Partida Rol por web

Tras varias semanas de caminata sin separaros del camino, llegáis por fin al final del bosque. Ante vosotros se abre un nuevo paisaje totalmente diferente al que estábais acostumbrados.

Un desierto caluroso lleno de arena y dunas por todas partes. Aparentemente no hay nada de vida en los alrededores,ni plantas, ni seres vivos, nada.Además el camino se corta ahí, no continúa.

 Lo único que os llama la atención es un cofre semi-enterrado en la arena.Está totalmente cerrado bajo llave. En la tapa hay una inscripción que pone: aquel que ose abrir el cofre que se atenga a las consecuencias.

Atras quedaron los verdes bosques a los que ya nos habiamos acostumbrado. Durante varias semanas tuvimos dias tranquilos en nuestro viaje, y atras quedaron ojito y su amigo culo al aire. Ya apenas me acordaba de ellos.

Cuando parecia que aquel bosque no tenia fin, a lo lejos, vislumbramos lo que parecia un desierto. Bernat haciendo gala de su vista, asi nos lo hizo saber, en efecto, era un desierto que se presentaba ante nosotros, tan amplio y majestuoso que daba miedo si quiera pensar en cruzarlo, pero no podiamos evitarlo, estaba justo en nuestro camino y deberiamos atravesarlo, y cuanto antes mejor.

El verde del bosque desaparecio dando paso al color marron claro de la arena de aquel desierto que apenas habiamos empezado a atravesarlo y el calor ya hacia mella en nosotros. Cuando llevabamos poco tiempo en el, la primera alucinacion parecia que hacia acto de presencia en forma de cofre. Mire fijamente el objeto y conforme nos acercabamos era evidente que no se trataba de una alucinacion, sino que en efecto, semi enterrado, habia un cofre con una inscripcion poco alentadora.

Me acerque a el y arrodillandome me puse a leer la inscripcion en voz alta... aquel que ose abrir el cofre que se atenga a las consecuencias.

- Bueno, pues... ¿que hacemos, lo abrimos o no?

Aurea había permanecido en silencio y apartada todo el tiempo, si bien continuaba en cabeza, activa y siempre alerta. Pero por alguna razón algo había cambiado en ella.

El bosque que tan bien les había cuidado y resguardado durante el viaje, llegó a su fin. A cambio un extenso paraje desierto y deprimente salió a su encuentro.

Iba junto a Lord Farshin en silencio cuando terminaron el camino y encontraron un cofre semienterrado... ¡Qué suerte! pensó irónicamente... si lo habían dejado allí por algo sería.

- Sigamos, no creo que tenga nada de utilidad si está ahí tirado sin más y con esa inscripcion amenazante. dijo totalmente apática... después se volvió hacia el grupo. A menos que alguien tenga curiosidad y quiera sacrificarse por el grupo. dijo seria. Le parecía una tontería, era obvio que nadie caería en algo así tan simple...

El calor ya se hace notar y eso que apenas llevamos un rato en el desierto. Confío en Aurea sepa el camino ya que perderse aquí sería fatal.

Observo el cofre con desconfianza.

Podría ser un cebo para atraer gente para asaltarlos mientras están concentrados estudiando que hacer.

Por si acaso preparo mi arco y comienzo a intentar percibir alguna cosa sospechosa aunque todo es nuevo para mi aquí.

el final del bosque llegó, para dar lugar a una tierra árida y llena de arena allá donde mirabamos. Sin duda seria un camino mucho mas duro respecto al bosque...No habia ni sombras...ni agua...y el calor era realmente devastador. Se podria decir que ese lugar era un infierno en nuestro mundo.

-Hace un calor abrasador...quizas los que lleveis armadura deberiais quitaroslas. Con tanto sol dandonos directamente la armadura se calienta y nos deshidratamos mas rapidamente-

Asombrado tras ver el cofre semi enterrado en la arena, decido ir con el resto del grupo a hecharle una ojeada. Agrael lee las inscripciones, y por lo que deduzco no es una buena idea abrir ese cofre, dios sabe lo que debe contener

-Esto no tiene buena pinta. Propongo dejarlo tal y como esta...La curiosidad mató al gato-

 Tyaeda se acerca al cofre para poder leer la inscripción ella misma y de cerca ya que el sol cegador le impide verlo desde lejos. Una vez está cerca lo lee lentamente y le dice a Sergi:

- Vos teníais una ganzúa, ¿verdad? si vos no lo queréis abrir dejadme la ganzúa y yo lo intentaré. Los que tengáis miedo podéis alejaros los metros que creáis conveniente. Si el cofre está aquí es por algo, está en la divisoria del bosque y el desierto, además esa inscripción indica que hay algo muy valioso en su interior, quizá podría sernos útil. Según he leído en muchos libros y manuscritos, ponían este tipo de inscripciones para dar miedo a los ladrones. 

La reina elfa espera a que el campesino le diga algo sobre la ganzúa y tome la decisión de permanecer a su lado o alejarse. También mira al resto del grupo para ver sus reacciones.

 No estoy deacuerdo ante las palabras de Tyaeda... ¿y si realmente este cofre conlleva con el una maldicion para con el que lo abra?, ¿estais dispuesta a correr ese riesgo?, me niego en rotundo a que el cofre sea abierto y para hacerlo saber, me levanto y posiciono mi pie encima del cofre... Este cofre no sera abierto hasta que no lo decidamos entre todos y haya mayoria para abrirlo, asi que... esperaremos a que todos den su opinion.

Tyaeda ante la reacción de Agrael saca rápidamente sus polvos mágicos recien estrenados hace unas semanas, le rocía con ellos por encima, dice unas palabras que nadie más puede comprender y lo deja totalmente paralizado. Para él ha sido una auténtica sorpresa ya que no se lo esperaba.

- ¿Alguno más tiene algún problema en abrir el cofre? Os he dicho que yo me hago totalmente responsable de lo que pase al abrirlo. Si hay alguna maldición esta recaerá sobre mí, podéis estar tranquilos. ¡Sergi! ¿Qué pasa con esa ganzúa? ¿Me la váis a facilitar o tengo que romper este cofre a patadas?- se gira hacia Garren y le dice- no pensaba que eráis tan cobarde, cualquiera lo diría ante la reacción que tuvísteis con el uniojo. Si tan valiente sóis haced alarde de ello y tened el valor suficiente para ver lo que hay aquí dentro. Quedáos a mi lado aunque no lo necesite.

Dicho esto aparta la pierna del caballero de encima del cofre y la coloca en la arena.

Quedo en silencio.

Cuando comenzó todo esto habría dado mi opinión pero con el cambio de actitud de Aurea si quiero seguir formando parte del ejército real no puedo hacer o decir nada que la ofenda.

Me coloco despacio delante de la Reina de Linfa para que vea que no intento nada contra ella pero preparado mentalmente por si algún peligro apareciera al abrirlo.

 Ante el inesperado ataque de Tyaeda hacia mi, no me da tiempo a reaccionar y en menos que canta un grillo me veo terriblemente paralizado. Por mucho que lo intente, no puedo mover ni un solo musculo y veo impotente como Tyaeda aparta mi pierna de encima del cofre para disponerse a abrirlo en cuanto Sergi hiciera acto de presencia con las Ganzuas.

quedo sorprendido ante la reacción de la princesa al arrojarle los polvos a Agrael, el cual parece que queda completamente a merced de Tyaeda, para tener via libre a el cofre. No solo eso, me llama cobarde a mi, lo cual me tomo eso como una ofensa, ya que de coabrde no tengo ni un pelo.

-Princesa, dije que no deberiamos abrirlo, pero no dije nada de proteger a quien lo abra, así que permanecere a tu lado por si hay algo en lo que pueda ayudar. Si sale algun tipo de ser, no dudeis en que podeis contar con mi espada. Eso si, no me volvais  a llamar cobarde, me es realmente molesto, porque sabeis que eso no es cierto. Dicho esto, puedes abrir el cofre.-

Me mantengo al lado de Tyaeda, y agarro mi hacha y mi escudo a la espera de la apertura de dicho cofre

Todo un lío ante un solitario cofre, cada nueva duda en el grupo pareciera a ser cada vez más grande, las diferentes posturas se van marcando cada vez más y hasta el punto que la reina elfa utiliza su magia contra el caballero.

Al ver esto, el campesino no duda en agacharse y estudiar el cofre, lo limpia para pdoer trabajar mejor en la cerradura y ver que contiene, o no, pero él no piensa oponerse a la reina.

Saca, sus elementos y comienza el arduo trabajo, saca un gancho, lo introduce en la misma hasta que él escucha un chasquido, sojnríe de satisfacción o de nervios. Toma otro y hace la misma operación pero desde el lado contrario, nuevamente un chasquido satisfactorio.

Ahora con un poco de sudor en la frente, toma finalmente un tercer gancho distinto a los dos primeros y con ese objeto en su mano, comienza a girar la cerradura, crac, crac, crac, crac, crac. Deja de girar el mecanismo y mira a los que lo rodean, esperando como una aprobación por lo logrado o un concentimiento para que termine lo que empezó.

Toma con ambas manos la tapa y lo abre, cerrando fuete los ojos al principio pero luego abriéndolos un poco para ver su contenido.

Sergi parece hacer caso a las palabras de Tyaeda y saca su ganzúa. Con una habilidad impresionante consigue abrir el cofre ante la espectación de todos los presentes.

-En su interior podéis encontrar los siguientes objetos:

1 pequeña bolsita de tela con 10.000 púas

1 mapa del desierto de la muerte

1 papiro escrito a mano

1 brújula bastante antigua

Agrael vuelve a recuperar la movilidad después de haber estado 41 segundos paralizado.

Aurea despierta de su especie de encantamiento cuando la Reina Elfa paraliza a Lord Farshin.

- Tyaeda Euduedil dijo en voz alta mientras se acercaba a ella seria y bastante cabreada. Extraña forma la de los elfos de tratar a sus aliados. Quita ahora mismo el encantamiento que has echado sobre Agrael. dijo indignada.

Aurea se puso delante de Lord Farshin para protegerle. Su cuerpo era mucho más menudo, aún así se pegó a él para mantener contacto y saber dónde estaba solo con alargar la mano hacia atrás.

- Si lo que salga de ese cofre afecta a Agrael, pagarás con tu vida aquí mismo. gritó a la Reina. Sabía que nadie se atrevería a gritarle así, pero por algo ella era de la realeza también y podía hacerlo.

Después, quedó a la expectativa de qué ocurría al haber abierto aquel cofre.

- ¡Maldita seas! Si lo que sale nos arruina el viaje, te mataré yo misma. En caso de haber acordado abrirlo, podríamos estar todos muchos más preparados y a cubierto, no protegiendo a este tonto y valiente bonachón.

Cuando vio lo que había dentro, un cabreo aún mayor la envolvió. ¡Maldito Mago estúpido!

 Tras recuperar mi movilidad por completo, primero hecho un vistazo a lo que habia en el interior del cofre, luego con la mirada llena de furia me dirijo hacia Tyaeda... No lo volvais a hacer, la proxima vez, hare yo alarde de mi manejo de la espada con tu cuello.

Gracias Aurea por defenderme, te lo agradezco enormemente... Ciertamente Aurea habia cambiado notablemente su conducta, pero esta me gustaba mas que la anterior, era mas autoritaria, sabia lo que hacia, de eso no cabia la menor duda.

- Puf bufó indignada y dio una patada al aire, aunque más bien hubiera querido patear el dichoso cofre.

Cuando Agrael se recuperó puso su mano en su hombro y le dijo:

Spoiler (marca el texto para leerlo):

su mirada estaba puesta en su mano, no en la cara del Lord, pero las palabras se notaban serias y serenas, como siempre, aunque esta vez quizás el tono autoritario comenzaba a esfumarse.

Tyaeda sabía que se había ganado la antipatía de sus compañeros pero lo que había en el cofre le había alegrado bastante. Tomó el mapa entre sus manos para estudiarlo y saber hacia dónde debían dirigirse.

- ¿Y así queréis recuperar la piedra perdida? Para ello tendréis que enfrentaros a cosas muchísimo más terribles que un simple cofre enterrado en la arena. Este tipo de inscripciones no pueden acobardaros, ¿qué haréis si vuelve a aparecer por ejemplo el dragón? Él no os advertirá de nada, atacará primero y luego preguntará. Si queréis volver a Loarrus con la piedra en vuestro poder deberéis ser más decididos y aprovechar todo lo que nos encontremos. Y ni que decir tiene que somos un equipo y debemos estar unidos, dar la vida unos por los otros y dejarnos de riñas y peleas tontas- se gira hacia Agrael para decirle- siento mucho haberos paralizado pero quería demostraros mi teoría acerca del cofre, estas inscripciones no causan la muerte, son solo para advertir a los indeseables. Si hubiese querido haceros daño os hubiera tirado una bola de fuego sin pensármelo dos veces, ya voy controlando los poderes de Kashya y no me debilitan como antes.

Continúa mirando el mapa con interés y seguídamente se lo enseña a la princesa:

- Vos habéis tenido que estudiar mapas en el pasado, ¿queréis echarle un vistazo a este? Y en cuanto a las púas, las repartiremos entre todos. La brújula la portará Sergi que es el que no lleva tantas armas y va más ligero de peso, ¿os parece bien?

Aurea se volvió al escuchar a Tyaeda:

- La encontraremos unidos, no echando conjuros contra nuestros propios aliados, no tomando decisiones sin medir las consecuencias, no llamando cobardes al resto... gritó la princesa indignada. Por alguna razón paró y trató de contenerse. ¡Si vuelves a hacerlo, la próxima vez cuida tu cuello y no te preocupes tanto por nuestra cobardía!

Se acercó a mirar el mapa resignada...

- En cuanto al Dragón, tenemos un plan para derrotarle entre todos, pero aunque esté yo sola, le haré frente, no por ser valiente o incosciente, sino porque es mi deber proteger a mi pueblo. Por cierto... estaba probando a ver quién era el imprudente que abría el cofre, pero nunca pensé que fueras tú. Veo que tendremos que vigilarte a partir de ahora, tendrás que ganarte de nuevo mi confianza, esos poderes que te han dado pueden sernos de mucha ayuda, o ser nuestra perdición... dijo mientras se alejaba a mira el mapa en soledad.

Pobre Princesa debe sufrir algún tipo de sordera que le impide oírse asimisma.

No tomar decisiones sin medir las consecuencias, “¿Cuándo las han medido ella o su Lord?”

Mientras debaten entre lo nobles me recuesto a la sombra del baúl para protegerme del sol aunque sea unos minutos.

Se agradece el cambio de temperatura.