Partida Rol por web

La tormenta de arena

III. En el vientre del Mal

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29/02/2016, 10:41
Guardián

Justo en el instante que Lacroix lanzó sus preguntas, Xavier hizo su entrada con el resto de superviviente que aguardaban fuera. Los soldados, que tras las sombrías palabras del padre Guerin habían permanecido callados, volvieron a expresar jolgorio ante la entrada de los demás compatriotas.

Éstos, por su parte, no pudieron más que mostrar su cara de asombro al descubrir que casi una cincuentena de hombres habían logrado sobrevivir al ataque de... de... ¡¿De la tormenta?!...

No tardaron en acercarles bandejas con fruta, carne asada fría, pan, leche y algo de vino a los Barraud, Vivant, Duvalier, Leblanc, Galindeau y Descoteaux...

Duvalier, el hijo del anticuario no dudó por un segundo en coger parte de esas vituallas y comer al tiempo que de forma nerviosa sonreía.

En cuanto a las preguntas de Lacroix, el padre Guerin (el sacerdote que acompañó a Luc Lovain en la primera expedición a buscar la tumba de Tutankhamon) fue tajante en sus respuestas: - Yo no he sucumbido a los placeres de la carne, teniente... ¡¡Y sí!!... Luc Lovain está muerto o eso creo...- continuó hablando con cierto grado de misterio - Decidió marchar de la ciudad... ¡¡Sólo Dios sabe qué le habrá ocurrido!!

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Para los que entran ahora, estáis en una amplia sala diáfana con comida y cómodos cojines.

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29/02/2016, 14:56
Jean-Baptiste Lacroix

El teniente espera una respuesta cuando ve que Xavier entraba con el resto de su mermada comitiva. Rápidamente se acerca al doctor al que aparta un poco del resto y le susurra.

-Dr. Leblanc, hay alguna manera de saber si la comida o bebida que hay aquí puede estar envenenada o tener algún tipo de droga? Es que veo a los soldados demasiado animados, para todo lo que han pasado...vale, puede ser que el estar a salvo, rodeados de mujeres y con comida y agua en abundancia los deje en ese estado. Pero si usted tiene alguna manera de asegurarnos que no hay peligro...

Entonces escucha al ministro de dios hablar y se gira hacia él..

-Quiere decir que el teniente llego hasta aquí con el resto de ustedes? Y luego marcho? Porqué decidió marchar? Saben a donde fue?

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29/02/2016, 17:12
Dominique Vivant

Acepto encantado la carne fría y el vino, del cual tomo una buena ración, con una cortés sonrisa, haciendo gala de los buenos modales que Francia ha paseado por medio mundo.

Me sorprende descubrir un puñado de supervivientes de la primera expedición... Así como la misteriosa desaparición de Luc Lovain... Observo con cierta indiferencia como se apartan lacroix con el doctor, y aprovecho para acercarme al sacerdote.

Páter... pero... Os hacíamos reunido con el Hacedor... ¡Qué alegría! ¿Qué os ha traído hasta aquí? Lo último que sabemos es que todos desaparecieron de forma misteriosa...

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01/03/2016, 09:44
Guardián

El médico de la comitiva cogió un pedazo de carne y lo saboreó. Pasó un rato paladeando la pizca de carne, mientras intentaba notar sutiles detalles. Tras unos segundos, acercó de forma disimilada su rostro a la oreja de Lacroix y confirmó: - No creo que esté envenenada... No noto sabor amargo en los alimentos...-  de sobra era conocido que los venenos más frecuentes de la época disponían de un ligero sabor amargo debido al cianuro de su composición.

Luego, cuando formuló la pregunta sobre Lovain, los hombres supervivientes de la primera expedición respondieron al jinete:

- Marchó con algunos hombres para realizar una expedición por el desierto... Y no regresaron.- estaba claro que Lovain no se conformó con pasar sus días en aquella extraña ciudad. 

- ¡¿Quizás fueran las criaturas gorgojeantes?!...- exclamó uno de los soldados, mientras el resto callaba.

- Sea como sea, ahora estamos a salvo.- Afirmó el padre Guerin, mientras entrechocaba su mano con Vivant - Es un placer entrechocar con una persona influyente como usted.- añadió el sacerdote mientras daba un sorbo de vino - Por alguna razón, todos hemos pasado por la misma experiencia traumática. Eso era lo que el teniente Lacroix y yo estábamos comentado...

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02/03/2016, 12:33
Abeillut Sadar

Aquel paseo en solitario sirvió a Abeillut para ampliar sus sospechas sobre la extrañeza de aquel lugar, así como para confirmar que aquellos soldados se habían desprendido de sus armas voluntariamente, quizá no hallando peligro, o quizá ya totalmente seducidos por el hechizo de aquel lugar. Tras aquello se producía el hallazgo de una habitación muy diferente a todas las demás, más pequeña y discreta, la cuál quizá ocultara algún secreto que ayudase a explicar lo que observaban sus ojos. Con el mismo cuidado con el que se había escurrido de entre los soldados, el bereber se aproximó a inspeccionar el cuartillo, abriendo en primer lugar el cajón del escritorio.
 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Quiero indagar en la estancia, mirar en el cajón, debajo de la cama, o en los armarios (si los hubiera). También busco posibles compartimentos ocultos en las paredes y el suelo (dejo hecha la tirada de Descubrir, por si hiciera falta).
 

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03/03/2016, 17:22
Guardián

El guía bereber pasó un buen rato indagando en aquella habitación. Por la presencia de una biblia y un rosario sobre los bordes de una jofaina, dilucidó que debía tratarse de los aposentos del padre Guerin. Nada le llamó la atención especialmente, a excepción de un diario de tapaderas de cuero cuarteado...

Notas de juego

NOTA DM: Tú me dirás si lo abres...

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03/03/2016, 23:06
Jean-Pierre Barraud

Los compañeros fueron conducidos a una sala donde se reencontraron con el resto del grupo. Además, allí se encontraba medio centenar de supervivientes que mostraron gran alegría al verlos entrar. - Bien hallados, compañeros. Es un verdadero placer ver que se encuentran bien. Alguien les acercó una bandeja con fruta y varias copas de vino. Barraud cogió una copa dando las gracias a quién se la ofrecía. Buscó con la mirada y encontró a Lacroix conversando con el doctor Leblanc, y decidió unirse a ellos. - De modo que era cierto... había más supervivientes. - Jean-Pierre se dirigió a los compañeros cuando llegó a su lado. - Con todo, señores, deberíamos partir cuanto antes. ¿No les parece que los hombres están demasiado cómodos aquí? Casi parece que no deseen volver a su hogar...

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05/03/2016, 14:13
Abeillut Sadar

Atrapado entre la curiosidad y la prudencia, Abeillut contempló aquel diario, temeroso de las verdades que pudiera revelar, impaciente por el temor de ser descubierto. Nada quedaba, sin embargo, más que dar el paso definitivo. Llegado hasta allí, lo que podía ser la única fuente de respuestas estaba ante sus ojos, y el bereber no podía despreciar la ocasión que el destino le brindaba. Encomendándose a los antiguos espíritus de su tribu, a Allah, y a cuantas fuerzas pudieran protegerle, abrió el desgastado diario por la primera página...

Notas de juego

Tú me dirás cuánta cordura pierdo xD.

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06/03/2016, 21:46
Guardián

El diario estaba escrito en francés, y eso le ahorró el terrible dolor de la verdad que se encerraba entre dichas páginas, pero a pesar de eso, los dibujos y representaciones que se hallaban allí no dejaban espacio para la duda...

El sacerdote Guerin había dibujado con gran tino la criatura que unos días atrás - pues esa era la conciencia que el guía bereber poseía- hallaran en el interior de la tormenta de polvo. Junto a aquellos macabros trazos, el padre también representó un mapa, pero no era un mapa común del desierto o de un territorio, sino más bien una carta de navegación a través de planetas y estrellas. El destino parecía hallarse cerca de la Constelación de Tauro a miles de millones de Km de distancia. Allí, en una pequeña estrella cuyo nombre parecía ser el de Aldebarán, una criatura de majestuosas dimensiones parecía habitar en un lago cósmico...

La sangre del bereber se heló de forma instantánea, pues aquel mapa no era nuevo para él. Aquel mapa se representó en la arena del desierto el funesto día que el ejercito comandado por Murat topara con aquella ciclopea criatura...

Siguió hojeando el diario con mirada perdida y absorta, analizando ecuaciones, cálculos y rituales tan desconocidos como paganos, hasta que al final lo encontró. Casi sin quererlo topó con el nombre de aquel ser confinado en el manto oscuro, y no resultó nada halagüeño...

Aquél cuyo nombre no debe ser pronunciado.- leyó para sí mientras una lágrima producto del terror le resbalaba por la cara.

- Tiradas (1)

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Hay más información, pero al estar en francés no te enteras de todo. Igualmente, si te enteraras de todo, te hubieras llevado mucho más daño de cordura...

XD

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08/03/2016, 11:06
Jean-Baptiste Lacroix

El teniente esta escuchando al doctor cuando Barraud se acerca y le comenta sus inquietudes. El teniente asiente con la cabeza.

-Yo estoy igual que usted Jean-Pierre...de hecho he tenido que cuadrarme para que se centraran y empezaran a explicarme cosas...su actitud es más la de alguien de vacaciones en un paraíso que la de unos soldados que han pasado por un infierno y están deseando volver a casa...Además, si se fija no llevan las armas...

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08/03/2016, 16:55
Dominique Vivant

Sí... No tenía constancia en crónica alguna de tormentas de arena tan... virulentas.

Le respondo al padre Guerin, mientras estrechamos nuestras manos.

Después de escuchar lo que dicen los hombres de milicia de mi expedición asiento a lo que dicen.

Sí, deberíamos partir. Aún hemos de llegar hasta Napoleón, y no creo que eso vaya a ser un viaje fácil... ¿creen que estas mujeres nos darán lo necesario para partir? Supongo que sí.

No hago caso al comentario paranoico sobre las armas. A mí, hombre civil y de buenos modales, me parece normal que no portena rmas unos huéspedes que ya llevan tanto tiempo en el poblado. Me parece una terrible descortesía ir armados en todo momento, como si temieran ser atacados.

Dudo que Napoleón decida enviar una tercera expedición a por la tumba del faraón niño, pero cada día el general consigue nuevas piezas que se han de estudiar, catalogar, inventariar... Una locura. Una maravillosa tarea que comporta un enorme dolor de cabeza.

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09/03/2016, 10:31
Abeillut Sadar

Con los dedos temblorosos, Abeillut sostuvo aquel diario plagado de locuras que su torpe francés le impedía comprender, mientras observaba el mapa que días atrás viesen dibujado en la arena. Sin duda debía haber una conexión entre todos aquellos hechos y el ataque en la arena, y como mínimo aquello parecía indicar que el sacerdote cristiano que habían hallado junto al resto de la expedición comprendía y recordaba a la perfección todos aquellos hechos. Pero... ¿cómo podía disponer de tan diáfana memoria? ¿quién podría, habiendo sido víctima del ataque de una bestia de tales dimensiones, retener en su mente detalles tan precisos? Y sobre todo... ¿qué afán podría tener en capturarlos en un diario? Demasiadas preguntas que la mente de un bereber, habituado a la sencillez del desierto, no era capaz de responder. Sacudió entonces la cabeza Abeillut, tratando de retornar a la realidad de la que aquel macabro diario se empeñaba en alejarle. Sus compañeros serían capaces de entender lo que significaba todo aquello, y quizá pudieran tomar una decisión entonces. Con dedos aún temblorosos, Abeillut ocultó el diario entre los pliegues de sus ropas, y volvió en busca de Lacroix, sin poder dejar de pensar en que el teniente dragón se había quedado, precisamente, con Guerín...

Notas de juego

Pues nada, compartamos un poco de esta locura xD. Menos mal que sacaste bajo en el dado... estoy bajo mínimos!

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09/03/2016, 17:58
Padre Guerin

El sacerdote relajó el gesto de su rostro al ver como una persona versada y menos condicionada al afán imperialista de Napoleón, departía con el palabras y algunos conceptos interesantes. De todas las personas que se encontraban allí, Dominique era el más accesible por parte del clérigo, cosa que resultaba ciertamente extraña estando Descoteaux allí. Desde su entrada, el párroco de Sant Etiênne se había mantenido alejado de la escena, intentando no cruzar palabra alguna con el padre Guerin, a pesar de que compartían fe y oficio...

- ¿Marchar después de lo vivido?... ¡¿No pensarán que aquello fuera un sueño?! ¡¿No?!- Exclamó el sacerdote con rostro serio y poco dado a la chanza. - Luc Lovain lo intentó y seguramente ahora esté muerto...

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09/03/2016, 18:05
Gerrard Farrè

- ¡¿Y qué proponéis, padre?! -cuestionó el alférez pendiente de alguna solución para aquel entramado. El oficial francés podía comprender que los hombres no desearan marchar de aquel paraíso, de aquella muestra de pereza como pecado capital, pero lo que estaba en juego era el Honor de Francia, y eso no era baladí.

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09/03/2016, 18:08
Guardián

A punto de sucumbir estuvo la supersticiosa mente del guía bereber, pero consiguió hacer frente a las oscuras revelaciones que entre aquellas páginas se habían esclarecido. A pesar de ello, sus conocimientos de francés resultaban demasiado escuetos como para obtener toda la información que allí se pudiera albergar.

Con paso decidido, escondió el manual en su mochila y decidió retornar. Tendría poco tiempo para contarle a sus compañeros qué era lo que allí había descubierto sin que el padre Guerin echara en falta su preciado diario...

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Entiendo que bajas.

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10/03/2016, 09:32
Dominique Vivant

Asisto al intercambio de frases entre el páter y el alférez con cierto estupor.

Esta gente no se quiere marchar... 

No puedo negar que me está gustando como me tratan las exóticas mujeres, pero no tenía en mente quedarme... Aunque si me quedo un poco, quizás cambio de idea y acabo como ellos...

Sí, páter. ¿Qué proponéis? 

 

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10/03/2016, 10:40
Guardián

Justo cuando Vivant pidió que Guerin expusiera un plan, Abeillut emergió entre el gentío. La habitual cara bronceada del guía bereber, mostraba cierto tono ceniciento y pálido. Sus ojos intentaban disimular, pero todo su cuerpo se estremecía de nerviosismo. En ese instante, una gran campana tañó en el lacónico silencio que se formó durante unos segundos. El sonido era profundo a pesar de que su fuente a buen seguro se encontraba a varios centenares de metros de allí...

- Es la hora de la oración de nuestros anfitriones...- añadió el sacerdote una vez finalizó la sucesión de sonoros campanazos. - Deberían descansar.- afirmó contundentemente - Tomen aliento y descansen. Más tarde decidiremos qué hacer...- y tras estas palabras, Guerin se dio la vuelta y marchó de la sala.

Notas de juego

NOTA DM: el sacerdote se marcha. El resto de soldados -un par de docenas- continúan aprovechando "la buena vida". Estáis en lo que coincidiría con la hora de comer, aunque desde que estáis en "este desierto" cuesta más discernir las horas.

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10/03/2016, 11:14
Dominique Vivant

Cuando se dispone a marcharse le retengo por el brazo. 

Un momento, páter. ¿Dónde va? Nuestros anfitriones han dejado muy claro que no debemos ir a su templo.

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14/03/2016, 09:25
Abeillut Sadar

Aprovechando que el padre Guerín se marchaba, acudió a reunirse Abeillut con el teniente Lacroix y el resto de sus compañeros, confiando en que pudieran disponer de un momento de calma para discutir lo que había averiguado. Traía aún descompuesto el gesto el bereber, a quién sus recientes investigaciones habían desvelado nuevos peligros que pronto habría de compartir. Reuniéndose con el teniente, y procurando asegurarse de que nadie que no perteneciese al mismo grupo que le había acompañado andase cerca, Sadar comenzó a hablar entre susurros.

- Tiniente, tiniente. - se acercó, a medio jadeo - Tengo libro muy importante. Tinéis que leerlo... muy extraño, todo muy raro. Yo no intiendo bien, pero viosotros friansés, ¿sí? Leer.

Entonces, de entre sus ropajes, Abeillut sacó un diario cuarteado y sucio, el mismo que extrajera minutos antes de una habitación en la segunda planta. Lo sostuvo con dedos temblorosos, tendiéndoselo a Lacroix.

- Diario di padre Guerín, ¿sí?

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14/03/2016, 21:44
Padre Guerin

El sacerdote se detuvo y con gesto serio miró al diletante francés. Su mirada era fría a la vez que austera, como dejando claro que con la marcha del teniente Lovain, él se había hecho con el control de los hombres que allí descansaban - como pudo comprobar cuando un trío de soldados que hasta el momento estaban relajados se pusieron algo más tensos.

- Creo que ha malinterpretado mis palabras, monsieur- dijo esbozando una sonrisa molesta - Jamás se me hubiera pasado por la cabeza ir al templo de nuestros anfitriones... Simplemente me retiraba a mis aposentos a descansar y a darle gracias a nuestro Señor Todopoderoso por haberles traído hasta aquí...- no tardó en añadir mientras intentaba recomponerse la sotana.