Partida Rol por web

Ante la posibilidad que había dado de que el cuerno podía ser de un aliado, rápidamente los soldados imperiales se apuraron en sacarme de mi error...eran orcos y no tardarían en estar entre nosotros.

- Pues entonces ya estamos corriendo otra vez.

La estrategia estaba clara salir lo más rápidamente posible del lugar para impedir que los orcos nos alcanzaran, pocas posibilidades tendríamos de salir bien parados si nos trabábamos en combate con varias patrullas.

ejem,.Gruño por lo bajo al oir como alguno nos echa la culpa la enano y a mi pero no es el momento de entrar en discusiones sobre todo con ese cuerno que suena anunciando muerte  .Poco a poco comenzamos a subir y el camino ya de por si difícil se va a complicar con el carro y los animales .

El día atraves de las colinas dio paso pronto a la noche para el momento en que los mercenarios alcanzarón el duro ascenso a traves de la cima de las montañas en un intento por llegar al otro lado. Para aquel momento se hacia notorio que Lorantha y Melissa estaban teniendo muchos problemas para guiar a sus corceles a traves de la inclinada elevacion que enfrentaban; incluso en cierto momento Lorantha había caido del corcel hacia un peligroso barranco y solo por la pronta ayuda de Melissa y Alfred que habían resultado buenos escaladores, no le había pasado nada. Lorantha había intentado salir por si misma pero quizá por el dolor se notaba torpe en la tarea; Kurt quien había sido de los primeros en intentar ayudar, no tardo en darse cuenta de que su mano aun estaba mal como para intentar tan dificil tarea.

Ya mas tarde, por sobre las montañas, la astuta y diestra Melissa había dado casa a un pequeño cerdo de montaña; aunque su jubilo por la sorpresiva proesa, no había reparado en que en su celebración se había colocado en una posición que se distinguia desde la distancia, por suerte ya era de noche.

Era de madrugada cuando su guia, el explorador Jalon les hizo parar en alto para adelantarse el solo en la oscuridad de la noche. El grupo, en completo silencio y a solas en la oscuridad de un terreno desconocido, tuvieron que esperar mas de un cuarto de hora hasta que el experimentado hombre regreso.

-Hay dos Goblisn mas adelante, están custodiando el viejo paso enano hacia el valle, probablemente sepán que algo o alguien merodea la zona o quiza simplemente estan vigilando el valle mas abajo. De cualquier modo son un peligro, si seguimos avanzando nos verán, si tomamos otro camino es probable que nos vean al amanecer y de la alarma. Solo veo dos posibilidades, encargarnos de ellos sigilosamente o bien descender la montaña y tomar otro camino, aunque lo ultimo podría ser igual de arriesgado. Mientras mas nos demoremos, mas facilmente caeremos presa de aquellas bestías-.

Las sorpresas no dejaban de aparecer en nuestro camino y tal parece que los peligros aumentaban sin parar. -Ya no podemos seguirnos desviando, a mi parecer la mejor salida es matar a esas pequeñas bestias de forma silenciosa y coordinada, la elfa me parece la opción mas obvia para cargarse a esos engendros sin llamar la atención, aunque necesitamos alguien igual o casi tan buen arquero como ella para darles muerte de forma simultanea. Explorador, que tan cerca están el uno del otro? es decir, es posible matarlos individualmente sin que se den cuenta? o están lo suficientemente cerca como para tener que despacharlos al mismo tiempo? -

-Desde luego, dar un rodeo a estas alturas sería algo asqueroso. Debemos quitarnos de en medio a esos pieles verdes y seguir. Yo puedo disparar, si nadie más se ofrece-apuntó el mercenario, aún sentado en el carro, pero con la ballesta siempre cerca por si había problemas. 

Melissa en la cabeza de nuevo como exploradora eventual, se toma muy en serio su papel, sea cual sea, y pone todo su empeño en ello. De esta manera también descubre en otro ángulo un reflejo extraño. Se adelanta también unos metros buscando un hueco entre dos piedras y los ve.

-Arriba a la izquierda. Un fuego. Dos goblins más- señala hacia donde están, aunque desde donde está el grupo no pueden verlos, pero Melissa tiene una vista excelente, y sabe lo que ha visto.

Se acerca a las alforjas de su caballo, coge la ballesta y un paquete de cinco virotes.

Contra los goblins y viendo las posibilidades que teníamos lo mejor era acabar con ellos, pero yo al estar sin flechas poco podía hacer mas que animar a mis compañeros.

- Ser certeros cuando disparéis....sino esto se puede poner peliagudo. 

Dos goblins, ¿eh? Deberría serr fácil. No soy muy diestrro con el arrco -dijo al tiempo que preparaba el arma y algunas flechas- pero una flecha más, es una flecha más.

Lamento no poder ayudar pero los  proyectiles no son lo mío y solo podria acertar a algo por causalidad .Digo al ver a los demás prepararse para abatir a los centinelas .Suerte y acabad con ellos porque si falláis al único lugar al que podremos retirarnos será al cementerio ...

El Kislevita estaba incomodo con la situación, todos sabían que el fiego guerrero del gelido norte del mundo había sido antes un militar y que por ello estaba acostumbrado a dirigir batallas en castillos o campo abierto, pero lo actual era muy distinto. Ahora se encontraban en medio de las montañas, con el viento soplandoles de frente y la oscuridad como enemiga, el sigilo era su arma y la furia no era su amiga.

-Olvida a esos dos, no alcanzó siquiera a verlos- dijo el Kislevita a Melissa quien se veia con intenciones de querer despacharlos. -Consentremonos en aquellos, quiza una rapida carga de espadas no haga demasiado ruido y con eso los despacharíamos sin problemas-.

-Son vigias, o quiza incluso una patrulla enviada a explorar los alrededores- dijo Jalon con suma serenidad, casi como sintiera que tenía completo control de la situación, probablemente ya había enfrentado situaciones parecidas con anterioridad. Aunque ahora era distinto y el imperial lo sabía. Ahora viajaba con un contingente grande de quince personas, mas corceles e incluso estupido carromato poco util en aquellos lugares.

-En cuanto se acerquen a ellos les escucharán y darán la alarma para luego escabullirse en la noche. Para el amanecer las montañas estarán plagadas de goblinoides. No, ese no puede ser nuestro plan- sentenció el hombre con suma seguridad, dando por descartado cualquier intento de convencerle de lo contrario.

-Los arcos son buena idea, pero disculpenme si no confio en su puntería e incluso el kislevita tiene razón intentar matar a aquellos que han visto junto a un fuego a lo lejos, es una proesa casi digna solo de los elfos. Habrá que olvidarnos de ellos por ahora y concentrarnos en los que estan camino abajo. Usaremos el sigilo y la puntería. Los mas sigilosos que desciendan preaparados para degollar a los Goblins si les dan alcance mientras que los que tengan mejor puntería que se preparen para disparar a mi señal. Distribuyanse los dos objetivos entre los mejores tiradores-.

-Yo seré uno de los asesinos- exclamó el mediano quien por raro que pareciese se estaba ofreciendo a exponer el pellejo. Aunque cierto era que, en caso de producirse un ataque, quien mas posibilidades tenía de escapar de allí en una pieza sería el mediano.

Atendiendo claramente la explicación del explorador, decido empezar a actuar como manda mi profesión, aplicando el sigilo que caracteriza a los saqueadores para que no se les detecte. Saco de mi mochila el manto con capucha y me lo hecho por encima, saco la daga enfundada y la ato a la parte de atrás del cinturón, en la espalda. Bajo del carro y me coloco al lado de Jaime: -Bien creo que me toca trabajar.  

y los demás que hacemos?.Pregunto al sentirme completamente inutil ya que no soy bueno con los proyectiles ni deslizandome en silencio.Si  os parece estaremos esperando y en caso de que falleis intentaremos actuar lo mas rápido posible  , no conseguiriamos evitar que den la alarma pero al menos podremos echaros una mano .

- Pues Alfred, rezar para que nuestros compañeros acaben con el enemigo sin que se les de tiempo a gritar para dar la alarma. Yo mismo iría pero según como tengo la  pierna soy capaz de despeñarme justo delante del goblin.

La verdad es que tendríamos que confiar en que nuestros compañeros pudieran hacer un trabajo fino, sin que nosotros pudiéramos hacer nada para ayudarles.

-Y prepararte para el fracaso también, si alguno de los asesinos silenciosos llega a fallar tendremos encima un centenar de esas criaturas antes de darnos cuenta, así que preparémonos para lo peor. Por otro lado el sigilo no es lo mio, así que volveré a cuidar la retaguardia, avísenme cuando comience el combate cuerpo a cuerpo, la especialidad de los enanos. -Sin decir mas me quedo al lado de los compañeros menos sigilosos con el fin de no estorbar a nuestros camaradas.

- Buena vista - susurró la elfa a Melissa, - un par de semanas más juntas y pensaré que eres uno de los mios - añadió pretendiendo hacerle un cumplido y dedicándole una cálida sonrisa.

Luego simplemente tomó una de sus flechas colocándola entre el mástil y la cuerda de su arco y se preparó para acercarse a una cómoda posición de disparo. Con un poco de suerte podría dejar volar un par de ellas más antes de los goblins pudieran dar la alarma. Lo difícil no iba a ser darles, al menos es creía, lo difícil era hacerlo de tal manera que no pudieran gritar ni avisar a nadie.

- Lista.- susurró mirando a Jalon no sin antes desearle también suerte a Grim, que decidía, tras mucho tiempo, salir de su mutismo y tomar la inciativa en hacer algo. Quizá la conversación que mantuvieron la primera noche que llegaron a la última fortaleza humana sirviera de algo.

El norsca cogió su arco. Pese a la aversión, se colocó cerca de la elfa Lorantha, para imitar lo que ella hacía antes de disparar. Podía sentir los ofensivos pensamientos de la elfa sin demasiado esfuerzo, pero a Trojan eso ahora le importaba menos que la cagada de uno de aquellos goblins a los que pretendía dar muerte.