Partida Rol por web

La Purificación de la Bruja

Capítulo I: El inicio del viaje a San Ponape

Cargando editor
02/10/2015, 08:14
Director

El cura miró a Ulrich con reproche, era obvio que si hubiera sido un simple monje le hubiera reprendido, pero Ulrich era un caballero y, por mucho cura párroco que fuera, aquel era un plebeyo.

-"Mi buen señor, no dudo de vuestra valía y destreza en batalla, que a buen seguro habéis demostrado con creces al infiel, cosa que os agradece todo buen cristiano, yo el primero. Reconozco que a mi no me han sido concedidas tales prebendas divinas. Pero si algo me ha concedido el señor, es el conocimiento para juzgar a las gentes y su carácter, de modo que os agradeceré que no pongáis en duda mis capacidades al respecto." - sus ojos brillaron con dorada luz divina unos segundos - "Porque puedo aseguraros que su alma es más pura que la vuestra, por más que no sea más noble." - giró su cabeza hacia Rudolph con un gesto amable - "No me refiero a vos, caballero, vuestra bondad es inspiradora."

Mientras el cíngaro ponía cara preocupación, alejándose en dirección al bosque, el clérigo volvió a mirar a Ulrich con gesto sereno pero serio.

-"En cualquier caso, por torpe que fuera al reconocer a ésta elfa, dado que el propio obispado ha reconocido que en ese claro se practicó la necromancia y los muertos en vida atacaron a los vivos y es de dominio público, y dado que los elfos, por más paganos y extraños que sean, son universalmente conocidos como defensores de los bosques y la naturaleza; pareciera que es una historia coherente que la energía negativa haya permeado el lugar."

Hizo una pausa endureciendo el gesto, en una mueca que a Ulrich le resultaba familiar, la había visto en el espejo muchas veces, hacía años y no dejaba de verla en la cara de Rudolph la mitad de las veces que asistían a reuniones con líderes, nobles y obispos.

-"Entiendo que a vos no os importe, ni al obispo tampoco, pues vuestras nobles personas están ocupadas con los problemas más grandes. Pero si los zombis y esqueletos se alzan allí libremente, a quienes atacarán no será a vos y vuestras huestes, ni al obispo y sus sirvientes, ni a los elfos de la Selva Negra: será a mis campesinos, a mi pobres gentes indefensas. Dudo que mis escasas artes alcancen, pero si hay una posibilidad, la probaré; es por ello que parece coherente que la dama pida ayuda a la hermana." - señaló a Denia

-"Dicen las gentes que sois una Santa rediviva. ¿Acaso no es la evidencia de los santos la capacidad de obrar milagros? Ciertamente tal cosa pedimos de vos, y no soy quien para decir qué espera Dios de vuestra persona, pero tampoco creo que haya nada de raro en que pidamos un milagro de vuestra santidad para evitar que los muertos devoren a los vivos."

Notas de juego

Por cierto Ulrich, el clérigo tiene edad de haber sido párroco cuando te fuiste a cruzadas: no es jóven tiene, al menos, la misma edad que tú.

 

Cargando editor
02/10/2015, 08:34
Director

Notas de juego

Obviamente Denia no sabe qué puede (o no puede) hacer, como bien has jugado porque no es un clérigo y sus poderes le salen de forma natural. Por lo que veo no consolidaste en la ficha los conjuros y dotes que escogiste (estaría bien que lo hicieras para tenerlo a mano) pero, si recuerdo bien, ninguno de tus conjuros ayudaría en ésto.

Otra cosa son las dotes, que dan mucho más juego narrativo. Si recuerdo bien, sí tomaste las dotes halo de luz y estigmas. Juntas podrían tener efecto narrativo contra otros efectos narrativos, en otras palabras Denia *si* es una santa - otra cosa es que sea una santa cristiana o no - que podría (o no) obrar milagros según cada caso.

Cargando editor
02/10/2015, 16:34
Sir Ulrich Ulfgart

Ulrich frunció el ceño ante la respuesta del sacerdote. El hecho de que intentase intuir que Ulrich se sentía superior por el hecho de ser noble fue algo que para nada gustó al caballero. No había luchado en Tierra Santa y protegido a los cristianos en tierra tan hostil por su nobleza, ni por su condición, ni siquiera se había enfrentado al infiel por otro motivo que sus propios principios y el amor al prójimo. Que le hiciesen partícipe de los tejemanejes y estupideces de la nobleza, no fue algo del gusto del caballero:

-Permitidme que dude y en gran medida de vuestra capacidad de juzgar a la gente, sacerdote. Pues erráis en vuestro juicio hacia mi persona. Haríais bien en dejar que sea mi persona la que juzgue lo que es de mi importancia y lo que no sin dar rienda suelta a vuestra imaginación.

Los ojos de Ulrich miraban de forma directa e incluso molesta hacia aquel hombre.

-Habéis de saber que no estamos por aquestos lares por holganza. Nos gustaría poder ayudaros mas nuestra encomienda requiere de presteza en su cumplimiento. Acudid al obispado, solicitad audiencia con su excelencia reverendísima. Los hombres que pueda encomendar para tal misión seguramente estén a la altura de su magnitud.

Ulrich sabía que seguramente el obispo, acomodado en su sillón, rodeado de suntuosidades hiciese oídos sordos a tal petición, pero su cometido era lo primero. Seguramente pasase el tiempo suficiente para que en su regreso, ambos caballeros pudiesen ayudar. Pero ahora mismo, no tenía pensado poner en peligro a Denia. Era responsabilidad del temple.  

Notas de juego

pensaba que era más joven por los comentarios. Ok, tomo nota, de mi quinta. ;)

Cargando editor
02/10/2015, 17:07
Sir Ulrich Ulfgart
Sólo para el director

Me gustaría un intimidar al sacerdote, pero no se si se puede. Sólo quiero que sepa que ha tocado un tema que no le gusta nada a Ulrich, no es un intimidar para que piense que Ulrich es un chungo. Simplemente para que sepa que igualarle con el obispo en cuanto a su criterio de lo que es importante o no, no le ha hecho gracia. No quiero infundirle miedo. No sé si me explico.

- Tiradas (1)
Cargando editor
02/10/2015, 19:13
Denia

Estaba ya un poco cansada de las discusiones que seguían manteniendo, además a eso le añadía el enfado notable de Sir Ulrich y el de Navief que claramente podía verlo en su rostro aunque ella no quisiese dejarlo notar -¡¡Ya basta!!- levanto un poco la voz, aunque era algo extraño en ella -Tardamos más estando aquí discutiendo que resolviéndolo, además si nos encontramos con más elfos por el camino, llevar de nuestro lado a la señorita Lirio posiblemente nos quite de posibles enfrentamientos innecesarios- la miro y luego paso a mirar al párroco -Lamentablemente, me pedís un milagro y no estoy segura de que yo pueda o sea digna de ese don-

Cargando editor
02/10/2015, 23:19
Sir Rudolph del Escudo Brillante

"Uhm... parece que tiene carácter" sonrió el joven caballero al escuchar las palabras de la novicia. Sin embargo, algo en las palabras del clérigo, y también en las de la elfa lo habían hecho meditar sobre lo correcto de su decisión

- Dejadme entender... - comentó mientras bajaba la punta de su arma y se acomodaba sobre su montura - Esos no-muertos que nombráis y que convocó la bruja, están ahora en el lugar? O ya fueron eliminados y solo teméis que aparezcan más?

- No me gustan los muertos vivientes, en lo más mínimo. Y nunca dejaría a algunos de ellos a mis espaldas. Pero si solo es temor, debemos continuar con nuestra misión. Si realmente están allí... bueno, entonces la situación es distinta. Quizás eliminarlos ayude a que el ritual de purificación de nuestra protegida tenga éxito. Y por lo que entendí, eso es lo que pretendía el obispo -

Cargando editor
03/10/2015, 00:23
Lirio

- No hay muertos vivientes, o al menos yo no pude verlos. Pero la energía demoníaca impregna la tierra donde fue invocada. Que final pueda tener eso lo ignoro, pues no son esos conocimientos a mi alcance, pero ha afectado ya a algunos seres vivos, eso sí puedo asegurarlo; y temo que si la tierra no se consagra pueda traer males mayores. Respecto a lo que debéis o no hacer, no seré yo quien os lo diga. Yo solo intento solucionar lo que otros hicieron, pues está en la naturaleza de mi gente ayudar a todas las criaturas de los bosques y lo sucedido en éste bosquecillo repugnaría a cualquier buen hijo de Dios.

La muchacha habló ahora con voz calma, y sin mirar a los cabelleros, con la mirada baja, como una niña que ha sido reprendida por un adulto. Si la altivez del humano le había resultado ofensiva, no se traslucía de ningún modo. Sin embargo, a pesar de todo, la sensación de majestuosidad que había trasmitido en el primer instante no se había reducido. Había algo en ella que trasmitía que difícilmente podía "rebajada" por un humano, por muy noble que fuese su origen.

- Si he ofrecido mi ayuda -continuó- es como pago a ese favor. No obstante no insistiré en acompañaros si mi presencia resulta molesta para personas tan importantes. Si os puedo decir que es muy probable que mi presencia no solo evite ningún conflicto con los elfos sino también con los animales de los bosques, me hice sanadora precisamente porque tenía un cierto talento natural para tratar con ellos. Sin embargo no creo que ni unos ni otros vayan a representar un problema para un grupo tan numeroso y bien armado, si algún problema podéis tener este vendría por los asaltacaminos. Y, quizás, por otro tipo de seres malignos, pues en los bosques corren rumores de que la nigromancia no se ha visto solo en este lugar. Reconozco también motivos egoístas, pues con tantos peligros viajar sola es peligroso, y con grupo tan poderoso me sentiría más segura. Mientras venía hacia la ciudad, más de una vez tuve que evitar bandidos que podrían haberme matado, y por esa razón al final terminé viajando con los cíngaros. Aunque soy buena arquera, difícilmente puedo defenderme si me avista un grupo, o mientras duermo.

Cargando editor
05/10/2015, 09:39
Director

Notas de juego

Por supuesto que podrías, pero si recurres a tiradas, en lugar de dejar todo interpretado (que me parece estupendo y ajusto la dificultad por interpretación), tienes que aceptar que el resto también use sus tiradas. Tu intimidar se compararía con la prueba de (1 por grupo) diplomacia del clérigo y la elfa.

¿Es lo que quieres?

Cargando editor
05/10/2015, 09:43
Director

El clérigo había empezado a ponerse colorado, pero no de vergüenza sino de cólera. Estaba sudando y se pasó un pañuelo por la frente, dando tiempo a Denia y Lirio a adelantarse, por educación se mantuvo callado dejando a la elfa y su considerable mano izquierda tomar la iniciativa de la conversación.

Pero sus ojos lanzaban miradas envenenadas a Ulrich, dejándole muy claro que no había variado un ápice su opinión de ellos.

Cuando Denia alzó la voz todos pudieron observar que una luz dorada, cálida y reconfortante, la envolvía con un aura de majestuosidad sencilla, salvo Ulrich, todos sintieron paz en ella, realmente ahora podían comprender a los pueblerinos que la calificaban de santa, pues aquellas maravillas bien podían confundir a mentes simples... o ser realmente muestra de gracia divina.

Notas de juego

Dedrith: lo que ha ocurrido es que al declarar que las emociones de tu personaje se alteran por la violencia (verbal) de la situación se te activa el halo de luz.

Alender: que Ulrich quede excluído no es porque esté más alterado que otros, es otro motivo no tan evidente.

Cargando editor
05/10/2015, 22:46
Sir Ulrich Ulfgart

Cuando Denia habló, Ulrich se giró hacia ella sorprendido y se atrevió a preguntar tranquilo y sereno, apoyando los codos sobre el borrén e inclinándose sobre la montura:

-Queréis llevarla con nos pero no creéis estar capacitada para atender su demanda. Decime pues qué deseáis hacer, hermana Denia. Os prometo que será considerado.

Si algo odiaba Ulrich era que le dijesen como obrar adecuadamente atendiéndose a su servicio al Señor. No necesitaba escuchar qué es lo que debería pensar un servidor de Dios, ni cómo debería actuar. Sus años de experiencia ya le habían dejado bien claro todo ello.

El veterano ignoró las miradas furibundas del sacerdote, ni era el primero ni sería el último al que el caballero no cayese en gracia. Sin embargo eso no le impediría cumplir con fidelidad y empeño su cometido. En cualquier otra situación habría espoleado a su caballo en dirección al bosque para ayudar a aquella gente. Sin embargo nunca se perdonaría poner en peligro a cualquier miembro del grupo por desviarse de su destino.

 

Cargando editor
05/10/2015, 23:39
Director

Ulrich devolvió al clérigo la mirada, sin pestañear y decidido. Mantuvieron la vista un rato mientras las palabras seguían fluyendo hasta que el clérigo carraspeó y se tranquilizó, bajando la mirada y quedándose, definitivamente detrás de la elfa mientras le sugería que, tal vez, fuera mejor no seguir importunando a nobles caballeros, pues ellos tenían sus costumbres y usos y sería mejor atender los asuntos de los campesinos entre ellos.

Sin embargo, cuanto más pensaba en las palabras y la actitud de la elfa, más veía que aquella criatura extraña era un ser de paz y armonía, su mirada al ser rudamente cuestionada estaba cargada de candor maternal, pensó un breve segundo que aquella mujer, seguramente ya escuchaba a humanos furibundos cuando Carlomagno mantenía la paz en todo occidente y esa sabiduría asomaba a sus ojos ¿lo haría también a sus palabras? ¿cómo podía compararse el conocimiento de años con el de siglos? No creía que tuviera malas intenciones, por más que éstas no fueran las mismas que las suyas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

@Alender: La puntuación del clérigo más o menos te es clara, además tiene menos dados de golpe que tú. Pero Lirio te ha derrotado, aunque no sabes por cuánto.

Cargando editor
06/10/2015, 06:00
Sir Rudolph del Escudo Brillante

En condiciones normales Rudolph tendría sus prioridades claras. Primero seguir las ordenes de jefe, que también era su amigo y siempre continuar con la misión, pero la extraña sensación de paz que surgía de la novicia lo hizo plantearse que quizás, solo quizás, parte de la misión era seguir las indicaciones de esta, incluso si no se correspondía, exactamente, con la fría letra de sus ordenes

- Hermana - le comentó respetuosamente - creo que quizás os desmereceis y si tengais el poder de hacer milagros. Creo que debemos continuar con nuestro camino, esas son nuestras ordenes, pero si vos creeis que debemos adentrarnos en la espesura y verificar que no haya muertos vivientes, quizás podríamos hacerlo. Eso si, recordad que no tenemos demasiado tiempo. Solo debéis comprometeros a que la demora no sea mayor a unos pocos minutos -

- En cuanto a la necesidad de un nuevo acompañante... no lo se. Pero si ya permitimos que nos acompañe un amigo vuestro, quizás podamos permitir que también lo haga la elfa - añadio sabiendo que sus palabras no serían del agrado de Sir Ulrich - Es cierto que puede ayudarnos en la comunicaciòn con la gente de su raza. Quizás al evitar una matanza de sus congérneres nos permita recuperar el tiempo que perdamos en este bosquecillo - completó

- Eso si, solo unos minutos. Como mucho un par de horas - insistió

Cargando editor
06/10/2015, 11:37
Edgar Elric

Edgar, aunque un poco contrario a su naturaleza habladora, había preferido dejar que esta vez se encargasen los caballeros del parloteo y la negociación. Una vez visto que no había peligro, se contentaba con observar a su deslumbrante musa e idear nuevos versos, embriagado por su inspiradora imagen.

No obstante, la mujer que les había interceptado se trataba nada menos que de ¡una elfa del bosque! Edgar había viajado mucho para su edad, y no era la primera vez que se encontraba con elfos, por lo que el shock inicial no se debió tanto a esto sino a lo tremendamente bella que era la susodicha. Para su sorpresa, se encontró a si mismo mirando alternativamente a Denia y a la elfa, que se había presentado como Lirio. Pronto recupero la compostura, especialmente al darse cuenta de que aunque la imagen de la elfa le resulta muy agradable, esta no producía en su mente la generación espontánea de nuevas ideas, versos y poemas como hacía constantemente su dulce Denia.

Los poemas en su mente iban tomando forma, avanzando y siguiendo nuevos cursos. No así sucedía en la discusión que mantenían los demás con la elfa y su pequeño séquito. La última insistente en purificar el bosque y luego acompañarlos, los primeros empecinados en seguir nuestro camino con premura. A punto estaba Edgar ya de interceder a favor de un vistazo rápido al maldito bosque (¿qué mal podía hacer un desvío breve?, pese a que le causase terrible desazón ver la vieja casa de Denia donde habían pasado tantos buenos ratos hecha un amasijo de maderas carbonizadas), cuando de su musa emergió una luz áurea que pareció calmar a todos los presentes. Bueno, a todos menos a Sir Ulrich, el caballero de carácter tan ajado como el viejo tabardo que guardaba Edgar para las frías travesías otoñales.

Aprovechando este momento de calma, Edgar decidió finalmente intervenir, a sabiendas de que ahora era menos probable que los caballeros o la guía, a los que sospechaba no caer muy bien, se le echasen al cuello si decía algo poco adecuado.

Vuesas mercedes, -dijo dirigiéndose a los veteranos caballeros- me temo he de coincidir en la opinión de mi tan querida hermana Denia. Estamos alargando una discusión de lo más infructuosa. Lo mejor será que vayamos cuanto antes a la zona que deba ser purificada, hagamos lo que podamos, sirva o no para algo, y continuemos nuestra travesía a la mayor brevedad posible.

Respecto a que esta desconocida se nos una, debo reconocer que también tengo mis reticencias.-dijo señalando a la elfa encapuchada- Sin embargo, las posibles ventajas que nos otorga su compañía son numerosas y no deberíamos despreciarlas. Además, si sé juzgar a la gente, y en cierto modo parte de mi arte se basa en eso mismo, estamos ante una persona de buenas intenciones. También tenemos al párroco que defendía esto mismo, y, recordemos, es pecado mentir. -dijo con la sonrisa de quién no hubiese mentido nunca. Ja.

Si la dama no tiene montura o no puede procurarse una, siempre puede viajar conmigo en el carrito. -añadió en previsión de que los caballeros pusieran el transporte como pega, puesto que asumía que se negarían a que la elfa usase alguno de los caballos de repuesto que cada uno llevaban.

Notas de juego

Con lo de "hermana Denia" he jugado al doble sentido, por si alguien duda.

Cargando editor
06/10/2015, 12:05
Edgar Elric
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro diplomacia para intentar convencer un poco más al terco Sir Ulrich ;)

Cargando editor
06/10/2015, 13:17
Denia

Acaricio el cuello del caballo dirigiendolo suavemente hacia Sir Ulrich.Puso una mano en su hombro -Sir Ulrich, se que lo que decís tiene toda la razón del mundo, tenemos una misión que cumplir y no me niego a ello, de hecho la cumpliremos, pero deberíamos ayudar estas buenas gentes, sobre todo tratándose del que antaño fue mi hogar, no me gustaría que por "mi culpa" esos aldeanos más cercanos fuesen heridos o aun peor muertos, por no prestarnos a ayudarles- lo miro tiernamente -se que ne el fondo de su corazón quiere ayudar, pero sus ordenes son claras, aun así no le estoy diciendo que las incumpla, solo las aplace, incluso Sir Rudolph opina igual-

Cargando editor
06/10/2015, 14:32
Navief

Navief, quien hasta ahora no había tomado la vocería debido a su incomodidad, finalmente se permitió a hablar, dirigiendo sus palabras a Sir Ulrich.

-Parece que la comitiva ha elegido ya el camino que quiere seguir. No creo que cambien de opinión aunque vos os negaráis rotundamente. -En sus ojos se notaba el disgusto por las circunstancias.- Sugiero que si han de ir, lo hagan de una buena vez, porque aunque Sir Rudolph diga que serán a los sumo un par de horas, bien sabéis vosotros que ese tiempo retrasa en el avance de nuestro viaje. Por lo menos a mi, me obliga a pensar en otro lugar en donde asentarnos para almorzar y luego para pasar la noche. 

Respiró profundamente para calmar sus ánimos y luego lanzó una mirada a la elfa. Ella tenía muy claro que no era un individuo común, ni siquiera entre los de su raza, por lo que contar con ella para el viaje era lo único que no se le hacía descabellado. Como amiga y admiradora de los elfos, le habló a la recién llegada con un acento similar al de su propia lengua:

-De mi parte, estaría honrada de recibirla en nuestra compañía. Un elfo nunca estorba en cuestiones de adentrarse al bosque, vuestras habilidades son bastante envidiables para alguien de mi profesión. Si en mi estuviera la decisión, ya vos haríais parte de la comitiva.

Finalizó aquellas palabras con una ligera reverencia desde su caballo, acto inmediatamente seguido por un movimiento similar por parte del caballo. Sin duda alguna, algo que no se ve todos los días. 

Cargando editor
06/10/2015, 15:41
Lirio
Sólo para el director

 

Notas de juego

Pregunta, la dirección que llevan al sitio ése al que van, ¿pasa cerca/se aleja de las tierras de lirio?

Cargando editor
06/10/2015, 15:44
Lirio

- Bueno, si no os he interpretado mal a ninguno de vosotros, creo que mi compañía podría ayudaros a todos. A los dos caballeros, porque aunque mis capacidades en modo alguno pueden estar a su altura, mi habilidad como arquera será útil si hay incidentes en el camino. Al muchacho -dijo refiriéndose a Edgar- puedo ofrecerle historias, como garantizo que jamás ha escuachado en ningún otro lugar de hombres. Historias de mi pueblo, y leyendas de nuestros antepasados. No sé contarlas como es debido, pero quizás algunas puedan servirle de inspiración para otras que él componga. Os lo aseguro, serán únicas. A vos -miró ahora a Navief- puedo ayudaros en la tarea de buscar sitios para descansar, y mantener a las bestias salvajes a raya, como ya dije, se me dan muy bien. Sin duda conoceréis el camino mucho mejor que yo, pero si tuviéseis que eludir un atajo por un peligro de lobos u osos, mi presencia os permitiría ganar tiempo. Y aunque no conozco todas las tribus de elfos por aquí, pues yo soy de mucho más lejos, creo que con mi presencia será difícil que ninguno nos ataque.

- Y en cuanto a vos, mi hermosa muchacha, a vos no creo que pueda aportaros nada pues no creo que ninguna de mis torpes cualidades pueda compararse a las vuestras, pero puedo ofreceros mi sincera amistad, que ignoro si es o no valiosa, pero sabed que no la he ofrecido a nadie en muchísimo tiempo. Tengo muchos años, y digamos que rara vez suelo equivocarme juzgando a las personas, y sé que vois sois alguien a quien deseo tener por amiga.

- Creo que, en conjunto, desviaros ahora para ayudarme será positivo para vuestra misión, que acaso acabéis antes si os acompaño que el poco tiempo que perderéis ahora. Pensad que es el antiguo hogar de Denia, no es cualquier cosa. Y que ejercer el bien es algo que no debe ser reprimido.

Cargando editor
06/10/2015, 16:26
Director

Notas de juego

En realidad no han dicho dónde van :)

Pero si van a cruzar tierras de elfos yendo hacia el sur, lo lógico sería que vayan a la Selva Negra, porque si no no habría más hasta España y para eso irían al Suroeste más que al sur; o en la Illê de France, que habrían ido directamente al Oeste.

En realidad no hay elfos, que tu sepas, en ésta zona. La Selva Negra es enorme e incluye, además de muchas tribus de elfos, toda tu tierra (y muchísima más).

Cargando editor
06/10/2015, 20:08
Sir Ulrich Ulfgart

La elfa parecía hablar con sabiduría. Quizá tantos años de experiencia le permitían anticiparse a sucesos que seguramente pudiesen acontecer. Quizá en sus palabras había mucha verdad. ¿Qué pasaría si sus palabras se convirtiesen en verdad? El caballero tenía sus dudas. Era cierto que hablaba con conocimiento de causa quizás.

Igualmente tanto Denia como Rudolph secundaban dichas palabras y Navief instaba a tomar una decisión rápida, preocupada porque la noche se echase encima.

Ulrich conocía la historia de Rudolph y sabía de sus ganas por resolver aquel asunto. Sería despreciar a su compañero si se negaba a ayudarle en tal encomienda. Sabía del sufrimiento de su compañero a manos e los muertos vivientes y seguramente se le revolverían las tripas de pensar que una sola de aquellas criaturas pudiese emerger del infierno y campar a sus anchas.

Ulrich observó a Rudolph. Recordó el día en que abrió su corazón y compartió sus desventuras.

Observó a Denia. Tampoco podía negarle el querer solventar también dicho asunto. Si su casa y familia se enontrasen en peligro, él sería el primero en cabalgar presto en su ayuda. Sin embargo el hecho de poner su seguridad en peligro le hacía ser reacio.

Cruzó los ojos con la elfa y el sacerdote, mientras meditaba, para finalmente contestar:

-No puedo negar tal disposición. Sin embargo hermana Denia, seguiréis nuestras indicaciones y a la menor señal de que vuestra seguridad pudiese verse amenazada, no habrá obstáculo alguno por vuestra parte en renunciar a tal cometido. Vuestra seguridad es prioridad.

Entonces habló a Navief:

-Tendréis que reconsiderar el lugar de descanso en el día de hoy.

Esperó a que se le indicase la dirección para comentar a su compañero:

-Sir Rudolph, vos abriréis la expedición. Tened los ojos bien abiertos y andad con cuidado. Mucho conozco de vuestra devoción por aseguraros que el lugar queda libre de tal influencia. Sed precavido, por favor. Dijo guiñándole un ojo en confianza antes de espolear a su caballo y mantenerse junto al caballo de Denia en su caminar.