Partida Rol por web

La ruina del Hombre

La flor de la luz (Fajssel, 3 de Numa del 471 d.T.)

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24/01/2008, 13:16
Rikke

Parece que finalmente voy a poder continuar mi camino, pero entonces el noble vuelve a hablarme, con una mezcla de alivio y temor escucho sus palabras, parece que ha dejado de interesarse por lo sucedido en la habitación…mejor así…

Si así lo desea, le llevaré a ver al capitán de la guardia mi señor asiento con suavidad, algo más relajada por su tono de voz, algo he escuchado, mi señor, mordió a una mujer dicen por ahí... siento como la opresión en el pecho vuelve a hacerse patente con más intensidad...¿qué pretendía aclarar este joven?...busco el camino para llegar al lugar indicado en mi mente…no queda demasiado cerca…me detengo entonces unos instantes y me giro hacia él despacio…con los ojos a la altura de su pecho…

Mi señor, ¿me permitiría pasar unos instantes por el patio para dejar el cubo y los cepillos? pregunto con un hilo de voz, tragando saliva al hacerlo…

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24/01/2008, 13:42
Meridiar de Loorgyll

- ¿Mordió a una mujer? - preguntó mientras miraba hacia el infinito con el ceño fruncido - Así que era cierto... - murmuró entre dientes casi para sí - ¿Un noble mordió a una sirvienta? ¿Es eso lo que me quieres decir? ¿eso fue lo que alarmó a todo el cuerpo de guardia?... caramba. Por supuesto... ¿no sabrás de que noble se trata, verdad?

Meridiar miró el cubo y los cepillos como si nunca se hubiese planteado la posibilidad de que pudiesen de algún modo desprenderse de la mano de aquella chica. No pudo evitar entonces una mirada curiosa hacia las manos de ella, manos hechas al trabajo y rosadas por la humedad. Tan diferente a aquellas con las que bailó la noche anterior que costaba creer que pudiesen entrar ambas en la misma categoría genérica de mujer.

- No me gustaría que tuvieses porblemas por desatender tus tareas por mi causa. - volvió a mirar el cubo como si le incomodase el hecho de que estuviese allí - Ve a dejar el cubo, no obstante, si puedes hacerlo. Te agradecería que me acompañases. Podría llevarme la mañana entera hacerlo por cuenta propia. Si alguien os pregunta podeis decir que es Meridiar de Loorgyll quien os lo ha pedido.

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24/01/2008, 16:02
Rikke

Siento su mirada sobre el cubo que sostengo, incómoda me remuevo un poco, deseosa porque se volviera a perder en el infinito… El nombre del noble es Veeryn mi señor Meiriadar era algo que suponía averiguaría tarde o temprano, no pasaba nada por revelarlo...mi voz vuelve a convertirse en un susurro al pronunciar nombres propios…nunca se sabía quien podía estar escuchando…esa era una de las máximas que se aprende al vivir en el castillo…

Gracias mi señor, enseguida volveré… con una pequeña reverencia abandono por un instante el pasillo al serme concedido el permiso para aliviar la carga que llevaba conmigo…por lo menos no parece amenazador, no podría soportarlo por hoy…me desplazo a buen paso, dando un traspiés cuando estaba a punto de doblar la esquina…derramando algo de agua sobre el piso…suspiro silenciosa… Traeré algo para recogerla a la vuelta desaparezco, no tardaría en regresar..

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24/01/2008, 16:40
Meridiar de Loorgyll

- Veeryn - repitió para sí como si de ese modo escribiese con buena caligrafía una nota mental. Teniendo en cuenta que era probable que, vista la facilidad que tenía aquella chica para retener su propio nombre, Meridiar, fácilmente Veeryn podía ser Fermyn, Verdyn o Wëndym.

Dejó que la sirvienta se alejase y, acariciándose el mentón se acercó hacia uno de los recovecos del pasillo y lo observó con curiosidad. Lo tocó como quien ve por la punta de los dedos y sintió el frío y suave tacto de la piedra tallada. La mirada fue a uno y a otro lado del pasillo como si tratase de medir algo. Caminó atravesando el corredor hasta el lado opuesto repitiendo la misma comprobación. Mordiendose el labio y sumido en sus pensamientos, con las manos a la espalda, esperó a que regresase la chica del cubo sin el cubo.

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24/01/2008, 17:09
Rikke

No pasa demasiado rato hasta que nuevamente aparezco en el recodo del pasillo, antes de dirigirme al encuentro del noble me agacho donde antes de derramo el agua, con un trozo de tela viejo que tenía en las manos procedo a secar el agua anteriormente derramada…apenas es un minuto de silencioso trabajo, tratando de obviar la presencia de aquel hombre…

Me incorporo estrujando el paño para que no quede agua en él…después de un par de intentos parezco satisfecha, así que lo doblo y lo introduzco en el amplio bolsillo de mi vestido…con las manos libres y pasos cortos y rápidos me acerco a la posición de Meridiar…la mirada baja Mi señor, le guiaré al lugar que antes me ha solicitado… por un momento espero sus órdenes, pero recuerdo que él no sabe el camino, es por aquí , digo comenzando a desplazarme en dirección opuesta a la puerta de oscuros recuerdos…

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26/01/2008, 20:10
Director

En el momento en que los pasos comenzaron a alejarse, el sonido evidente, como el trino de una bandaba de pájaros de metal, se hizo abanico al traspasar la puerta de la habitación tres hombres armados y hacerse finalmente visibles, dos de ellos con cota de malla y uno con armadura de placas sin casco. Los ojos del de placas eran negros e intensos incluso desde esa distancia, y se clavaron un momento en la joven Rikke, antes de hacer una señal a los otros dos que le acompañaban, quienes asintieron y se perdieron por el otro lado del pasillo, de donde antes había aparecido el fryllë.

Hablando de él, su túnica gruesa y áspera salío también de la puerta y llamó la atención del hombre armado. Meridiar vio que llevaba una banda blanca de seda, cruzada sobre el peto. En Los Prados, por consenso de nobleza tras la guerra, se otorgaban bandas de la mejor seda a aquellos hombres encargados de una alta tarea.

El fryllë miró poco convencido y le habló al oído. Lo que hizo que el abanderado se estirase aún más e hiciera un aspaviento, una exclamación impropia de su aspecto serio, como si al fin algo le satisfaciera. No fue ese el caso del fryllë, que miró con la misma expresión neutra, e incluso pareció encogerse de hombros. Salió entonces Coraar a unirse a los dos, y el fryllë aprovechó el momento para hacer ademán de despedirse. Con pasos ágiles propios de su constitución imponente, logró distancia enseguida y pareció desaparecer por el hueco del pasillo por donde había venido mientras el mayordomo hablaba con el dueño de la plateada armadura.

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26/01/2008, 20:19
Director

Notas de juego

Información adicional:

Jorgall es un capitán de la guardia. Crees que se encarga de una sección de la muralla y la distribución de suministros en la puerta principal, aunque no estás segura. Normalmente no es el que está dentro del castillo, la seguridad del interior es normalmente responsabilidad del capitán Amryyrr, un buen hombre barbado, diplomático y discreto que sabe solucionar los problemas con calma y discreción. Es tanto un senescal como un castellano.

El fryllë es Cassyr. En tiempos fue un soldado joven que escuchó la Voz, eso se dicen, durante unas fiebres mientras se recuperaba de unas graves fiebres ocasionadas por las crueles heridas de una emboscada de la que nadie más sobrevivió. Es un hombre serio de gran erudición. Sólo su origen humilde y su escasa diplomacia lo han separado de un puesto mayor dentro de la Orden. Sin embargo, su palabra y su ciencia es muy respetada por todos, tanto por los llanos como por los poderosos.

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28/01/2008, 09:26
Rikke

Al sentir aquellos oscuros ojos sobre no puede evitar un escalofrío, no entiendo el motivo, pero no me ha gustado en absoluto, parece que demasiada gente se fija en mi presencia últimamente, me siento confusa y perdida, ficha de un juego que no alcanzo a comprender, ni quiero hacerlo…inconscientemente hemos detenido nuestros pasos, para observar lo que sucedía, guiada por la mirada que el noble les dirigió…

Ahora que podía verlo con más detenimiento había por fin reconocido al fryllë, pero dudo que eso me sea de mucha utilidad, más bien todo lo contrario…esa sensación de que todo va mal regresa en una terrible oleada…provocándome unas enormes ganas de echar a correr y llorar hasta derramar ese sentimiento…pero simplemente suspiro, y con un nuevo esfuerzo bajo la mirada nuevamente al suelo de piedra…

Cuando gustéis mi señor Meridiar digo en apenas un susurro…

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28/01/2008, 10:45
Meridiar de Loorgyll

El joven noble ocultaba su mirada atenta a la escena que se le presentaba delante. Los ojos negros del abanderado dirigidos hacia la sirvienta hicieron que Meridiar los siguiese tambien. Órdenes veladas, susurros y gestos que le eran ajenos.

Una invitación de su guía a proseguir el camino hizo que se despegase de aquella interesante trama. Buscó la mirada del mayordomo por última vez. Y realizó un gesto de despedida que no hacía sino poner en evidencia la conversación pendiente emplazándola a otro lugar y otro momento.

Siguió a la chica mirándola con interés.

- El hombre del peto metálico... el de la banda de seda blanca... el principal Jorgall ¿supongo bien?

Conocía a ese tipo de personas, aquellos a los cuales sólo la sangre podía satisfacerlos. No le gustaría estar en el lugar de su objetivo.

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28/01/2008, 11:04
Rikke

No me es indiferente la interesada mirada que el joven noble clavaba ahora sobre mí, era diferente a la de hace apenas unos instantes, aunque por otra parte, no se parecía a la del hombre de la armadura, lo cual en cierta manera, era un pequeño alivio, entrelazo mis manos, nerviosos, aún algo húmedas de haber fregado hace apenas unos instantes, las paso por el vestido intentando que se sequen…

Supone usted bien mi señor, ese hombre es el principal Jorgall, otro capitán de la guardia mucho más peligroso que aquel al que íbamos a ver, pero eso ahora no parecía relevante para nada en absoluto…

Mis pasos son seguros mientras atravesamos los pasillos y recovecos del castillo.

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28/01/2008, 11:22
Meridiar de Loorgyll

- Pareces moverte bien por palacio. - apreció el noble pero sin volverse a ella para observar cómo recibía tales palabras.

La mirada de Meridiar llegaba hasta el fondo del pasillo, de no ser por el muro que lo delimitaba se diría que se extendía mucho más allá.

- Desde mi llegada hace apenas unos días, sólo he recibido noticias desconcertantes. Un noble que muerde, un extranjero del norte que muere, demonios y miedos. ¿Siempre ha sido esto así o he tenido el honor de ser recibido en... uhm... tiempos convulsos?

Ante el silencio de la chica se giró comprendiendo que no pudiese entender sus palabras.

- Tomaba este lugar por un sitio tranquilo, remanso de paz y de civilización. Ciudad acogedora de las más finas artes y las más elevadas virtudes. Ay que las noches de palacio en Colmillo Sur nada tienen que envidiar a las lúgubres y oscuras noches sin luna de mi tierra. Oscuras sí, oscuras como la boca de un lobo.

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28/01/2008, 11:50
Rikke

No me quedaba más remedio que moverme bien por palacio, había vívido toda mi vida en él sin apenas salir del mismo, como mucho para ir a casa de mi prima o alguna visita ocasional al pueblo, el castillo era mi mundo, el centro del universo, lo demás, simplemente, sólo existía en historia que contaban los moradores del mismo…

He nacido aquí, lo conozco bien respondo en tono neutro, él seguía hablando, casi más para si mismo, hasta que finalmente me hacía preguntas que no podía responder, estaba claro que mi vida ha cambiado en estos días, pero no sé si cambiaba constantemente la de alguna persona…

A pesar de todo, no pude sino levantar la mirada durante un fugaz instante para observar la de aquel hombre que hablaba de oscuridad…luego regreso a mi posición habitual, esperando que no se haya dado cuenta, siento la sangre que sube a mis mejillas, me siento obligada a decir algo… El palacio de Colmillo Sur es un lugar muy grande mi señor, y en él pasan muchas cosas... el noble hablaba de un extranjero asesinado, supongo que eso le preocupaba...

Los demonios y miedos siempre están presentes mi señor un escalofrío recorres mi espalda al recordar a mi prima, su terror...su relato... pero el extranjero fue asesinado por un grupo de aldeanos, dudo mucho que eso sucediera aquí entre estos muros temo haber sido demasiado insolente en mi respuesta, así que nuevamente permanezco en silencio, no consigo entender a este extraño hombre...

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28/01/2008, 18:26
Meridiar de Loorgyll

El palacio de Colmillo Sur era un lugar muy grande y en él ocurrían demasiadas cosas. Era tan complicado como necesario desentramarlas. Imposible era llegar a todos lados, pero cubrir el área por el que uno se movía era, como poco, mandatario.

El comentario sobre el extranjero asesinado le heló la sangre. Habiendo querido tantear el terreno no esperaba una respuesta tan acertada. Se detuvo un instante y miró a la sirvienta a los ojos como buscando en ellos la certeza de lo que acababa de oir. Después se irguió de nuevo, tragó saliva y miró disimuladamente a izquierda y derecha. Emprendió la marcha de nuevo y habló con un tono sensiblemente más bajo.

- Laggross de Nyrr, ayer por la mañana, en la plaza del pueblo. Lo sé. Se dice que, efectivamente, ha sido gente del pueblo. Es lo que se dice pero no he tenido noticias de que se ejecutase a nadie. ¿Sabes tú sobre lo que ocurrió?

Al llegar a un pequeño patio del que partían nuevos corredores Meridiar adelantó:

- No es necesario que tomemos el camino más corto para llegar hasta el capitán de la guardia. No te preocupes por tus tareas. Me haré responsable de tí si la demora te ocasiona algún problema. - pensó un momento y continuó - No me has dicho tu nombre, por cierto.

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29/01/2008, 10:57
Rikke

El noble me produce una desconcertante situación, me inquietaba su presencia, si, eso es evidente, pero de la forma en la que lo hacían otros nobles, el principal Jorgall o incluso Eddyck…puede que sus intenciones fueran las mismas, pero sus maneras desde luego mucho más sutiles…en cierta manera, por cuando clava sus oscura y profunda mirada en la mía…enseguida bajo la vista, confusa y un poco aturdida…

Sé que el hermano del noble que murió iba a pedir justicia al Donner…siento no saber mucho más mi señor nuevamente una disculpa innecesaria…asiento ligeramente a la propuesta de aquel hombre, tampoco podía hacer mucho más, pero desde luego, a pesar de que no estuviera realmente tranquila, pasear por el palacio siempre era más agradable que estar realizando cualquiera de mis tareas rutinarias…

Me llamo Rikke mi señor y un primer esbozo de algo parecido a un intento de sonrisa acude a mi rostro…

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29/01/2008, 11:30
Meridiar de Loorgyll

- Bien Rikke. Pareces una chica bien despierta y tus ojos... tus ojos parecen más acostumbrados al fulgor de estas paredes que los míos, deslumbrados y nuevos. Quizá vuelva a necesitar de tu servicio como guía. Quizá otra vez para el dónde. Quizá tal vez para el cuándo o para el quién.

Meridiar hablaba con tono severo pero amable. No parecía estar dando una orden pero tampoco pidiendo un favor. Dejaba traslucir en sus palabras un trato bien formado.

- En mi habitación hay fruta fresca y queso. Puedes venir cuando quieras a limpiar allí si de algún modo algo que viesen esos azules ojos tuyos te inquietase en el alma. Sabré escucharte en confianza y agradecerte con generosidad.

La oscuridad de los ojos del noble cayó sobre los de la jóven. No parecía sin embargo la oscuridad de un pozo, abismo insondable, sino la de una noche negra salpicada por el pálido brillo del reflejo de una luna distante. Su rostro serio y pensativo, como el que mira con atención una efigie sin pretender que ésta pueda devolver la mirada. Esbozó entonces una sonrisa, buscando la aquiescencia de la sirvienta.

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29/01/2008, 17:55
Rikke

Aquellos ojos negros buscaban una respuesta que ya conocían de antemano, es difícil negarse cuando no se te está permitido hacerlo, cuando el sometimiento era algo tan arraigado que se había convertido en hábito…en el fondo…todas las personas que conocía buscaban sacar provecho de mí…lo cual sinceramente, veía comprensible hasta cierto punto…

Pues tal era el destino que había marcado mi condición, aceptada sin preguntas ni quejas…pero también es cierto, que era mucho más fácil acatar órdenes cuando estas se camuflaban detrás de un tono cordial…detengo mis pasos y me vuelvo hacía él con el gesto sumiso que se me supone…

Mis ojos siempre han vivido detrás de la luz mi señor, y se han acostumbrado a una oscuridad donde ven sin ser vistos… después de todo sólo era un fantasmas más de los que vagaba por el castillo realizando tareas invisibles… al final de este pasillo se encuentra el lugar al que me habéis pedido que os traiga, pero si lo deseáis, el patio tiene de la izquierda tiene una hermosa fuente... el temor casi reverencial del principio del largo camino se ha desvanecido en gran parte a pesar de que las palabras de su madre martilleaban incesantemente en mi cabeza…

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29/01/2008, 18:26
Director

Por el rabillo del ojo, Rikke ve moverse una sombra recia en el pasillo de enfrente. Habían bajado hasta situarse en la base de uno de los jardines que decoraban los pasillos columnados. Al otro lado de uno de esos pasillos, sumido en la sombra que le daba la protección del techo alto junto a la pared, la malla negra característica del capitán Amryyrr despuntaba sobre el plateado de dos guardias que lo escoltaban. Se movía ágilmente, con prisa y los jóvenen hombres, aunque fuertes, resoplaban, seguramente de haber pasado el día de aquella guisa.

Meridiar no parecía haberse percatado de aquello. La dirección del buen capitán era directa a su despacho, por el mismo camino que ellos llegaban, pero por el pasillo paralelo.

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29/01/2008, 18:32
Director

Habían descendido dos pisos hasta la base de un jardín, y el olor a tierra fresca a la sombra acarició las fosas nasales del noble. Las columnas jaspeadas enmarcaban el el trazo de los árboles y los matorrales en flor, algunos ya con fruto temprano, mientras guardaba el techo alto del pasillo una sombra que era amable a ciertas horas de mucho Sol. El noble se solazó un momento con los abedules y los castaños, sobre la madreselva que lo invadía como un amante celoso, entre jaras y espliego, con olor de lavanda, tomillo y brezo. Un festival de aromas embriagador que podía hacer cambiar el curso del ánimo del más abatido de los hombres.

Por lo poco que sabía, la sirvienta le llevaba por buen camino. No conocía a ese capitán de la guardia, o al menos no recordaba a ninguno en el breve tiempo que llevaba allí, pero el piso más bajo guardaba los archivos y los despachos de los llamados administradores y, temporalmente, principales, cuando los había. El Donner era un hombre sabio, pues había sabido rodearse de conocimiento y lealtad en las materias que desconocía, y había sabido también recompensar la valía en buena medida. Todo aquello granjeaba enemigos, por supuesto, ya que nunca podía encontrarse la forma de hacer felices a todos, pero al menos los tenía al otro lado de la muralla, y bien lejos, y, si había que hacer caso de las habladurías, también vigilados.

El arte de sonreír a tu contrario era tan fino como el de la espada. El que lo dominara, fácilmente dominaría la tierra, si la suerte, esa voluptuosa ramera, accedía a darle su virtud.

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30/01/2008, 11:34
Meridiar de Loorgyll

Las palabras de la sirvienta le hicieron ver que había acertado en su juicio al verla. Mucho más de lo que aparentaba. Sonrió con cordialidad pero asomando en sus ojos un depredador agazapado. Ella no era la presa, parecía evidente, pero eso no dejaba de convertirlo en cazador.

Giró su mirada hacia el patio, hacia aquella base de jardín de olor a tierra fresca, columnas jaspeadas y hermosa fuente. Retomó la atención no obstante al final del pasillo.

- No será necesario, Rikke. Creo que podré continuar solo desde aquí. No quisiera demorar más de lo imprescindible mis asuntos con el capitán de la guardia. - la miró entonces y ella bajaba la mirada como si mirase al sol - Confío en volver a verte pronto. Eres una chica lista y de ojos inquietos. Hazme saber cualquier cosa que te turbe tu espíritu. Sobretodo si es concerniente a los Nyrr. Yo me encargaré de que encuentres la satisfacción merecida en hacerlo.

Acercó su mano hacia la mejilla de la sirvienta, como con intención de acariciarla pero se detuvo a mitad de camino y quedó suspendida en el aire. Miró la yema de sus dedos y se los llevó hacia sus propios labios pensativo.

- Hasta entonces Rikke. - dijo finalmente.

Hizo una breve y graciosa inclinación con la cabeza y se dirigió con paso rápido hacia el final del pasillo, hacia la estancia donde se encontraba el capitán de la guardia.

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30/01/2008, 11:53
Rikke

Palabras que suenan a promesas...no era el peor de los hombres con el que me había topado hoy, por lo menos en las formas...pero había algo en él que me indicaba que podía ser tanto o más peligroso que los demás...

Estaré encantada de volver a ayudarle en lo que necesite mi señor Meridiar

Un nuevo asentimiento y una tímida sonrisa como respuesta a su pequeña inclinación de cabeza...y me doy media vuelta para regresar a mis obligaciones...me hubiera gustado echar un último vistazo, pero si él sigue observando sería un error...hay veces en la que es mejor no mirar atrás...