Partida Rol por web

-Sabes mucho, ya te he dicho que mas que nadie.

Agarré a Jacky entre las dos manos y lo levanté un poco, luego lo puse encima de mis rodillas y le pellizqué la tripa haciéndole cosquillas con las dos manos.

-Esto me pasa también con los perros, no e gustan, pero siempre se vienen conmigo.

Antes de que pudiera evitarlo, comencé a reír en voz baja.

-La verdad... Hacéis una buena pareja. Jack y Jack Junior. J.J. -saqué un dragón de peluche y se lo di a Jack para que jugase con J.J.- Podrías venir con nosotros, si quieres. Algo así como vacaciones.

Me senté en otra silla mientras le observaba. Me sentía como si observase a un animal salvaje.

-Deberías hacer la pregunta.

Le miré extrañado:

-¿buena pareja? -agarré le dragón y lo examiné luego se lo volví a dar quitándoselo y dándoselo un par de veces- No recuerdo las últimas vacaciones, no estaría mal del todo. Pero no pienso hacer de canguro.

Seguí estirando del peluche mientras le lo agarraba con fuerza para que no se lo quite.

-La pregunta, te la hago ahora ¿dónde has comprado el peluche?, a mi también me gusta ese juguete.

-No te preocupes. Jackie se quedaría con mi madre... -me quedé pálido al recordar una cosa, pero no añadí nada más.- ¿Ese peluche? Es uno de los que tenía de niño. Mi madre los trajo cuando nació Jack.

Me rasqué la nuca.

-Jack, si no separásemos y al volver a vernos, tuvieras un hijo con mi nombre, tendría más preguntas aparte de dónde has sacado un peluche.

-Mi nombre es muy bonito y común. No es nada extraño que lo lleve, además es fácil de decir y recordar. -carraspeé- además, sabes que no soy muy amigo de chafardear y preguntar nada. Si alguien quiere decirme algo me lo dice, y si quiero que alguien me diga algo qu eno me quiere decir lo sacudo.

J.J aprovechó que Jack estaba distraído para tocarle la boca, intentando llegar a las gafas. Sonreí mientras apoyaba la cabeza en la mano.

-Le llamé así por ti, inglés. A veces quería que tu sombrase recortase por la puerta, aunque fuera viniendo de parte de Merrick. -adopto una postura más relajada.- Además... Así tendría algo que me recordase a ti, aunque no esperaba volver a verte. Algo muy sentimental e indolente.

-Vaya -me quedé en blanco- Ahora estás volviendo a verme.

-¿Por cuánto tiempo, Jack? Cuando tú te vayas, no vendrás a visitarnos nunca. Estás demasiado ocupado. Lo irás aplazando y aplazando. Y yo ya no trabajo para Merrick. -le di el chupete a Jack para que se lo pusiera a Jacky.- Le gustan las películas de acción. -comenté.- No las entiende, eso seguro, pero los actores se mueven mucho y hacen mucho ruido. Posiblemente por eso le caes tan bien... O quizás sea el nombre.

-No lo se Nathan, puede que un día, una semana, un mes, aun año. Ya sabes que vivo para mi trabajo. Es la única forma que tengo de ganarme la vida y estar entretenido sin pensar. Pero me gusta. Seguro que si hubieses podido seguirías con tu librería.

Le pasé le chupete varias veces sin llegara metérselo hasta que puso cara de enfado.

-A todos los críos les encanta, el ruido y las luces les apasiona.

-No, Jack. Si hubiera podido, siempre hubiera sido policía. Era dependiente porque... -me quedé en silencio. Estaba intentando olvidarlo, pero era algo complicado.- ¿Te gusta ver cosas extrañas todos los días? ¿Vivir con la constante amenaza de morir?

Ya sabía la respuesta.

-Si hubiera podido, me hubiera quedado contigo.

-No es que me guste, es que lo necesito para sentirme vivo y no ser un muerto en vida.

Recapacité:

-Querer es poder.

-Jack... Yo quería formar una familia, tener un hijo... ¿Acaso en ese momento te veías con fuerzas para algo así? -descrucé las piernas, estirándolas.- Uno hace las cosas porque puede. Es un requisito indispensable... No iba a obligarte a estar a mi lado durante algo así, cuando era evidente que hubieras salido huyendo.

-Es curioso que lo digas, pero quién salio huyendo fuiste tu.

-Huí porque... No estaba bien y no soportaba que no me tomases más en serio.

Le lanzo una mirada adusta.

-Jack te ha manchado la cara de babas con la mano.

Bufé al escuchar la primera frase.

Cuando me avisó de las babas dije:

-Igualito que su padre...

-Primero, yo no no lo hacía en la cara... Lo hacía en lugares más placenteros. Segundo, te encantaba. Y tercero, Jack... Es un bebé. Los bebés babean. Viene dentro del mismo vocablo.

Sonreí al verle con el rostro contrariado.

-Pues habrá que ponerle un babero. -dije asqueadillo- que también viene dentro. Y si no lo plastificamos.

Suelto una carcajada antes de sacar el pañuelo de la chaqueta para limpiarle la cara al Jack adulto (irónico, cuanto menos). Después de limpiarle, aproveché su postura para lamerle los labios y besarle con pasión ante la atónita mirada de J.J. Me separé y volví a sentarme, respirando alterado.

-Sabes tan bien como recordaba. -añadí con una sonrisa maligna.

Me ruboricé al no esperarme ese ataque fortuito y carraspeé tomando otra vez mi compostura.

-Que estamos reunidos y hay menores delante Nathan.

Me reclino, asintiendo a su propuesta. No pude evitar sentirme... Caliente. Lo cual no era adecuado ni por el momento ni por la situación. Pero uno no elige esas cosas.

-Jack, cuando me fui... Nunca pude hacerte una pregunta... Y me gustaría hacértela ahora. ¿Eras virgen cuando nos...? Porque lo parecías... En ese momento. Y me sentí bastante mal al pensar que quizás, tu primera vez fuera con un tipo como yo.