Partida Rol por web

La purga al fin, ¡joder! Se hace esperar la cabrona, teniéndonos todo el año expectantes hasta que por fin han empezado a sonar las alarmas y hemos podido irrumpir en la tienda de Apple ignorando sus correspondientes alarmas antirrobo. Es algo bastante suave con lo que empezar la noche pero que nos proporcionará ingresos extra interesantes dentro de unos días.

Es evidente que eso arma bastante alboroto pero atraer la atención no es algo que nos preocupe en exceso así que mientras mi hermano rellena su mochila yo me encargo de cubrirle desde detrás de uno de los mostradores por si acaso algún capullo decide acercarse a irrumpir. Ojalá sea así.

La impaciencia se ha percibido con claridad hasta que han sonado las jodidas alarmas, con esa sensación de ser un niño malo con plena libertad para "jugar" a destrozar y robar cuanto se le antoje. Por eso no ha habido duda en empezar la diversión con algún saqueo, hay tiempo para todo, y esos hijos de puta de Apple están forrados y a huevo, solo en mercancía a saber cuánto dinero hay en esa maldita tienda.

La alarma me pone de los nervios, ese ruidito reiterado y molesto, pero aun así me contengo y me dedico a romper algún cristal de seguridad en los expositores para ir echándome en la mochila lo que puedo. -¿Cuántos móviles nuevos quieres? -Pregunto a mi hermano con evidente gracia, sin estarme quietecito, evidentemente la capacidad de la mochila es muy limitada y las cajas ocupan lo suyo, aunque trato de centrarme en lo más reducido y caro. -Ya tengo tu regalo de navidad. -Aseguro riendo.

Parecía que no estaba solo, así que viendo que yo también quería un poco de saqueo decidí unirme a aquellos curiosos hermanos.- ¡Hey! ¿aceptáis uno más en vuestra familia?.- Dije de forma amigable con un machete en una mano y una pistola en la otra, aunque sin apuntarles a ello ni nada por el estilo.

Rompéis varias vidrieras sin miedo, pero precisamente la de Apple tiene un sistema anti-robo bastante currado

Así que no podéis entrar a no ser que sepáis como romper una cortina de acero. 

Nos llevamos algunas cosas "fáciles" que encontramos por ahí, simple afán de destrucción, pero al llegar junto a las tiendas algo más importantes en plan joyerías, tecnología avanzada y derivados estas resulta que cuentan con unas persianas horribles pero bastante eficaces. O eso creo, tampoco tengo intención de perder el tiempo en algo que no es más que un aperitivo ya que a nosotros lo que nos interesa es matar gente y no estas mariconadas pero mientras no nos crucemos a nadie...

Casi parece que el recién llegado me haya leído el pensamiento. Le miro inquisitivamente y no le quito el ojo de encima a su pistola mientras sujeto con firmeza mi subfusil. Si cree que me voy a fiar una mierda de su aparente buena intención va listo -Cuantos más seamos más diversión, porque no- me encojo de hombros -Pero vas a tener que demostrar que eres útil. ¿Cuál de las persianas crees que podrías forzar?

- Emmm... esta misma la puedo forzar... pero necesito unas herramientas... esperad, ahora vengo.- Dice y se va corriendo por el centro comercial. El chico parece... demasiada buena gente. ¿Querrá algo a cambio?

Escucháis la voz de Chris a lo lejos.- ¡Rápido venid!.- Dice, la voz parece provenir del fondo de una de las tiendas. La tienda de herramientas.

Arqueo una ceja visiblemente cuando el tipo se presenta ahí en plan "nuevo amigo", sí claro, qué hachazo tiene en la cabeza. Aunque sea por vicio. Miro de reojo a Judas y luego vuelvo a mirar al tipo, de forma prácticamente analítica y evidentemente desconfiada. Tengo que contenerme una sonrisa para no obviar la poca credibilidad de lo que acaba de soltarle Jud, yo más bien diría que "tres son multitud". -Claro tío, aquí esperamos. -Afirmo con un leve encogimiento de hombros.

Y una mierda. Vuelvo a mirar a mi hermano porque sé que pensamos lo mismo, así que hago un gesto con la cabeza y el pulgar, señalando para largarnos de ahí a buscar más cosas interesantes y, sobretodo, víctimas. Se escucha la voz del tipo, a lo que niego con la cabeza componiendo una sonrisilla divertida, si claro, no seríamos tan gilipollas de arriesgarnos a caer en eso. Me dirijo hacia las escaleras mecánicas (obviamente paradas) para bajar al piso inferior a sabiendas de que mi hermano me seguirá, no vamos a perder más el tiempo con eso.

Miro como se larga el tipejo poniendo una cara un poco rara antes de encogerme de hombros y mirar a mi hermano -Quizá no estaba tan interesado en formar equipo. Como le pille desprevenido...- lo dejo en el aire, ambos sabemos de sobra lo que pasaría entonces, y en cuanto Jareb empieza a moverse no dudo en hacer lo mismo, riéndome entre dientes mientras el tipo ése nos llama. ¿Éste se cree que nacimos ayer o qué?

Mientras bajamos las escaleras aprovecho para cubrirme la cara con la máscara de gas, debería habérmela puesto antes, hasta que llegamos al piso inferior y buscamos alguien con quién poder divertirnos un poco, en realidad da igual quién sea siempre y cuando tengamos posibilidades de ganar ya que tampoco somos gilipollas. Hay que buscar solitarios o parejas que estén algo desprevenidos o desarmados parcialmente. No vamos a ir a por un tipo con un AK-47 de cara, evidentemente.

Hacéis caso omiso al capullo del desconocido y bajáis al piso inferior. Allí hay trozos de cuerpos desmembrados, y un loco con una motosierra cerca de la entrada rajando a una persona que suplica por su vida. El ruido de la motosierra se fusiona con el de carne desgarrándose y gritos del hombre. El de la motosierra lleva una bolsa de compras en la cabeza, con unos agujeros improvisados. Se ríe a carcajadas, y su risa suena a demoníaca. Es corpulento, os puede sacar unas dos cabezas de alto y es como vosotros dos juntos de ancho. Vosotros estáis en las escaleras aún, abajo del todo. Hay una distancia media entre vosotros y el tipo.

Cuando bajamos se percibe el sonido de una motosierra así que me detengo de golpe, poniendo un brazo instintivamente por delante de Judas para que él también lo haga, agachándome parcialmente mientras sonrío con enfermiza diversión ante todo el panorama. Yo quiero esa puta sierra. Miro a Jud y le hago gestos, al principio como mofa silenciosa por lo de la bolsa de supermercado en la cabeza, el rollo "La matanza de Texas" casi funciona si no fuera por eso, aunque la sierra y el tamaño del tipo no deja de ser importante, el caso es que nosotros somos dos y tenemos arma a distancia. No tardo en seriarme, continuando con los gestos compartidos, básicamente para que él dispare mientras yo voy a intentar moverme con sigilo para rodear a ese cabrón, aunque el sigilo no sea mi fuerte. Le pillaremos por sorpresa.

Me pongo mi propia máscara antigas para ocultar el rostro, alguien debería aprender de máscaras. Después empiezo a moverme cuidadosamente en un intento por rodearle, teniendo que esquivar algunos trozos de cuerpos desmembrados mientras procuro usar elementos que me pillen cerca y de camino para esconderme detrás.

El dantesco espectáculo que nos encontramos en ese piso es de lo más interesante que he visto en todas las purgas a las que hemos asistido. ¿De dónde demonios habrá salido un mastodonte como ese? Ni idea pero desde luego con esa envergadura juega con ventaja y su motosierra parece ir a conjunto. No me cuesta llegar a la conclusión de que a mi hermano se le cae tanto la baba como a mí ante la idea de tenerla en nuestras manos y no va a ser fácil... pero sin riesgo no hay emoción y para entonces la adrenalina ya bombea a tope mi sistema.

Asiento a sus gestos, dejando que se adelante con bastante más pericia de la esperada para acto seguido apuntar a la mole y comenzar a dispararle al tiempo que retrocedo. No me importa demasiado dónde impacte, aunque procuro ser certero, la intención es mantenerle ocupado y distraído mientras intenta llegar a mí y Jareb le rodea sin que se entere.

Jareb da un rodeo intentando que el hombre de la motosierra no lo vea, mientras su hermano lo distrae disparando. Pero la estrategia no sale del todo bien. A pesar de que Jareb es sigiloso, su hermano no es lo bastante experimentado en la purga como para saber cómo llamar la atención. Dispara contra el tipo pero sus balas se pierden por los vidrios de algunos escaparates. El hombre de la motosierra mira a Judas y corre hacia él enloquecido. Su grasa se mueve de un sitio a otro como si fuera un globo de agua gigante al moverse. Jareb consigue esconderse en el marco de la puerta de una tienda. El hombre pasa por al lado, ahora lo tiene a su espalda.

La víctima del "gordo" se encuentra hecha añicos en el suelo. Es asqueroso.

La cosa parece ir bien hasta que escucho a Judas disparar y me percato desde mi escondite de que no ha conseguido darle, al menos sí distraerle, aunque en esos momentos no tengo del todo en claro que el que la ballena envasada esté yendo directo hacia mi hermano me haga especial gracia. Me mantengo escondido, a su espalda, y en cuanto considero la oportunidad salgo para abalanzarme hacia él levantando el hacha para impactarla y hundirla donde me sea posible, lo cierto es que no pienso en demasiado más que en impedir que toque a Judas.

En mi mente no paro de maldecirme e insultarme a mí mismo por no haber sido capaz de impactar ni una sola bala. ¿Cómo es posible? Si ese hijo de puta abulta lo mismo que un armario ropero, ¡deberíahaberle dado por simple casualidad! Pero parece que la Purga no ha empezado del todo bien para mí y admito que verle acercarse con la sierra en alto impone que te cagas así que retrocedo un poco. Por suerte confío en que mi hermano no tardará en echarme un cable con la situación sorprendiéndole desde atrás, esa es la parte positiva del asunto, pero aún así no me quedaré sin hacer nada así que esta vez intento apuntar un poco hacia esa bolsa ridícula que cubre su cabeza antes de apretar el gatillo.

Judas le da un hachazo en la pierna izquierda. En ese momento el hombre se gira y se dispone a cortar a Judas. Pero justamente cuando el va a caer la motosierra encima una bala impacta en la cabeza del gordo. Éste cae desplomado sobre Jareb, que logra quitárselo de encima antes de ser aplastado por ese saco de grasa. Judas ha salvado a su hermano de una muerte segura...

Aparezco rodeado de mis 3 amiguitos. Estos capullos no han caído en mi trampa, pero no me iba a quedar sin "purificar" mi alma este año.- Vaya, vaya, así que sois más listos de lo que yo creía.- Digo mientras apunto a los presentes con mi AK. Mis compañeros llevan las mismas armas y todos apuntamos a los dos desde las alturas.- Disparad.- Ordeno a mis hombres.

Uno de mis hombres le da a Judas en el Pecho. Jareb parece seguir ileso.