Partida Rol por web

La tormenta de arena

III. En el vientre del Mal

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20/05/2016, 09:41
Dominique Vivant

No podía resisitirme al desenfreno que me rodeaba. Casi muero en el desierto, estoy en una ciudad de locos, con un sacerdote manipulador y un puñado de soldados dementes... por no hablar de las enigmáticas mujeres y su misterioso templo...

Al diablo con todo!

Pienso al ver las mujeres mostrando sus artes amatorias y las viandas que se desplegaban ante mis ojos. Un calor subía por mi estómago y veía  a mis compañeros que intentaban luchar contra sus instintos.

Yo no iba a hacerlo. Mañana ya pensaría en escapar. Hoy tocaba vivir, pues no sabía si mañana podía vivir... O si ya podía haber muerto en el desierto, en aquella extraña tormenta de arena.

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22/05/2016, 22:05
Abeillut Sadar

Tras vaciar su vientre de aquellos alimentos infectos, el bereber comenzó a tantear a su alrededor. Apartó de un empujón al fogoso trío que se solazaba frente a él, no pudiendo ocultar el asco que todo aquello le producía. El estómago le daba vueltas, y su cabeza trataba de encontrar un referente al que aferrarse, mientras caminaba entre hombres desatados y mujeres insinuantes, y el hedor del sexo y el sudor invadían la estancia y le penetraban hasta lo más profundo del cráneo. Abeillut se giró entonces, buscando en primer lugar al teniente Lacroix, a los pocos amigos leales que le quedaban, y a continuación tratando de localizar de nuevo a Guerín, el maldito sacerdote que sin duda había abandonado ya su fe para siempre, entregándose a dioses más oscuros y tangibles. 

Nada más topar con Lacroix, quién luchaba con todas sus fuerzas contra el asco que le producía aquel espectáculo, Abeillut comenzó a gesticular, angustiado.

- Siaserdote Guirín ha prieparado todo esto. Él sabe, él quiere pudrir almas de buenos soldados. ¡Sí! Tenemos que matar a siaserdote. ¡Cuello degüellado! No tinemos más oportunidad.

Abeillut buscaba frenético a Guerín, tratando de hallarle entre el retozante gentío, temeroso de que les estuviese observando, o se estuviese preparando para dar el siguiente golpe. 

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24/05/2016, 09:21
Guardián

Espoloneados por el alférez Farrè, el grupo de supervivientes intentó salir de aquella bacanal de lujuria y corrupción. En su intención, hallaron al díscolo Vivant, abandonado a los placeres de la carne. Nuevamente, el bueno de Gerrard, que parecía mantenerse indemne de todo lo que allí estaba sucediendo, empujó a las lujuriosas mujeres de aquella urbe, rescatando al erudito francés. Con fuerza, tiró del cuerpo semidesnudo del potentado, y lo encomendó a moverse.

- ¡¡No nos separemos!!- Exclamó el abanderado, mientras todo a su alrededor era un campo de batalla de cuerpos que se contorneaban al son del vicio y el placer. - ¡¡No podemos permanecer más tiempo aquí!!- y tras sus palabras, condujo al grupo hasta la salida. Allí, un poco antes de cruzar el umbral, se reunieron con el Coronel Duvaquel y Galindeau.

No estaban todos. Duvalier había sido fagocitado por los tentáculos hedonistas de aquella grotesca orgía y el Dr. Leblanc hacía tiempo que había desaparecido. La mente del buen doctor se había descubierto como demasiado frágil después de lo acontecido en el desierto, con lo que todo hacía sospechar que era una víctima más de aquel ritual pagano y macabro.

Una vez fuera de aquella sala, el grupo corrió por el largo pasillo que en esta ocasión se antojo incluso demasiado largo. Los velos que lo adornaban, se zarandeaban a un lado y a otro por acción de los supervivientes, pero también gracias a la leve brisa de la noche. Aquel impás de tiempo se convirtió en un mal sueño, pues el efecto de la droga que hubieran consumido, hacía que los límites y colores se desvirtuaran, dando el angustioso efecto de ser un largo túnel sin final.

Gracias a dios, aquella experiencia también pasó, y el grupo salió al bello jardín de flores y árboles en el cual comenzaran la lectura del diario de Guerin. Tras la carrera, llegaron exhaustos, pero un mínima sonrisa se dibujo en sus rostros una vez huidos de aquella sala de pecado carnal.

Al llegar allí y después de recobrar el aliento, percibieron varias siluetas entre los arbustos...

- ¡¡Tenéis algo que no os pertenece!!- dijo una voz de hombre - ¡¡No tenéis escapatoria!! ¡¡saciaréis a la Reina!!- añadió otra voz varonil - ¡¡Sí!! ¡¡Sí!!... ¡¡Lo haréis!!- dijo otra, cuyo tono resultaba algo más quebradizo...

Unos segundos después, cinco soldados de la escolta personal de Guerin, surgieron armados con bayonetas y sables. No tenían buenas intenciones...

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: momento de pelea. Recordad que estabais en una cena, con lo que nada de mosquetes. Pistola, bayoneta, sables, cuchillo de cortar carne, tenedor, puños... Lo que queráis menos mosquete. Tenéis un -10% a cualquier habilidad de combate debido a la droga. Los sicarios van después de vosotros. Buena suerte.

NOTA GUARDIÁN (VIVANT): hazme una tirada de cordura, majo...

PERSONAJE

P.VIDA

CORDURA

ESPECIAL

Jean-Baptiste Lacroix

11/11

71

 

Charles Duvalier

12/12

57

 

Abeillut Sadar

10/10

29

 

Emelien Leblanc

9/9

26

 

Eugène Descoteaux

10/10

69

 

Dominique Vivant

11/11

46

 

Jean-Pierre Barraud

15/15

76

 

Sicarios

¿?

0

 

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24/05/2016, 11:06
Dominique Vivant

me veo arrastrado por mis soldados... O eso creo, pues no estoy muy seguro de nada... Las voces parecen las de ellos... Aunque distorsionadas. También hay gritos, y un caleidoscopio de colores y aromas me invade mientras me mueven por escenarios que me son remotamente familiares.

Una vez en el frescor nocturno, parece que recobro algo el sentido de la realidad, aunque todo aquello se me antoja lejano y banal... Aún resuena en mi cabeza una extraña música y puedo sentir el aroma almizclado de las mujeres...

Una voz terrible parece que nos amenaza... Bueno, a mí no. Yo estoy muy lejos de allí. Lo veo todo, pero estoy lejos. Soy intocable.

 

- Tiradas (1)
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24/05/2016, 11:57
Guardián
- Tiradas (1)

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: mientras te retozas con las muchachas, y observas al resto de integrante de la orgía, crees ver algo sobrenatural y aterrador: varias de esas mujeres se giran y en su rostros puedes contemplar rasgos insectoides como una hilera compuesta de 4 ojos, queliceros, gruesos y negruzco vello ... aunque te queda la duda de que tal vez sea la droga que lo desvirtúa todo.

Ya te he descontado la pérdida en la tabla.

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24/05/2016, 15:15
Jean-Pierre Barraud

Con los sentidos aún embotados el grupo logró por fin salir al aire libre, al bello jardín.
Allí les salieron al encuentro cinco de los perros guardianes de Guerin.
Todos iban armados y estaba muy claro qué intenciones tenían.
Con gesto mecánico llevó la diestra al hombro izquierdo para descolgar el arma. En ese momento se maldijo mil veces por haber flaqueado ante aquellas rameras.
Con resignación tanteó con la mano en la cadera y encontró enfundada la bayoneta. Con furor en la mirada y tensión en los músculos, desnudó el acero y se encaró con el primer patán que encontró delante.

Aún con la debilidad que le provocaba la droga que había ingerido, seguía siendo un soldado. No había soportado años de terror, humo y gritos para retroceder ahora ante unos pinchaúvas.
- ¡No cedan, señores! ¡No pueden vencernos!
No le correspondía a él incitar a los hombres, pero en ese condenado paraje, el rango había perdido gran parte de su significado. Además, no pudo evitarlo, simplemente dio salida a toda la tensión que acumulaba desde hacía demasiado. Con un horrible grito surgido desde lo más hondo de su alma, se lanzó al ataque.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Igual me he colao, no sé quién tiene más DES. Yo tengo 12.
Le curto el lomo al que me pille más cerca..
7 de daño.

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25/05/2016, 10:57
Abeillut Sadar

¡Al fin salían de aquel salón de los infiernos! Acompañado por sus amigos, Abeillut corría hacia el exterior dispuesto a huir de la ciudad de pecado en la que se habían internado, a pesar de sus constantes advertencias. El desierto no auguraba un destino halagüeño, pero al menos morirían con el alma limpia...

Y entonces ocurrió: ¡los perros de Guerín les cortaban el paso! Aquellos malditos asesinos acudían en su búsqueda, dispuestos a recobrar el diario que el bereber les había sustraído. La actitud salvaje de los soldados enemigos incitó la sed de sangre en Abeillut. ¡Lucha, después de todo! Aquella era la razón por la que Abeillut se había alistado en el ejército francés, aunque por aquel entonces su afán fuese dar muerte a los turcos. Qué lejanas le parecían aquellas razones ahora, qué vacías de importancia. Este era el verdadero mal, un mal universal, mucho más fuerte y poderoso que el imperio turco.

- ¡Morid, pierros del infierno! - gritó - ¡Allah!

La flissa salió del cinto de Abeillut, impulsada por su mano guerrera. El gesto era tan natural en el bereber que pareció no haber sido ejecutado. Abeillut preparaba un ataque mortal*...

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Aparentemente, sobre mi propia cabeza xD.

Maldito d100...

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25/05/2016, 12:20
Jean-Baptiste Lacroix

Todo pasó entre nubes que enturbiaban la vista, colores que se difuminaban y pasillos que se alargaban hasta el infinito. Parecía que aquella pesadilla no acabaría nunca, que la noche no tendría fin…el pecho de Lacroix se encogía, notaba como le faltaba el aire…

Y de repente, consiguieron salir al exterior. Lacroix se dejó caer de rodillas al suelo, abriendo sus pulmones al máximo para poder ingerir todo el aire que le faltaba. Estaba sudando, pero su respiración volvía poco a poco  la normalidad. Habían conseguido escapar de aquel infierno.

Pero la tranquilidad no duró demasiado. Cinco de aquellos malditos traidores salieron de las sombras, dispuestos a teñir de sangre las arenas de aquel endemoniado desierto.

Lacroix vio como los valientes Abeillut y Jean-Pierre se lanzaron sin dudarlo a probar la sangre de aquellos perros, eran la mejor ayuda que uno podía necesitar en aquellos momentos.

Las palabras de Barraud le animaron, el teniente se levantó rápidamente y saco su sable, poniéndose hombro con hombro junto con . Si tenía que morir, no se le ocurría mejor compañía que el hombre que portaba tan gloriosamente su estandarte, y con el que tantas batallas había librado.

-Malditos perros traidores, sois la escoria Francia! Nuestro glorioso país no se merece que vuestra existencia mancille su nombre. Así que morid!!

Y su sable bailo la danza de la guerra.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Juer, y eso que tengo la habilidad alta...

Maldito tirador de dados trucado! xD

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25/05/2016, 14:20
Jean-Pierre Barraud
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdón, no sabía que se podía combinar la esquiva con el ataque.

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25/05/2016, 20:42
Dominique Vivant

Más gritos, y más gritos... Todo aquello se me antoja extraño, absurdo... 

¿Es posible que ese cochon de sacerdote tenga 4 ojos negros? Y eso que le asoma por la nuca son pelos gruesos y negros? Qué asco! Es como una araña gorda y pestilente! Nonono... Sólo es un hombre perturbado... jajajaja!! 

Me mantengo detrás de los soldados, algo ido... Meto una mano en mi bolsillo y toco el papel arrugado que contiene el extraño mapa astrológico... Mi mente se divide entre salir corriendo hacia el templo de esas mujeres deformes o bien comerme el mapa... No. El mapa es valioso para Francia y la Academia... jajaja! Si es la obra de ese sacerdote loco!! Son sus desvaríos!! jajajaja!!

Jajajajaja!!! Venga! venga! Mátenlos a todos!! Luego quemaremos esta ciudad y nos mearemos sobre sus cenizas!!! jajajaja!!!

Grito, mientras pego puñetazos al aire vacío y escupo a los que nos amenazan, por encima de la espalda de nuestros hombres.

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26/05/2016, 21:27
Guardián

Con gritos en pos de Francia, los supervivientes se abalanzaron sobre los sicarios traidores. Antes que nadie, el fiero Barraud hundió su bayoneta en el vientre de uno de los oponentes que poco pudo hacer, pues cayó al suelo vencido en una bacanal de sangre sin control.

Por su parte, Abeillut mantenía la distancia con su Flissa, tras lanzar una estocada que erró trágicamente. Los efectos de los narcóticos que habían ingerido, causaban fallos en los cálculos de la distancia de combate y les estaba perjudicando. Junto a él, Lacroix se alzó del suelo como un águila prende el vuelo y lanzó una punzada de sus sable. La hoja pasó demasiado lejos del adversario que aprovechando la desequilibrada posición del teniente, lanzó una puñalada con su bayoneta que se hincó en el deltoides de su brazo izquierdo. Aquello iba en serio...

Farrè y el coronel Duvaquel, reducieron gracias a sus sables a otro traidor, tras administrarle un par de sendas cuchilladas a cual más le tal. La primera fue en el centro del pecho, mientras que la segunda se hundió con vehemencia por la espalda en excursión ascendente desde los riñones al pulmón. El desgraciado cayó muerto en una fracción de segundos.

Galindeau, mantenía un puñal en su cinto. Jamás quiso portar el sable que le pertocaba por oficial, pues pensaba que un ingeniero como él no le prestaría el uso adecuado... Ahora se arrepentía.

Intentó controlar los desvaríos de Vivant, el cual parecía bastante afectado. No en vano había sido el que más comida había ingerido. - ¡¡Vamos padre, ayúdeme!!- espetó a Descoteaux, que desde hacía rato aferraba con fuerza una cruz, con los ojos perdidos en el horizonte...

- Tiradas (5)

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Barraud se carga uno, Farrè+Duvaquel se cepillan a otro. Atacan a Barraud, Abeillut y Lacroix. El del teniente tiene éxito. Éste falla esquiva recibiendo 3 daños. Os vuelve a tocar. Tirad las esquivas por si acaso. Recordad que los sables pueden atacar y parar en el mismo asalto, con lo cual, tirad paradas los que ataquen con sables.

PERSONAJE

P.VIDA

CORDURA

ESPECIAL

Jean-Baptiste Lacroix

8/11

71

 

Charles Duvalier

12/12

57

 

Abeillut Sadar

10/10

29

 

Emelien Leblanc

9/9

26

 

Eugène Descoteaux

10/10

69

 

Dominique Vivant

11/11

46

 

Jean-Pierre Barraud

15/15

76

 

Sicarios

¿?

0

 

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26/05/2016, 22:06
Jean-Pierre Barraud

Como siempre que entraba en combate, el Barraud amante de la paz se hacía a un lado y dejaba paso al soldado, resignado a cumplir con la labor para la que había sido adiestrado.
Con metódica frialdad, extrajo la hoja del vientre del finado y buscó a su próximo objetivo.
Pudo ver cómo uno de sus oponentes había abierto brecha en las defensas del Teniente y se dispuso a brindarle apoyo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Fallando cerdamente.

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27/05/2016, 15:58
Jean-Baptiste Lacroix

Las drogas y el salto que pego al levantarse le hicieron errar el golpe por bastante. No así su rival, que le surcó el brazo en busca de sangre.

El teniente, con odio en la cara porque una de esas vergüenzas de Francia le hubiera herido, le devolvió el golpe con fuerza.

-¡Por Fraaaaanciaaa!!!!!

- Tiradas (2)

Notas de juego

Viva le France ostia! xD

Y añado que merezco que Astur me mastique un rato, que tiradas por el glorioso imperio! xD

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28/05/2016, 11:28
Abeillut Sadar

El intercambio de estocadas comenzaba a resolverse a favor de los supervivientes, a pesar de la torpeza que algunos de ellos se daban en el afán de combatir. Lacroix sufría ya una herida, y continuaba descargando lances al aire a pesar de su extendida experiencia en el combate. No le iba a la zaga su fiel Abeillut, que más parecía pretender tronchar una rama seca que herir a un adversario capaz de eludir sus golpes. Sin duda, la desesperación, la droga y el miedo le hacían precipitar los golpes y perder el control de sí mismo...
 

- Tiradas (2)

Notas de juego

¿La parada se hace también con -10%? Si no es así, la acierto xD.

He dado por hecho que la flissa es como un sable (en teoría tenía los mismos atributos).

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29/05/2016, 13:48
Guardián

La lucha se recrudecía por instantes. Aquellos sicarios parecían haber consagrado sus vidas a una finalidad superior, que les impelía a luchar de forma vehemente sin duda ni temor. Mientras tanto, las fuerzas de la Grande Armeé, intentaban sobreponerse al pernicioso efecto de la droga en su organismo, la cual les hacía marrar ataques que en otras circunstancias no fallarían.

Gerrard y Duvaquel, combatían contra uno. Su superioridad numérica, les permitió herir en la pierna al desalmado. Por su parte, Lacroix, Abeillut y Barraud fallaron su ataque, contra el par de traidores restantes, destacando sobre todo el del tirador de línea, ya que su error, permitió que el asesino llegara hasta el coronel Galindeau -no muy ducho en el uso de armas- y le propinara una fuerte punzada de su bayoneta que a punto estuvo de matar en el acto al ingeniero...

- Tiradas (5)

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Seguimos.

Galindeau 4/10

 

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29/05/2016, 22:44
Jean-Pierre Barraud

El enfrentamiento continuaba. Si bien la contundencia de los compañeros había conseguido romper la defensa de los contrincantes al principio, a medida que avanzaba la lid, el vigor mostrado comenzaba a flaquear.
Barraud maldijo su debilidad por haber marrado su anterior golpe, pero de nada servía lamentarse.
Se recompuso como pudo y trató de apuñalar de nuevo al traidor que tenía delante.

Sin embargo, la droga ingerida había hecho mella en su organismo y las habilidades del sargento se habían visto mermadas en gran medida.

- Tiradas (2)

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Madre mía, cómo estamos...

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30/05/2016, 10:39
Jean-Baptiste Lacroix

Pero… ¿cómo podía ser?

Entre Barraud y el teniente tenían rodeado a uno, pero por más que le lanzaban golpes, el perro traidor los esquivaba todos. La droga les hacía mella, lanzando estocadas torpes como si fueran dos niños con espadas de madera. Pero la percepción alterada de Lacroix le hacía percibirlo todo como si su rival fuera la más grácil de las gacelas, esquivando a los dos contrincantes a la vez.

Este hombre…!no es de este mundo! ¿Qué le han hecho estas mujeres?

El teniente le dedico una mirada con las cejas levantadas a Barraud, con cara de sorpresa.

-Pero…!que le han hecho estas mujeres!- Dijo mientras arremetía de nuevo

- Tiradas (4)

Notas de juego

Total 10 puntos! Por fn!!! :D

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30/05/2016, 11:31
Dominique Vivant

Estaba fuera de mí, lanzando golpes al aire, mientras gritaba a enemigos invisibles. Sombras. Susurros...

A mi alrededor hay más gritos y confusión. Me necesitan. Mis chicos me necesitan. Nobleza obliga. Sigo pegando, pero el enemigo es invulnerable. Mis puños no consiguen golpear la carne.

¿Y si...?

VOY A QUEMAR VUESTRO TEMPLO DE RAMERAS!

Grito, en un momento de extraña lucidez, tras lo cual corro hacia el punto más alto del poblado.

Si las sombras me siguen, dejarán de acosar al teniente y los suyos... Y con algo de suerte hasta queizás se hacen más corpóreas y mis soldados podrán matarlas.

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30/05/2016, 18:41
Abeillut Sadar

Abeillut confrontaba a sus enemigos llevado por la rabia, viendo cómo los que desde no hace tanto se habían convertido en sus compañeros de fatigas flaqueaban por el efecto de las drogas y el cansancio. Y no sólo esto... ¡Vivant parecía haber perdido el juicio por completo! Tamaña locura sólo podía acabar con sus contendientes muertos... o con ellos mismos.

- ¡Por Allah!

Los gritos del bereber resonaban en las paredes de la ciudad de piedra, pero más parecían destinados a acompañar el desatino que la sangre, pues no alcanzaba ni a rozar a sus adversarios...

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Yo no tengo primigenio que me proteja xD.

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31/05/2016, 11:06
Guardián

Los sollozos del padre Descoteaux se mezclaban con el entrechocar de aceros. Los supervivientes se batían valientemente contra sus opositores, unos traidores a Francia y al Gran Napoleón. El Corso... ¡¡Qué lejos quedaba todo aquello!!

Allí estaban ellos, luchando una vez más por sus vidas, sitiados por los hombres que una vez consideraron sus hermanos, en el seno de una urbe tan ignota como infernal. Lacroix, Abeillut, Barraud y compañía, se había debatido durante años en campos de batallas convertidos en improvisadas carnicerías, pero aunque pensaron que nada jamás sería capaz de superar la desolación de un campo de batalla cubierto de muertos, aquella macabra ciudad alejada del mundo conocido, regido por misteriosas mujeres, había superado los límites de la cordura.

El mareado teniente de los dragones sacó fuerzas de flaqueza. La herida sangraba cálidamente, pero eso no impediría que luchara hasta el fin. Nuevamente, alzó su sable y lo descargó con furia, con arrestos. Por suerte para él, en esta ocasión, el tajo fue completamente certero, y tras hincarse en un lateral del cuello y seccionar carótida y yugular, el sicario cayó muerto en el instante. Abeillut y Barraud marraron sus ataques contra uno de aquellos traidores, que poco a poco reculaba hacia el pasillo, mientras que Farrè y Duvaquel, dieron el golpe de gracia al malhechor que anteriormente hirieran. El maldito, por su parte, antes de irse al otro barrio, descargó todo su veneno en una punzada frontal de su bayoneta que hirió de brutalmente al mal afamado oficial.

- Tiradas (1)

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Seguimos