Partida Rol por web

Junto a Hans y Trojan me coloco en la posición designada y tensando el arco apunto con cuidado esperando la señal para soltar la flecha si fuese necesario.
La espera se me hace larga mientras los encargados de silenciar a los pequeños seres verdes avanzan con cuidado par a no hacer ruido ni levantar sospechas.
- Espero que esto sea suficiente y evitemos los problemas o vamos a ducharnos en sangre verde.

Melissa estaba en una situación cómoda, apoyada la pesada ballesta contra una rama baja, sólo el homro podría dormírsele si esperaba mucho. Levanto la cabeza del arma para ver como iban los "asesinos" pero ya habían desaparecido. Se separó del tronco para quitarse el dolor de una costura del gambesón, y se apoyo más de medio lado. Tras un par de bocanadas grandes de aire volvió a poner su mejilla contra la culata de la larga ballesta. Apuntando hacia los goblins en la lejanía.

No era un disparo del todo difícil, pero esas criaturas eran duras para lo pequeñas que eran. El problema era abatirlas de un disparo. Eso era más complicado. Se puso un mechón rojo rebelde detrás de la oreja y continuó esperando.

El grupo de cuatro hombres avanzaba sigilo hacia el oscuro descenso que los llevaría hasta los dos poco preocupados vigilantes. El mejor de todos era Jalon, algo que sospechaban, pero de lo que no estaban tan seguros. Aquel hombre ya entrado en años era sumamente capaz en su tarea. Otro que daba muestras sorpresivas de su capacidad, era el enano Grunt quien contrario a su raza se movía con pies de mediano y avanzaba en completo silencio, aun mejor incluso que el propio Jaime quien era un ladrón experimentado.

Lamentablemente para todos, la desgracia vino de uno en el que muchos confiaban, el kislevita Domochievski. Éste, apenas avanzados unos pocos metros, trastabillo dejando varias rocas caer para ser rápidamente divisado por uno de los Goblins quien no acertaba a entender que era lo que sucedía. Un segundo error del mismo Domochievski le confirmó al piel verde que no estaba soñando, por lo que dándole el aviso a su compañero se apresuró junto a este a hacer sonar sus  cuernos para dar la alarma.

Tanto Jaime, Jalon y yo, habíamos realizado un descenso impecable, incluso Jaime, se había sorprendido por mi suerte al no hacer ni un solo ruido, no más que yo. Todo iba bien hasta que los tres oímos un crujido a nuestras espaldas, de tal magnitud que se nos hiela la sangre. Domochievski, ese enorme kislevita había echo crujir unas ramas, que habrían despertado a un muerto, lo peor es que había alertado a los goblins.

Ahora había que correr y alcanzar-los para que no den la voz de alarma, desenvaino mi daga, antes de emprender la carrera. 

Mierda, es el único pensamiento que surge en mi cabeza después de oír el ruido y ver como los dos goblins van a llevar sus sendos cuernos a la boca para soplar, así que no tengo mas remedio que disparar, apuntado como estaba no tengo mas que soltar la flecha y hacerla volar hacia mi goblin designado.
La flecha surca el aire rápidamente para impactar en el cuerpo del goblin al que golpea furiosamente. a la par que de mi boca sale un:- Toma Cabrón.

Melissa se despistó con el mechón que estaba colocándose cuando todo ocurre. El ruido de piedras rodando la hace mirar hacia ese lado como una tonta. Cuando vuelve su atención sobre los goblins, dispara su ballesta algo apresurada y el potente virote pasa cerca de la criatura verde, que se escapa por poco. Maldiciendo, miro con ojos muy abiertos como he fallado.

Mierdacabrónlamadrequelopariócomopuedetenertantasuerte- refunfuño.

Kurt lo sabía. Lo sabía incluso desde antes de que surgiera aquella idea y la pusieran en práctica. Estaba gafado, y si algo le podía salir mal, le salia mal. Y aquello no iba a ser una excepción. Suspiró, y apuntó brevemente antes de dejar volar el virote hacia uno de los goblins. 

La elfa podía escuchar claramente, desde su posición, como el kislevita se aproximaba a su objetivo, y los pelos de su nuca se erizaron cuando, tras escuchar cómo su resbalón, uno de los pieles verdes se movió en busca de la fuente de aquél sonido. Con el segundo resbalón ni se lo pensó, dejó volar la flecha que mantenía en su arco directa al corazón de su objetivo y rápidamente colocó otra en su arco.

Al ver que lo alcanzaba de lleno, lo mismo que hacía Nathan con su certero disparo, su mirada rápidamente se volvió hacia el otro grupo de goblings que Melissa habían detectado, con la esperanza de que estos no se hubieran percatado de la actuación de Domochievski.

- Que no se mueva nadie - susurró hacia sus compañeros. - Mantenemos la posición. - añadió a modo de instrucción toda vez que Jaime y el Kiselevita que eran quienes solián decidir sobre tales cuestiones no estaban con ellos.

Al parecer todo el elaborado plan se había ido al traste, ese Domo lo había arruinado y habíamos sido descubiertos en menos de lo que nos dimos cuenta, por suerte ya armado con mi maza y mi escudo no perdí ni un momento para descender al combate, fui detrás de Domochievsky ya que a pesar de que había quedado claro que sus habilidades como bribón eran un desastre por lo menos estaba seguro de que sus habilidades de combate cuerpo a cuerpo son excepcionales. -A la carga camaradas y que ningún goblin quede con vida, ellos no nos perdonarían a nosotros

El plan parece ir bien , los incursores se deslizan en silencia , los tiradores estan apuntando  y los que estamos en  reserva aguantamos la respiración esperando que todo termine .Y t de repente todo se va  al infierno en menos de un segundo ;gritos , ruido de armaduras.  Ahora ya no importaba el ruido solo entrar en combate lo mas rápido posible y acabar con los goblins antes de que lleguen más .Agarro la alabarda con las dos manos y corro hacia la pelea .

Aquello no parecía tan complicado, un pequeño grupo se les acercaba mientras Trojan colocaba uno de los goblin al otro extremo de la punta de su flecha; ignorante de lo que se le venía encima. Había otros arqueros con él. Era un plan sencillo, pero los mejores planes parecían ser los más sencillos.

Aunque los planes sencillos eran los que fallaban por la más sencilla razón. Unas simples piedras rodando habían bastado para que los asesinos fueran descubiertos; y no quedó más remedio que soltar las flechas.

!Maldita cuerda del arco que se escapaba entre sus gruesos dedos! ¡Estúpidas flechas que salían disparadas solo los dioses sabían dónde!

Las flechas y saetas surcaron los aires presurosas apenas el enemigo hubo de haber descubierto a Domochievski. La primera flecha en impactar fue la de Nathan quien impactó de lleno al goblin a la derecha en el pecho procandole tanto dolor que soltó casi al instante su cuerno de guerra. La saeta de Melissa hubo de pasar desviada, pero seguida de esta venía la propia de Kurt quien si logro impactar al goblin a la izquierda. La siguiente flecha fue la de Lorantha que dio de lleno contra el mismo Goblin en el pecho quitandole la vida al instante.
Mas abajo, Jalon y Jaime habían logrado llegar hasta el Goblin que había finiquitado Lorantha por lo que todo quedaba ahora en manos del enano Grunt quien poco despues llegó hasta donde se encontraba el goblin a la derecha que ya esta muy herido por el ataque de Nathan y que había soltado su cuerno.
Y en medio de toda la accion avanzaba el Kislevita quien había cometido el unico error en el plan hasta ahora. Las palabras de Lorantha no habían llegado hasta el aparentemente o quiza no había querido escucharlas. Caso distinto era el del enano Grim quien si debería de haber escuchado pero presa de la euforía de los enanos probablemente no le habría importando que había dicho la elfa por lo que se había lanzado en pos del kislevita.

Aun seguía maldiciendo al kislevita cuando alcancé la posición del goblin herido. Lo primero que hice fue patear el cuerno antes de que tuviera la oportunidad de coger-lo de nuevo. A continuación le propino un espadazo en el cuello.

Trojan había fallado, otra vez. Las flechas eran un instrumento de muerte que el norsca no dominaba en absoluto, pero al menos creía que los demás tenían el mismo problema y que de todos aquellos proyectiles alguno terminaría clavado donde debía.

Si no...siempre quedaba el hacha.

Ver salir corriendo a Grim elevando la voz en plena noche en una zona montañosa, tras su advertencia de no moverse y de mantenerse en silencio y tras él a Alfred, dieron un vuelco a su corazón. Aquella conducta la habría esperado de Trøjan, pero no de Grim.

Por un instante, se olvidó de los goblins y pensó en atravesar sus gargantas con una de sus flechas para mantener el sepulcral silencio de la noche, sin embargo, su mano se contuvo solo por una sola razón, iba a ser peor el remedio que la enfermedad, si los abatía, la propia inercia de su carrera posiblemente los arrojaría montaña abajo arrrastrando piedras en su descenso, lo que provocaría una mayor cantidad de ruido, que era precisamente lo que trataba de evitar.

Malhumorada negó con la cabeza, sabiendo que ya nada podían hacer para ayudar allí abajo, pues un disparo rápido y preciso, desde aquella distancia, en la noche y con compañeros en medio, era casi imposible. No solo podían perder un proyectil, sino que había altas posibilidades de herir a alguien del grupo. - Ni lo intentéis - , susurró viendo que Trøjan se disponía a intentarlo de nuevo. - Echemos un vistazo a ver si hemos alertado al otro grupo de goblins con nuestra torpeza.- añadió, asumiendo como propio el error colectivo, a la vez que se desplazaba, en silencio y con cautela, hasta una posición en la que se divisase al otro grupo.

Pues nada... Siempre había alguien que metía la pata hasta el fondo. Esta vez no había sido él, pero tanto daba. Ahora todo dependía de los que estaban más cerca, si conseguían rematar al goblin que quedaba rápidamente y más o menos en silencio, o simplemente aquello iba a más. El mercenario no sabía que pasaría, pero, por si acaso, recargó su ballesta. 

Quién diría que alguien  podía correr tanto con unas piernas tan cortas pero apenas podía   seguirle el ritmo mientras  descendía a toda velocidad esquivando piedras y  procurando no partirme la crisma .Espera ,algo va mal solo vamos él y  yo. Dónde están los demás?  .El enano se había dejado llevar por sus ganas de pelea , yo le había seguido sin pensar demasiado y ahora nos encontrábamos alejados del grupo de los tiradores .

La elfa había dicho que no nos moviéramos y eso es exactamente lo que tenía pensado hacer. Tenía grandes posibilidades de caer colina abajo si intentaba correr a ayudar a mis compañeros, con el consecuente ruido que podría ocasionar si lo hacía. Lo mejor era hacer caso...pero rezar a los dioses para que los arqueros o Grunt remataran la faena iniciada.

 Con un contundente ataque con su espada, Grunt le arranco el brazo el Goblin de un tajo, el cual, presa del dolor y la perdida de sangra acabo falleciendo en no mas de un minuto. El grupo había hecho más ruido del esperado, pero habían tenido éxito, y con algo de suerte nadie les habría escuchado.

Tras revisar la zona, el grupo liderado por Jaime y Jalon emprendió el camino de regreso dejando los cuerpos de los asquerosos pieles verdes atrás, camino abajo de aquellas montañas. Reunidos de nuevo en la cima, mientras que alguno que otro intentaba divisar a más posibles Goblins vigías o algún movimiento generado por el reciente incidente, Jalon meditaba la situación en la que se encontraban.

El carromato tenía que bajar la montaña y eso podría ser mas difícil que subirlo pues en la cima donde se encontraban, el camino de bajada era demasiado empinado para que los corceles fueran jalando al vehiculo. Lo correcto para él, y que se los hizo saber a los demás, era atar a los corceles detrás para que sostuvieran el peso mientras que un par de ellos se dedicaban a mantener al carromato por sobre el camino mientras descendían. Eso sin contar con que habría que aligerar el peso del contenido del vehiculo si no querían que ocurriese un inesperado accidente.

Al acabar con los goblins, Jaime y Jalon nos hacen señales para volver al carromato con el resto, limpio mi espada con la ropa del goblin nocturno y la envaino. Ahora lo difícil era descender, había que largar-se de allí con premura para evitar ser descubiertos y no delatar más nuestra posición de lo que ya habíamos hecho. 

Jalon nos explica una forma de hacer-lo sin poner en peligro los caballos y no alertar a nadie que pudiera escuchar-nos:-Puede ser un poco peligroso, pero factible. Recomendaría poner por delante del carromato a los que vean mejor en estas condiciones, al resto alrededor del carromato y a dos sujetando a los caballos.-digo en voz baja mientras descargo mi mochila del carromato para aligerar-lo.