Mientras me dirijo a la mesa levanto el brazo y me dirijo al tabernero.
- ¡TSSS TABERNERO! ¿¿Es esto lo mío?? - miro de nuevo a Niveka - ¿Qué quieres? Está ronda te invito yo.
Te acepto una jarra de grog. Pero ten presente que como buena goliath que soy, tengo una excelente resistencia a la bebida - Niveka se yergue, orgullosa -. Si piensas emborracharme para hacerme caer en tus trampas de seducción, tendrás que buscar otra estrategia.
El tabernero asiente a tu pregunta y vuelve a concentrarse en sus tareas. O sea, en fregar vasos mientras pone la oreja como todo buen tabernero.
- UNA JARRA DE GROG POR FAVOR - le vuelvo a gritar al tabernero.
Me dispongo a enseñarle la carta a la goliath, pero antes de eso hecho un nuevo vistazo a cada persona que se encuentra en el bar, para comprobar si es otra persona la que busco. A su vez le doy un trago a la bebida esta que desconozco.
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 17
Al echar un segundo vistazo notas un destello plateado en la mano del semiorco, quien juega distraídamente con un pajarillo grisaceo con un par de pequeñas astas en su cabeza.
La chica que estaba leyendo el libro se os acerca, visiblemente molesta.
Disculpe, no pretendo sonar grosera, pero ¿carece usted de un par de piernas funcionales que le permitan acercarse a la barra e informar al tabernero de sus necesidades? - la chica, que apenas será mayor de edad, pone los brazos en jarras - Porque quizá no se haya percatado, pero hay más clientes en este establecimiento - hace un gesto con la mano, abarcando la estancia -, y de seguro que no todos disfrutan escuchando sus berreos de pueblerino.
Le hago un gesto a Niveka de que me encargo yo y acto seguido me levanto.
- Perdone señorita, ¿Cual es su autoridad en este establecimiento? Según tengo entendido... - hago una pausa para volver a fijarme en el semiorco- el tabernero suele tener la mayor autoridad y no parece quejarse cuando un cliente quiere hacer gasto.
Tirada oculta
Motivo: Percepción fijarme en el objeto del semiorco
Tirada: 1d20
Resultado: 13
El destello proviene de un anillo, un sello quizás.
No es una cuestión de autoridad, si no de educación y buenas maneras, algo de lo que por lo visto usted carece - la chica se cruza de brazos, claramente molesta por tu respuesta -. Tenga la decencia de hablar como el adulto que aparenta ser y no moleste tanto al resto de la clientela. Y ahora, si me disculpa - la chica se da media vuelta y regresa a su mesa, donde se enfrasca de nuevo en su libro.
Vaya genio tiene la burguesía, eh? - comenta el tabernero, que "casualmente" trae la jarra de grog.
- Jajaja sí, está juventud ya no respeta a los mayores y los lugares de socialización. - aprovecho que está el tabernero para enseñarle la carta y susurrarle - Oye, ¿por 5 monedas de oro me averiguaría si el semiorco aquel tiene este mismo símbolo? O cualquier otro cliente...
Paso a hablar de nuevo con la Goliath.
- ¡A tu salud y a la de Helm! - le doy un trago a la bebida, saboreando e intentando adivinar que lleva - ¿Qué le ha traído hasta aquí? Yo he sido llamado por alguien misterioso que debe de estar por aquí o por llegar, del cual desconozco su aspecto. Incluso podrías ser tu misma.
Tirada oculta
Motivo: Percepción (gusto) para sacar sabores de la bebida
Tirada: 1d20
Resultado: 6
Eso está hecho amigo.
El tabernero se retira a hacer una ronda de "comprobación de satisfacción de la clientela".
El zumo está delicioso. La mezcla de frutas es tan homogénea que te es imposible discernir qué lleva. Es más, bien podría haber sido un zumo de una única fruta que no habías probado antes...
Haz el favor de tutearme - solicita Niveka tras ventilarse media jarra de grog de una sentada como si fuese agua -. Las conversaciones formales son un peñazo, y su única función es proteger la frágil autoestima de la gente endeble - te dedica una larga mirada, como evaluando si debiera dedicarte un trato más formal. Se encoge de hombros -. ¿Un alguien misterioso? Curioso - la goliath saca un sobre arrugado de la prenda que muy escasamente le cubre el pecho y te lo lanza -. A mi también me ha citado un alguien misterioso. Espero que no sea un pervertido, porque mi puño será lo último que mire con lascivia.
Vaya con la Goliath, no tienen modales, respeto ni tacto... Y eso que siguen a Helm, un dios tan recto. Tal vez no sigan sus enseñanzas al pie de la letra. Cuando tenga ocasión les abriré los ojos.
- Oh sí perdona. Es que estoy acostumbrado a tener que tratar con gente que no sigue el camino divino y se ofenden con cualquier cosa. - hago un gesto de desprecio
Mas me vale llevarme bien con esta, no me gustaría terminar con la vida de un seguidor de la luz.
Cojo el sobre de la Goliath, lo abro y la leo debajo de la mesa para que no me vea la gente.
Pun intended.
Requiero de tus capacidades para llevar a cabo una misión de alto riesgo y más alta recompensa. Si aceptas el puesto, reúnete conmigo en la taberna del Potro Pateador, a las afueras de Pryndalor, el próximo domingo por la tarde. Te revelaré mi identidad a su debido tiempo.
Timi kai Prostasía stis Káto Agonistikés
Guardo la carta en el sobre de nuevo debajo de la mesa y se la entrego de vuelta a Niveka.
- Parece que nos busca la misma persona. Ya he mandado al tabernero a que busque a nuestro contratista por unas monedas. Brindemos por el vigilante una vez más mientras esperamos los resultados.
Niveka sopesa la idea de tenerte como compañero.
Puede ser un viaje interesante, Menelpar de los mil dioses. Y ya que citas al Gran Guardia con tanta ligereza, encomiéndate a él como te pille mirándome con lascivia - advierte, aunque esta vez no parece enfadada -. Los humanos sois débiles ante los placeres carnales, y más cuando habéis de viajar con un epítome de la belleza femenina como yo - por el tono de voz, Niveka no suena creída o fardona. Más bien parece informarte de un hecho evidente y conocido.
- No te falta razón cuando hablas de los humanos. Pero en cuanto a mí, he llegado a un nivel de comprensión divina extrema que los placeres terrenales no me afectan. Solo sigo los designios de los dioses y obedezco cuando se aparecen ante mí. No hay nada que me pueda apartar de su lado.
Aprovecho para mirar alrededor y ver si el tabernero ha podido averiguar algo. Me estoy poniendo un poco nervioso.