Partida Rol por web

Tras acabar el duro combate gracias a un certero golpe de la elfa, todo está en calma... El único ruido que escuchan son los quejidos de Balasar desangrándose en el suelo...

El mago se apoya en la columna, está bastante cansado del combate, además casi muere y eso le ha afectado un poco. A pesar de que Balasar está en el suelo moribundo sabe que no puede hacer nada por él y espera que la elfa pueda curarlo. De momento se queda vigilando la entrada por si sale algún goblin más, o cualquier otro bicho.

Erenya, Balasar parece malherido. ¿Cómo estais los demás?

Porfidius se lanza raudo hacia el herido para intentar sanar sus heridas.

Me acerco apresuradamente hacia Balasar ... le busco el pulso e intento lo que sea para salvarle.

Tras el intento fallido de Porfidius de intentar estabilizarlo, Balasar no puede más y cuando Erunya-úvë intenta comprobar su estado, ya es demasiado tarde... unos ojos blancos y una lengua llena de sangre son los claros designios de una muerte en combate...

Al examinar los cuerpos, observais que el hacha que aún mantiene agarrado el goblin que asestó el golpe mortal a Balasar es un arma extremadamente afilada y de gran calidad...

Tras acabar con sus enemigos y contemplar la muerte de su compañero dracónido, nuestro grupo de aventureros contempla la inmensa torre que se alza ante ellos...

Un poco cansado por el combate. Y mientras se recupera de las heridas. Evianrhall observa la torre.

Bueno. Pues ahora que hemos acabado con los guardíanes creo que ya sólo queda subir lo antes posible ¿no?. Me sabe muy mal la perdida que hemos sufrido, pero ahora no podemos hacer nada por él.
Propongo que como mucho apartemos el cuerpo del camino, y una vez acabemos con el malvado hechicero ya le daremos un entierro digno.
Cuanto más tardemos, más posibilidades hay de que se den cuenta de que algo no anda bien.

Totalmente de acuerdo. Quien abre la marcha?

Yo abriré la marcha, tras la pérdida de nuestro compañero estoy más ansioso que nunca de ponerle la mano encima a este maldito mago. Y sin decir más, se encaminó a la puerta principal y abrió el portón de madera con un gran empujón.

Un instante después de que el señor de la guerra abriese la puerta, una gran maza de hierro con púas tan grandes y puntiagudas como para atravesar un buen buey de tiro cayó desde encima de la puerta ensartando al gran líder completamente en las púas de la maza...

Ante la mirada atónita del resto del grupo, el cuerpo de su compañero se sigue balanceando...

Dos muertes más de las que se esperaban en un principio se han dado ya... ¿cuántas más serán necesarias para llevar a cabo la misión?

Evianrhall todavía estaba contemplando el resultado de la batalla y la muerte de su compañero cuando Porfidius en un ataque de ira embistió la enorme puerta de la torre.
La acción pilló a todos por sorpresa y nadie pudo reaccionar a tiempo, ni decir nada. La determinación del Señor de la Guerra era demasiado fuerte.
Simplemente pudieron contemplar como la maza con puas ensartaba su cuerpo.

Mierda. Maldita sea. Pero que es lo que pasa con los guerreros. Hay que pensar un poco antes de actuar. Otra baja más. Mierda. Y todavía no hemos entrado a la torre.

Resignado, el mago se acercó con cuidado a la puerta y trató de moverla con su bastón por si había más trampas.

Maldita sea, ¿creeis que habrá más trampas?

Es como si algo me lo hubiese notificado... por unos instantes ... mientras Porfidus habria la puerta ... una sensación... noooo!!

... tarde, pero porque?? ... lo vi venir pero reaccioné tarde...

Me inclino de rodillas sobre el ensangrentado suelo arrepintiendome como si hubiera sido yo misma quien le habria golpeado con la maza. Pero ahora no era el momento de lamentaciones, el resto de compañeros seguian dependiendo de mi salvaguarda... no puedo decepcionarles y menos demostrar debilidad...

Con una fuerte bocanada de aire me reincorporo.. ese mago pagará por todo el mal que ha hecho, la sangre derramada de nuestros amigos no será en vano. Retiremos el cuerpo de nuestro amigo Porfidus y hagamos justicia en su nombre. Él así lo habría querido...

Terminemos con esta injuria!

Una lagrima recorre mi mejilla...