrisa ladina de forma sempiterna. 

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10/01/2018, 22:01
¿?

¿Por que tiemblas pequeña golondrina de ojos tristes?- No llegó a tocarte, pero si dio medio paso hacía ti al notarte no dudoso, si no esperando que te tocase- No te preocupes, no te haré daño, has estado justo en el momento perfecto en el lugar ideal...- admitió sin perder esa sonrisa que cada vez te recordaba más y más a algo sobrenatural, imperfecto, forzado en un extraño ritmo donde lo natural estaba considerado como una afrenta. 

Acompañame por favor- se giró empezando a andar hacia la carretera, sin mirar si venía coche alguno, directa hacia la calle que te había señalado- ¿Crees en el destino pequeño ser de ensueño? -su sonrisa se ensanchó mostrando unos preciosos dientes blancos, algo desordenados todo sea dicho y con unas encías retraídas que te dio una pista de quien era ella. 

Al girar la esquina viste un coche, un Rolls-Royce Phantom estampado contra una farola en mitad de una calle vacía a esas horas. Era una zona poco frecuentada, aunque en breve era probable que apareciese la policía si algún vecino avisaba de aquello.- Estábamos yendo a casa del señor de ese coche...cuando sin saber como ni porqué su chófer se ha estrellado...- os acercasteis un poco más, por la parte del piloto, dando la vuelta al coche. Allí, había un hombre negro de aspecto fornido de traje que se había abierto literalmente el craneo en dos por el impacto sobre el volante, que estaba incrustado en su cabeza.

¿Crees que aun estará vivo?- Pregunto ella con un deje de voz inocente a todas luces, como si realmente eso fuera posible. La puerta de atrás estaba abierta por donde creías que habría salido ella, pero no veías desde ese ángulo nada. ¿Te interesaría? La mujer te miró ladeando la cabeza con la expresión mas triste que habías visto nunca, y eso que tu solías llevarte el oro- ¿Y ahora que puedo hacer?  

Notas de juego

*Encías retraídas, es sinónimo de cuerpos muertos. Tampoco respira. 

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10/01/2018, 22:06
Lu

Lu le dio las gracias a La Jarba -intentando mantener la paz y las buenas intenciones- y le dio un trago generoso mientras escuchaba al cachorro y su trancazo, determinando que fuese lo que fuese que acababa de pillar, no tenía ganas de que se lo pasara. De modo que se ahorró la formalidad de estrecharle la mano.

-Deberías ir a ver a Clara de Luna en el Jardín del Edén. No es muy difícil de recordar, el nombre. -Esbozó una sonrisa torcida y alegre-. Está bien que te hayas dejado caer por aquí, pero por evitar inconvenientes. Los colmillitos son un poco tiquismiquis.

Suspiró, todavía sin llegar a mirarle bien del todo. Alcanzó una servilleta de papel y se palmeó la chaqueta hasta dar con el bolígrafo. Siempre estaba bien llevar uno encima. Allí garabateó la dirección del local y después apuntó también la del centro sanitario y el teléfono del médico que solía hacerle los chequeos a sus chicas. No era experto en la fisionomía y condición lupina, pero quizás tuviese algo para un resfriado de cojones como aquel.

-Toma. -Le tendió la nota empujándola con los dedos hacia él-. El médico es privado. Puedes decir que vas de mi parte, pero si no tienes pasta en el centro sanitario te atenderán después de unas cuantas horas de espera. Acuérdate de decirles que eres garou. Soy Lu, por cierto. Ya nos damos la mano cuando dejes de moquear. ¿De dónde vienes?

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11/01/2018, 11:36
Raphel

No llegó a tocarme y tal vez por eso me llenó de ansiedad. ¿Por qué temblaba? Sentía que ella era una de ellos, lo veía en su piel, en su mirada, me llegaba en susurros a través de palabras exóticas que salían de su pecho inerme pero sinuoso. El simple hecho de estar a su lado, aunque no me concediera su contacto, me oprimía el pecho.

No te preocupes, no te haré daño. Y pensé en aquel hombre, aquella sombra en la habitación de JP y en el dolor que no era de este mundo, y en el placer tan intenso que me formó un nudo en la garganta, porque no supe si solo fue un sueño y tal vez nunca volvería a soñar nada tan hermoso y sólo quería llorar. Pero estaba en el momento adecuado en el lugar ideal, ella me lo dijo y supe que era verdad, así que no respondí, solo caminé tras ella, un paso por detrás, 

Aquella noche sin duda yo vivía en un ensueño y al llegar a la esquina se lo dije. - Sí, señorita. Creo que a todos nos espera nuestra ocasión en algún momento de la vida y tenemos que ser valientes para afrontarlo, o se puede perder para siempre. - Y yo estaba siendo valiente aquella noche, pero lo que me encontré al doblar la esquina me heló la sangre y solté un gritito. El coche era una maravilla, mucho más que lujoso, aunque estaba estampado de forma horrible y el chófer... pero ella siguió hablando y se acercó, así que la seguí y al ver tan cerca la cabeza de aquel hombre partida en dos tuve que contener mi estómago en su lugar, las rodillas me flaquearon y me agarré a la manga de su vestido para no caer al suelo.

- No... no! Jajaja - una risa nerviosa se apoderó de mi boca. No sabía si hablaba en serio o era una broma macabra. - Jajaja debe estar muerto y bien muerto jajaja - el tono demasiado alto, una risa aguda y entrecortada. Entonces recordé lo que ella era, pese a su forma dulce y delicada, y solté la tela y me separé intentando tomar aliento una y otra vez. De pronto sentí que el jadeo de mis pulmones podía ofenderla, el único insulto que podía permitirme, y relajé los hombros y miré el suelo.

- No, creo que no podemos hacer nada por él. Pero... ¿dónde están sus amigos? - La puerta trasera estaba abierta invitándome a aquel espacio mutilado por el accidente pero irradiando todavía un aura de poder y riqueza. Me asomé allí, aunque me aterraba encontrar otro cadáver sangriento. O el cadáver podía ser yo, pero la voz de la mujer me había sumido en aquella realidad donde yo solo era una golondrina de ojos tristes, un ser de ensueño que creía en el destino, y solo deseé que así la mirada triste de ella se animara un instante.

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12/01/2018, 22:27
Nuevo en la manada

Solo asintió cuando le dijiste a donde tenía que irse. Tomó la servilleta con los datos apuntados, la revisó, y una tercera vez mientras arrugaba el gesto- Hay dos direcciones, ¿cual es a la que tengo que ir? ¿O da igual?- parecía que o iba lento o no terminaba de entenderte. Aunque viendo lo visto, lo raro es que tan siquiera pudiese escucharte del todo bien. 

Lu, Eriol- tragó saliva para suspirar después con un atrancamiento de nariz considerable- no se que mierda hay fuera que nos deja hechos una mierda, siempre- ladeó la cabeza mirando al frente- si, si acaso cuando esté mejor- una risa ronca que acabó en un par de tosidos mas. Estaba empezando a llamar la atención, aun más.

Pues vengo del norte, he traído algunas cosas...que igual aquí no tenéis, como buen tabaco- se sacó una tarjeta en blanco con un número de teléfono apuntado con boli, solo eso- toma, por si te interesa, y gracias por la información Lu. 

Escuchaste como la puerta se abrió y al poco los pasos que se acercaban a ti de alguien que conocías muy bien. En apenas cinco segundos lo tendrías encima, preguntándote como te encontrabas, o no, ya se vería. 

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12/01/2018, 22:38
¿?

Le gustó tu respuesta, el como aceptabas sus palabras mientras andabais hacia el lugar de los hechos. Viste como te miró sin hacerlo con esos ojos lechosos y extraños con un toque especial. Un vacío complejo. 

Con el primer cuerpo le agarraste la manga del vestido, rozaste la tela de los guantes, y también te diste cuenta de lo rasposos que estaban los encajes que la vestían. Quizás el resto de satén y seda fuesen suaves, pero lo que era aquello que ocultaba sus brazos y escote no, ni por asomo. Un pequeño reflejo de lo que eras, de como eras, soltándola de inmediato sabiendo lo que igual podía hacerte. ¿Qué sería? Aun no estabas seguro ni de lo que era la mujer que tenías delante. 

Mis amigos, bueno, mi amigo está dentro- pero tu ya estabas perdido en saber lo que se escondía tras la puerta. Un vistazo rápido te dejó ver el cuero blanco manchado de rojo, salpicado en mil brochazos que no había tenido que ver con el accidente, o quizás si, cosas mas extrañas habías visto. Y en el lateral, con el cuerpo flácido se hallaba una de las caras conocidas de la ciudad. Montgomery Fletcher, político que llevaba ya muchos años en su puesto, logrando lo que otros no conseguían a basen de estafas, movimientos en negro, sangre y dolor. Un monstruo del cual se contaban que atraía a las más jóvenes para acabar bañado en ellas, literalmente. Parecía tener el cuello roto, y las piernas partidas a la altura de las rodillas, que era de donde provenía la sangre. Su traje negro, la camisa amarilla pastel que encerraba esas carnes rollizas de alguien que no se preocupaba en su físico, no al nivel de esa ciudad desde luego. El olor en el interior era bastante horrible, basicamente cuando alguien muere, se vacía por completo. 

¿Está bien?- preguntó ella. Bien bien...aquel estaba muy muerto, blanco y pálido.