En cuanto me levanto vuelvo a mirar a la diosa.
Aceptaré cuidar de mi sobrina y de dar muerte...a mi hermanastra...
Esto último me dolió, pero era la única forma de salvar su alma.
Pero...¿está segura de que Kalthorin desea estar a mi lado...?, no le veo que esté...muy afectivo conmigo...
Le digo mientras bajaba mi rostro tristemente.
- ¿Quien habla de amor? Sera tu rey pues ese es el designio de los dioses, su corazon podras ganarlo con el tiempo... mas sospecho que hay en el una semilla arraigada con tu nombre.
¿Qué...?,¿semilla?, no entiendo lo que me quiere decir...
Le contesto algo desorientada por el significado de sus palabras.
Ya entendereis reina Natalalia.- dice y su imagen se desvanece mientras vuelves al mundo real y el tiempo retoma su curso.
¡Ka...Kalthorin...!,¡es urgente!,¡la Gran Diosa ha dicho que Hundra nos traicionará y sumirá el mundo en el caos!, ¡debemos proteger a mi sobrina, es nuestra única esperanza, además de...!
Esto último me costaba decirselo.
Ha dicho que tú...que tú...
Me ponía un poco nerviosa y sonrojada.
¡Que tú vas a ser rey!,¡que reinarás a mi lado!
Lo solté todo de golpe y me tapé la cara muerta de vergúenza.
Kalthorin estaba bebiendo un trago de cerveza cuando Natalia soltó eso, y apunto estuvo de enviar cerveza en todas direcciones.
-¿Que mi diosa te ha dicho qué? -preguntó Kalthorin, tratando de pensar deprisa-. ¿Por qué ella te iba a enviar a ti una visión en vez de enviármela a mi? Eso de la traición de Hundra es muy grave. ¿Estás segura de lo que estás hablando?
Lo sabía ¬__¬
Hundra del demonio, la voy a reducir a rodajas.
En cuanto ví que Kalthorin estaba nervioso, le cogí de las manos para que se calmara.
Kalthorin, tranquilizate, lo primero.
Le dije al paladín un poco preocupada mientras me senté junto a él.
Sí, lo que te he dicho es cierto. La Gran Diosa me ha hablado de la traición de Hundra y nos ha encargado a los dos de que cuidemos a mi sobrina, ya que la oscuridad no ha llegado a su corazón, podría ser nuestra última esperanza. Además...
Cuando dije ese "además" me entró un escalofrio por todo el cuerpo.
Me dijo que...tú serías mi rey...
Me sonrojé de nuevo ante aquel último comentario que le dí.
Ahora me dirá que no querrá serlo...
Pensé un poco nerviosa pero sin dejar de mantener la compostura.
Kalthorin le indicó con un gesto de la mano que se detuviera. ¿Él? ¿Rey? La perspectiva era... mareante. No se sentía capacitado para gobernar. ¿Por qué su señora le había mandado esa visión a ella en vez de enviársela a él?
-Ya... hablaremos de eso más tarde. Ahora tenemos que resolver el asunto más acuciante de la traición de Hundra. Me dijo que iría a la casa de Luc. Sugiero que vayamos allí inmediatamente a ver qué ha ocurrido.
Utilizo mis aptitudes de templario para rastrear a Hundra a raíz del aura residual del conjuro de sello que usó en su hija.
¿A casa de Luc?, ¿para que...?
Me puse a hacerle preguntas pero ví que no era el momento.
Mejor no hago preguntas y vamos directamente a salvar a Luc, vamonos, chicos.
Luc no esta en su casa, parece que el aura magica que cubre a Yadra se mueve hacia el templo.
Rayos, que inoportuna visión... ¿o será nuestra salvación? Realmente me cuesta creer que Hundra nos traiciona... sobre todo si supuestamente fue una "diosa" quien lo afirma... Bueno, veremos que pasa...
Dadas las prisas, no me quedó mas remedio que seguir a mis compañeros... tal vez, después de todo, fuera Hundra quién necesitara ayuda.
Kal y Nat llegan a la taberna, casi todo el mundo se a ido a dormir.
Es de madrugada y solo queque el tabernero secando los ultimos vasos.
Miro a Kalthorin serenamente intentando ocultar mi tristeza.
¿Que tal fue la boda?
Le pregunto mientras miraba el contenido de mi jarra.
Supongo que ha sido perfecta si no he estado yo ahi para fastidiarla...
Tomo un trago de cerveza y vuelvo a mirarla...
Kalthorin no tenía humor para consolar a Natalia... otra vez.
-Yo tampoco he estado presente, pero creo que no se ha celebrado. No querían casar a una bruja -replicó con más aspereza que la que verdaderamente sentía-. Supongo que cuando lleguen, lo sabremos.
Baje la cabeza en señal de tristeza por mi hermanastra.
Es triste...que la religion no sea comprensible con los sentimientos de otros seres que no acoje Dios en su seno...En fin...sera mejor esperar y...¿como es que no fuiste con ellos, Kalthorin...?
Le pregunto con curiosidad.
-Porque Luc me dijo que no me quería allí -dijo simplemente-. Estaba lleno de odio e intransigencia. Sólo espero que su egoísmo ciego no lo interponga en mi camino. El deber es más importante.
¿Por qué se enfadó contigo si vosotros sois buenos amigos?, que yo sepa...no le has hecho nada malo, él tendría que estar enfadado conmigo por intentar interrumpir su boda, sin querer...
Le respondo convencida de que fue error mio y no suyo.
-Por lo mismo que te enfadaste tú cuando me viste. Por haber contribuido a crear los templarios y cazar magos -se encogió de hombros-. Pero en su caso, le importan un ardite los magos. Lo que le importa es Hundra, sólo se mira el maldito ombligo y no piensa que quizá la tarea que yo realizo no me resulta en absoluto grata. Él mira por sólo si mismo.