Partida Rol por web

El grupo esperaba preparado para cualquier cosa que saliera de la oscuridad, y no tuvo que esperar demasiado. De pronto cuatro figuras gélidas surgieron de entre las sombras. Eran muertos vivientes de aspecto humanoide, en distintos estados de putrefacción, pero su principal característica era que estaban recubiertos por una fina capa de hielo, como si se tratase de cadáveres sacados del fondo de un lago helado. Las cuencas de sus ojos brillaban furiosamente con una luz blanquecina pálida. A medida que se aproximaban el grupo tenía la sensación de que la temperatura de la sala descendía todavía más. Era difícil determinar si había más criaturas similares aguardando en la oscuridad...

La nigromante se adelantó apresurada, más por la emoción y la inquietud, que por valentía. -¡MARAVILLOSO! -Exclamó entusiasmada por el extraño hielo que recorría la piel de aquellos muertos vivientes -Nunca oí ni ví cosa semejante...¡esss increíble! -Luego señaló con el dedo a uno de ellos y pronunció las palabras de un oscuro hechizo -Perturbare mortis, perturbare sua corazón inlatens. -Y un rayo de energía salió de su falange en dirección al muerto viviente helado más cercano. -A ver como reaccionan a esto...tengo curiosssidad.

De los dedos de Mama salió un fino haz de humo blanquecino que a gran velocidad se dirigió hacia el más cercanos de los cadáveres helados. Sin embargo, por desgracia, pasó muy por encima de su cabeza sin causar daño alguno.

La nigromante observó con verdadera curisosidad a aquellas criaturas. Pese a haber estudiado gran cantidad de grimorios conocidos sobre el arte de la nigromancia las características de aquellos muertos vivientes no le eran comunes. Sí, en su aspecto general parecían meros zombies, aunque se movían con más rapidez. Aparte de eso la escarcha que los recubría parecía regenerarse a medida que les caía cuando se movían. Eran, desde luego, una clase extraña y nueva para Mama de criaturas no muertas. La sensación de que el aire se enfriaba no era meramente ilusoria: efectivamente descendía la temperatura a medida que las cosas se aproximaban... La maga se preparaba para lo peor, era más que probable que aquellos seres encontrasen alguna utilidad a su poder de enfriar sus alrededores...

-¿No notáis el frío? Se intensifica con cada paso que dan...no sé si ese hielo que les cubre, les protegerá como una armadura, pero lo que estoy segura es que con tanto frío nos entumecerán los músculos y serémos tan lentos o más que ellos en nuestros movimientos. ¡Necesitamos calor!

- Así que el frío los protege? - preguntó el pequeño druida mientras una sonrisa traviesa se dibujaba en su cara - trataremos de arreglar eso - como de costumbre Rómulo estaba trazando planes... solo quedaba ver si sus compañeros estarían de acuerdo.

Bhian vió como Mama entraba en la sala, no sabía de lo que eran capaces esas criaturas pero no iba a dejarla sola, asi se adelanto y se puso delante de ella en posición defensiva con el arma lista. Mientras se preparaba para recibir a esas criaturas un pensamiento fugaz paso por su mente.- Mama se sentía fascinada por esas criaturas ¿ cuan cerca esta del lado tenebroso ? - pero el pensamiento se marcho tan rápido como había venido - es una locura,ha demostrado su lealtad- se dijo para si, y no pudo evitar echarle una mirada fugaz

Arthedain fija su atención en los muertos vivientes que se acercan, y murmura unss frases arcanas, tras lo cual el filo de su espada pasa a brillar como si estuviera cargada de energía positiva.

Arthedain murmuró unas palabras y su hoja vibró levemente. El elfo se sitúo esperando la llegada de los muertos vivientes... Mientras tanto Rómulo empezaba a murmurar unas palabras mientras Robin y Gaius se posicionaban...

Robin, viendo la lentitud con la que avanzaban aquellas criaturas, se dirigió hacia ellas con paso decidido. El clérigo, en un acto de confianza ciega en su Fe, se plantó ante aquellos seres y, empuñando la Sagrada Moneda de Random, empiezó a recitar una oración.

- ¡Huid, criaturas del Averno! ¡Retroceded, el poder de Random os obliga!

Tras mostrarles la cara de la moneda, Robin la lanzó hábilmente y, tras dar varias vueltas, el clérigo la cogió al aire con su guantelete. Antes de mirarla, no pudo evitar pensar "por favor, que salga cara, que salga cara..."

Gaius presencio como sus compañeros iban entrando a la habitación y desplegándose en la misma. El no iba a ser menos. Portando aun su arco entro rápidamente colocándose algo retrasado detrás del flanco derecho de Robin, tenía la intuición de que el clérigo atraería a esos seres inmundos como la luz a los mosquitos.

Fijo una flecha en su arco y empezó a estirar la cuerda ,pronto tendría un tercer ojo uno de esos cadáveres helados…

Robin miró la moneda y sintió el poder que emanaba de la petición a su dios. Los monstruos, por un momento, parecieron indecisos. La sonrisa del sacerdote, sin embargo, se congeló en sus labios cuando continuaron avanzando impenitentemente pese a la fuerza de la expulsión... Había un aura de maldad a su alrededor que parecía fortalecerlos frente a la orden divina...

Al ver que nadie parecía dispuesto a luchar en el pasillo como pretendía Mosest, éste simplemente se encogió de hombros y corrió hasta ponerse al lado de Robin. No parecía que el escudo de su fé fuera muy efectivo en esta ocasión, ¡así que el paladín no pudo hacer menos que protegerlo con el suyo propio!.