Partida Rol por web

Puedo moldear metal donde sea...incluso si construyo una forja nueva podre usar un par de ideas nuevas que tengo pensadas. Sonrío encantado ante su beso y parpadeo cuando menciona los niños...niños, por todos lados. Oíste eso Yadra?...muchos hermanitos y hermanitas...como tu querías.

Luego miro un instante a Geoff cuando se menciona a la tal Arash.

Tienes pareja en el norte Geoff?...vives allí?.

Mientras hablo, comienzo a meter ropa y alimentos duraderos en un macuto y un par de alforjas.

- El me busco cuando desapareci y me encontro... Cuido de Yadra por ti y me ayudo mucho.- digo con una sonrisa.- Se suponia que era un secreto pero ya no tiene sentido guardarlo. Queriamos intentar arreglar las cosas en el sur, terminar con las guerras pero no a sido posible... si no puedo hacer feliz al mundo intentare hacer felices a los amo.

Geoff, te pediria que nos casaras pero el tiempo apremia, o nos casas rapido o te vienes con nosotros. ¿Que decides?

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Me detengo de golpe y me encojo como si me hubieran golpeado en la espalda con un hierro candente. No...esa sensación ya la conozco, y esta duele mas...mucho mas.

Luego, incapaz de decir palabra, continuo preparando nuestra marcha aunque a un ritmo mas lento y aturdido.

Noto que eso le ha afectado.- Luc... Yadra nacio antes de tiempo, fue un parto complicado, estuve muy mal... El tiempo que yo no pude atenderla, el la cuido por los dos.- Le digo tomandole la mano.- Pero Yadra nunca a mirado a nadie como te mira a ti y yo nunca he dejado de quererte. No sirve de mucho que vuelva a disculparme pero, te juro que lo siento... no ha pasado un dia sin que pensara en ti...

Llegamos a la casa de Luc y quedé muy impresionado con lo que había conseguido en tan poco tiempo el herrero. Pero no pude detenerme demasiado tiempo en la contemplación. El tiempo apremiaba y debíamos partir. Tomé la llave que Luc me tendió y salí casi corriendo en busca del oro. Íbamos a necesitarlo para conseguir ayuda en más de un lugar.

-Hundra, claro que volveré con vosotros- le dije al tiempo que regresaba con las bolsas de dinero. -Toma Luc, guárdalas tu. Pensé que íbamos a hacer la diferencia aquí, pero a Nat no se la ve preparada para reinar todavía... y los hombres del rey llegarán antes de que podamos hacer algo más.- Mientras hablaba, ayudaba a la nueva pareja a reunir lo necesario para el viaje.

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-¿Por qué no las dos cosas? ¡Vamos! vengan aquí. Deja eso Luc, ya terminaremos de armar la mochila.- me situé frente a ellos dos, con Yadra entre ellos y adopté una pose solemne, aunque, como siempre, un tanto payasesca.

-Estamos aquí reunidos para ser testigos de la unión de mis viejos amigos, Hundra y Luc. El amor que se profesan ha atravesado innumerables obstáculos y siempre ha salido victorioso. Ha sido despreciado por demonios y por dioses y sin embargo sigue aquí, mas fuerte que nunca, reflejado en ese hermoso retoño- señalé a Yadra al tiempo que le guiñaba un ojo. -Por eso, por la autoridad que me confiere su amistad, voy a cumplir el ritual de hacerlos intercambiar votos.-

-Hundra... ¿aceptas a Luc por esposo?- Alcé la mano para que no respondiera aún. ¿Y tú Luc? ¿aceptas a Hundra por esposa?- ahí, me retiré a un segundo plano, para que ello pudieran jurarse su amor en intimidad.

Todo es rápido y repentino, tanto que me descubro tartamudeando en un patético intento de resultar coherente y decir algo que no se expresar.

Yo...comienzo mirando fijamente a los ojos de Hundra. Yo, prometo no dejar que de nuevo afrontes sola los rigores de la vida, sin que tengas mi hombro y mis manos para ayudarte en todo lo que sea posible. Ademas, espero que el calor de mi corazón nos ayude a comenzar de nuevo, como si no hubiéramos tenido que separarnos nunca.

Le sonrio.- Los hombres normales se casan con mujeres normales y luego descubren que son unas brujas... Tu te casas conmigo sabiendo que soy una bruja y aun asi pones tu corazon en mis manos... pese a todo el daño que te he hecho...pese a todo lo que ha pasado y hemos pasado. Solo puedo decirte que mi empeño, desde hoy hasta el resto de mis dias, no sera otro que el de hacerte sentir tan amado como te mereces.- Le beso en lo labios, algo corto pero muy intenso.

- Creo que hay que preparar el viaje de novios, rapido... Geoff... ¿Crees que tu montura aguantara a los cuatro?.- pregunto guiñandole un ojo y luego miro de nuevo a Luc.- Hay una cosa que no sabes aun. Geoff tiene un "pequeño" secreto. Me callo para que sea el quien lo diga mientras comienzo a guardar algunas cosas que creo que Luc necesitara

-Pues en estos años que he pasado junto a él, ha crecido lo suficiente, aunque me parece que todavía no alcanza el tamaño máximo. Podrá soportarnos a todos- la ceremonia improvisada había resultado conmovedora. Por fin ellos dos estarían juntos.

-Luc, prepárate para un viaje a través del aire. Bast, mi querida montura desde hace casi cinco años, es un dragón. 

¡Vamos a subir en Bast!.- exclama emocionada y salta a los brazos de Luc.- ¡Te va a gustar mucho Luc! Bast es un dragon muy muy grande y bonito, es amigo de tio Geoff y de Garek

Beso a Hundra tras sus votos y la agarro por la cintura, elevándola en el aire y dando un par de vueltas con ella, feliz por fin.

Cuando comienzan a hablar de monturas, niego con la cabeza.

No hay problemas, tengo un par de caballos que dejaron para que mis aprendices los herrasen así que...aunque me callo cuando sale a la luz el pequeño secretito de Geoff.

Le miro con una ceja alzada mientras trato de decidir si es una broma o no.

Un Dragón?...pues que cosas...siempre pensé que tu secreto era mas sordido y mundano...

La niña ve como levantas a su madre y te pide.- ¡Yo tambien quiero! ¡Cogeme Luc!.- te dice echandote los bracitos.

La tomo en brazos encantado y la lanzo al aire antes de recogerla de nuevo y besarle en los mofletes.

Ahora que tu madre y yo estamos casados, puedes llamarme Papa...no te gustaría hacerlo, cariño?.

Comencé a reir ante el comentario de Luc. -Amigo, lo que ves es lo que soy, has estado demasiado metido en intrigas. ¿Ya estamos listos para partir?- No quería romper el maravilloso clima familiar, pero el tiempo apremiaba. 

Yadra se gira para mirar a Geoff y a su madre.- ¿Que es un padre?.- pregunta sin comprender muy bien que funcion tiene o si necesita uno. Se encoge de hombros y te pregunta.- ¿Porque no puedo llamarte Luc? Luc me gusta...

Yo en intrigas Geoff?, miro sorprendido a mi amigo antes de abrazar a Yadra contra el cuerpo con una mano y tomar todas las cosas que puedo con la otra. Pues no es que haya tratado con mucha gente para otra cosa que fuera trabajar...

Luego le doy otro beso a la niña en la cabecita, pensando que cuando tuviera un momento tendría que hablar con ella. Largo y tendido...y con su madre.

Claro que puedes llamare Luc pequeña...

Recogeis vuestras cosas y usais los caballos para ir hasta las afueras donde encontrais un impresionante dragon durmiendo en un claro.

Un dragon negro como la noche, los mas poderosos y peligrosos que el hombre recuerda pues se creian extintos, tal vez el ultimo de su especie.

El animal abre un ojo ante el olor de Geoff y Hundra, es un olor que reconoce, olfatea el aire para recordar a que huele Luc y luego vuelve a bajar la cabeza para atender a Geoff.

Habeis cargado con mucho, nada que un dragon no pueda soportar, echareis pocas cosas de menos.

La niña corre hacia el dragon y se abraza a una de sus escamas.- ¡HOLA BAST!

Geoff rapido, no hay tiempo.- Le apremio temiendo que no puede ser tan facil escapar. - Tu lleba las riendas, yo sostendre a Yadra y Luc me sujetara a mi.- digo mirandole.- Nada de silvar, ¿De acuerdo?

Miro a Luc de reojo.- Silvar es la señal para que de vueltas de tonel.- le explico.- Son divertidas pero no la niña.

Me quedo helado donde estoy sin atreverme a mover un musculo. Puedo oír a Hundra hablándome cerca, pero solo es un rumor que parecer romper contra mi sin que me entere.

Cuando hablaban de un dragón me pareció algo sorprendente...pero ahora que estoy cerca de esos dientes y garras, solo me parece terrorífico.

Doy un grito ahogado cuando Yadra corre hacia el, y salgo de mi parálisis para dejar caer todo mientras me lanzo detrás de la niña, sin pensar que pueden ser amigos. Solo puedo pensar en que los dientes son mas grandes que ella.

El dragon se pone en guardia al verte correr hacia el.

Coges a Yadra en el instante justo que el animal abre la boca y os pasa la lengua de pies a cabeza con un lameton amistoso.

Ahora ambos estais cubiertos de baba de dragon, igual que si acabarais de salir de la ducha.

Parpadeo con cara de tonto mientras sonrío de forma absurda, antes de darme la vuelta y mirar a los demás como si no hubiera pasado nada.

Necesito una copa...