Partida Rol por web

- ¿Eslabón perdido? No sé a qué se refiere. Ellos son como humanos de las cavernas ésos que hay en museo ése de Boston. Son como humanos y monos, una mezcla entre las dos. Tienen mucho pelo, el cráneo alargado y aunque son inteligentes, apenas alguno sabe hablar. Casi siempre se comunican con gruñidos y gestos. Todos los días les voy a ver, les doy de comer y juego con ellos.

- Pero... y vamos a ver, ¿hacen ruidos? son ésos ruidos de ellos o no¿ y el olor es de ellos? viven en un  refugio o dónde viven exactamente, ¿Silvia?

- No, los ruidos no son de ellos. Tan sólo gruñen, no zumban ni hacen cosas raras. Viven en una cueva que sólo yo conozco.

Os mira y dice

 - entonces creo que deberíamos ir a ver la Torre de Incendios y luego volver  a por ti para que nos lleves a ver a tus amigos. ¿No les parece?
 

Se cruza de brazos y dice

- de ninguna de las maneras llevaré a curiosos hasta allí. Los Sasquatch han estado siempre en su mundo ajeno al hombre blanco y no haré nada por cambiar eso.

Sasquacht. El "pies grandes". Eso si le sonaba familiar. Una especie de hombres salvajes y peludos que se decía que vivían en zonas aisladas de América, pero creía que era una leyenda. Aquella mujer afirmaba que conocía no uno, sino una colonia entera de esas criaturas.

- ¿Sasquacht? Tenía entendido que era una leyenda más que otra cosa

¿De que te sorprendes a estas alturas, Konrad?

- No obstante, de ser cierto, eso explicaría un poco el por que estoy... estamos aquí

—Interresante... —musité mientras me mesaba la barba. No había contemplado esa posibilidad, pero de ser así, eso explicaría lo del eslavón perdido y las leyendas de los bosques de EEUU.

Y, ¿quién dice que el cráneo que vimos abierto y del que se habían comido el cerebro era de un mono y no de uno de estos seres? ¿Y si todo tenía relación?

El nombre me resultaba vagamente familiar pero no lograba ordenar mis recuerdos de la facultad. Quizá coincidió con alguna francachela de la hermandad, el caso es que ya me enteraría de quienes eran esos subhumanos.

Has oído rumores acerca de que son criaturas humanoides que habitan sobre todo en los espesos bosques de Canadá y nor te de EEUU e incluso se dice que están relacionados con seres prehistóricos de Groenlandia.

En realidad, existen en la actualidad y no son tan antiguos como la gente piensa, simplemente, forman una cultura totalmente aislada. Son inteligentes pero no a niveles humanos, son capaces de ejecutar tareas simples e incluso se dice que pueden hablar.

Hay decenas de testimonios de encuentros con ellos y que pueden ser incluso peligrosos. Al parecer, están recubiertos  de pelaje naranja.

Los SASQUATCH son criaturas muy reconocidas en el mundo de lo Oculto, hay centenares de artículos y testimonios de encuentros con estos seres, que al contrario de lo que se piensa, no tienen absolutamente nada de prehistórico, son tan actuales como la especie humana, lo que pasa, es que son descendientes directos de los Voormis de Groenlandia, una especie ya extinta y muy inteligente, ambas son adoradoras de dioses ya olvidados para la civilización humana*.

Los SASQUATCH son inteligentes, pero no tanto como sus antepasados, serían el equivalente a un subnormal, pueden pensar y comunicarse pero no son capaces de resolver un problema matemático sencillo. Pueden usar determinados objetos e incluso se dice que manejar armas, son trepadores y buenos cazadores, viven en cuevas o rudimentarias cabañas.

En cuanto a su aspecto físico, son enormes humanoides cubiertos de un espeso color rojo - anaranjado a excepción de los antebrazos, piernas y rostro. Sus largas piernas acaban en enormes pies con dedos con forma de garra almohadillados para un mejor agarre en la nieve, pues se cree que habitan zonas boscosas sobre todo de Canadá.

- Yo jamás había oído hablar de ellos antes de llegar aquí. Y ahora resulta que soy su única amiga...

- No se confunda, esas criaturas viven en comunidades en varios territorios, no es la única comunidad que existe en el mundo. Es más, según creo, hay varias personas que han vivido entre ellos. Nos tiene que llevar a su comunidad, quizás estén en peligro y estos señores pueden defenderles. Piénselo unos minutos, no tenemos mucho tiempo.

- De hecho -apuntó Konrad mirando fugazmente a Dimitri- mis tres compañeros y yo estamos aquí a petición de la policía de Providence por una investigación relacionada con esas criaturas. Por lo visto sus "sasquacht" no han sido tan discretos como cabría esperar y unos montañeros vieron algo cuando pasaron un fin de semana de acampada en esta región. Denunciaron su avistamiento a la policía y aunque en principio no se les tomó en serio, recurrieron a mi y al señor Welles y nos pagaron para investigar por la zona. Contacté con mi amigo Harper, que es antropólogo como ya ha dicho, por si pudiera ayudarme en este encargo, y él creyó conveniente que el señor Kuznetsov nos acompañase por su conocimiento sobre... criaturas extrañas. Contactamos con el señor Passelov y su colega a través de un amigo común para disponer de un sitio donde hospedarnos mientras durase nuestra investigación. Si me dejase comprobar que tales criaturas no son peligrosas para nadie como usted dice, puede que pongamos en nuestro informe que no hemos encontrado ni rastro de tales criaturas y mantengamos a los curiosos apartados de esta zona

Era todo mentira, por supuesto, pero confiaba en que aquella mujer no tuviese forma de saberlo y que Dimitri le siguiera el juego

A medida que Konrad va hablando, en el rostro de la mujer se suceden una larga serie de expresiones de emociones diferentes, lo que al principio es una clara incredulidad se transforma casi en un agradecimiento

- ¿de verdad no pondrían nada en el informe? Si es que ya sabía yo que no podrían estar aislados mucho tiempo, más tarde o más temprano alguien les iba a encontrar, además que ahora llegará más gente del Este a estas tierras tan despobladas, es inevitable.

Mira con cara de póker a Konrad, la historia era tan surrealista que sonaba convincente.

- En ese caso nos vamos, pasemos primero por la Torre de Incendios.

- Vale, creo que dejaré aquí al perro. Como he visto que llevan armas, tan sólo cogeré mi bastón de andar- dice yendo hacia la entrada de la casa.

Susurrando

- Aún no me creo que la haya convencido con esa patraña... vámonos antes de que se arrepienta.

Konrad se puso en pie, satisfecho, y sonrió a Dimitri

- Todo es cuestión de psicología

Me levanto como puedo de la silla tras la parrafada de Konrad, procuro poner cara de póker durante toda la historieta. Por suerte se lo he visto hacer en numerosas ocasiones y sé que se trata de un profesional.

Sea como sea tenemos el camino libre hacia los humanoides, sean lo que sean. Al final me voy a llevar algo interesante de vuelta al departamento, quizá así sea más respetado.