Partida Rol por web

La sombra del Norte

Capítulo 2: Las Quebradas

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15/11/2016, 04:48
Hunkel Saeta de Hierro

Hunkel creía saber donde se encontraban y de estar en lo correcto, aunque no le gustaba nada haberse perdido, si que le gustaba la idea de haber podido visitar dicho lugar. Aunque claro, solo si estaba en lo correcto.

Había estado las últimas horas muy distraído preocupado demasiado por la niebla y no había cumplido su trabajo como explorador de forma eficiente, lo cual incluso podría haberles llevado a haberse perdido, estaba en deuda con el grupo de cierta manera, aun cuando estos no lo supiesen o entendiesen.

La silueta negra se acercaba mas a cada momento, por lo que a medida que avanzaban, Hunkel sacó una saeta y cargo su ballesta a fin de tenerla lista a la par de que realizaba un estudio del camino que habían dejado atrás y miraba hacia el frente, a fin de saber algo más sobre donde estaban.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Todos: Mi enano tiene una cuerda de 15m, den por hecho que la ofrece en este momento si consideran que es un buen plan.
Director: Hago las tiradas para percibir el camino delante de nosotros y para buscar algun otro rastro relavante en los alrededores.

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15/11/2016, 08:26
"Aceroamargo"

La niebla cada vez era más espesa y fría; el joven caminaba junto al carromato que transportaba a una silenciosa Lady Melyanna, con la mano en la empuñadura de la espada. Aquel ambiente y el hecho de no poder distinguir nada más alejado de dos metros empezaba a agobiarle y a hacerle temer una emboscada. Pocas veces había visto una niebla tan espesa como aquella.

Varias veces tuvieron que detenerse y desandar un trecho, cuando Aeth Y Mithdúlin se percataban de que habían abandonado el camino principal. Aceroamargo, sin decir palabra, se dedicaba a ayudar a dar la vuelta al carro, las veces que hiciese falta. El relente nocturno empeoraba el frío de la gelida noche y, arrebujado en su capote, iba deseando cada vez más que se acabase esa jornada de viaje.

De pronto, malas noticias, los exploradores se percataron de que estaban siguiendo el camino incorrecto. En efecto, por lo visto llevaban un largo rato siguiendo una de las sendas secundarias que entroncaba con el Gran Camino del Este. Una maldición en tono quedo brotó de los labios del numenoreano, aquello no era nada bueno. Dimrod decidió no dar marcha atrás aquella vez y continuar hasta encontrar un sitio en el que pasar la noche. La niebla había vencido, al fin, la determinación del que pagaba por continuar el viaje.

Tras un rato caminando, Aeth vislumbró la silueta de lo que parecía ser una torre en ruinas; que se recortaba negra contra el cielo nocturno, blanquecino por la niebla. El techo parecía haberse derrumbado hacía siglos, pero la parte inferior permanecía en pie y podía ser usada como refugio. Quizá no fuesen ellos los primeros en encontrar aquella torre. - Eso podría ser un refugio de los bandidos - dijo en voz baja - O algo peor... Matha, ¿sabes dónde nos encontramos?

Tras esperar la respuesta de la mediana, se dirigió a Dimrod - Lo mejor será que dos o tres de nosotros nos adelantemos con sigilo, y nos cercioremos de que el lugar es seguro. - Dijo ofreciéndose, implicitamente, voluntario

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15/11/2016, 16:00
Gramj Haïa

A unos les parecía algo peligroso. A Gramj le parecía un lugar donde guarecerse, donde defenderse mejor si eran atacados, y donde poder pasar la noche. E incluso, si era un lugar de bandidos, atacando, ocultos desde el velo de la noche, tendrían cierta ventaja ... si dejaban de charrar en voz alta. Su mirada denotaba esto. Uncluso, a pesar que le capucha le ocultaba la mayor parte del rostro, y de todas maneras, en un susurro, así lo hizo saber - SHHHHhhh Joder, ser sigilosos. Sus dientes apretados contenían más aún su voz, pero no lo que sentía.

Muchas veces el éxito de una campaña dependía de la sorpresa, y charrando como si lo más importante del mundo fuera su voz, dejaban de ser discretos a pasar a ser una panda de cotorras y gallinas cluecas.

- Yo también voy, si os calláis de una puñetera vez.

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15/11/2016, 18:06
Matha Pieldegamo

Matha negó con la cabeza a la pregunta de Aceroamargo, sin pronunciar una sola palabra y sin moverse de su sitio. Se encontraba junto a Melyanna, arrebujada en su capa y tiritando todo su cuerpo por la terrible combinación de frío y miedo que le dominaba el cuerpo. Ciertamente no tenía ni idea de dónde estaban, no recordaba una torre como aquella en el Gran Camino. 

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15/11/2016, 18:10
Eoden

El joven Eoden desenvainó su espada en cuanto escuchó las palabras de Aceroamargo y se preparó para demostrar su valía ante la dama. Era su momento, está vez no se adelantarían a él, como ocurrió con el incidente del jabalí. Tomó su espada con la mano derecha y palmeó el hombro de Gramj.

-Vamos. Nos adelantaremos nosotros para garantizar la seguridad de la dama. -Le dijo al enano. Después encaminó sus impetuosos pasos hacia la torre, deseando que unos bandidos osaran refugiarse allí para poder presumir ante Melyanna de su heroicidad al derrotarlos.

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15/11/2016, 19:30
Rossuon Pairaniar

Rossuon se consoló en el hecho de no haber perdido al grupo, dando poca importancia al camino secundario que habían tomado sin pretenderlo. Si le hubieran encargado a él dirigir la comitiva tendrían que rescatar el carro de un pantano, o de algo peor, aunque quizás hubiera decidido acampar en cuanto la visibilidad amenazó con extraviarles. Un camino erróneo podría llegar a suponerles una mayor perdida de tiempo. Por desgracia, llegar a esa conclusión en aquel momento no le servía de nada y haberla propuesto cuando se tomó la decisión podría haber atraído el desprecio del resto de mercenarios, lo que le gustaría evitar en medida de lo posible.

Observó la silueta de la torre en ruinas a la par que escuchaba las propuestas de acercarse a exarminarla. Seguía abrazado a su capa para combatir el frío y con una mano en contacto con el carro, cuando miró a Dimrod a esperas de sus ordenes. Habían suficientes voluntarios, por lo que imaginó que tendría que quedarse para asegurar el carro, los cofres y a la dama. Oteó en derredor, intranquilo, y llevó la mano a su espada. Echó de menos las tierras de los medianos... y su hogar.

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15/11/2016, 19:54
Aular Robleviejo

 

La niebla había hecho de las suyas y  la compañía termino  a saber donde  cerca de una torre de aspecto inquietante .Poco a poco la gente opino sobre que hacer y sobre la mejor manera de hacerlo . Uno de los enanos reclama silencio para poder acercarse  sigilosamente a la torre y puede que tenga razón pero el carro , los animales de tiro  y la chachara con la que han acompañado el camino no deberían de facilitar la labor .Meneo la cabeza  y apoyado sobre la lanza  escupo a un lado antes de hablar .Id , yo me quedo con los del carro 

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16/11/2016, 00:56
Aeth Umbradacil

No podía creerlo. ¡Se había perdido! A pesar de todos su esfuerzos por mantener el rumbo, en algún momento se habían cruzado con un camino secundario que les había desviado de su ruta original. ¿Con qué propósito existía aquél camino? No lo sabía, ni creía que llegase a averiguarlo.

Siguiendo la senda equivocada por indicación de Dimrod, finalmente sus pasos los llevaron hasta los restos de una torre derruída mucho tiempo atrás. Estaba pensando que aquél podía ser un refugio adecuado para pasar la noche, pero la irritante voz de Aceroamargo interrumpió sus ensoñaciones de un sueño reparador. Los murmullos recorrieron entonces a los mercenarios de la comitiva, pero lo peor fue sin duda la reacción del jinete de los Eothraim, que se adelantó decidido a entrar a la torre de frente, con la espada en ristre y sin ningún atisbo de sigilo.

- ¡Ehtiyatsız! maldito imprudente. - estuvo a punto de gritar en voz alta el explorador, que volvió a emplear su lengua natal por un instante de pura sorpresa. Rápidamente Aeth echó mano a los fardos que había dejado a un lado para que no le estorbasen al estudiar el terreno, sacando de entre ellos su maza por si era necesaria. - Conseguirá que lo maten, o peor, a nosotros. - No tenía sentido perseguir a Eoden; si había alguien en la torre sería visto de inmediato. En su lugar el explorador bordeó el camino, preparado para llegar a la torre desde uno de sus flancos protegido al amparo de la noche y la niebla.

- Tiradas (2)
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16/11/2016, 02:55
Mithdúlin

La imponente e inesperada silueta de una torre levantó revuelo en el grupo cuando poco a poco se dieron cuenta de que habían dejado el Gran Camino del Este. Mithdúlin, por su parte, se maldijo a si mismo por no haberse dado cuenta antes. Aquella niebla parecía haber entorpecido también sus sentidos.

Eoden se adelantó impetuoso para fastidio de Aeth, que como buen explorador había preferido reconocer el terreno y ser sigiloso. En su lugar, bordeó el camino, presumiblemente para llegar a la torre desde uno de los flancos. El elfo podía entender su fastidio, la situación era peliaguda y no podían permitirse llamar tanto la atención. Quizá si lograba calmarlo...

Voy a intentar algo— dijo, buscando la confirmación de Aeth y dirigiendo luego su atención a Eoden.

Como había guardado su lira, prefirió silbar un arrullo, imitando un ave. El efecto sería el mismo, la experiencia le decía que cualquier instrumento (incluida su voz) servía si respetaba la melodía. Respiró hondo y empezó a silbar las primeras notas de su Canción Tranquilizante para calmar a Eoden. Lo suficientemente alto para que lo percibiese el Eothraim, pero lo suficientemente sutil para no resultar delator.

Notas de juego

¿Qué penalización tengo para lanzar el hechizo ahora?

Editado por el DJ: la penalización es -30

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16/11/2016, 09:02
"Aceroamargo"

El joven desenvainó su espada lentamente, tratando de no hacer ruido. En su opinión, no había motivo para tanta alarma, hasta el momento, nadie había hablado en voz alta.

Además la niebla los ocultaría tanto como les estorbaba la misión, entre aquella bruma y sin portar luz alguna, el grupo sería difícilmente visible. Si había bandidos escondidos en aquellas ruinas, era poco probable que tuviesen un vigía dada la inutilidad de aquello con tanta niebla. De haber alguien allí, seguramente no lo hubiesen detectado aún. Claro que, el eotheod, bien podía echarlo a perder avanzando en linea recta y haciendo sonar fanfarrias para anunciar su valor. 

Su intención, y por lo visto también la de Aeth, había sido que se acercaran los dos exploradores del grupo, acompañados por uno de los guerreros por si las cosas se ponían feas. Para inspeccionar y ver lo que tenían delante, sin hacer ruido. No lanzar un ataque frontal a ciegas sin saber que era lo que les esperaba entre aquellas ruinas, como había parecido entender Eoden.

Siguió a Aeth, tratando de imponer a sus pasos el máximo silencio del que fue capaz, y trató de hacerle entender a Eoden mediante gestos que se estuviese quieto y los siguiese en silencio; si quería mostrar su valor, no hacía falta que los pusiese a todos en peligro.

Notas de juego

PS: Habiendo amenazas de tumularios, yo no gastaría puntos de poder en hechizar a uno de los nuestros... xD

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16/11/2016, 15:58
Gramj Haïa

El enano se aprestó para el combate, y listo, le hizo un gesto al impetuoso muchacho, para marchar a explorar el lugar.

No sabían que les esperaba, pero tenían que correr el riesgo, por el bien de los demás. De verdad, deseaba encontrar un par de orcos para poder estrenar su arma en un combate real, aunque imaginaba, que aunque peor idea que el jabalí, igual era menos letal un orco que aquella bestia. Intentó ser discreto y sigiloso. Todo lo que un enano podía, pero partía a la batalla, y tenía intención de regresar victorioso del encuentro. Incluso, en su veteranía, se vio responsable del hombre, que igual, era un inconsciente, imprudente o insensato y habría que tener cuidado, y hacer de niñera de este.

Justo antes de dar el primer paso comentó: - Estén listos para .... por si tienen que venir a ayudar. O salir pitando, pero eso último no lo dijo. No quería influir negativamente en la moral de todos, presentando una posible actitud derrotista o dejar abierta la posibilidad de que pudieran caer en combate. - Eso ya lo verán ellos.

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18/11/2016, 22:49
Director

Eoden y Gramj se internaron en la neblina para encarar la formación ruinosa que había descubierto Aeth, el explorador por su parte corrió a flanquear el terreno seguido de Aceroamargo para evitar que la imprudencia de ambos revelara la posición del grupo a un posible enemigo. Mithdúlin pensó en calmar al eothraim con la misma magia que había usado con el jabalí, pero se dio cuenta de que de nada servía frenar a Eoden si Gramj seguía sus pasos con las mismas intenciones. Pero el enano era directo como sólo un enano podía serlo, y el joven norteño de pelo rubio era impetuoso y deseaba probarse en combate, poco les importaban a ambos las delicadezas y subterfugios con las que se andaban los exploradores más avezados.

Afortunadamente los temores fueron infundados, pues la torre se encontraba vacía y abandonada desde hacía siglos. Exploraron sus alrededores y la parte de su interior que posibilitaba el acceso y que aún era medianamente habitable. No sólo no había nadie allí, sino que no encontraron ningún signo de que la torre hubiera sido utilizada recientemente. Ellos eran las primeras personas que ponían un pie en aquella construcción desde hacía muchos años.

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18/11/2016, 22:58
Director

Anacar y Andil

Turno 1

Dimrod propuso utilizar la torre como refugio para pasar la noche y esperar a que la niebla se disipase. El grupo se adentró en ella con la tranquilidad de que la torre se encontraba completamente abandonada y que ningún morador indeseado merodeaba por allí. La torre contaba con tres pisos de altura, pero únicamente el piso inferior era habitable y accesible, pues el techo de la torre se había desmoronado hundiendo ambos pisos superiores, de los que sólo quedaba la fachada exterior. El primer piso conservaba el techo en su mayor parte, aunque la zona donde antiguamente estaban las escaleras que permitían el acceso a la segunda planta estaba derrumbado y lleno de cascotes.

La entrada principal de la torre había perdido una de las grandes puertas que daban acceso a su interior, y la otra estaba arrancada del dintel y sujeta al marco por una única bisagra gruesa de metal que ya empezaba a ceder. No les resultó difícil echarla abajo para permitir el acceso a los carros y las mulas que los transportaban. El espacio era suficientemente amplio para permitir que los animales se guarecieran bajo techo junto a ellos sin estorbar su descanso.

Dimrod ordenó que las guardias se desarrollaran según lo acordado, él mismo junto a Mithdúlin se encargarían de la primera, Gramj y Rossuon la segunda, Thund y Aular la tercera y Hunkel y Aceroamargo la última, mientras que los demás aprovecharían para descansar. Dimrod les aconsejó que durmieran todo lo que pudieran, pues al día siguiente, si la climatología lo permitía, pensaba cubrir la distancia que les separaba de Bree lo antes posible.

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19/11/2016, 13:26
Gramj Haïa

Gramj no podía descansar sin haber hecho un reconocimiento antes de la zona, así que repasó antes por si había bichos o alguna madriguera allí donde pasarían la noche. Movió piedras por si acaso, recolocó tablas no fuera a caerse alguna y darles un buen susto, o incluso se quedó una. Tras repasar la torre con precaución, dejó el tarugo para luego, justo en el quicio de la entrada. Tras eso regresó. Buscaba algo. Sabía que casi todas las torres tenían unos sótanos donde tener una o dos celdas, algún almacén de comida, y alguna cosilla más, así que intentó localizar ese acceso, si es que existía. Tenía intenciones, después, de poner el "palo" fuera, para que si no era un impedimento, si fuera un trasto que hiciera o pudiera hacer ruido y alguien lo pisaba. Cosa que sería una forma de alertar.es.

- Tiradas (1)
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19/11/2016, 14:50
Hunkel Saeta de Hierro

-Será mejor descansar- anunció Hunkel, -quedarnos a conversar o pensar en nuestra desfavorable situación no ayudará en nada, pues no hay nada que podamos hacer- sentenció el enano mientras se acurrucaba en un frio rincón dentro de aquella torre. -Evitad subid al techo a vigilar, hay demasiada neblina como para tener una buena ventaja, si algo los sorprende allí arriba, tardaríamos mucho en poder auxiliarles a la par de que acabaríamos dividiendo fuerzas. Lo mejor será solo vigilar las entradas y permanecer unidos- sentenció de nuevo mientras ya cerraba los ojos.

En sus sueños, que no tardaban mucho en llegar, el enano plácidamente soñaba con un día mas de cacería, el avanzaba por un denso bosque buscando a un gran ciervo con su ballesta, había ya logrado seguir su rastro por un largo trecho y el día soleado le facilitaba todo. Pero entonces, cuando prácticamente ya podía oler al ciervo, se topó con una zona del bosque llena de neblina, y sin saber realmente porque, se vio a si mismo andando dentro de ella sin precaución alguna.

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19/11/2016, 18:58
"Aceroamargo"

Las ruinas de la torre estaban vacías y deshabitadas. por fortuna, pues Gramj y Eoden se habían lanzado como locas hacia las puertas y tan solo Aeth y el propio Aceroamargo los habían flanqueado tratando de no ser vistos, y hubiesen podido resultarles de ayuda. No fue necesario; por lo visto, allí no había nadie, ni lo había habido en los últimos doscientos años. El joven inspeccionó unos segundos el interior de las ruinas antes de rendirse; si ya de por si no era un gran expertos en seguir y descubrir rastros, la oscuridad descartaba del todo la utilidad de aquella acción. Envainó la espada, se libró del yelmo y ayudó a acomodar a los animales.

Acató con un decidido asentimiento de cabeza las órdenes de Dimrod sobre las guardias, y aprobó en su fuero interno las palabras del enano Hunkel: Aprovechad el tiempo para descansar. Más necesario aún si Dimrod estaba decidido a continuar hasta Bree en cuanto la niebla lo permitiese. 

Aceroamargo despachó rápidamente algo de pan y carne ahumada para cenar, acompañándolo con un trago de agua de su cantimplora, antes de envolverse en su capote y acurrucarse junto a una pared. Esperaba aprovechar sus horas de sueño al máximo posible y descansar hasta que llegase su turno de guardia.

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19/11/2016, 19:57
Aular Robleviejo

La inspección de la torre termina de manera satisfactoria y aunque todos parecen contentos de poder dormir a cubierto hay como siempre una voz discordante ;Aular .Yo hare la guardia abajo pero dormiré arriba , las alturas me inspiran mas confianza que el suelo y me siento mas seguro  .Después declarar sus intenciones examino la zona y  eligio por donde subir de manera segura a la parte de arriba .El barbudo preparo  en un rincón  un lecho donde estaba mas o menos protegido de las corrientes de aire   y donde poder dormir bajo las estrellas  sin estar demasiado lejos del resto .

- Tiradas (1)
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19/11/2016, 20:36
Mithdúlin

Mithdúlin había suspirado de alivio cuando descubrieron que la antigua torre estaba por completo vacía y deshabitada. Dimrod propuso (aunque sonaba más bien a que ya estaba decidido) que se asentasen allí hasta el día siguiente. El espacio era lo suficientemente amplio para todos, y enseguida empezaron los preparativos para las guardias. Había habido bastante revuelo con Eoden y Gramj, y el elfo intuyó que, cuando estuviesen todos más descansados, recibirían un buen sermón por poner en peligro la caravana a causa de su insensatez. Por suerte no fue necesario ninguno de sus hechizos, no habría tenido ningún reparo en tranquilizar al joven impetuoso con su magia, pero con el enano podría haber tenido algún serio problema.

Por su parte, empezó a preparar todas sus pertenencias, acomodando el hueco donde dormiría pero llevándose consigo el arpa, el arco y las flechas. Tendría que estar preparado para cualquier eventualidad, aunque algo le decía que aquella noche sería tranquila. Su refugio parecía bastante seguro, sobretodo al estar rodeado de niebla, y no parecía haber bandidos en los alrededores. Aunque todavía quedaban los espectros que habían mencionado los hobbits.

Antes de que todos se acostasen, se acercó a Martha. Mientras lo hacía, escuchó a Robleviejo proclamando que dormiría en la parte de arriba. Hunkel y los demás también hablaban de cómo debían operar para mantener la defensa del emplazamiento, prestando atención a lo que comentaban pese a que él, que apenas sabía nada de estrategia militar, se limitaría a obedecer a Dimrod.
¿Se encuentra bien, Martha? El viaje ha debido ser agotador, por lo que la charla que teníamos prevista podemos dejarla para otro día. Que pase una buena noche y procure descansar.— dijo, utilizando un tono conciliador cuando llegó hasta l mediana. Estaba preocupado de que la pobre mujer no pudiese dormir a causa del miedo o los nervios. 

 

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20/11/2016, 16:59
Aeth Umbradacil

A pesar de la urgencia con la que habían acudido a revisar la torre, todos pudieron respirar tranquilos al comprobar que estaba abandonada y así había sido durante mucho tiempo. Habría resultado fácil que se hubiera convertido en una guarida de bandidos o en el refugio de alguna bestia salvaje, pero la suerte les había sonreído proporcionándoles un refugio seguro que les protegía del viento y los elementos.

Por si a alguien le quedaba alguna duda, Dimrod ordenó acampar allí tan pronto como hubo comprobado por si mismo el estado de la torre. No tardaron mucho en trasladar a los caballos y el resto de sus pertenencias al interior; no era cómodo, pero era mejor que dormir al raso. Los turnos de guardia también favorecieron a Aeth, que no ocultó una sonrisa de satisfacción al escuchar que podía descansar de un tirón aquella noche entera. Preparó con su petate una improvisada almohada y se reclinó lo más cómodamente que pudo sobre el duro suelo intentando saborear la fría ración que tenían por cena.

- Tenéis suerte de que no haya más que una entrada que vigilar, así no podréis equivocaros. - Comentó con ácido sarcasmo el explorador poco antes de echarse definitivamente a dormir.

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20/11/2016, 20:21
Rossuon Pairaniar

El noble observó el asalto a la torre con curiosidad, queriendo aprender. Se esforzó por agudizar sus sentidos, esperando quizás una señal de alarma que los solicitara en combate. Estaba en tensión, temeroso por lo que podían encontrar. Por suerte, nada se produjo, la torre estaba abandonada. Y acompañó a la comitiva al interior.

Al enterarse de su turno de guardia resopló, ya no se acordaba de que encima tendría que interrumpir su sueño para vigilar. Como si fuera a ser capaz de ver algo entre la niebla. Buscó a Gramj, quien iba a acompañarle en la vigilancia, y lo vio muy activo. Lo siguió, ayudándolo si se le necesitaba y tomando nota de su proceder. Pensó que podría serle útil para el futuro. 

El momento de irse a dormir iba a ser el peor. Tras haber caminado no iba a ser capaz de descansar como es debido en el suelo de aquella torre en ruinas. Cualquier queja podría acarrear una burla maliciosa y se la calló, aunque su rostro daba un dibujo bastante claro de sus pensamientos.