Porfidius, ¿ya estás listo?
El paladín despierta y se encuentra en medio de una sala rectangular vacía... pero ¿dónde está? Lo último que recuerda es que iba en busca de un gran mago que atemorizaba a la gente de los alrededores de su torre... pero nunca llegó a la torre... no aún...
Mientras recupera el conocimiento poco a poco, se da cuenta de que no tiene nada de su equipo y parece que está en un celda... Sólo una pequeña ventana ilumina tenuemente el pequeño cubículo. Una puerta de madera frente a ésta, le impide salir de él...
Aún no estás con el resto, así que los mensajes sólo para mi, ¿ok?
Yalarino se levantó pesado, como si su cuerpo no le quisiera responder - ¿Dónde estoy?, ¿qué ha pasado? Esos malditos trasgos... - lo último que recordaba era ir corriendo tras un trasgo para evitar que diera la alarma - seguro que me tendieron una emboscada. ¡MALDITOS SERES DE LOS PLANOS INFERIORES! - dijo en voz alta.
Tras esto se acercó a la puerta, con la intención de probar su resistencia...
Le cambio el nombre, para que sea un personaje distinto al otro, como es el caso, ¿ok?
La puerta no parece excesivamente resistente, aunque no tiene ningún picaporte ni nada que permita abrirla fácilmente.
Ok
Tras un primer intento de apertura con un empujón de su mano, el paladin se concentró en busca de mal tras aquella puerta. Eso le podría servir para ver qué se encontraba tras de ella.
Luego retrocedió, y se lanzó a la carga para probar la verdadera dureza de la madera...
No detectó ningún mal cercano y por lo tanto, cargó sin miedo. Atravesó la puerta limpiamente y de repente estaba en un estrecho corredor apenas iluminado pero del que podía ver que en unos 10 pasos giraba a la derecha...
Sin arma ni armadura, sin sus pertenencias, ahora se sentía liviano, aunque tremendamente desprotegido - Helmo, ilumina mi camino - pidió a medida que avanzaba por el pasillo intentando no llamar la atención. Poco a poco, avanzó por el estrecho corredor, hasta que pudo pararse a escuchar antes de echar una mirada por la esquina contigua...
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Escuchar
Resultado: 14(+2)=16
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Avistar
Resultado: 6(+2)=8
Una sala muy extraña, esto me huele mal... muy mal. No me cuadra esto. Y no me gusta que algo no me cuadre...
Camino despacio fijandome en cada junta de las baldosas del suelo. Ninguna trampa me sorprenderá, eso seguro.
Chicos, esperad, esto me huele mal. Dejad que inspeccione el camino.
Elijo 20 en buscar, para un total de 30. LO hago para buscar un camino para ir hasta la arcada. Cuando llegue, elijo 20 para encontrar trampas en la arcada.
¿Ya sabes que llamar al 20 en un detectar trampas es comertela seguro si las hay? Y en buscar (o advertir y escuchar) no se puede llamar al 20.
Yo creo que no... del SRD:
Concretamente dice:
Cita:
Está claro que si hay una trampa con CD mayor de 30, me la como fijo, pero me la comería fijo de todas todas. Y buscar no salta la trampa, la descubro antes de pisarla o meterme en su radio de acción.
Sin ánimo de meterme donde no me llaman pero, puedes elegir 20 cuando tengas TODO el tiempo del mundo. Si estás en un dungeon, con enemigos danzando a su aire, creo que no es el momento más conveniente para hacerlo. En el texto dice que no debes tener distracciones ni estar corriendo riesgos, como el que estáis corriendo en un baluarte enemigo...
Pero estamos en una sala vacía, sin nadie persiguiéndonos...
Si no puedo, Master, me dices y hago las tiradas que me digas.
Te doy la opción de elegir, puedes gastar muuucho tiempo estando al final completamente seguro de si hay o no hay trampas o puedes hacer una tirada de buscar trampas...
Tú decides. :P
Leo el libro del Jugador.
Cita:
En resumen, que aunque puedas buscar, eres el picaro del grupo echale güevos que ahora tenemos a un clerigo de verdad.
Tirada: 1d20(+10)
Motivo: Buscar trampas
Resultado: 19(+10)=29
Tirada: 1d20(+10)
Motivo: Buscar trampas (arco)
Resultado: 6(+10)=16
Vale, pues tiro 1 vez para el camino, y otra vez para la arcada.
Vale, como la arcada tenga trampa, veremos...
Bueno chicos, aquí no hay nada que merezca la pena. Continuemos.
Miro hacia adelante, más allá de la arcada, y prosigo el camino, atento a cualquier cosa extraña que vea.
Bueno, pues continuo si nadie tiene nada que decir.
Yo nada que añadir... sigamos. Ya nos comeremos la trampa todos juntos.. jeje
El grupo avanzó por el pasillo y llegó hasta una intersección. Un pasillo lateral abordaba al principal por la izquierda, y de repente, un ruido de crujir de maderas llega desde esa dirección...