Partida Rol por web

-Gracias Hundra- sonrío a mi amiga -este día me has hecho muchas veces feliz. Aquí te espero-

Un tipo de casi dos metros entra con la cara muy seria.- ¿Geonfe... ¿Geoffrey?.- dice esforzandose para pronuciar bien tu nombre.- Sigueme, vamos a ver al pequeño Bast. No tengo mucho tiempo, mis esposas estan entreneniendo a mis 14 hijos, no quiero que conococcan la ruta de dragon y tienen la constumbre de seguirme a todos lados.

Caminais por senderos escarpados y lugares de dificil acceso hasta una ruta en mitad de la montaña, comprendes porque Hundra no se ariesgaba a ir, el terreno es muy resbaladizo y la pared alo angosta pero al final llegais a una gruta amplia.

-¡BAST!.- grita el barbaro poniendo sus manos como altavoz.

De la negrura asoma una cabeza gigantesca.- Es algo pequeño, aun es un cachorro.- te explica el barbaro.

-Como digas Garek, eres mi guía.- El bárbaro me agradó al instante, como Hundra había dicho. Parecía ser alguien simple, sin vueltas ni ambagues. Comencé a seguirlo; a medida que el terreno se volvía más escarpado, el aliento me alcanzaba para menos.

Por fin llegamos a nuestro destino. Una gruta enorme, excavada en la montaña, al filo del abismo.

Cuando el dragón apareció, no me encontraba preparado para semejante visión. Era enorme. Y muchísimo más bello que lo que imaginaba. Un poco impresionado, con la voz un tanto temblorosa, me acerqué a Garek. -Es... ¿cachorro? ¡Yo lo veo enorme!- El temor me invadía pero la fascinación fue más fuerte. En un acto temerario, di otro paso más, y otro, hasta que estuve a un palmo de la enorme cabeza del animal y estiré la mano, pero no llegué a tocarlo. Aún no sabía si el dragón me iba a aceptar.

JAJJAJAJA.- La risa del barbaro resono.- ¡Claro que es cachorro! Aun no le han salido los cuernos de adulto, tiene que crecer cuando menos otros 15 metros.

El dragon acerco la cara a vosotros, olfateandoos. Garek palmeo su ocico inmenso como si fuera un caballo docil.- Buen chico Bast. Este es Geoff ¿Le enseñamos a volar?.- Hubo una mirada complice entre ambos que no te gusto antes de que Garek te instara a trepar por las escamas hasta el cuello mientras el animal bajaba la cabeza hasta el suelo para facilitarte la labor.

Agarrate, hay una rienda oculta hay.- dijo señalando un trozo de cuero que sobresalia entre escamas.- Tu solo agarrate y recueda, para ir a izquierda tira a la derecha para ir a derecha tira izquierda para subir tira para bajar suelta... Si te caes... si te caes bueno, ya no tendras que preocuparte por nada nunca mas en tu vida. Por lo demas montar en Dragon es como tratar con una mujere, hace lo contrario de lo que le dices, tenlo en cuenta y todo ira bien.

¿En qué me metí? Por un instante ya no me parece tan divertido convertirme en jinete de dragones. Pero a pesar de ello no puedo evitar reir a carcajadas con el último comentario de Garek. -Jajaja, me va a costar hacerlo obedecer entonces... ¡las mujeres me pueden amigo! jajaja- El buen humor me devuelve el temple. Siento todos mis sentidos aguzados. La descarga de adrenalina está siendo muy intensa y aún no lo monto.

Con cuidado, casi con reverencia, me acerco al cuello del animal y me subo a horcajadas. Una vez arriba, busco las riendas y las sujeto firmemente. -Vamos amiguito, trátame bien que es mi primera vez- le susurro sonriendo al dragón antes de partir y tiro de las riendas esperando que así sea el modo de hacerlo despegar.

El animal parece estar acostumbrado a estos menesteres y de un salto se impulsa hacia arriba, sacando su cuerpo fuera de la cueva a la vez que empieza a ganar altura. Sigue subiendo más, dónde el aire se vuelve gélido. Allí me doy cuenta que sigo tirando de las riendas y que si no aflojo, me voy a congelar.

Despacio, la suelto para que descienda un poco, pero mis movimientos son torpes e inexpertos y no consigo la suavidad deseada. Más rápido de lo que creía comenzamos a bajar -Vamos chico, ayudame un poco. ¿O es que eres una chica, por eso tu comportamiento errático?- sigo intentando mantener el control.

Tras varios minutos en el aire comienzo a tomarle la mano al vuelo. Veo que nos hemos ido alejando del lugar, por tanta subida y bajada, así que lo hago girar sobre si mismo para volver. Con tranquilidad me pongo a observar el paisaje. Es maravilloso ver los bosques y los ríos, las casas y las huertas desde el aire, como si me hubiera convertido en pájaro. Allí puedo experimentar la totalidad de la libertad.

sobrevuelas la aldea y ves un monton de pequeños corriendo tras tu sombra, gritando a Bast. Los niños no le tienen ningun miedo al animal.

El dragon se va aconstumbrando a ti y a tu forma de dirigir. Al volver oyes gritar a Garek.-¡Olvide decirte como se gira! ¡Silva!.

al silvar el dragon da una vuelta de campana tan rapida que ni te despegas de su cuello aunque quedas boca abajo el segundo mas eterno de tu vida. Garek rie mientras el dragon retoma su lugar en la roca.

¿Que tal el viaje?.- te pregunta ayudandote a descender.

Me tomó un minuto recuperar el habla. Había sido la experiencia más grandiosa en mi vida pero no sabía cómo expresarlo.

-¡Garek, cabrón! ¡no me avisaste que sería tan intenso!- Riendo me acerqué al bárbaro, sin poder creer aún que unos instantes antes me encontraba en el cielo.  -Bast es magnífico. Espero estar a la altura de lo que él considera un jinete digno de montarlo- practicamente me había enamorado de la criatura. -Ja, me gustaría ver que cara pondría Kaltorin al verme con semejante montura.- A mi cabeza vino la idea de que tal vez el paladín fuese mejor jinete para Bast, pero él no estaba aquí. Además, me costaba imaginarlo participando en una conspiración, era demasiado recto para ello.

-Deberíamos volver con Hundra. Ya debe estar esperándonos con el té listo. Después tendrás que presentarme a tu familia Garek.- A pesar del poco tiempo que llevaba en el norte, ya comenzaba a sentirme a gusto.

- ¿como esperabais que era volar a lomos de un dragon?¿como un paseo en barca?.- pregunto Garek antes de romper en carcajadas.

Al volver a la aldea 8 niños corrieron acia su padre, todos rubios y fuertes, gritando en un idioma extraño para ti.- Quieren volar sobre el dragon.- te explica tomando a uno de brazos, lanzandolo por encima de su cabeza para cogerlo despues, de forma casi temeraria pero el niño se rie a carcajadas y otro tira de su pierna para probar el.- Estos son Goa, Rasi, Taerk, Ruker, Nartha, Miska, Aeron y Siril.- te das cuenta que la diferencia entre niño y niña es casi imperceptible, hasta el nombre te es confuso. Una guapa mujer se acerca hacia Garek y este te la presenta.- y ella es mi hermana de padre. Arash.

La chica es realmente hermosa y te mira de reojo, Garek se da cuenta y sonrie quitandose del medio.- Voy a llegar a los niños dentro, parece que esta noche habra tormenta...sobre todo en alguna cama.- dice antes de volver a reir.

Después de semejante viaje me sentía lleno de vida. Por eso cuando vi a la hermosa medio-hermana de Garek no pude imaginar una forma mejor de acabar ese día. Al quedarnos solos, hice una payasesca reverencia y tomé su mano para besarla. -Bella dama, ¿cómo debo llamarte? Yo soy Geoffrey, ladrón, aventurero y ahora, jinete de dragones- me presenté riendo. -¿Querrás acompañarme?- le ofrecí tendiéndole mi brazo a modo de un cortesano con una sonrisa pícara. -Hundra nos espera con el té... pero no creo que se enoje si me llevas a recorrer este hermoso lugar que he visto desde el cielo-  Mi amiga tendría que perdonarme por el plantón, pero la perspectiva de estar a solas con ella era demasiado tentadora como para dejarla pasar.

Arash mira divertida a su hermano y luego a ti.- ¿Que haceis?.- pregunta sin entender tus gestos ¿Se os perdio algo?.- dice cuando te hagachas y despues se rie.- Geoffrey, nosotros somos mas directos, tambien me gustas, asi que ¿por que no pides lo que realmente deseas?.- pregunta sin importarle que su hermano este delante.

Garek os deja solo saludando con un gesto.- Te disculpare con Hundra, divertiros.- dice caminando acia la cabaña.

Arash da otro paso acia ti preguntando lo que tu no te atreves.- ¿Quieres venir a mi cabaña?

La desición de esta mujer me dejó sin habla. Para conseguir que una sureña me dejara acercarme a sus sábanas, debía pasar media noche mientiéndole dulcemente al oído. Y aquí estaba yo, con esta hermosura, quien había decidido tomar las riendas de la situación dejándome descolocado. Oh sí, este podría ser el día más maravilloso de tu efímera existencia Geoff. No desaproveches ni un segundo.

Sin vacilar, la tomé por la cintura atrayéndola hacia mí. -Claro que quiero bonita. Llévame hasta allí y luego al cielo.

Luego la besé. Rozando sus labios al principio, disfrutando de su suavidad. Más profundo al instante, sediento de su boca, de su cuerpo, de toda ella.

Fue un beso largo, intenso. Cuando logré separarme de ella, apenas pude murmurar -¿vamos?- Su contacto había despertado un deseo atroz en mí.

La chica te sonrie y tira de ti hasta su cabaña. Pequeña pero limpia. Su cama era un colchon de lana sobre las maderas del suelo, cubierto de pieles de animales.

Pasasteis juntos un momento de increible pasion, tanto que se os hizo de noche sin daros cuenta y quedasteis dormidos juntos, agotados.

Comenzo a llover y a media noche los truenos rugian como leones.- ¡Garaer, Garaer!.- Grito alguien en la calle y Arash se incorporo alertada.- Geoff... El bebe de Hundra esta por nacer... pero es muy pronto, solo esta de 7 meses... no le toca nacer aun....

La tarde fue tan intensa que el tiempo pareció volar. Arash parecía hecha de fuego y me llevó por caminos que hacía tiempo que no recorría. Me sentía realmente en el cielo. Podría haber muerto luego de eso, que no me hubiera importado. Pero el placer es efímero.

Al escuchar los gritos y la explicación de la muchacha, salí despedido de su cama. A toda velocidad me vestí y salí corriendo hacia la cabaña de Hundra. Arash seguía mis pasos.

Llegamos hasta allí y reinaba una increíble actividad. Había una mujer hirviendo agua y otra que iba y venía de la que parecía la habitación de mi amiga. Allí adentro se escuchaba la voz de otra más y los jadeos de dolor de Hundra.

-Arash, pregunta por mí que está ocurriendo, por favor. Apenas entiendo vuestra lengua.- El ambiente estaba demasiado tenso. Era evidente que el parto, además de adelantado, venía con complicaciones.

La chica asiente y habla con dos mujeres que estan atendiendo, entrado y saliendo. Garek esta fuera con cara de preocupacion, como si el bebe fuera suyo, pero intenta disimular.- Tranquilo, todos los partos son asi. Yo he pasado por esto 14 veces, es cosa de mujeres, hay que dejarlas hacer. Mis esposas saben bien como ayudarla, esta en buenas manos.

Arash te informa.- No saben que a pasado, Hundra dormia y comenzaron las contracciones justo cuando empezo la tormenta. Dicen que es un augurio bueno, que el cielo manda un guerrero...pero llega pronto y el parto se esta complicando mucho. El hueso de su cadera es muy estrecho, el bebe no pasa...

La inquietud de Garek se me contagió. De pronto, sentí la necesidad de ir de un lado a otro, no podía permanecer quieto. Aunque él afirmara que siempre era así, su actitud lo desmentía. luego, las palabras de Arash no hiceron más que aumentar mi preocupación.

-¿Y ahora qué van a hacer? ¿Hay forma de ayudarla? ¿No se la puede abrir de alguna forma?- al terminar la frase me di cuenta de lo bruto que había sonado. -Lo siento, estoy muy preocupado por Hundra y la criatura y digo lo primero que se me ocurre... ¿Qué se hace en estos casos?- pregunté, alternando mi mirada entre Arash y Garek. Ambos tenían más experiencia que yo en este tema. 

En estos casos el bebe suele morir dentro de la madre, agotado por el esfuerzo y la madre poco despues.- dice Arash con preocupacion.- Hay un forma, abriendo el vientre y sacandolo por hay pero la perdida de sangre puede matar a la madre y no es seguro que un bebe tan pequeño sobreviva.

- ¡Deja de decir tonterias Arash!.- Espeta Garek con enfado, la idea de perder a Hundra le gusta menos que a ti, incluso.- Los dos viviran, nuestros dioses le mandan un guerrero, los guerreros nacen luchando, es de sobra sabido. Ese pequeño se las ingeniara para pasar, de eso estoy seguro.

El parto fue largo y duro. Al final un tenso silencio, un largo minuto antes de oir un fuerte llanto infantil. Una de las esposas de Garek salio con el bebe en brazos, mas grande de lo que cabria esperar en un nacimiento prematuro pero aun asi debil y bajo de peso.

La mujer dijo algo entregando el bebe a Garek y este lo sostuvo como si fuera suyo, luego te miro con una sonrisa de victoria.- Os lo dije. Es una niña y Hundra se repondra, pero esta muy cansada.

Arash nego con la cabeza y en cuento Garek se aparto un poco te susurro.- Mi hermano es demasiado optimista, su mujer no a dicho eso, ha dicho que Hundra esta mal, que tiene fiebre alta...

Las noticias que traía la muchacha me dejaron petrificado... Hundra estaba mal y yo nada podía hacer por ella. Me costó articular palabra. -Arash... por favor... debes ayudarla... necesito verla... por favor... habla con las parteras, que me dejen velar por ella... no puedo permanecer aquí, parado, sin hacer nada...- mi voz estaba teñida de desesperación. Apenas esta tarde había recuperado a Hundra, si los dioses realmente existían, no podían arrebatármela tan pronto otra vez... 

Garek dejo al bebe sobre tus brazos.- ya haces algo, sosten a su hija y mantenla callada para que ella pueda dormir.

Sin mas se metio en el cuarto donde Hundra dormia sin que le dijeran nada, ser el lider del clan tenia sus ventajas. Al rato salio y te permitio que entraras con la pequeña.

Hundra estaba tapada entre mantas con paños de agua fria en la frente ¿Una infeccion? Si, lo mas seguro es que fuera eso.

Al ver a Hundra en ese estado, se me hizo un nudo en la garganta. Ella, siempre tan guerrera, tan fuerte, ahora estaba indefensa, más aún que la pequeña que tenía en mis brazos. Con cuidado, me senté a su lado, meciendo a la bebé para que siguiera tranquila.

-Hundra...- por primera vez en la vida no sabía que decir, -estamos aquí. Tu hija y yo... ¿sabes? es hermosa... y te necesita... debes reponerte... encontrar la fuerza que hay en tí... se que puedes- mis palabras me sonaban huecas, pero necesitaba hablar y realmente quería creer en ellas. 

La pequeña se agitó en mis brazos, seguramente estaba sintiendo mi inquietud. -Shhh, tranquila. Mami va a estar bien... ya verás... Y te dará un nombre muy bonito, como tu- estaba logrando calmarla. Si fuese tan fácil hacer lo mismo con tu madre...

Pase toda esa noche con fiebre, lo primero que vi al abrir los ojos fue a Geoff con mi bebe en brazos, dormido en una extraña posicion para que el bebe no callera. Recogi a la niña de sus brazos con cuidado y la puse en mi pecho para alimentarla. Lo habia hecho cuando al nacer pero apenas lo recordaba por la fiebre.

 Geoff noto la falta de peso entre sus brazos y desperto con sobresalto temiendo que hubiera caido al suelo.- La tengo yo, aunque hagas bien de "mami" hay cosas que es mejor que haga yo.