Partida Rol por web

- Ponedlo en el fondo común si queréis - les dijo a Kurt y a Walter cuando trataron de devolverle el pago del peaje. - yo ya tengo lo que preciso. -

El camino siguió tranquilo cosa que le preocupó a la elfa, sobre todo por el inusitado silencio de Jaime. Le sorprendió también que ni siquiera intentase obtener beneficio de los mercaderes que intentaban aprovecharse de la protección de su nutrido grupo. Con todos los que se habían unido a ellos hasta llegar a las puertas de Karak Azgal sabía más que de sobra que el mediano, en condiciones normales, habría sacado una buena tajada.

Le sorprendieron más esos pensamientos que las 3 monedas de oro y 5 de plata que les pedían al Clan los enanos como peaje.

Aunque los mercaderes no se explayaron demasiado creyó importante hacerse una idea clara de la abusiva forma de cobro enana. Conocer las condiciones exactas y el monto que cobraban por las extracciones no era cuestión baladí, pues sabía que la antigua raza se atenía a la literalidad de sus palabras. Habría que fijarse bien, si no querían tener ningún disgusto y porque según qué ni siquiera mereciera la pena llevarlo consigo.

-Se puede vender cualquier cosa- respondió un mercader enano con experiencia a Nathan, y luego otro mas corroboró lo dicho -hay un gran comercio allí de todo tipo de cosas. Pero no te pagaran por matar a los pieles verdes-.

-Aunque siempre hay recompensas por ciertas cabezas, solo hay que estar pendientes- exclamó otro que tenía mas pinta de mercenario que de mercader.

Y tras aquella conversación, la única recomendación que les dejaron era vigilar bien las leyes de los enanos e intentar hacer aliados en la ciudad a la par de evitar conseguir enemigos, pues la competencia era dura.

Ya mas adelante, cuando tras el viaje de tres días llegaron a la fortaleza enana que les daba la bienvenida a Karak Azgal, fue Kurt quien pagó las 41 monedas por recorrer el ya corto camino hasta la ciudad enana a la que se dirigían desde hacía ya tanto tiempo atrás.

No habían hablado nada respecto a que iban a hacer nada mas llegar, no se había discutido nada de eso, y con Jaime aun débil, no había mucho que hacer al respecto. Estaba Domochievsky, pero ese kislevita solo era un buen líder durante un combate, y fuera de ello, ni siquiera intentaba involucrarse.

Valdia por su parte, era una buena opción, era una de las fundadoras del clan y tanto Domo como Jaime le tenían gran confianza, sin embargo, ella nunca se había involucrado en la toma de decisiones mas que para dar una ligera opinión, y ahora con el viejo Igor cada vez mas viejo, era complicado estar seguros de si era buena idea ponerle otra carga encima.

De cualquier forma, una cosa era segura, tenían que seguir avanzando y cruzar las puertas de Karak Azgal.

Dadas las palabras de la elfa, el mercenario se encogió de hombros y añadió aquellas monedas al fondo común. Si quería ser tan generosa, él no era quién para cuestionarlo. Por su parte, sí aceptó las monedas que sus compañeros le tendían, y tomó buena nota en su cabeza de quién se ofreció a pagar y quién no. Al fin y al cabo, él si apreciaba el dinero, y si lo ganaba como mercenario era para continuar su carrera y, quizás algún día, retirarse dignamente. O mejor aún, rico.

Pero para eso aún quedaba, así que procuró alejar aquellas preocupaciones de su cabeza, y permanecer atento al camino. No es que esperara un ataque en aquel lugar, pero nunca se sabía de donde podían venir las sorpresas desagradables. Ya debía faltar poco para la ciudad enana, y allí... Quién sabe. Nadie parecía querer hablar del asunto, y él tampoco estaba dispuesto a tomar la palabra, así que supuso que simplemente lo descubrirían cuando llegaran. 

Tras ver el girocóptero Nathan me pregunta cómo funcionan:-Utilizan un motor de combustión, para hacer mover las hélices que tienen en la parte superior, gracias a las hélices de la cola se mueve en todas direcciones.-le explico lo mejor que sé, teniendo en cuenta que es la primera vez que la ven. 

Al llegar a la primera fortaleza, teníamos que pagar el peaje, todo el grupo estuvo discutiendo y fue Lorantha quién se decidió por darme un saco con monedas y me pidió que interviniera con los guardias del peaje:-Buenos días, hermanos enanos. Aquí tenéis el peaje por todo nuestro grupo.-Le digo mientras le entrego el saco de monedas. Veo cómo las cuenta y las revisa con sus tasas. Al estar todo correcto me estrecha la mano y no deja pasar. Les hago una señal al resto del clan y cruzamos el peaje. 

Una vez dejamos aquella fortaleza, el camino se volvió solitario, aunque no pasaban mas de un par de horas sin que viésemos al menos una pequeña patrulla de enanos recorriendo el camino. Las caravanas por su parte, era aun mas comunes y solíamos encontrarse con viajeros con suficiente frecuencia. De hecho, durante todo el trayecto no viajamos solos pues con la pinta que dábamos como fieros guerreros mas de algún mercader poco protegido optó por unirse. Así, para el final de aquel día ya conformaban un grupo que superaba las 5 docenas de integrantes.

Para la tarde del tercer día, llegamos a una pequeña fortaleza solitaria sobre un alto peñasco de roca. Era la primera fortaleza de Karak Azgal, la única que ayudaba a los enanos de Karak Azul en la defensa del camino y desde la cual partían también enanos a patrullar los caminos. Era el momento de volver a pagar y continuar hasta llegar a Karak Azgal. Esta vez le toca pagar a Kurt, pero aún así fui yo quién habló, de nuevo, con los guardias:-Buenos días, hermanos enanos. Aquí tenéis el peaje por todo nuestro grupo.-le repetí las mismas palabras que al guardia del peaje, días atrás. Como aquél, éste también contó las monedas y revisó con las tasas. Me estrechó la mano y nos permitió seguir camino. 

El grupo todavía no sabía qué hacer en cuanto llegaran a Karak Azgal. Jaime todavía seguía convaleciente en el carromato, Domochievsky, era líder sólo en combate. Valdia podría ser un sustituto provisional como líder del clan, hasta que Jaime se recuperara, pero al tenerse que encargar de Igor todo el tiempo no sabia qué hacer:-Domochievsky sabes si Jaime tenía algún plan o algo parecido en cuanto llegásemos a Karak Azgal, dado su estado necesitamos un líder provisional. Tanto Grim como yo podemos seguir haciendo de intermediarios y interpretes con lo que diga el clan. Pero seguimos necesitando a alguien al frente del clan.-expuse.  

Una vez pagado el siguiente peaje...estaba empezando a pensar que incluso moviendo una piedra sin valor de este maldito lugar saldría allí mismo un cobrador para exigir su parte. Estaba claro la razón por la que vendían que este lugar guardaba grandes tesoros, si eran así de roñosos con los visitantes debían dormir todos en lechos de oro.

- Tengo miedo de saber cuanto costará que nos den un permiso para vendernos como mercenarios o para escavar en las ruinas en busca de tesoros.

Con Jaime aun convaleciente y Domochievsky con su comportamiento taciturno de costumbre, hasta aquí nos había traído Valdia pero el plan original solo nos traía hasta las puertas. Como Grunt señaló tendríamos que tener un jefe o un representante.

- Estoy con Grunt alguien tiene que tomar las decisiones...al menos las importantes, hasta que Jaime se recupere por completo. 

Cuando Grunt me da las explicaciones le digo:- Realmente sois una raza avanzada, lo que daría mi padre por tener dos de esos cacharros, lo malo es que no sabría como manejarlos y no creo que los levantara del suelo, si alguna vez tenemos oportunidad de viajar en uno me gustaría que me explicaras mas cosas sobre ellos.
De mi conversación con los mercaderes y mercenarios que ya han pasado por karak-azgal mas de una vez solo saco en conclusión que hay que pagar, y que hay tesoros y compran casi todo, pero que no por matar pieles verdes, supongo que tampoco otras especies, pero si por algunas cabezas, supongo que esas serán cabezas de jefes, magos, o alguna bestia grande, debo acordarme de cortárselas si vemos alguno de ellos.
Por fin llegamos a la primera fortaleza de Karaz-Azgal donde debemos pagar otra vez, y ya me empiezo a arrepentir de a verme gastado todo aquel dinero, pero mirado mi armadura nueva y la espada pienso que me van a ser indispensable en esta nueva etapa, así que tapo mis malos pensamientos con gloria y matanzas de pieles verdes y cortando cabezas de jefes por doquier.
Cuando pasamos la fortaleza y nos dirigimos a nuestro destino sale a relucir de boca de Grunt y Walter que deberíamos tener un jefe, ya que ni Jaime ni las obligaciones de Valdia lo permitirían, y Domochievsky, creo que pondría mas problemas que soluciones. Mirando al grupo y observándolos un rato mientras me meso la perilla me acerco al carro y atando el caballo al mismo me subo y levanto la voz diciendo:- Grunt y Walter tienen razón, vamos a entrar en una zona llena de buscadores de tesoros, mercenarios y enanos suspicaces y adoradores del dinero, por lo que debemos tener una cabeza visible, que no tiene por que ser el jefe ni mucho menos, pero si una especie de relaciones publicas y que los demás piensen que es su jefe. Bien, os he observado un rato y mis conclusiones son estas, no se si estaréis todos de acuerdo o no, pero aquí van.
Hago una pausa y empiezo a decir:- Bien, Empezaremos por los descartados, Jaime no puede ya que esta convaleciente, Valdia tiene demasiadas tareas como para cargarle otra mas, Domochievsky nos ha llevado bien en las batallas, pero como varios de nosotros no es ducho con la palabra por lo que lo descartaría, al igual que a Lorantha, ya que al ser elfa, pues ya hemos visto que no cae muy bien por aquí, por lo que creo que seria contraproducente que fuera a la cabeza de la misma. Melissa es mujer, y no se que tal ven los enanos que una mujer controle un destacamento de mercenarios, en las patrullas que he visto eran todos enanos, no había enanas, quizás Grunt o Grim nos puedan ilustrar sobre eso. Mas, el soldado Alfred, los mercenario Kurt y Walter, El veterano Trojan y el Caballero Sir Hugo son excelentes guerreros, pero no creo que la diplomacia y el habla sean su fuerte, por lo que yo los descartaría. por lo tanto quedamos Grim, Grunt y yo mismo. Grim y Grunt son enanos, cosa que podría beneficiarnos en los tratos, ademas Grim es un herrero rúnico, profesión que creo que es apreciada entre este raza, por lo que podría darnos un plus, pero no se que tal son con la labia y la diplomacia. con todo ello quiero deciros que si nadie quiere ser el portavoz, que no el jefe, ese puesto lo podría cubrir yo, ya que tengo ropa adecuada para aparentar tener una posición, a la par de que en mi infancia adquirí una educación a la que muy pocas personas pueden acceder de todo el imperio. Mi profesion es la de charlatan y en eso soy habilidoso, eso si necesitaría a un traductor a mi lado, pues si me hablan en su idioma no me enterare de nada, por lo que Grim o Grunt podrian acompañarme, aparte dispongo de un perro de presa, que podría indicar una posición elevada dentro del grupo. Pero vosotros decidís quien nos representara ante cada grupo. Yo votaría por Grim, o por mi.
Parece que he terminado con mi discurso, pero lejos de acabarlo termino diciendo unas cosas que creo que deberíamos hacer al llegar.
Por ultimo y para no aburriros mas solo decir lo que yo pienso que debemos hacer al llegar, aparte de pagar la tasa que fijo que nos hacen pagar, es enterarse de las leyes que engloban la actividades de los mercenarios, el cobro de impuestos por entrar y salir de la zona de búsqueda, Encarcelamientos, castigos, liberaciones, etc...supongo que a ello tendrían que ir Grunt y Grim, pues las leyes están escritas y supongo que sera en su lengua, por lo que los que no entiendan el idioma enano perderán el tiempo.
Por otro lado, debemos encontrar un lugar para asentarnos y tenerlo como cuartel general, donde poder descansar, hablar y organizarnos. Buscar las tiendas, y valorar sus productos sin comprar, pues fijo que intentan timarnos, saber en cuales se pueden vender lo que encontremos, Seguro que hay algún gremio de herreros, cosa que a Grim se alegra y quizás podría tratar con ellos de que nos inscriban alguna runa de esas en nuestras armas... o que le dejen la forja para que el lo haga. Con eso intentaba que Grim que le había tratado como un mocoso le empezara a ver con otros ojos, el no era un niño y aunque joven tenia sus propias ideas y aspiraciones. Establecer tratos con otros grupos mercenarios y otras cosas que seguro se me ocurren cuando estemos alli, pero que por ahora no se me ocurre nada mas.

una vez terminado solto al caballo, y se volvio a mintar en el mismo poniendose a su lado y siguiendo con las lecciones del perro y del caballo para adiestrarles en otra cosa que pudieran hacer.

Una vez pagado el peaje el clan empieza a discutir sobre quien ha de tomar la palabra por el grupo al menos mientras el mediano siguiese indispuesto .Nathan es bastante sensato a la hora de plantear los posibles candidatos y los evidentes motivos para descartar a otros, así que no me extraña cuando menciona al único que podría desempeñar bien el papel ; Grim. Asiento al oír mentar al enano , primero porque se entenderá mejor con sus compatriotas, segundo porque seguramente nos miraran con mejores ojos si él habla por el grupo.

De repente se me ocurre otra idea y digo:- También podríamos tener a dos, a Grim o Grunt para la representación con las autoridades y yo para el trato con mercaderes y el resto de razas. pero esto tiene que ser en consenso, y esperemos que Jaime se despierte pronto y haga su función.

Domochievsky escuchó las palabras de todos con cierta atención, sobre todo aquellas emitidas por Nathan, las cuales no le agradaron nada. -Lo que deberíais hacer es mantener la boca bien cerrada. Llama allí dentro a un enano adorador de dinero y ya veremos que sucede- exclamó en voz alta el kislevita apuntando en dirección a donde pronto habrían de ver Karak Azgal.

Ante el debate que se estaba pronunciando, prácticamente todos se habían detenido de forma espontanea, y es que claramente la mayoría tenía sus dudas sobre que hacer apenas pusiesen un pie dentro de la ciudad.

-Y haces muy mal en descartar a Jaime- le espetó Domo, -¿acaso el te ha descartado a ti, o a alguno de ustedes?- dijo ya enojado reclamándole a todos los demás. Claramente el kislevita había malinterpretado, exagerado e incluso tomadose a pecho las cosas que se habían dicho. -Jaime siempre ha estado para ustedes, a su manera siempre nos ha ayudado, si somos una familia es por él. ¿Y ahora que?, tras todo lo vivido, tras este largo viaje, tras esta larga vida, ¿han de apuñalarle por la espalda y nombrar a un nuevo líder en su lugar?-.

El kislevita estuvo apunto de reclamarle también a la elfa, al fin y al cabo, ella era la rebelde del grupo y seguramente había orquestado todo aquello desde días atrás, pero no dijo nada, prefería que ella misma se delatase.

-Y para colmo te autonombras jefe- culminó Domo apunto de realmente estallar y cometer allí alguna locura.

Valdia, quien había bajado recientemente del carromato y había observado el final de la discusión, se aproximo con determinación y bajo la mano amenazante del fiero kislevita Ungol quien no paraba de agitarlas como intentando contener la ira. -Jaime cumplirá su fusión cuando se le necesite- expreso Valdia con serenidad, probablemente intentando calmar al kislevita y a cualquier otro que intentase hablar de mas y llevar aquello a terrenos mas acalorados.

-Tu plan es excelente- le dijo a Nathan para sorpresa del kislevita y quizá de alguno que otro mas. -Pero no podemos decir que tú eres nuestro líder, eso nos traería problemas a la larga. Lo que si puedes ser es el vocero del clan, o el secretario del clan. Eso te daría autoridad para hablar por todos y usar tu talento natural para representarnos de la forma mas adecuada; estoy segura de que Jaime no tendrá problemas con eso.

Y dudo que este en desacuerdo con todo lo demás que has dicho. Grim, tú te encargarás de tratar con las autoridades de clase alta dentro de Karak Azgal, tu oficio te abrirá caminos y con eso nos los abrirás a todos nosotros. Grunt, tu tendrás que moverte por el bajo mundo, entre las clases bajas que seguramente pululan la ciudad, tu tendrás que intentar abrirnos caminos en el bajo mundo-.

Sus palabras eran claras y contundentes, como pocas veces se le veía hablar, sobre todo en los últimos tiempos, desde que su papel de consejera y cocinera del clan se fue reduciendo al de niñera de Igor.

-He hablado ya de esto con Jaime días atrás, el ha estado tan emocionado como ustedes que no ha podido evitar contarme sus planes- empezó a explicar Valdia.

-Nuestra meta principal es establecernos como un clan de mercenarios y exploradores de las profundidades, a fin de conseguir la verdadera meta que es hacernos de gloria y riquezas. Para ello, nuestra primera tarea será ir directamente hasta el señor de la ciudad enana a entregar el cofre y cumplir con la tarea que se nos ha encargado, allí usaremos el papel que nos han dado para intentar sacar ventaja de aquello y buscar conseguir fácilmente un nuevo hogar. A partir de ese punto ya podremos con plena seguridad, aprender todo lo que necesitemos sobre este lugar; ya Jaime pensó también en ello.

Desde ese momento, Melissa, Alfred y Hans serán libres de retornar a la lejana fortaleza imperial en cuanto les sea posible, o si lo desean, a consideración de Jaime, unirse a nuestras filas, y él probablemente todos, estamos deseosos de que así sea- concluyó Valdia intentando poner fin a la discusión y en cambio dando inicio a su aventura inicial en aquellas tierras.

-No cuenten conmigo- dijo Hans claramente ajeno a la charla. -Yo no soy parte de ustedes, prefiero abrirme mi camino por mi cuenta. Clanes de mercenarios habrá ya muchos y prefiero ingresar a uno cuyo renombre este claro- claramente el soldado imperial tenía muy poca fe en lo que el clan pudiese conseguir en un futuro y consideraba que el solo podría hacer mucho mas.

Mientras Hans respondía con inapropiadas palabras a todos despreciandoles de cierta forma, una figura surgió de la parte frontal del carromato colocándose a un lado de Kurt quien fue el primero en verle. El mediano, ya con un mejor aspecto, aunque aun débil miraba al horizonte en la lejanía. -Has visto Igor, allí está, exclamó, Karak Azgal, la ciudad de las mil fortunas- inventó el mediano tratando de emocionar al viejo, el cual sacando su cabeza de entre las pieles que cubrían al carromato, no se mostró nada emocionado.

-No lo ves viejo refunfuñón, habrá batallas, gloria, grandes dragones que derrotar. Allí alcanzarás tus viejas hazañas- esta vez el viejo realmente le estaba poniendo atención.

-Batallas- dijo Igor dando media vuelta para meterse de nuevo en el carromato y empezar a causar un alboroto dentro. -Schmit, mi armadura y mi espada, rápido. Vamos a la batalla- gritó el viejo desde dentro mientras que Valdia claramente molesta miraba a un emocionado Jaime que no paraba de sonreír. -Schmit!!- volvió a gritar el anciano. -¿Donde demonios te has metido?. Tilea nos necesita-. Esta vez Valdia no dijo nada y simplemente miro fijamente intrigada a Jaime mientras que este le daba poca o nula importancia a las palabras del viejo Igor. Y seguramente a mas de uno le había parecido extraño todo aquello.

Cuando Domochievski le echo la bronca por lo que decía interpretando que apartaban del mando a Jaime Nathan intento contestar, pero el kislevita no paraba de abroncarle.
Nathan aprovecho el momento que Domochievski cogía aire para seguir para decir:- [B]Yo no le he apartado, solo me he ofrecido para representar al grupo ante cierta gente, no me he autoproclamado jefe en absoluto, y no pretendo serlo, para eso tendría que aprender mucho y no es el momento.[/B]
Luego Valdia salio del carro y me dijo que habia tenido una buena idea, eso me solprendio, hablo como la consejera que era, con autoridad marcando las directrices claramente y una sonrisa afloro a mi cara al ver como volvia a tomar el rumbo nuestro clan.
Hans se desentendió de la posibilidad de ingresar en el Clan, y para sorpresa de todos Jaime se levanto como si tal cosa, charlando con Igor sobre Karaz-Azgal y batallas por doquier.

La elfa no dijo nada. De facto ya había estado haciendo lo que Nathan proponía, recurrir a quien consideraba más adecuado en cada situación para tratar con otros. Había recurrido a Grim para que valorase su gema, a Nathan para que la vendiera a Grunt para que abonara los peajes,...

No creía que fuera necesario institucionalizarlo, bastaba con un poco de sentido común, el cuál pasaba necesariamente por prohibirle hablar a Trøjan, o limitar su participación a cuando tuvieran que tratar con elementales de piedra y solo para darse cabezazos contra ellos.

Le alegró ver que Nadia volvía a tomar protagonismo en las decisiones del clan y que Jaime, aunque débil, ya era capaz de asomar la cabeza fuera del carromato.

La elfa sabía cuál era su lugar dentro del plan forjado por el mediano, mantenerse en un discreto segundo plano y llamar la atención lo menos posible, si algo salía mal y había un elfo en varios kilómetros a la redonda, no dudaba que los enanos la señalarían a ella como causante de su incompetencia y de su mala fortuna.

La propuesta de Nathan no parecía del todo mala. Seguía aprendiendo cosas cada día durante el viaje. Y es que, a parte de un brazo fuerte, un noble necesita también una lengua afilada. Mas en los tiempo que corrían.

En el cancionero Bretón aparecían sinfines cargas de caballería que acababan en victoria. Se hablaba de grandes caballeros que se sacrificaban por nobles causas o que vencían contra todo pronóstico, pero en ninguna historia se ensalzaba la inteligencia de estos caballeros, solo su valentía. Y ambas, según lo que iba aprendiendo, podían ser compatibles.

- No me parece mal lo que propone Nathan. De hecho sería hacer uso lógico de nuestras habilidades, sin tener que quitarle el puesto a nadie, tal como sugieres, Domo. Nadie ha dicho eso. Si quieres marchar, eres libre Hans. Nadie te obliga a quedarte.- total, para lo que aportas...

Siguió caminando, escuchando al mediano y a Igor hablar sobre hazañas y gloria. Estaban cerca de su destino, y el futuro les aguardaba.

Aunque en su exposición Nathan se había auto propuesto como líder ante la falta de Jaime, no creía que el asunto trascendiera tanto como para que Domochievski se tuviera que poner tan furioso. El asunto era que se necesitaba a alguien que hablase por todos y mal que me pesara Nathan era nuestra mejor opción.

- Jaime en nada estará metiéndose en líos y a nosotros con ellos, hasta entonces que otro lleve la voz cantante...no es un problema.

Ahora los mercenarios tenían que tomar su decisión o seguían con nosotros o dejaban la comunidad una vez entregásemos el cofre que nos habían encargado traer hasta la ciudad enana.

- Entonces Hans buen viaje, que no te pillen los orcos o las arañas gigantes.

La situación, aparentemente inofensiva, había estallado con rapidez. Kurt hizo lo más sensato, apartarse del camino en previsión de una pelea, aunque la intervención de Valdia parecía que podía calmar los ánimos... Y más aún, la aparición del mediano. Le pareció verle, y efectivamente, ahí estaba. Caminando de nuevo. Al final, el dinero que se habían dejado en el antiveneno estaba sirviendo para algo. 

La verdad es que el asunto del portavoz le daba igual, que se hiciera lo que opinara la mayoría. Él solo podía pensar en la posibilidad de obtener riquezas en aquella ciudad, si la suerte le sonreía por una vez en su vida. Solo podía esperar que así fuera, y salir de allí cargado con tanto oro como pudiera. La despedida de Hans le sacó brevemente de su ensoñación.

-Si me permites un consejo, espera a que salga una caravana y únete a ellos, si vas a marcharte de aquí. Un hombre solo no duraría mucho por aquí. 

Efectivamente ahí acaba nuestra misión Digo señalando la ciudad y seremos libres de actuar como queramos.Yo prefiero quedarme con el clan porque ahora mismo la vida de soldado ya no me atrae y creo que seré de mas utilidad si me quedo con vosotros . Saco el amuleto que llevo colgado del cuello .Últimamente he sentido con fuerza la llamada de Ulric y creo que mi nueva vocación encajar mejor con una unidad mercenaria .

Tras mi propuesta de promocionar a alguien del caln como sustituto provisional de Jaime como líder, empezó un debate entre Nathan Domochievski y Valdia. Al ser muy amigo de Jaime, DOmo no le sentó muy bien la propuesta de Nathan de que él mismo fuese líder. Pero gracias a los esfuerzos y la intervención de Valdia  y su explicación de los planes de Jaime, la cosa no fue a más. 

Jaime tenía la intención de establecernos como clan de mercenarios o exploradores de las profundidades, dependiendo de la suerte que tuviésemos y de los esfuerzos por parte de Grim y míos por hacer aliados en Karak Azgal. Además teníamos que cumplir con la misión encomentada de entregar el cofre y el pergamino al señor de Karak Azgal, de ello dependía el instalarnos en la ciudad.

Una vez cumplida la misión Hans, Alfred y Melissa tenían que decidir qué hacer, seguir con nosotros o volver. Hans ya se había postulado como deshacer la sociedad que tenía con el clan y volver a casa, ello me apenaba, por que empezaba a aceptarlo como parte del clan. Alfred decidió quedar-se con nosotros, eso me alegró, habíamos pasado mucho juntos y hubiese sido difícil reemplazar-lo. Sólo restaba que Melissa se pronunciara pero me imagino que decidirá quedar-se, se lleva muy bien con Lorantha y la elfa se apenaría de perder a su amiga. 

Mientras todo el mundo seguía pronunciándose yo empecé a pensar en conseguir contactos en el submundo y el gremio de exploradores.