Partida Rol por web

La habitación mide 25x28 metros y tiene una altura de 15. Contiene una mesa y ocho sillas. Al entrar escucháis una fuerte carcajada. Una voz masculina dice estruendosamente ¡ENTRAD, CHICOS, Y JUGAD A LOS DADOS CON BAALEER! La habitación está dominada por un único ocupante. Sentado en un enorme taburete frente a la entrada, hay un gigante con la cabeza de una hiena. Su cuerpo de 5 metros de altura, está grotescamente musculado. Sus garras y dientes son de un blanco marfil, su piel de un negro ébano y sus ojos de un rojo ardiente. Va desnudo y es obscenamente viril. El mobiliario consta de una enorme mesa cubierta por un fieltro color castaño rojizo, 7 sillas muy confortables y el gran trono de Baaleer. En la mesa hay unos dados poco comunes: tienen seis caras de ocho centímetros cada una y están hechos de hueso. En cada lado hay caras de hombres y mujeres, riendo o gritando horrorizados. Los ojos de estas diminutas caras se cruzan con vuestras miradas.

Gramj quedó detenido en seco. No se esperaba aquel bicho, demostrando tan descaradamente su cuerpo, pero ya no era "algo extraño" allí. - Al menos no es la violadora.... Pensó aliviado: ... pero que sorpresa nos tendrá preparado el dueño de los daditos. Pensaba para si, con un tono, que si hubiera sido en voz, sonaría a irónico e infantil. Miró al "líder" del grupo, a ver que ordenaba.

Thudim pensó en combatir a esa criatura, pero no parecía la opción mas sabia, sobretodo si buscaban el que les concediese los deseos. -Bien, en que consiste el juego. Dice apartando la mirada de los dados.

Sonríe jovialmente estaba deseando que me lo preguntarais, es muy sencillo, cualquiera de vosotros que vaya a jugar tira siempre primero dos dados (son de seis caras) 7 u 11 significa una victoria inmediata, y tendría derecho a un deseo.

Un 12 es victoria inmediata con derecho a dos deseos.

Un 2 pierde y paga el doble.

Cualquier otro resultado tengo que intentar superar la tirada sacando un resultado inferior. Con un dos yo pierdo y tendríais derecho a dos deseos, pero si saco 12 ganó y perdéis el doble.

Sin decir palabra, recojo los dados y los lanzo con fuerza esperando su resultado.

Miró los dados. No dijo palabra.

La iniciativa, de tirarse al rio, podría dar un buen resultado. Aún así, inspiró profundo y sostuvo el aire mientras esas piececitas numeradas dejaron de moverse. Tras el cese del ruido el aire empezó a fluir otra vez. No se atrevía a preguntar cual era el pago, por perder en base o perder doble, pero le corroía la curiosidad.

Esperó el comentario, rezando que fuera lo que deseaban, pudiendo salir de allí con premura. Aquella torre les había hecho la puñeta todo el tiempo, y si no fuera por las ganas que tenía de regresar, se quedaba a "nadar" en la piscina esa del centro.

Thudim contuvo el aliento al ver a su compañero lanzar los dados, pero la suerte sonríe a los valientes, o era a los tontos, en cualquier caso Gorkatdhûm había conseguido el primero de los 2 deseos que necesitaban, ahora solo le tocaba formular bien el deseo, estas cosas mágicas siempre tienen trampa. Y no quería ni pensar que ocurriría si perdemos. 

Gorkathdûm se lanzó a la batalla, como un buen enano, sin titubeos. Dalbur contuvo la respiración, pero el resultado de la tirada era buena. No perfecta, pero buena.

A ver qué pasa ahora...

Oh, vaya, eres un enano con suerte. Tienes derecho a un deseo se dirigió a Gorkatdhum mientras se recostaba en el trono.

- " Quiero el martillo de Durin aparezca en mis manos " - digo con energía intentando parecer lo más seguro posible. 

Baaleer tuvo la tentación de hacer aparecer el martillo de Durin y que después desapareciera. Al fin y al cabo era sólo un deseo lo que tenían ganado, pero en este caso al ser un deseo de tal envergadura y que le apetecía jugar a los dados un rato, decidió jugar limpio.

Veo que venís buscando un arma legendaria, debo daros varias noticias:

La primera es que aquí podéis conseguirla, la segunda es que un arma de esa categoría no cuesta un solo deseo si no 8; es decir, si quieres ese arma debéis ganarme ocho veces en total jugando a los dados conmigo. Ello no quiere decir que tengáis que ganar las ocho veces seguidas. Así que ahora tenéis dos opciones, seguir jugando o pedir un deseo más limitado. Por cierto, viendo que sois cuatro he de advertiros que podéis acumular deseos entre varios de vosotros. Por lo que si conseguís dos deseos cada uno, tendréis el martillo de Durin.

Gramj estaba hasta la coronilla de la torre. Se acercó bruscamente y lanzó los dados, intentando que ayeran en el el mismo sitio que como los había tomado.

- El día que tenga la oportunidad, vendré con un pico, muchas palas, todos mis hermanos y la tiraré a bajo.

Eso no era un deseo, era una amenaza, no quería que nadie se lo hiciera por él, si no que era algo que sus manos disfrutarían. Algo que haría por si mismo, sin más ayuda que la de otros muchos barbudos, que compartirían su opinión. Destruir aquella fuente de odio. Porque él la odiaba.

- Bien, vamos acumulando deseos. Comentó bajo sus barba al ver el resultado.

Vaya! estáis en racha de suerte ¿quién tira ahora?

Dalbur agarró los dados frunciendo el ceño. No le gustaban los caprichos, ni los cambios en las reglas de juego.

-Era un deseo..., refunfuñó. Y miró los dados. Un 9.

Baaleer cogió los dados y los lanzó los hados están de vuestra parte, ya tenéis tres deseos, queda menos JAJA

Os toca de nuevo

Demasiado fácil penso Thudim, pero animado por sus compañeros cogió los dados y los lanzó. Todavía le corroía la duda de que pasaría si perdían.

-Otro deseo, y van cuatro, dijo Dalbur. -Bien hecho Thudim.

Acto seguido lanzó los dados Dalbur. -¡Otro siete! Parece que Mahal vela por sus hijos.

Con los ojos como platos veo como los dados vuelven a sacar un 7 - " ¡ Por las barbas de mi abuela, nuestros antepasados velan por nosotros !" - Digo con una gran sonrisa.

No entendía realmente el juego, pero le daba la sensación que era como acumular puntos para una misión. Pensó que era como ahorrar dinero para comprarse algo.

Lanzó los dados.

El rostro de Baaleer iba cambiando conforme los enanos ganaban el juego una y otra vez, al ver la oportunidad de vencer a Gramj Haia lanzó los dados con energía y sonrió alegremente al ver que por primera vez perdía uno de los enanos bueno esto ya es otra cosa dijo a la vez que Gramj perdía algo de fuerza y se sentía más débil  que si no pierde interés ¿quien tira ahora?