Partida Rol por web

Helios guardo cuidadosamente el obsequio de Atenea bajos sus ropajes, -"Espero que Atenea se encuentre bien, pero si no es así... de estar muert... ella se habria sacrificado por nosotros, no podemos fallarle, tenemos que honrar su nombre y cumplir su voluntad"-, luego miro a sus compañeros deteniendo su mirada en Hypnos, -"Salir de alli es tentador para el, pero si le decimos que tendria un asiento en el olimpo, eso le motivaria mas, no tanto como suplantar a Zeus... pero puede que funcione, ademas de que le brindamos la oportunidad de que le de el golpe de gracia a su hermano, asi de paso lo usamos para que luche por nuestra causa, claro esta, sin fiarnos de el en ningun momento, todos sabemos de quien hablamos y sus estratagemas"-

Tanatos vuelve a realizar su ritual al lado de las ruinas del Partenón. El camino se abre de nuevo hacia el inframundo.

Al descender, veis delante de vosotros a dos bellas jóvenes que reconocéis sin problemas: Artemisa y Selene. La diosa de la Luna está convocando una poderosa bola de fuego que estrella contra el campo de protección de Hades, pero no le hace nada

Llegáis al Inframundo gracias a las instrucciones de Atenea. Estuvísteis en la isla de Naxos y allí os dijo que cuatro de vuestros compañeros ya habían partido, habían derrotado a Poseidón y ahora iban a por Hades.

Al llegar, os encontráis con una barrera mágica que protege el castillo del señor del Inframundo. Selene convoca una poderosa bola de hielo. Al chocar contra la barrera, la bola se hace pedazitos, sin hacer ni un rasguño a la barrera.

Escucháis pasos detrás vuestra. Al daros la vuelta, veis a vuestros compañeros: Hécate, Helios, Hypnos y Tanatos

Helios miro a las dos diosas intentando hacer lo que el antes habia intentado sin exito alguno, -Jejeje no saben que asi sera inutil, no les llebara a ningun lugar, no al menos sin la ayuda de Atenea...-, el dios sol avanzo unos pasos descendiendo por el portal hasta casi llegar a ellas, -"Mira por donde, al parecer tenemos compañia"-, dijo en voz alta para hacer notar su presecia a las damas, -"Creedme, es inutil, ya lo intente yo antes sin exito, pero luego de pedirle consejo a Atenea, y uniendo nuestras fuerzas, creo que podremos lograrlo..."-

 Veo como la barrera resiste el ataque de Selene sin problemas y enarco una ceja cuando escucho la proposición de Helios -No se que esperas que haga yo, pero si tu y Selene atacan al mismo tiempo la barrera, tiene que se desde distintos puntos o sus poderes perderán fuerza. Lastima que no este su esposa con nosotros, seguramente ella podría haber hecho algo. Han hablado con Hades? Que es lo que ha dicho?-

Hécate no perdió tiempo y desde su entrada apuntó sus manos y proyecto su energía divina hacia la puerta ayudando a las diosas recién encontradas, no era momento de saludos ni etiquetas, era momento de actuar y poco o nada le valía tras las palabras de Atena y sus últimas exclamaciones tener consideración con quien no la ha tenido con nadie.

Es un imbécil señoritas, un loco y un desproporcionado, solo quiere poder ilimitado sin importar a quien traiciona. Contestó a la pregunta de Artemisa, repetir las palabras del oscuro dios que se oculta tras la puerta solo sería poner en sus labios necedades que no merecen ser repetidas.

- Oh! Mi amado, Helios, dios del sol, siempre estás huyendo, a cada paso que doy tú te alejas otro. Pero, ¡por fin! Por fin nos hemos encontrado y podremos fundirnos en uno solo. No me importan los mortales, no me importan el resto de dioses. Este instante tan solo es para ti y para mi. Para los dos. Para nosotros.

Cada muchos meses se producía aquel encuentro, los meses no eran nada para la vida de los inmortales, no se podían apenas apreciar, pero la distancia y la sensación de soledad que sufría Selene era como si cada mes se convirtiera en un año mortal.

Era demasiado tiempo para ella. El cálido corazón de Helios le ayudaba a calmar el suyo siempre tan frío. La volvía una verdadera diosa y era capaz de comportarse como tal. Sin él todo era frío, todo era hielo, todo era un páramo desierto, una capa de hielo en un lago eterno.

Selene necesitaba a Helios tanto como Helios la necesitaba a ella. Pero sus destinos estaban siempre separados. Pero hoy se habían unido. Pero, ¿por qué?

Mi querida Selene, tu amor por Helios me conmueve, pero quizá sea tiempo ahora de dejar nuestras pasiones, anidadas en estos cuerpos mortales, de lado para concentrarnos en nuestra tarea principal, entrar en el reino de Helios y ofrecerle un nuevo pacto.

Hypnos mira los ojos amorosos de Selene e inmediatamente una idea cruza su mente.

¿Hermanos, hermanas, porqué no concentramos todo nuestro poder y se lo ofrecemos a Helios? Estoy seguro que junto al regalo que le tendió la propia Atenea será más que suficiente para acabar con el encantamiento de Hades.

Tanatos observó la conversación de Selene, no comprendía esos sentimientos, el era el dios de la muerte, Hades era quien gobernaba el inframundo, pero sin el Hades no sería nada y ahora ese imbécil se atrevía a desafiarlo, Tanatos estaba dispuesto a todo, incluso a dar su poder a otro para conseguirlo.

Hypnos hermano, no se si podremos hacer eso, pero en caso de poder hacerse yo lo haré sin dudarlo.

Helios sacó el orbe de poder que le había concedido Atenea para llamar la atención de Hades.

Todos los dioses presentes cedieron parte de sus poderes a ese orbe, que comenzó a iluminarse cada vez más. Helios, cuando consideró que era el momento, lo lanzó contra el campo de protección del Dios del Inframundo.

Al chocar, pasó un segundo sin que pasara nada. Pero no tardó en sonar un campanazo y el campo de fuerza se destruyó como si fueran cristales.

Hades abrió las puertas de su castillo, enfurecido y os vió a los seis.

Ese poder es de Atenea, así que me supongo que habéis ido a hablar con ella. Vaya, vaya, tenemos a dos nuevas amiguitas aquí. Un placer veros, Selene, Artemisa.

Decidme, ¿qué os ha pedido Atenea que me digáis? Porque me temo que ella ha sufrido un terrible golpe por parte de su padre dijo sin sonreir

Selene estaba confusa y contenta por estar junto a su amada. Pero no entendía bien de lo que hablaba Hades. Parecía que aquel dios estaba tratando de hablar con todo aquel grupo. Pero Selene debía quedarse callada y esperar, quizá lo que hablasen sus compañeros fuera suficiente como para enterarse de la situación en la que se encontraba.

Efectivamente hermano, hemos hablado con Atenea y traémos una oferta suya que hacerte, siempre y cuando estés receptivo.

Hypnos miró al resto de sus compañeros y contió hablando.

Bien sabes que aunque aceptasemos tu oferta y firmasemos tu "contrato", todo el Olimpo se pondría en nuestra contra así que, desde ese punto de vista, poco puedes o podemos hacer.

Sin embargo sí podemos complacer, si así lo deseas, tus dos mayores deseos: salir del Inframundo y vengarte de tu hermano. En eso sí que podemos colaborar...

No me gustaban sus palabras, ni su actitud. Oí todo su perorata cruzada de brazos, no dispuesta a dar crédito a lo que dijera, pero si era verdad lo que acaba de mencionar... -Sea lo que sea que haya intentado Zeus estamos seguro que Atena podrá encargarse. Sabíamos que esto no sería fácil y que la respuesta estaba al caer- le respondo de manera cortante, intentado no desviarme del tema agrego -Cual es tu respuesta a nuestra oferta?-

Hécate se mantuvo en silencio, esperando las palabras de Hades, si intervenía ahora en el estado en que se encontraba hacia el dios del inframundo muy probablemente arruinaría una posible resolución dialogada, confiaba en el buen criterio y las buenas maneras de Hypnos.

A pesar de los acontecimientos y de la presencia de su amada Selene, la cual estaba agarrada del brazo del dios sol tras este haber roto la barrera de Hades, con un gesto de su mano aparto el brazo de su amada para disponerse a dar unos pasos al hasta posicionarse frente a frente del dios del inframundo, con voz tenue y seguro de sí mismo, -"Nuestros hermanos y hermanas no te mienten, te ofrecemos la oportunidad de redimirte y vengarte, si luchas a nuestro lado, podrás vengarte de Zeus, una vez todo termine, nosotros los aquí presentes, te apoyaremos para que puedas gobernar el inframundo desde el Olimpo y compartir la gloria junto a tus hermanos y hermanas como siempre has deseado, a eso nadie se opondrá, ya que lo del destierro solo es cosa de Zeus, al resto no nos compete, es mas nunca nos pareció justo... ósea que tú decides, ¿de qué lado estas?"-

Muy bien Hades, pero hasta que caiga esa gota de sangre, dejarás en paz las almas de los mortales y SOLO llegarán a tus dominios aquellas almas a las que el Universo haya dictaminado que es su hora. Ni una más ni una menos, ¿está claro? En caso contrario no te apoyaremos para que regreses de tu destierro y puedas compartir con nosotros el Olimpo.

Helios le paso el brazo por el hombro a Selene abrazandola mientras miraba y escuchaba a Hades, -Atenea, no te equibocabas, vieja astuta jejeje-, luego intervinio Hypnos, cual sus palabras fueron justas y sabias y a lo que poco mas podria añadir el dios sol, mas que, -"Yo mismo me encargare de hacer brotar esa gota de sangre del padre de todos, pero espero que seas fiel a tus palabras, sino seré yo el mismo que haga brotar la sangre del traidor..."-, Helios extendio su brazo para cerrar el pacto con el dios del inframundo.