Partida Rol por web

Principios del invierno 2073          22:00 Freedom City

Estas llegando al apartamento en el que vives desde hace un tiempo, la calle esta desierta en estos momentos, no es precisamente una hora habitual de llegar a casa para los americanos y menos con este frio. El inicio del invierno esta siendo especialmente duro por estas latitudes, hace unos 15 días que no para de helar y la nevada que cayo tres noches atras aún no se ha retirado del todo dejando restos llenos de suciedad por todos lados. Aún así tu has tenido un día especialmente atareado en el que desde que has salido por la mañana no has podido volver y andas rápidamente con las llaves en la mano para refugiarte de una vez en tú casa.

El frio en el rellano también es intenso y tienes la suerte de que el ascensor se encuentra en la planta baja del edificio, subes en el y tocas el boton mirandote en el espejo durante el corto viaje. Por fin te encuentras frente a la puerta del apartamento, metes la llave, das dos vueltas y se abre dejando paso a una agradable sensación de calor. Enciendes la luz y te diriges a la habitación con ganas de ponerte comod@ y descansar un poco de una maldita vez. Cuando te diriges al armario para dejar la chaqueta tu mirada se clava en tu mesita de noche.

¿Una carta?

Algo que no seria tan extraño si no estuvieras completamente segur@ de que no la has dejado ahí...

Las diez de la noche y al fin logro llegar a mi apartamento tras haber estado todo el día examinando diferentes ofertas de trabajo por parte de varios servicios de seguridad.
No es una elección facil. Pues dependiendo del trabajo que elija, quizá deba emplearme a fondo.
Sonrío al pensar en esta ultima posibilidad pues solo yo se que clase de obligacion me ha caido encima.
Mientras pienso en todo esto, avanzo por el piso camino de mi dormitorio. Y cuando cuelgo el abrigo en el armario del mismo, mi mirada se fija en un sobre que hay en la mesita de noche.
Sin moverme, examino el sobre y el entorno. Pues estoy totalmente seguro de no haberlo puesto ahí.
Y rápidamente, examino el fondo del armario y compruebo que cierta maleta de dimensiones aceptables se encuentra en su sitio. Compruebo la combinacion del cierre de seguridad y suspiro levemente aliviado pues no se nota ningún tipo de manipulación.
Solo entonces me acerco a la mesita de noche y cojo el sobre. Y al inclinarme sobre la misma, compruebo que mi Glock de 9mm esta en el cajón superior. Exactamente donde la he dejado. Agarro mi arma y compruebo que esta cargada. Doy una vuelta por el piso pero este esta absolutamente vacío. La única anomalía que detecto, es la carta hallada sobre la mesita.
Ya mas tranquilo, me dirijo a la cocina con la carta en el bolsillo de mi chaqueta.
Tras poner agua a hervir en una tetera, abro por fin el sobre y examino su contenido.

Hektor se quita su cazadora de aviador y la cuelga en una percha del armario sin apartar la mirada de la carta.

La puerta estaba cerrada, y a primera vista ninguna ventana parece forzada...

Se acerca a la mesilla y coge la carta mientras se sienta en su cama.

Da un par de vueltas al sobre, curioso, antes de abrirla.

Lillith había estado todo el día de convención, con pancartas anti "calentamiento global" y con un megáfono, al final, pero, habían tenido que salir por patas, como siempre... y no les habían dejado de perseguir hasta que se pudo esconder a la otra punta de la ciudad, así que había vuelto andando desde allí... saludando a todos los gatos, perros y pájaros que se encontraba por el camino. Y además, iba tarareando alguna canción:

La urraca la llevaba en su hombro, que jugueteaba con sus chillones y grandes pendientes.

Un viejo amigo le había dejado el piso, y ella no lo había rechazado... con el frío que hacía era mejor vivir en caliente que no en su vieja tartana abandonada en un solar cerca de ahí, pues en todas las ciudades ya tenía sus sitios para dormir... aunque fuera debajo del puente.

Nada más entrar al piso, se quitó los zapatos dejándoles tirando por allí y el abrigo lo dejó también tirado al suelo, mientras cantaba ahora más alto e incluso bailaba por el pasillo de la casa, mientras se iba desnudando dejando toda la ropa tirada... casi gritaba. La urraca ya la conocía, y se había puesto en su cabeza haciendo los coros.

Al llegar a su habitación se dirige entonces al armario para coger cualquier camiseta para dormir... cuando repara en la carta que hay encima de su mesilla.

Su boca adopta una posición de "o", de sorpresa. Y esboza una divertida sonrisa.

¿Has visto Mr. Bird? ¡Tengo un admirador secreto! - cogió la carta, sin mirarla, dio un par de vueltas sobre sí misma, momento que la urraca aprovechó para volar y posarse encima de la lámpara, y ella se tiró boca arriba en la cama. Ya vestida únicamente con las braguitas y la camiseta interior de manga corta.

Empezó a abrir la carta, con curiosidad, no había dejado de cantar en ningún momento.

Abres la carta intrigado:

Te estarás preguntando como ha llegado aquí esta carta. Como ya sabrás hay gente que tiene habilidades especiales, tu mismo dispones de una armadura tecnológica capaz de hacer cosas increibles ¿De verdad quieres seguir con tu vida normal trabajando como mercenario para empresas privadas si con tus habilidades y esa armadura podrías incluso cambiar el mundo? Te aseguramos que de aceptar nuestra oferta nunca más tendrías que buscar un contrto como has hecho hoy.

Tenemos respuestas para tus preguntas, si las quieres solo tienes que presentarte mañana de 8:40 a 8:50 AM en la pequeña sucursal del banco central situada en el distrito de Wading Day. Allí tendrás que pedir el contenido de la caja de seguridad 3527, para poder hacerlo tendrás que hacer entrega de esta pequeña llave.

Por supuesto es usted libre de hacer lo que quiera, si no la retira en ese periodo de tiempo no podrá ver el interior de la caja.

Frunzo el ceño al leer la carta pues había creído ser mas cuidadoso. Agito entonces el sobre y sobre la palma de mi mano derecha, cae una llave.
La numeración de la misma, coincide con el numero que se me indica en la carta.
Me encojo levemente de hombros y giro la cabeza en ese momento.
Pues la tetera comienza a pitar.
Guardo la llave y la carta en el interior de mi chaqueta y a continuación, me sirvo un buen te de Bombay. Aderezado, naturalmente, con una nube de leche.
Con la taza en la mano izquierda, abandono la cocina tras apagar la vitroceramica.
Llego hasta el salón del apartamento y me siento encendiendo la tele. Y me tomo el te mientras no presto atención a la tele pues mi cabeza, no para de darle vueltas al asunto de la llave.
Y finalmente, tomo una decisión. Me presentare y lo haré listo para cualquier eventualidad.
Solo entonces agarro mi teléfono móvil y llamo a una pizzeria cercana para que me traigan la cena.
Y por supuesto, pienso en acostarme temprano pues mañana, puede resultar un día movido.

Otro día más en mi vida. Aburrido como pocos. El curro es una mierda pinchada en un palo y encima mi jefe va y me echa la bronca. He tenido ganas de darle un millón y medio de ostias en la cara, pero logre contenerme.

Pero bueno, ahora ya estoy en mi casita... hogar dulce hogar diría mi madre. Entro a mi casa y dejo las cosas sobre el sofá. Necesito una ducha rápida y después, una cerveza bien fría.

Entro a mi cuarto, quitandome la ropa mientras camino y enciendo la luz de la mesilla de noche...

Una carta... ¿qué demonios?

Mi mirada pasa por todos lados buscando algo fuera de lugar, sin embargo, no encuentro nada raro en mi habitación. Dedido revisar toda mi casa y medio segundo después, me encuentro frente a la carta, la cual cojo con mis manos y comienzo a leer.

Entro en casa entumecida por el frío y dejo la chaqueta en el perchero, quitando las correas que atan las alas a mi cuerpo y liberandolas de esa presión.

Al ver la carta, me sobresalto y busco en casa cualquier otra cosa fuera de su lugar. Al no encontrar nada, cojo la carta y la abro con precaución....

Abres la carta intrigada:

Sin duda te estarás preguntando como ha llegado hasta aquí esta carta. ¿Como puedes hacer tu lo que haces?¿de verdad quieres seguir con tu vida "normal" de convención en convención corriendo delante de la policia como hoy mismo? ¿o prefieres sacar todo el partido que tus habilidades te permiten y empezar a cambiar el mundo de verdad?

Tenemos la respuesta a las preguntas que llevas haciendote toda la vida, si quieres las respuestas solo tienes que presentarte mañana de 8:40 a 8:50 AM en la pequeña sucursal del banco central situada en el distrito de Wading Day. Allí tendrás que pedir el contenido de la caja de seguridad 3528, para poder hacerlo tendrás que hacer entrega de esta pequeña llave.

Por supuesto es usted libre de hacer lo que quiera, si no la retira en ese periodo de tiempo no podrá ver el interior de la caja.

Lee atentamente la carta, y se la vuelve a leer un par de veces... en voz alta, siempre en voz alta, y sonriendo sin parar.

Pues sí, no me importaría correr cada día delante de la poli, ¡es taaaaan divertido...! - dió vueltas en la cama, hacia un lado... hacia otro... mientras seguía mirando la carta. - ¡Qué curiosidad! - exclamó finalmente.

Aquel mismo día se duchó y ya se fue a dormir para prepararse para  el día siguiente, mientras iba diciendo "¡Qué emoción! ¡Qué emoción!"

Justo el día siguiente se vistió con sus mejores prendas, un vestido ropa y encima el abrigo de color amarillo chillón hasta los muslos, y se fue directamente al banco... que llegó a las 8.43. La urraca, como siempre, iba a su hombre, chillando y jugando con sus pendientes.

Caminaba con total tranquilidad entre la gente y los ejecutivos que hablaban por móvil, nunca cogía el transporte, prefería andar o cogerlo cuando no hubiera más remedio... y si tenía que cogerlo, siempre lo hacía con el que gastaba menos. Llegó hasta el banco, y silbando tranquilamente y con las manos a los lados, visibles...

Abres la carta intrigado:

Sin duda te estarás preguntando como ha llegado aquí esta carta. ¿cómo puedes hacer lo que haces?¿cómo puedes ir de aqui a cualquier parte del mundo en tan sólo unos segundos,  ¿De verdad quieres seguir toda tu vida con tu mierda de trabajo llegando a casa tan tarde como hoy mismo si con tus habilidades podrías incluso cambiar el mundo?

Tenemos la respuesta a preguntas que llevas haciendote toda la vida, si quieres las repuestas solo tienes que presentarte mañana de 8:40 a 8:50 AM en la pequeña sucursal del banco central situada en el distrito de Wading Day. Allí tendrás que pedir el contenido de la caja de seguridad 3530, para poder hacerlo tendrás que hacer entrega de esta pequeña llave.

Por supuesto es usted libre de hacer lo que quiera, si no la retira en ese periodo de tiempo no podrá ver el interior de la caja.

Abres la carta intrigada:

Sin duda te estarás preguntando como ha llegado hasta aquí esta carta. ¿Como puedes hacer tu lo que haces? como puedes introducirte y perturbar las mentes ajenas o mover objetos con tu la tuya propia?¿y esas enormes alas?¿de verdad quieres seguir con tu vida "normal" o prefieres sacar todo el partido que tus habilidades te permiten y empezar a cambiar el mundo de verdad?

Tenemos la respuesta a las preguntas que llevas haciendote toda la vida, si quieres las respuestas solo tienes que presentarte mañana de 8:40 a 8:50 AM en la pequeña sucursal del banco central situada en el distrito de Wading Day. Allí tendrás que pedir el contenido de la caja de seguridad 3531, para poder hacerlo tendrás que hacer entrega de esta pequeña llave.

Por supuesto es usted libre de hacer lo que quiera, si no la retira en ese periodo de tiempo no podrá ver el interior de la caja.

Hektor leyó la carta varias veces. No había ningún indicio de quien podría haberla escrito.

No hacía mucho que se había mudado a Freedom City, unos meses, y no le iba del todo mal. Había abierto un taller de reparaciones con el dinero de la venta del que tenía en Berlín y por ahora iba consiguiendo clientes.

Aun así el mensaje tenía razón, sabía que podía y debía hacer algo más. En el fondo por eso se había mudado a los estados unidos. Aquella ciudad era la Meca de los superhumanos, allí esperaba encontrar respuestas.

Por supuesto había probado su habilidad más veces desde el accidente, y ya estaba bastante seguro de como funcionaba, pero si aquella gente podía ayudarle... ¿por que no intentarlo? De todas maneras ya habían demostrado que sabían mucho de él, y si hubieran querido probablemente ya le habrían secuestrado y metido en un laboratorio.

Metió la carta en el cajón de la mesita de noche y programó el despertador para la mañana siguiente. Podía permitirse abrir una hora más tarde e ir al banco. Pronto estaba profundamente dormido, puede que soñara, pero no lo recordó al despertarse.

La mañana siguiente le pareció más fría aun que la anterior. Estaba acostumbrado al frío de Berlín, pero en Freedom City la brisa de la bahía hacía que la helada se metiera entre los pliegues de la ropa directa hasta los huesos.

Eran poco más de las 8:30 cuando aparcó su coche en el garaje de un edificio cercano al banco. Salió a la calle y buscó la sucursal con la mirada. Allí estaba. Por alguna razón miró a su alrededor buscando a alguien sospechoso, aunque no tuvo demasiada suerte. Cruzó la calle y se acercó a la puerta giratoria. Miró su reloj, las 8:38, puntualidad alemana. Respiró hondo y entró en la sucursal.

Bueno... no sólo han entrado a mi casa sino que también les gusta hacer bromas. Vale, muy bien.

Recojo la llave que hay en el sobre y la guardo en el bolsillo de mi pantalón.

Está claro que con ir a ver no pierdo nada, además, podrían haberse llevado cualquier cosa de aquí y no lo han hecho. Nada me cuesta ir a probar,y soy lo bastante curioso para desperdiciar esta oportunidad.

Me tumbo en la cama, mientras pongo el despertador a las 8:25.

Que sea rápido no significa que también duerma en pocos minutos, eso sería estupendo, pero no, necesito dormir como cualquier persona normal. Sin embargo, tardo 10000 veces menos tiempo en prepararme.

Tras hacer todo esto, cierro mis ojos y me duermo.

Suena el despertador a las siete de la mañana. No dudo en levantarme y, tras una ducha y vestirme, un café termina de espabilarme.
Miro por la ventana del dormitorio el día que hace y hago una mueca al descubrir que vamos a tener el mismo tiempo que el día anterior.
Compruebo que la llave permanece en el bolsillo de mi chaqueta y releo una vez mas el numero.
3527.
Por tanto, una vez que me he asegurado de que lo recuerdo perfectamente, me pongo una cazadora de cuero bastante forrada y saco del armario la maleta con mi equipamiento especial.
Agarro las llaves del piso de la mesita de noche, y cierro la puerta tras salir.
Ya en la calle, compruebo el horario y veo que son ya las siete y media. Todo según el horario previsto. Uso el móvil para llamar a un taxi y, unos 10 minutos después, se detiene frente a mi uno de los típicos taxis amarillos de Freedom City.
Con la maleta a mi lado en el asiento de atrás, digo.
Al distrito de Wading Day, dejeme cerca de la sucursal del banco central
El taxista emprende el camino y yo me dedico a escuchar distraidamente la radio mientras me encamino hacia el lugar de la cita.
Aunque por mi cabeza no dejan de pasar diferentes posibilidades sobre lo que podria ocurrir esta mañana.
Finalmente, el taxi se detiene. Abono la carrera y desciendo del coche.
Frente a mi, al otro lado de la calle, se encuentra la oficina a la que he sido citado.
Vuelvo a comprobar la hora. Las ocho y diez. Asiento satisfecho mientras examino el entorno.
No parece que haya nada fuera de lugar ni tampoco veo ningún comportamiento inusual.
A mi derecha, hay una pequeña cafetería. Entro en la misma y pido un nuevo café con un poco de cognac para combatir el frío reinante. Y desde el ventanal de la cafetería, mantengo controlada la entrada de la oficina bancaria.
Por tercera vez compruebo la hora.
Ocho y media. Por tanto, tras pagar el café, salgo de la cafetería y me encamino hacia la sucursal. Compruebo de nuevo la hora en mi reloj y veo que solo he tardado en entrar unos tres minutos. Pues son ahora, las ocho y treinta y tres de la mañana.
Al entrar en la misma, observo la localizacion de las cámaras de seguridad y la disposicion de los guardias.
Todo me sigue pareciendo normal de momento.
Por tanto, me acerco a uno de los oficinstas y mostrando la llave que recibí ayer, digo.
Buenos días. He de recoger un paquete en una de sus cajas de seguridad. Si es necesario, acompañeme a la caja. Si no es si, indíqueme donde se hallan.

Adrienne se sentó en el sofá que tenía cerca del gran ventanal de su apartamento. No podía creer lo que estaba leyendo, siempre ocultando su poder, siempre ocultando lo que en realidad era, y ahora un extraño entraba en su refugio y destruía todo lo que había construido.

Dejó caer la carta sobre la pequeña mesa de café que tenía junto al sofá, y trató de quitarse de la cabeza todo esto, aunque no lo consiguió en toda la noche, que se la pasó en vela. Subió a la terraza de su edificio, ajena al frío que hacía. Tenía que acudir a esa cita, tenía que ver que estaba pasando, no podía dejar pasar esto, no quería vivir con miedo, no otra vez.

Al empezar a amanecer, me visto concienzudamente, y ato con las correas las alas a mi espalda.  Sobre el vestido de lana negro que me he puesto, me pongo la gabardina, ocultando todo lo que puedo mi condición.